Lunes. Hermoso lunes.

Nunca amaron tanto el lunes como lo hicieron ese día.

Los dos adolescentes estaban ansiosos por su reencuentro luego de la cita de ayer, la cual por cierto, terminó en excelentes términos, pero no en un beso de final feliz.

Im se vistió lo más linda que pudo, al igual que Jeon, quien verificó una y otra vez que todo en su vestuario estuviese en orden.

NaYeon fue la primera en salir de su casa, yendo directo al colegio.
Al llegar, se dirigió a su casillero para tomar sus libros, cuando de repente, sintió que alguien la tomaba del brazo, y comenzaba a arrastrarla a otra parte.

Sonrió al deducir quien era, y miró en dirección a la persona que la llevaba, cuando de repente, su expresión cambió radicalmente al percatarse de que quien la arrastraba, no era Jeon, si no mejor dicho, un grupo de tres muchachas, algunas de tercero seguramente.

— ¿Qué están haciendo? Déjenme en paz — Se quejó, poniéndose firme y forsejeando para que la suelten.

El trío no respondió, y sólo siguieron tirando de su brazo, hasta que llegaron a una parte alejada del patio del colegio, donde la soltaron bruscamente, y la tiraron al suelo.

— ¿Acaso están locas? — Bufó, mirándolas con el ceño fruncido.

Intentó pararse, pero una de ellas puso su pie sobre su hombro, y la empujó hacia atrás, evitando que logre su accionar.

— NaYeon, entre tu y yo sabemos porqué estás aquí — Inició la de cabellos castaños.

— Si te conociera tal vez si, pero como ni te registro, creo que me confundes con otra persona — Mencionó, sonriendo irónicamente, y volviendo a intentar irse, pero siendo detenida nuevamente.

— Escucha, ésto es sencillo, sólo necesito que hagas una cosa por mi y te dejaremos ir — Habló, agachandose y sujetandola de los cabellos, obligándola a verla.

— ¿Y tu qué te traes, loca? Déjame en paz — Exigió, tratando de soltarse.

— Solo quiero que te alejes de Jungkook y entonces-

— ¿Qué? Oh por Dios — Dejó de ejercer fuerza, y rió ligeramente — ¿Todo este show es por Jungkook? Dios, ¿en qué año se quedaron? Las mujeres ya no se matan por los hombres, hay otros cientos en el instituto, mejor buscate otro — Sentenció, logrando que la suelte.

— ¡¿Y tu quien te crees que eres para hablarme así?! — Chilló la muchacha.

Ésta levantó su mano para golpearla, siendo detenida por otra persona que la sujetó de la muñeca.

— ¡Deja-... J-Jungkook — Vaciló al ver al susodicho.

Las otras dos chicas que habían llegado con ella ya no estaban presentes. Y con justa razón, puesto que la cara del joven no era de buenos amigos.
Fulmino con la mirada a la joven, y se acercó a ayudar a Im, extendiendole su mano para que pueda pararse.

Ya una vez de pie, se apoyó sobre el pecho del menor, y jugó al papel de víctima, consiguiendo que Jungkook vuelva a ver a su atacante con ganas de matarla.

Cuando se dieron vuelta para irse, NaYeon se giró a mirarla una última vez, y sonrió victoriosa, sacándole la lengua a lo último.

— ¿Estas bien? — Preguntó él, una vez que se incorporaron a los pasillos.

— Por supuesto, ellas no eran rival para mi — Aseguró, abrazándolo un poco más.

— Me preocupe por ti, pensé que ellas-

— Eres muy inocente, Kook — Interrumpió, mirándolo dulcemente — Se lidiar con el tipo de personas inmaduras.

El contrario iba a acotar otra cosa, cuando la campana sonó, y debieron separarse para ir a sus clases.

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Parada en la salida del instituto, vio pasar al trío de chicas que la detuvieron, y notó como éstas la miraban con repudio. Por lo que sin pensarlo, les sonrió y les enseñó su dedo medio, riendo al ver como le salía humo por las orejas.

— Deja de buscarte líos — Percibió la voz de su amor platónico acercándose, y abrazándola por la cintura, dejando un beso en su mejilla.

— ¿Yo? Tu las estas provocando al hacer esto — Mencionó, dándose vuelta para tenerlo de frente, depositando sus manos en el pecho del joven.

— ¿Qué? No es cierto — Sonrió bromista — Tu también tienes la culpa al seguirme el juego — Agregó.

— Ay yah, mejor vámonos — Intervino, tomándolo de la mano, y comenzando la caminata que hacía todos los días.

Fueron en silencio por unos minutos, hasta que se alejaron lo suficiente de los demás estudiantes, pero antes de continuar, decidieron sentarse en una banca para poder hablar más tranquilamente.

— Entonces, ¿has pensado en tu decisión? — Preguntó él, entrelazando sus manos nuevamente, y dejando un beso sobre la de la femenina.

— Lo he meditado bastante, y hoy has comprobado que todas las razones que me diste son ciertas — Comentó, mirándolo dulcemente — O bueno, en realidad no todas, faltó comprobar la número dos.

El pelinegro frunció el ceño, y trató de recordar que decía la segunda nota, cuando al hacerlo, un tierno color rojo se apoderó de sus mejillas. No podía creer que hable así de ligero.

— Ahh, noona — Balbuceo, tapándose el rostro, y tirando su cuerpo hacia atrás.

— ¿Qué? En mi defensa, yo si cumplí con todo lo que dije — Regañó, cruzandose de brazos, y sacando un pequeño puchero.

Corrió un poco sus manos, y la observó, comprendiendo que ella esperaba una respuesta, y fue allí que se arrepintió de haber escrito esa carta.

Luego se encargaría de matar a TaeHyung por haberle dicho que lo haga.

— ¿Tengo que hacerlo? — Murmuró, activando su modo tímido.

— Si no quieres no te voy a obligar, es más, yo-

Pero de pronto, sus palabras quedaron atrapadas en su boca, puesto que sin previo aviso, el contrario se armó de valor, y se acercó a ella, robándole un rápido beso cuando no se dio cuenta.

Si bien al inicio estaba sorprendida, terminó correspondiendo, disfrutando cada momento, de inicio a fin.
Cuando se separaron, se vieron con un sonrisa tímida en sus caras, y desviaron la mirada.

— Bien, segunda razón comprobada — Dijo con una leve sonrisa.

Jeon sonrió — Eso quiere decir que... ¿Quieres salir conmigo? — Pronunció nervioso.

— Yo si — Aceptó — ¿Y tu quieres salir conmigo? — Inquirió coqueta.

— ¿Lo dices en serio? — Se quejó, a lo que la contraria elevó sus hombros, haciéndolo soltar un suspiro —Si, NaYeon, si quiero salir contigo — Reconoció, regalandole una sonrisa.

Y, otra vez, volvieron a unirse para darse un beso, uno más suave y dulce que el anterior, sintiéndose feliz al tenerse el uno a otro.

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Nimin_36