1:20
— ¿Qué haces? — pregunto mi madre acercándose a mí.
— Esperando a alguien — le conteste sin más. Realmente no tenía ganas de explicarle todo.
— ¿A quién? Si se puede saber — insistió mientras me observaba con curiosidad.
— T/N.
Estoy muy nervioso. ¿Que se supone que diga o haga? ¿Por qué la vida no tiene una guía para saber qué hacer?
— Uh, Hijo ¿tendrás una cita? — pregunto muy entusiasmada para mi gusto.
— ¿Qué? No, solo la ayudare con un videojuego — Eso era cierto, no había razón mayor para invitarla aquí. Si, ignoremos que la quiero ver.
— Me sorprende, al único amigo que has invitado a casa es a Kuroo y ahora invitas a una chica — hablo mientras se limpiaba lagrimas falsas de su rostro.
— Mama solo jugaremos videojuegos — soy un asco para dar otro paso. No sé qué hacer. Basta
— Esta bien, preparare bocadillos para ambos.
— Por favor no la hagas sentir incomoda.
— Vamos Kenma, espero saber más de ella — dijo con un tono triste. Y lo sé, quieres conocerla y yo también, pero necesito tiempo para eso. No sé cuánto. A mí también me frustra no saber que hacer o como dar un paso, no sé si pueda honestamente o si deba.
— Después — le conteste sin más.
. . .
De pie frente a la puerta, esperando que ella apareciera tocando. No la he visto desde ayer, algo en mi necesita verla. Estoy sintiendo mi corazón en la cabeza, las palpitaciones atacan completamente mu cuerpo y duermen mis sentidos. ¿Es esto normal?
El ruido del timbre lleno toda la habitación. Me levante rápidamente a abrir. Cuando lo hice, ella estaba detrás, con una sonrisa y nerviosa. No lo sabía disimular o yo era muy observador con eso. Tenía algo en sus manos.
— Oh, hola Kenma, yo traje pie de manzana para ti, para tu familia también si es que quieren — dijo ella con una cálida voz.
— ¿Lo preparaste tú?
— Si, queme dos antes de este y mi cocina quedo hecha un desastre, pero mira, este quedo mejor de lo que esperaba. No lo probé, pero no está quemado y huele bien, sabes que algo que no está quemado y huele bien sabe bien, o eso espero. Pero, no sé si este crudo de adentro, ¡oh dios no! Espero que no esté crudo. Sabes que, mejor no, no quiero intoxicarte a ti o tu familia, mira puedo buscar un perro y dárselo, no, como voy a hacer eso, al perro también le dolerá el estómago ¿y si se muere por mi culpa? Es mejor tirarlo a la basura, ahora vuelvo.
La jale de la manga de su suéter, hice que entrara a mi casa y cerré la puerta. Estaba divertido por todo lo que dijo, pero estaba más feliz de que ella cocino para mí. Ella solo se quedó en silencio por mi acción y se dejó llevar por mi agarre.
— Vamos arriba antes de que mi mama nos interrumpa.
Tomé el dobladillo de su suéter y la guie hasta las escaleras. Estábamos comenzando a subir.
— ¿Tu familia no quiere algo de pie de manzana?
— No, ellos no quieren — esto será solo para mí, tu estarás conmigo, olvídate de todo lo demás. Solo por un momento.
Solo yo estoy aquí...
— Kenma~ — hablo mi madre, me detuve en seco cuando iba por las escaleras y volteé lentamente. Vi que T/N ya estaba viendo a mi madre y mi madre a ella.
...o solo estaba yo aquí.
— T/N ella es mi madre — no me quedaba otra opción más que presentarla.
— H-hola, señora Kozume, es un gusto conocerla — dijo claramente nerviosa.
— Oh cariño eres muy hermosa — le dijo mi mamá, en el rostro de T/N se veía un sonrojo muy lindo. ¡Ahhhh! Quiero abrazarla.
— Gracias, usted también es muy hermosa — ambas se miraron con una sonrisa muy cálida, quizás fue error mío pensar que algo malo iba a pasar. ¿O es que de verdad estoy muy nervioso?
— Entonces, ¿ya están listos para ser novios?
La cara de T/N se puso pálida y sus ojos se abrieron más de lo normal, sus labios cambiaron a una sonrisa nerviosa.
Y yo no me quedaba atrás, mi cara ardía de vergüenza y vi como mi madre comenzaba a reír lento.
— ¡Mamá! — le reclame, ella se carcajeo y yo para librarme de esa situación jale a T/N para que me siguiera.
— Lo siento por eso, mi mamá en ocasiones no mide sus palabras — le dije en la puerta de mi habitación, antes de entrar.
— No te preocupes, me tomo por sorpresa su comentario.
Pero... ¿Qué paso en tu mente al oír eso?
Entramos en mi cuarto, tenía ya el juego instalado listo para cuando ella llegara. Tome la tarta de manzana y la puse en un mueble al lado de la cama —Espera aquí — le dije y baje hasta la cocina por dos cucharas
Vi a mi madre sonriéndome con orgullo desde la cocina.
— Mamá, te dije que no la incomodaras.
— Lo siento, pero hay ciertos sentimientos cruzados en ustedes, yo solo quise darles un empujón.
¿Qué sentimientos madre? ¿de qué hablas?
— Mamá por favor.
— Hasta un ciego se daría cuenta de lo que pasa entre ustedes, abran los ojos hijo.
No le tome importancia a su comentario y subí de nuevo. La encontré sentada en mi cama aún muy nerviosa, lo que no sabe es que yo estoy aún más nervioso que ella.
Le extendí la mano para darle la otra cuchara.
— No gracias, es para ti, yo quede satisfecha de comerme los otros, estaban un poco quemados, pero no estaban tan mal — dijo mirando el suelo debajo de sus pies. Tan linda.
— ¿Segura?
— Si, lo hice solo para ti — esta vez me miro a los ojos, sonrió ligeramente con las mejillas enrojecidas. Esta era una imagen que quería guardar por el resto de mi vida en mi mente. Ojalá fuera un juego para poder tomar captura de este momento y verlo siempre que lo quiera, pero, ojalá que no sea un juego porque quiero que sea real.
Con la cuchara partí un poco y lo llevé a mi boca. ¡No puede ser!
— ¿Qué tal? — pregunto ella acercando su cara a la mía.
No podía hablar, solo quería disfrutar esa delicia en mi boca, era perfecta para mí, cada bocado era como entrar al cielo de los videojuegos, cada parte era espectacular. Nunca probé algo parecido.
— Me gustó mucho — cuando le dije eso en sus labios se formó la más grande sonrisa que haya visto, mis nervios se esfumaron, me sentí más tranquilo que nunca. Ella era la comodidad que siempre busque — Ven vamos a jugar.
Fui hasta mi lugar habitual donde juego videojuegos, ella me siguió y se sentó a mi lado. Le di un control de videojuegos y ella lo tomo, aunque a mi parecer fue extraño como lo usaba — ¿necesitas ayuda con eso? — ella me miro con confusión luego de mi pregunta —Con el control, hay una forma más cómoda para que lo agarres.
— Oh si, si por favor — me dijo acercándose más a mí, sus mejillas estaban tintadas de un suave rosa y su mirada se centraba en el piso.
Deje mi control de lado y sin pensarlo mucho tome sus manos en mis manos, ella aligero su agarre del control y eso me facilito mover sus manos. Acomodé sus dedos en los botones y moví ligeramente su muñeca. Volví a poner mis manos en las suyas, obligándola a que lo agarré con firmeza.
Me quede un tiempo sintiendo mi agarre en su piel, era cálida, suave, sentía las pequeñas grietas recorriendo su piel, sus uñas pintadas de negro le daban un toque especial.
Instintivamente cerré mis ojos, como si acabara de encontrar un tesoro, suave y cálido, lo suficientemente equilibrado para desear permanecer así.
Un casi silencio invadió toda la habitación, latidos y respiraciones dóciles eran lo único que se percibía.
Abrí mis ojos lentamente y recordé lo que estaba pasando, quite mis manos rápidamente de las suyas —Perdón — le susurre acomodándome en mi lugar, evitando verla y concentrándome en la pantalla.
Una sensación extraña apareció en mi pecho, era como estar nervioso, pero querer seguir así, excepto por el ardor en mi rostro y que mi corazón amenazara con estallar.
— Me gusta el color rojo en tu cara — ella dijo con un tono divertido y eso exploto en mi interior, recorriendo mis venas completamente y provocando un sonrojo aún más vistoso.
Evitando exponerme así giré mi cabeza para que ella no la viera —Vamos a jugar — le dije como pude.
Nuestra atención volvió al motivo principal, la noche consistió en mi explicándole los comandos y trucos. Llevándola por caminos que ella desconocía y explicándole por donde tenía que ir. Me parecía tierno como se sorprendía y replicaba todo lo que le decía, aunque le fue difícil muchas veces siguió esforzándose. De alguna forma lograba seguirme el ritmo, aunque lento pero seguro.
El brillo en sus ojos cada que lograba algo era detonante de muchas sensaciones y me remataba con su sonrisa. En este maldito momento no puedo evitar sentirme tan afortunado de ver esos ojos, de ser testigo de su sonrisa.
Quizás seas la pieza que me faltaba.
Terminamos el nivel y mi ayuda, ella soltó un suspiro de alivio y me miro a los ojos —Gracias por ayudarme Kenma-san.
¿Qué se dice en esto? Cuando yo siento que le debo más. Mi cerebro se apaga cuando estás tú.
¿Qué se dice o qué se hace? Cuando mi corazón palpita tan fuerte que me da miedo.
¿Qué se piensa? Cuando todo lo que hace me provoca algo que quiero seguir experimentando.
—Por nada.
Ella tomo sus cosas y me siguió, caminamos por las escaleras hasta llegar a la puerta.
— Kenma acompáñala a su casa — como siempre mi madre interviniendo y saliendo de quién sabe dónde.
— Si mamá — le respondí.
— No es neces-
— Vamos — la interrumpí y abrí la puerta, un viento frio choco con mi cara y revolvió mí cabello, camine hacia afuera esperando que me siguiera.
— Buenas noches, señora Kozume, gracias por dejarme entrar — le dijo a mi madre e hizo una reverencia.
— No te preocupes cariño, es un gusto para mi conocer a la amiga de Kenma — se despidió agitando su mano, cerré la puerta luego de eso y caminé junto a ella.
Su casa no estaba lejos pero aun así no encontrábamos palabras, los dos examinábamos el piso con cada paso. Efectivamente, está hecho de piso.
Con mi mente debatiendo sobre que podría decir no me di cuenta y llegamos a la entrada de su casa.
— Gracias por acompañarme — dijo ella abriendo la rejilla que daba a la entrada de su casa —También gracias por ayudarme con el juego.
— No fue nada — le respondí dándome la vuelta para volver a casa, antes de irme me gire rápidamente —T/N — le hable y ella a punto de abrir la puerta de su casa se giró a verme.
Los dos nos miramos. Ella esperando lo que le iba a decir, yo también buscaba el motivo por el que le hable. Me quede seco, ahora no sé qué hacer.
— Me gusta cómo te ves hoy Kenma — ella hablo primero.
Un sonrojo apareció en mi rostro, lograba ser visto a los ojos de ella por la luz de la luna. En mis sueños ya te dije lo hermosa que es la luna. Y tú me respondiste ante esas palabras.
—Gracias y gracias por hoy, por el pie de manzana. Buenas noches.
Me sorprendí de que esas palabras salieran tan naturalmente de mi boca. Estaba experimentando algo nuevo y se sentía bien.
— Hasta mañana — dijo ella y entro a su casa.
Camine de vuelta a mi casa y con mi mente enfocada en esta noche, en las sensaciones que mi cuerpo experimento, en la forma en la que sus palabras salían de su boca y sus ojos se movían para encontrarse con los míos, en sentir su mano junto a la mía y escuchar su respiración de cerca. Ame mi ropa hoy.
Entre a casa y mi madre esperaba en la puerta —¿Esa sonrisa se debe a?
Reaccioné rápidamente y me puse lo más serio que pude, pero algo lo evitaba claramente. No podia ocultarlo tan fácil y menos a mi madre.
— Me iré a dormir — le dije a mi madre con un tono burlón.
— Te quiero ver dormido o te castigo esa consola — volvió mi madre de siempre.
Subí hasta mi cuarto, cerré la puerta y me deje caer en mi cama, me cubrí con mis sabanas y abrace una almohada. Hace un momento que ella estaba aquí nuestros codos chocaban, llevé esa parte de mi sudadera que estuvo con ella y la olí, su olor aún permanecía en ella, era ella. La sonrisa en mi rostro no desaparecería. Me quede dormido recordando todo.
Plus: atento al camino, puedes encontrar valiosos ítems.
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