Día 21.
—Un gusto verlos jugadores —era Candice.
—¿Qué quieres aquí, maldita?
Candice comenzó a caminar de manera amenazante hasta mí, quise retroceder, pero no lo hice.
—Quería encontrarme con Marcos, pero veo que no está aquí.
Metí la mano a mi bolsillo y tomé la memoria, extendí la mano y se la di.
—No te preocupes, no vi nada de lo que contiene.
—Tu no deberías estar aquí, no puedes ayudarles —Ariana observó a Carlos.
—No me importa lo que tú digas, perra —respondió él.
Lizbeth se puso de pie, ahora estábamos listos para irnos de aquí.
—Ustedes no podrán irse —Henry habló, podía notar que estaba emocionado por algo, pues mantenía una gran sonrisa
—¿Qué? —preguntó Pablo.
—¿Por qué?
—Ustedes se irán conmigo, a mi cabaña —mencionó Candice.
La verdad yo si quiero ir a la cabaña, quiero ver a Rosa, quiero asegurarme que ella este bien, hace tres días que no la vemos.
—Está bien.
—No, no podemos ir con ella —gritó Isabella asustada.
—¿A que le temes, Isabella? —preguntó Candice.
—Ya sabemos lo que le hiciste a Hugo.
Ariana caminó hasta Isa, ella simplemente agachó la cabeza apenada. ¿De qué mierda está hablando?
—Ella solo se defendía —dijo Elena.
—Si, tuve que hacerlo —se defendió Isabella.
Todos nos quedamos en silencio, yo no sabía que Hugo había muerto, mucho menos que Isabella lo mató. Saque mi celular y le mandé un mensaje a Jessica, le dije que le dijera a papa que no iba a llegar a dormir hoy, que no me esperarán.
Jessica va muy bien con sus retos, aún no le tocan difíciles, Grace ahora es jugadora, creí que ella me vendría a matar por meterla en esto, Hanna invitó a Laura, su amiga, bueno y supongo que mía también.
Nos subimos a la camioneta de Candice, yo estaba muy nerviosa, no tengo idea de lo que tiene planeado o para qué es que nos quiere en su asquerosa cabaña.
Lo que me tranquiliza es que Isaac se quedó en casa de Hanna, el estará seguro con ella.
***
Candice nos dejó toda la noche encerrados aquí, hacía un poco de frío, ya quiero ver a Rosa, la extraño, ha estado sola desde la muerte de Nuria.
—¿Qué creen que pase?
Isabella habló y entonces comencé a imaginarme muchas cosas feas, aunque dudo que quiera matarnos, le somos útiles aún.
—No sé, tal vez solo un nuevo reto —mencionó Emily.
—Si, eso debe ser.
Comencé a pensar en lo que me dijo Paola, ella dijo que nadie había completado los 50 días, ¿Qué habrá querido decir con eso?
La posibilidad de que Paola tenga algo que ver con esto, ahora es más fuerte, ya que ella tenía un video de Manuel, maldita sea, lo malo fue que no termine de verlo.
Candice quería ver muerto al profesor Hernández, cuando inyecté el veneno, el despertó y me dijo que, si el creador me había mandado, tal vez Paola también sepa algo del creador, le tengo que preguntar.
—Hola jugadores —dijo Ariana a través del vidrio de la ventana. —Si por mi fuera, ustedes ya estarían muertos, más tu maldita, perra.
Ariana miraba con odio a Isabella, ella solo se estaba defendiendo, pero igual no entiendo porque Candice la protege, ya no sé qué creer, espero esto del juego no nos convierta en asesinos.
—Ariana, déjalos en paz —esta vez fue la voz de Elena la que se escuchó.
—No entiendo porque los defiendes, pronto estarán muertos.
—¿Muertos por qué? —preguntó Emily.
—Upss —dijo Ariana y se fue.
—Tranquilos, chicos, ella solo quiere asustarlos, si ustedes siguen haciendo sus retos, no les pasara nada, se los prometo —mencionó Elena.
Elena se alejó de nosotros, me dejo algo tranquila, aunque esa perra de Ariana no me cae para nada bien.
Después de un rato llegó Ian, el entro a la camioneta, su cara mostraba enojo, bueno, tal vez sea porque no quería venir.
—¿Estás bien? —preguntó Hanna preocupada.
—Si, muy bien, es obvio que no —Ian estaba molesto.
—¿No te tocó el mismo reto que a nosotros? —preguntó Pablo.
—¿Qué reto?
—Estuvimos toda la noche aquí —mencioné, tratando de estirar mis piernas, me sentía acalambradas.
Ian estaba actuando algo raro, espero que Candice no lo esté obligando a hacer algo en contra nosotros.
—A mí no me dijo nada, justo vine porque es mi reto de hoy.
—Pues qué raro —mencionó Carlos. —Espero Candice no te esté obligando a hacer algo contra nosotros.
—¿Y si me está obligando qué? —Ian encaró a Carlos, su rostro reflejaba seriedad pura. —Igual tengo que hacerlo, yo no quiero morir.
—Basta de pláticas —ahora era Candice, ella inmediatamente abrió las puertas de la camioneta. —Salgan.
Bajamos de la camioneta, algo me dice que este alerta con Ian, está actuando muy raro y sinceramente de Candice me espero todo.
Nos dirigimos a la cabaña, justo en la entrada, nos detuvimos, traté de observar dentro, miré a Rosa, comencé a llenarme de felicidad, ella está bien, bueno es lo que parece.
—¿Puedo ver a Rosa?
—No —respondió Candice. —Primero tienen que hacer su reto.
—¿Cuál es? —preguntó Pablo.
—Bueno primero, Carlos y Lizbeth, ustedes no pueden hacer el reto, este no les corresponde —mencionó Candice.
Henry jaló a Carlos del brazo y lo metió en la cabaña bruscamente, Ariana hizo lo mismo con Lizbeth, es una maldita perra.
—Su reto es: elegir matar a alguien.
—¡Eso será genial! —Ariana estaba bastante emocionada.
—Pues yo elijo matar a Ariana —Isabella sonrió.
—Quisieras, perra.
Muchos nombres comenzaron a rondar por mi mente, hasta que me detuve en el nombre de Luis.
Luis era un chico que golpeaba a las chicas, era muy agresivo, yo quiero que muera él, no gente inocente.
—Yo quiero que muera Luis.
—¿El golpeador? —preguntó Pablo.
—Si, ese mismo.
—¿Todos están de acuerdo? —preguntó Candice.
—No, yo no quiero que muera nadie, ¿Por qué demonios nos haces esto? —Hanna comenzó a llorar.
—Vamos, Hanna, él se merece eso y más —Pablo palmeó el hombro de Hanna para hacerla sentir mejor.
—No, nadie se merece la muerte.
—Shhh.
Candice puso sus dedos sobre sus labios y Hanna inmediatamente se quedó callada. La miré y parecía decepcionada de nuestra decisión, pero es él o nosotros.
—Lo siento, Hanna.
—Bueno, todos pueden irse, Henry trae a la perra de adentro y que se larguen ya, espero puedan vivir con que ustedes me dijeron a quién matar, esto será muy divertido y tengan por seguro que no será la última vez.
Carlos y Rosa se dirigieron a la salida.
—¡Rosa! —grité y corrí a darle un gran abrazo.
Ella inmediatamente puso sus manos y rechazó por completo el abrazo.
—¿Rosa, te encuentras bien?
Ella siguió sin decir ninguna palabra, nos subimos al auto, ella solo iba en silencio, lo cual es muy raro, seguro esta enojada porque no hicimos ni lo mínimo para intentar rescatarla.
***
Decidí bajarme en el parque, estuve todo el día ahí, pensando en lo que pasó con Rosa, no quiero que este molesta conmigo, solo quiero que todo sea como antes, nosotras éramos las mejores amigas.
Mis ojos se abrieron como platos al ver a Luis corriendo por el parque.
—¡Ayudaaa, alguien quiere matarme!
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Espero y les haya gustado.
Voten y comenten.
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