Día 50. (Parte 1/3)

POV Hanna.

—¡No puede ser! —miré a Lizbeth caer al suelo después de que una bala la impactó en su espalda.

—Ya me tenía harto —Manuel sonrió.

Marcos también recibió los disparos de Manuel, todo es culpa del maldito, él se merece el infierno, pero ella, pobre de Lizbeth.

—Mucho show, todos adentro —Manuel nos empujó hacia la puerta.

Entramos a la casa, yo seguía en shock por la muerte de Lizbeth, ella ni siquiera era jugadora, no se merecía su muerte.

—Al primero que intente hacer algo en contra de nosotros, lo vamos a matar —Candice nos enseñó su arma en forma de amenaza.

Malditos cobardes, sin sus armas no son nada.

—Muy bien, todos escuchen el plan —Candice empezó a explicar el plan que teníamos que seguir si queríamos salir con vida.

—No me parece justo, ustedes no harán nada —se quejó Jessica.

—Eso es obvio —Ariana sonrió.

—Deberían de participar —Grace y Jessica tienen razón, esta bola de idiotas solo nos harán hacer todo a nosotros y los únicos beneficiados con el dinero serán ellos.

—¡Callados, nada de reclamos!

—Espero les haya quedado claro, no quiero perder dinero —Manuel estaba sonriendo, puedo notar lo mucho que anhela que el plan salga a la perfección.

—¡Por favor, dejen que me vaya, yo no podré hacerlo! —Selena estaba llorando.

—Selena, cállate, recuerda ellos te querían muerta, ahora te darán la oportunidad de vivir —dijo Emily.

***

POV Saul.

Escuche unos disparos, fue cuando decidí irme, tratar de ayudar a Ana, aquí no ayudare en nada, solo lograre que me maten.

Salí de la casa de Hanna, me dispuse a caminar a la cabaña de Candice.

Al llegar, todo estaba tranquilo, parecía que no había nadie, así que me dispuse a ir a un pequeño cuarto que estaba a un lado de la cabaña.

—¡Ana! —di un pequeño grito. —Traté de abrir las puertas, pero estas estaban con un pequeño candado. —¡Ana! ¿Estás aquí?

—¡Por favor sácame de aquí! —dijo una voz de hombre. —Déjame ver a mi hija y a mi esposa, por favor.

No lograba ver nada, pero supuse que era el padre de Ana.

—¿Es el papá de Ana? —pregunté.

—Si, sácame, tengo que ayudarlas —podía notar desesperación en su voz.

—Tranquilo señor, yo he venido a ayudarlos.

Miré al suelo en busca de alguna piedra o algo para romper el candado.

—Espere, tengo que buscar algo.

Retrocedí, tal vez en la cabaña haya algo, comencé a caminar hasta ella, solo que un grito me hizo detenerme.

—¡Cuidado! —gritaron desde el granero.

—¿Cuidado? —pregunté confundido, luego sentí un golpe en la cabeza que me hizo caer al suelo.

—¡Maldita sea, Pablo! me había olvidado de ti.

Sin decir nada, solo volvió a levantar la pala que tenía en sus manos y me golpeo otra vez, todo se puso negro.

***

Día 50.

POV Saul.

Al abrir los ojos mire todo oscuro, creo que estoy en una caja, o un pozo.

Me puse de pie, no podía ver nada, solo sé que es algo grande.

—¡Ayudaaaa!

No, mejor me callo, no creo que sea buena idea gritar, estoy en una caja, comencé a tocar todo lo que había, había un olor extraño y agua.

—¡Ahhhh! —grite cuando mis manos tocaron otras manos. —¡Dios mío!

Comencé a escuchar que alguien se dirigía hacia acá, cerré mis puños, no voy a dejar que me vuelva a golpear ese maldito.

—¿Saul? —preguntaron desde afuera.

—Si, ¿Qué quieres? —pregunté, la voz no se me hacía familiar, creo que jamás la he escuchado.

—Te sacare, escuche que buscas a Ana.

—Si, ¿Quién eres? —pregunté confundido.

—Soy Diego, estoy buscando a mi prima, tengo sospechas de que ella está aquí secuestrada.

La puerta de la caja se abrió, cuando mire lo que había tocado, me recorrió un escalofrió, era Elena, un par de veces la mire aquí, pobre de ella. Tenía un agujero en su frente, ella murió por un disparo.

Diego me ayudo a salir de aquí, me dijo todo sobre Selena, me temo que, si Candice la encontró, ella ya está muerta.

—Lo siento, amigo.

—Ana, ella debe saber que paso con Selena y con Emily, no pueden estar muertas, no quiero pensar eso —Diego se veía bastante preocupado.

—Primero tenemos que deshacernos de Pablo, él es el maldito esclavo de los administradores del juego.

Comenzamos a caminar hasta la cabaña, nos asomamos por la ventana y no había señales de Pablo.

Diego me entrego un martillo que tenía, no sé de dónde lo saco, pero me será útil para liberar al padre de Ana.

Seguramente Ana debe estar en el sótano, es el lugar típico.

Al entrar a la cabaña, mi corazón comenzó a latir muy fuerte, tenía miedo de encontrarme con Pablo, no quiero matarlo, pero tampoco quiero que él me mate a mí.

Escuchamos unos pasos y rápido corrimos a la cocina.

—¿Buscaban algo? —preguntaron ahí.

Nos giramos asustados, era un policía.

—Gracias a Dios, necesitamos ayuda —dijo Diego. —Un momento, yo lo conozco, usted es el oficial Ramírez, era amigo de mi padre.

—Lo era, ahora trabajo para Manuel y Candice —mencionó el oficial sacando un arma.

—¡Pablo, Pablo! —comenzó a gritar el oficial Ramírez.

Pablo rápido entró en la cocina, él traía un arma en sus manos.

—Déjalos, Ramírez, yo los vigilare —Pablo nos miró de forma amenazante. —Caminen al sótano.

Obedecimos a Pablo, estaba muy asustado, no quiero morir hoy, no quiero, al entrar al sótano, logre ver a Ana amarrada a una esquina.

—¡Dios mío! ¿Estás bien, Ana?

—No estoy bien, nada estará bien nunca —ella se veía muy mal.

Pobre Ana, de seguro ya tiene días aquí, me siento muy mal por ella.

—¿Qué haces aquí, Diego?

—Vine a buscar a Selena, ella y Emily desaparecieron de la celda donde estaban, nadie sabe nada de ellas, solo encontraron muerto a un guardia.

—De seguro Candice lo mató o el maldito de Manuel.

—Los ayudare a salir de aquí, Ana, ya tengo el plan, te lo dije, te dije que confiaras en mi —mencionó Pablo. —En unas horas Candice pondrá a todos los jugadores a robar un camión que transporta dinero, nosotros mandaremos a la policía, Candice no podrá escapar.

***

POV Hanna.

No creo que podamos hacer lo que Candice nos dijo, robar una caja fuerte de la casa de un drogadicto obsesivo fue fácil, pero robar un camión, eso sí será muy difícil.

—Todos listos, nos iremos en unos minutos —mencionó Henry sonriendo.

—Tengo miedo, Rosa —Isaac se veía bastante asustado.

—Tranquilo, saldremos de esta como siempre —Rosa lo abrazo mientras trataba de sonreír.

En verdad espero que Rosa tenga razón.

Escuche que llego otro auto, Ariana venia en él, ella se fue hace una hora, no quiero hacer esto, no podremos hacerlo.

—No creo que podamos hacerlo —mencionó Valeria.

—Es verdad, no vamos a poder —dijo Gaby. —Además, yo porque tengo que estar aquí, yo no soy jugadora.

—Como siempre lo he dicho, solo estabas en el lugar incorrecto —Candice sonrió. —En cambio a mí no me interesa si no pueden hacerlo, es muy simple si no lo hacen, todos morirán o irán a la cárcel.

—Aunque sería mejor que se mueran —Carlos se acercó a Candice y ambos comenzaron a reírse de nosotros.

***

POV Ana.

No sé si fiarme de Pablo, la última vez que lo hice, terminé encerrada nuevamente, lo que Candice quiere hacer es horrible, ellos no podrán hacerlo.

Pablo se acercó a mí y me desamarró las cuerdas, luego nos dirigimos al granero, mi padre se encontraba ahí, creo que él no sabe que mamá está muerta, no podré decírselo.

Cuando lo vi, lagrimas comenzaron a caer por mis mejillas, no sé qué haría sin él, me siento muy mal.

Caminé hasta él y le di un fuerte abrazo.

—¿Dónde está tu madre?

—Ella y Jessica están en peligro, tenemos que ir a rescatarlas.

Había un auto aquí, Pablo fue por las llaves, mientras nosotros entramos al auto, espero Jessica este bien, yo no soy capaz de contárselo a mi padre.

—¡No puede ser, es Ramírez, agáchense! —Diego estaba muy asustado.

Diego nos avisó tarde, pues el oficial ya venía hasta nosotros.

—¡No podrán salir de aquí! —dijo apuntándonos con el arma. —¡Al menos con vida no saldrán!

El oficial jaló el gatillo y el vidrio del auto se hizo añicos, yo trate de tapar mi cara, cuando levante mi vista, el oficial disparó una vez más.

Mi padre me tomó por los hombros y me cubrió, grito cuando la bala impacto en su hombro.

—¡Papá, nooo! —grité asustada.

El oficial Ramírez, se acercó otra vez, y nos volvió a apuntar, mi padre estaba sangrando mucho.

—Nos vemos, Ana —el oficial disparó.

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Espero y les haya gustado.

Muchas gracias por leer, espero les haya gustado 💕💕

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