Los pequeños pies del futuro
Número del capítulo: 4
Temática: Anuncio del embarazo de Astrid
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El piso estaba casi lleno, la música era muy animada, y el ambiente muy alegre. Hiccup podía decir que estaba disfrutando de un cumpleaños increíble. Estaban allí sus amigos, Fishleg, los gemelos, Snoutlout, Dagur, incluso Heather había venido desde Dinamarca para estar este cumpleaños. Y es que este año era especial por varias razones. Era su primer año que celebraba casado con su lady, su padre estaba completamente recuperado de su enfermedad respiratoria y no tendrían que hablar por video llamada, podían hacerlo en vivo y en directo. Y por ultimo, aunque esto era meramente supersticioso, por fin podía celebrar el día de su cumpleaños el día que era. Ese año era bisiesto, y el 29 de febrero caía sábado ¿qué mejor día para celebrar un cumpleaños que un sábado?
El año anterior había sido muy complicado para Hiccup pero este nuevo año de vida se presentaba acompañado de la esperanza.
Hiccup no esperaba una sorpresa de tal magnitud, esperaba ir de fiesta a algún pub con sus amigos y luego ir a casa de uno de ellos para jugar a la play y comer pizza. Se llevó una sorpresa cuando Astrid lo llevó hasta casa de Fishleg, la cual estaba casi vacía porque el chico pensaba mudarse ese mismo mes a Dinamarca con Heather, su novia. Era lugar perfecto para hacer una fiesta, pensó todo el grupo cuando planeaban la fiesta sorpresa de Hiccup.
En la mañana, Astrid se encargó de distraer a Hiccup, ambos comieron en un restaurante de sushi junto a los padres de Hiccup, los de Astrid y el resto de la familia de Hiccup como su tía Spilaout y su tía Agda junto a Snoutlout. Tras eso los padres de Hiccup se dirigieron a la otra fiesta con Snoutlout mientras el resto se despedía. Astrid por su lado mantuvo a Hiccup lejos de llamar a sus amigos para saber el plan, alegando que ellos se estaban encargando de todo para que fuera" lo de todos los años".
Hiccup ya se olía lo que pasaba cuando Astrid lo llevó a casa de Fishleg pero fue definitivamente mejor de lo que imaginaba, allí había incluso amigos de la universidad con los que no se veía desde hacía mucho tiempo como Jack o Mérida pero con los que mantenía una buena relación. O amigos del trabajo como Thootiana o Kristoff. Todos dijeron que había sido idea de Astrid, ella contestó que había sido esfuerzo de todos pero no evitó que Hiccup le agradeciera dándole un apasionado beso.
A esas horas los regalos ya habían acabado y cada uno hablaba o hacía una cosa diferente. Heather por ejemplo le daba un clase de danés a Valka, quien siempre le habían gustado los idiomas. Fishleg conversaba alegremente amigos del trabajo de Hiccup, quienes también lo eran de él. El resto bailaban al compás de la música que los gemelos ponían. En tanto, Hiccup y Astrid, ajenos al mundo que los rodeaba, se besaban apasionadamente sentados sobre uno de los sofás de Fishleg. Ella acariciaba el pelo de Hiccup mientras el castaño subía y bajaba lentamente la mano en su muslo.
-Tranquila, Astrid, ya podrás darle tu regalo a Hiccup más tarde, en privado- rió Snoutlout llegando para interrumpirlos. Astrid lo miró enfadada mientras bajaba de las piernas de Hiccup- Atrás, rubia.
-Creo que mi primo tiene razón, ya podremos celebrar mi cumpleaños tu y yo más tarde - susurró Hiccup en el oído de Astrid haciendo estremecer a esta.
-Bien.
La chica se levantó dispuesta buscar a Ruffnut y Heather, no sin antes pegarle un buen golpe a Snoutlout en la coronilla cuando pasó a su lado.
-No entiendo como has aguantado casi un año con ella casado-se quejó el pelinegro. Hiccup solo pudo suspirar viéndola alejarse.
-¿No lo entiendes, niño? Es el amor- cantó Gobber riendose de como Astrid tenía de enamorado a Hiccup
-Callate, viejo carcamal- se quejó el cumpleañero sonrojado, el rubio solo rió más fuerte.
-Llevo burlándome de ti desde que te enamoraste de esa rubia, no pienso parar ahora.
Escaleras arriba, Astrid por su lado preparaba una sorpresa más para Hiccup. Heather y Ruffnut le habían ayudado y junto a su madre y Valka, eran las únicas que sabían del maravilloso regalo de Astrid.
-¿Realmente creeis que le gustará?- preguntó Astrid nerviosa. Las tres preparaban el regalo en la habitación de Fishleg.
-¿Bromeas? Estoy segura de que Hiccup será el hombre más feliz del mundo con esto- aseguró Ruffnut.
-Está listo- habló Heather terminando el lazo que adornaba la caja.
-Es precioso Heather, gracias.
-Esto va a ser genial ¿ya los saben todos?-preguntó de nuevo la pelinegra
-Sí, saben que tengo una sorpresa para Hiccup pero solo Valka sabe lo que es. Cuando suene la música todos se juntarán al centro de la pista de baile.
-Vamos allá- dijo la gemela adelantándose para ir hasta su gemelo y avisarle de que fuera poniendo la música.
Hiccup abajo hablaba con su padre en la pista de baile improvisada, había sido literalmente arrastrado hasta allí por su madre y esta se encargaba de hacerlo bailar haciendo ella algunos torpes pasos de baile.
-Mamá, ya sabes que no me gusta bailar- se quejaba Hiccup riendo por los pasos de baile de su madre.
-Anímate, hijo, es tu cumpleaños-decía moviendo los brazo s e Hiccup como una marioneta.
-Creeme que bailar no me anima.
-Solo espera un poco...
-¿A que?- entonces la música se vió interrumpida por una melodía más lenta y romántica como era "Dusk till Dawn"
-A esto- sonrió Valka satisfecha.
Entonces la gente poco a poco se arremolinó alrededor de Hiccup. El castaño estaba muy confundido pero nadie le decía nada, solo sonreían, y más confundido estuvo cuando vio a Astrid dar un paso al frente.
-¿Astrid?- preguntó llegando hasta la rubia y dándose cuenta de que sus manos estaban tras su espalda, ocultando algo.
-Hiccup, tengo un regalo más para ti.
-Debe de ser importante- rió el castaño cohibido por toda la atención repentina.
-Lo és para mi, solo espero que también lo sea para ti.
Las manos de Astrid temblaban y su pulso estaba al máximo, pero finalmente su mente se ordenó con su cuerpo y reveló el regalo de su esposo. Una pequeña caja de color verde claro cerrada por varias cintas de tela blanca que acaban en un hermoso lazo que adornaba el regalo. Hiccup la tomó en su mano, era bastante pequeña y ligera. Miró a Astrid con una sonrisa, la chica se veía nerviosa. Hiccup se permitió analizarla un momento, movía su pie de un lado a otro, lo cual significaba que esperaba que abriera el regalo impacientemente, y por otro lado mordía su labio emocionada.
Sin más preámbulos, Hiccup deshizo el lazo y abrió la caja. En ella encontró, rodeados de papel cebolla, dos objetos muy significativos. Dos pequeños patucos de tela y un fino instrumento de plástico blanco dado la vuelta. Una idea muy clara apareció en su cabeza y su respiración se aceleró. Temblando, tomó el instrumento descubriendo que era una prueba de embarazo. Junto a ellos había un nota.
-Dos rayitas, amor, es positivo- leyó en voz alta con la voz entrecortada. Se fijó de nuevo en la prueba y descubrió que efectivamente, habían dos rayas de color rojo- Astrid...
-Amor- Astrid se acercó a Hiccup y tomó sus manos ocupadas entre las suyas- Estoy embarazada.
En ese momento el resto del mundo despareció para Hiccup. Básicamente esta noticia significaba todo un cambio en su vida, un maravilloso cambio. Las lágrimas de felicidad cayeron de sus ojos y emocionado abrazó a su esposa. La sala estalló en aplausos.
-Vamos a ser padres ¡Vamos a ser padres!- exclamó el castaño emocionado.
-Sí, Hiccup, vamos a ser padres- decía Astrid llorando también. Entonces Astrid lo tomó por las mejillas y lo besó. Hiccup no pudo evitar colocar una mano sobre el vientre de Astrid.
-Te amo.
-Y yo a ti cariño- contestó ella mientras la gente se iba a acercando a felicitar a la pareja.
Tres horas después, la fiesta había acabado, todo el mundo había felicitado a los chicos y habían consolado al viejo Estoico, quien no podía dejar de llorar emocionado por la idea de ser abuelo, hace unos meses él creía que no llegaría a conocer a sus nietos. Ahora ambos hablaban en el coche de vuelta a casa sobre su bebé. Los dos sabían que al ser padres primerizos habían mucho riesgos pero no podían evitar especular sobre su hijo o hija, al que sin querer evitarlo, ya amaban con locura.
-¿Cómo crees que será?- imaginaba Hiccup apoyado en la ventanilla- Espero que tenga tus ojos, tus hermosos ojos azules.
Astrid se sonrojó -Yo creo que será un niño -comentó sin apartar la vista del camino.
-No, será una niña.
-¿Tu crees?
-Estoy muy seguro, mi lady, y será la más hermosa para mí.
-Serás un padre increíble.
-Eso espero.Solo sé que nada más nazca le podré estos dos hermosos zapatos - dijo Hiccup acariciando delicadamente los dos zapatos y mirando enamorado a su esposa- Tú sí serás una gran madre.
Tras un año difícil, el futuro de Hiccup tenía una forma muy clara. La forma de dos huellas, dos hermosos y pequeños pies. Los pies de Zephyr.
Hola, hola, hola.
No estoy muy conforme con este final, no sabía cómo acabarlo pero creo que de todos los que podía poner es uno bueno.
Este one-shot, de nuevo, no es muy largo, he hecho lo que he podido. Pido disculpas.Si teneis alguna duda sobre el desarrollo de la historia preguntadme.
Ahora sí, Chaoooo
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