—¡Entonces mátalo! —Candice señaló a Luis.

No creo que Pablo sea capaz, él jamás mataría, aunque en sus circunstancias creo que todo es posible.

—Lo hare, solo suéltame.

—¿A mí por qué? —Luis comenzó a retroceder, estaba asustado.

—No vas a matarlo, Pablo, aquí el que debe morir eres tú —Valeria se acercó hasta el tronco, estaba molesta y sería capaz de cualquier cosa.

—¡Esto no es mi culpa! Yo haré lo necesario para vivir, Valeria.

—Vaya, entonces me serás muy útil, claro a cambio de dejarte con vida —Candice sonrió.

Maldita sea, seguro ahora planea poner a Pablo en nuestra contra o peor aún, hacerlo uno de sus esclavos.

—¡Pablo no puedes hacerlo, él es inocente! —grité nerviosa.

—Claro que lo es ,Ana, aquí todos somos inocentes, todos los que han muerto fueron inocentes, Danny, Cat, Hugo, todos eran inocentes —la voz de Pablo comenzó a quebrarse.

Miré a Hanna, ella se puso triste, pero Pablo tiene razón, todos somos inocentes, solo que eso ya no importa, igual nos toca morir.

—¡Danny era la más inocente! —Hanna comenzó a llorar.

—¡Por Dios Hanna, nosotros no la matamos, fuiste tú! —Candice comenzó a reír.

Hanna solo se quedó callada, estaba muy triste, es verdad Candice no mató a Danny, fue ella.

Ariana se acercó a Gaby y la desamarró, luego se dirigió con Pablo e hizo lo mismo.

—Tu decide como hacerlo —dijo Ariana. —Puedes elegir la pistola, o que muera como lo ibas hacer tu.

—¿Cómo lo prefieres Luis? —Pablo miró a Luis, con seriedad.

—Recuerda, el disparo te mata en segundos —Henry señaló la pistola e hizo una pequeña escena como si se hubiese disparado.

—En cambio, morir quemado dura mucho más —interrumpió Ariana, ella señaló la hoguera improvisada que le habían organizado a Pablo.

—Es tu decisión, Luis.

No puedo creerlo, Pablo está decidido a hacerlo, no puede ser la maldita de Candice es capaz de convertirnos en unos viles asesinos.

Luis solo se quedaba en silencio, su rostro expresaba miedo, Valeria no tuvo más remedio que correr hasta él para abrazarlo.

—¡Por favor, a él no!

—Lo siento, Ana, Candice es muy mala —Saúl estaba cabizbajo.

—Tranquilo, esto no es tu culpa, es de ella, es una maldita perra —dije en voz baja, pues no quería que nadie me escuchara.

—¡Este silencio mata! ¿Qué decides Luis? —Candice estaba muy impaciente.

—¡Dios mío, Candice, solo déjalos irse! —mencionó Elena molesta.

—No puedo, tiene que haber un castigo.

—Entonces mátalo a él, él fue el que rompió las reglas —por fin habló Luis.

Esto está mal, Elena tiene razón, pero Candice no se va a conformar con eso, ella es muy mala.

—¡Mátame a mí! —la voz de Gaby nos hizo girarnos hasta ella.

—¡Eso nunca! —Pablo levantó el arma que le entregó Henry.

Él parecía indeciso sobre qué hacer, pero luego de unos segundos de meditarlo, le apuntó a Luis, luego disparó.

—Pésima puntería, pequeño—gritó Ariana riendo.

La bala no le había dado a nadie.

—¡Maldita sea! —gritó Pablo desesperado, nuevamente levantó el arma y disparó.

—¡Ahhhh! —gritó Luis y cayó al suelo.

—¡Eres un maldito!

Valeria gritó y se agachó a auxiliar a su hermano, la bala le había impactado en la pierna, por lo cual la sangre inmediatamente estaba formando un charco en el suelo.

—Eso está bien por ahora, Pablo, ustedes pueden irse.

Ian no está aquí, seguro que no quiere vernos después de lo que hizo, maldito cobarde.

Pablo dejó caer la pistola al suelo, luego se dejó caer de rodillas, lo último que observe fue que Gaby rápido lo abrazo.

Espero Luis este bien, Candice lo dejó, también a Valeria, Pablo y Gaby.

Nos fuimos a nuestra casa, rápido al llegar me fui a dormir.

***

Día 35.

Me levanté muy cansada, no pude dormir muy bien, toda la noche estuve dando vueltas en mi casa, estoy muy preocupada por Pablo.

Bajé a desayunar, aquí estaba Paola, que raro, Jessica y Hanna también estaban desayunando.

—Ana, mamá estaba muy enojada contigo, dijo que la hiciste esperar una hora y que nunca llegaste —mencionó Jessica.

—¡Dios mío! Lo olvidé

—¿A dónde iban a ir? —Preguntó Paola.

—Mamá quiere llevarme a un psicólogo, son unos exagerados, yo no tengo problemas, ustedes más que nadie lo saben.

Yo sé muy bien que a Paola no le caigo bien, por lo cual cuando dije que no estaba loca, me torció la boca, maldita, yo sé que escondes algo, y voy averiguarlo.

—¿Cómo vas con tus retos, Jess? —preguntó Hanna.

—Muy bien, todos han estado super fáciles —respondió ella.

—¿Fáciles? Claro pues si te gusta matar si son fáciles —Hanna se había molestado.

Jessica se quedó callada, creo que no supo qué responder.

—¡Hay que tomarse las mejores de las actitudes, perra, es lo que hace Jessica, tu no por eso mataste a tu hermana! —gritó Paola molesta.

—¡Paola, cierra la boca!

Hanna se levantó de la mesa, creí que se iba al cuarto donde se estaba quedando, pero no, se dirigió hasta Paola y le dio una bofetada.

—¿Crees que es fácil? No, Paola, tú no sabes nada porque no eres jugadora, no sabes la presión que existe, todo el estrés de tener que completar el reto a tiempo, todo para cuidar a las personas que amas, pero claro como a ti no te quiere nadie.

—Pues al menos no maté a mi hermana de 12 años, de una forma super absurda —Paola empujó a Hanna mientras reía.

—¡Hanna, por favor déjala, no vale la pena! —grité levantándome de la mesa. —¡Jess has algo!

—¡Eres una puta! —gritó Hanna y comenzó a empujar a Paola. —Tú no sabes nada, nadie te quiere.

Hanna comenzó a caminar hacia mí, será mejor que salgamos un rato.

—¡Puta serás tú! —gritó Paola y tomó a Hanna del cabello y la jaló hacia atrás.

—¡Paola déjala en paz! —por fin Jessica se levantó de la mesa para hacer algo.

Me acerque a Paola y la tome del cabello, de algún modo tengo que ayudar a Hanna, Paola soltó a Hanna.

—¡Tú no te metas, perra! —Paola se giró hacia mi molesta, oh mierda, me empujó haciéndome caer al suelo.

Me levanté, tomé a Hanna de la mano y decidí dejar hasta aquí el problema.

—¡Maldita, asesina! —gritó Paola cuando yo estaba por salir de la casa.

Es una maldita perra, pero ella no puede saber lo que le hice a su padre, a menos que tenga algo que ver con el juego.

Decidí no decir nada y seguimos caminando.

Mensajes:

Candice: Bienvenida al día 35, solo 15 días más Ana, tú puedes, como estoy ocupada con el asunto de Pablo y el otro estúpido, les dejare un reto bastante fácil, solo una pregunta.

Candice: ¿A quién prefieres? ¿Tu padre o tu madre?

Ana: No voy a contestarte eso, seguro les harás algo malo.

Candice: ¿A tu padre? Bueno, está bien, saludos a tu mami.

Ana: Yo no dije nada, yo no prefiero a mi padre.

Candice: Qué interesante, entonces tu padre será.

Ana: ¡No! ¡Candice yo no dije nada!

Ana: ¡Candice responde!

Visto✔

—¡Dios mío, Hanna!

—¿Qué pasa? —preguntó Hanna.

—¡Respondí que prefiero a mi padre!

—No entiendo, ¿De que estas hablando?

—Del reto de hoy, me dieron a escoger, si mi padre o mi madre.

—¡Que fácil! Yo elegiría a mi padre, él abandono a mi madre cuando nació Danny. —dijo Hanna. —Pero a mí no me pregunto eso, mi reto es cortarme.

No puede ser, Candice quiere hacerle algo a mi padre, yo lo elegí, dios mío no, para que carajos le conteste.

Fuimos a casa de Hanna, ahí ella realizó su reto, Isabella y Lizbeth no estaban aquí, algo realmente extraño, creí que no querrían salir, el cuerpo de Laura no está.

—¡Dios mío, Ana! —gritó Hanna desde el baño.

Corrí hacia allá, al entrar recibí un extraño olor, olía horrible. Hanna abrió la cortina de la regadera y ahí estaba Laura, justo dentro de la tina de Hanna.

—¡Ahhhhh!

—Creí que Isabella la sacaría.

—Pues parece que no, tal vez por eso se fueron —dijo Hanna.

Comenzaron a tocar la puerta, Hanna y yo corrimos hacia abajo.

Al abrir era el oficial Gómez, ¡Dios mío!

—Buenas noches, Ana, me gustaría hablar contigo, recibí una llamada anónima, se quejaron de un mal olor proveniente de la casa —dijo él.

—Aquí no es, debe ser a un costado.

—No, me dieron exactamente el número de esta casa —mencionó el oficial.

—¡Date prisa papá, voy a llegar tarde! —escuché la voz de Diego desde afuera.

El oficial salió unos momentos.

—¿Qué vamos hacer?

—Mira, creo que ya se va.

Mire hacia afuera, pero no, el oficial venia con Diego.

—¿Puedo pasar a revisar la casa?

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Espero y les haya gustado.