¿Tsundere? Por supuesto que no
Nota: Debo aclarar que Nino aún tiene largo su pelo, como no pasó por lo de Kintarou porque no existió, no hubo algo que la llevara a cortarse el cabello.
Desde que tengo memoria he sido de esta manera, una chica algo bipolar, con una actitud y un carácter bastantes complicados. Si abro mi corazón, entonces puedo decir que siempre tuve miedo de que nadie me amara por mi forma de ser.
Si bien es cierto que gracias a los genes de mamá tengo una apariencia "hermosa" al igual que mis hermanas, sé que muchas veces los chicos solo se acercan a mí debido a cómo me miro y no realmente por quién soy.
Porque cuando descubren cómo soy, me temen, piensan que estoy loca y se alejan de mí como si fuera una plaga...
Todos los chicos que conocí eran así hasta que él llegó a nuestras vidas. Él fue la primera persona que no me trató de forma especial por ser bonita, ni mucho menos porque trataba de ganarse algo de mi parte. Siempre me vió como alguien igual, me ha tratado incluso como su amiga y eso es algo que me hace muy feliz.
Desde que llegó se volvió alguien muy importante para mi vida y la de mis hermanas, aunque eso lo haya aceptado hace poco.
Y a pesar de tenerte tan cerca, siento que estás muy lejos de mí. Siento miedo, demasiado por esta situación. Tengo miedo de terminar con el corazón destrozado... pero si hay algo que debo decir, es que si pudiera viajar en el tiempo y pudiera evitar conocerte... creo que no lo evitaría. Aunque termine con el corazón roto, estoy segura de esto.
Yo no me arrepiento de haberte conocido Fuutarou Uesugi.
-Nino Nakano
[Aquí debería haber un GIF o video. Actualiza la aplicación ahora para visualizarlo.]
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Continuando donde estábamos...
Nino entró al restaurante-pastelería, era bastante temprano, pero por ser su primer día, debía presentarse antes de su horario normal, esto para poder acostumbrarse a su ambiente laboral y conocer todo lo que debía hacer ya de una manera formal.
Al entrar, pudo observar que un señor de pelo café claro y con ojeras bastante notorias, estaba ordenando algunos platos.
El señor volteó al escuchar el sonido de la campana, que indicaba que alguien había entrado y vió a la chica con su uniforme de trabajo ya puesto.
-Oh, buenos días. Gracias por presentarte unos minutos antes de tu horario normal. Es solo que necesito que conozcas algunos detalles antes de comenzar.-
-Gracias por la oportunidad.- mencionó mientras hacía una reverencia.
Luego de eso, el jefe procedió a explicarle a Nino todo lo que necesitaba saber y ella, coml una buena empleada, comenzó a trabajar tras escuchar las explicaciones.
Por un momento, se desconectó del mundo. Cuando ella cocinaba, ella llegaba a pasar a otro plano, era completamente capaz de olvidar e ignorar todo.
Bueno... casi todo. Así hubiera sido de no ser porque una voz la sacó de sus pensamientos.
-Buenos días Nino.- mencionó la voz.
La chica al reconocer que era su amado Fuu-kun, regresó al plano terrenal y se sonrojó. Por más que quisiera, no podía evitarlo.
-Bue-buenos días...- respondió a duras penas.
Tras eso, la chica imaginó que el chico se acercaba y la abrazaba o algo por el estilo, pero claro que no iba a pasar. El chico pasó de largo directo a la parte de atrás del restaurante.
La chica decidió que no era momento para pensar en eso, si no que era momento de trabajar. Así que se puso manos a la obra y comenzó a preparar un pastel.
Nino tuvo algunas dificultades por su cabello, puesto que lo tenía aún largo, pero se las logró apañar para terminar a tiempo el encargo.
Para ese punto, ya había pasado bastante tiempo y la chica no había visto al peliazul en todo el día. La chica se acercó a su jefe, que estaba examinando el dichoso pastel y le preguntó por el chico, a lo que él respondió:
-Hoy alguien más hace su trabajo de mesero, Uesugi está ordenando varios objetos en el almacén. Son demasiados, así que tiene todo el día para hacerlo.- mencionó el castaño.
-Ya veo...- mencionó la chica.
-Como sea, tómate un descanso Nakano-san y dile a Uesugi que también lo haga. Esta mañana ambos han trabajado muy duro.- mencionó mientras tomaba el pastel y lo guardaba en un refrigerador.
-Gra-gracias. Ahora mismo le diré.- dijo mientras se retiraba.
La chica caminó hasta la parte del almacén y abrió la puerta. Al abrir, pudo notar que el chico estaba apilando varias cajas. El chico se notaba bastante cansado, estaba sudando y su respiración estaba bastante agitada.
Al escuchar la puerta, Fuutarou volteó a ver quién había entrado, solo para darse cuenta que era Nino.
-Oh, hola Nino. ¿Ya estás en tu... uff...descanso? Maldición, son demasiadas cajas.- dijo mientras evitaba que unas de estas le cayeran encima.
Mientras trataba de mantener en orden las cajas, pudo sentir cómo unas manos entraban en contacto con el dorso de las suyas. Nino estaba ayudandolo para que no le cayeran encima. En respuesta, él volteó a verla con una expresión de confusión.
Al notar que la estaba viendo, la chica rápidamente apartó las manos e hizo un puchero.
-No-no creas que lo hice para to-tomar tu mano, solo que sería de mal gusto tener que cuidarte si te lastimas.- dijo mientras un leve sonrojo adornaba su rostro.
Aunque hacer esto tuvo todo el efecto contrario, al perder el apoyo de la chica, las cajas se le vinieron encima.
Fuutarou terminó en el suelo con varias cajas encima de él, ante la mirada de una sorprendida Nino.
Sin embargo, antes de reaccionar pudo escuchar como una leve carcajada comenzaba a aumentar su volumen.
-Nino, ¿es en serio? ¿Te estás riendo de mí?- dijo mientras comenzaba a quitarse las cajas de encima.
-No-no-no... bueno... sí.- dijo para después estallar en risa.
Fuutarou solo miraba de manera seria a la chica, aunque luego la contagiosa y escandalosa risa hizo que él también comenzara a reír.
Al ver eso, la chica no pudo evitar sonrojarse, esto debido a que nunca había visto a Fuutarou reír de esa manera, si bien lo había visto sonreír, una risa era completamente diferente para ella. Algo que le gustaba observar y lo que la hacía sentir mejor, es que la causa de esa risa era ella.
Fuutarou por su parte realmente se divertía en esa situación, a pesar de que casi era aplastado por unas cajas, disfrutar ese momento con Nino era algo único, por alguna razón el chico sentía que era distinto a los momentos con Ichika e Itsuki.
Con Ichika eran los momentos donde él solía avergonzarse por los comentarios descarados de la chica, pero era un ambiente agradable. Con Itsuki por otra parte, eran esos momentos más... "melosos" e íntimos por así decirlo, ella era la chica que conocía todo de él y eso hacía que esos momentos fueran únicos. Pero con Nino... era diferente y él no sabía qué era, pero era algo especial sin duda.
Desde la confesión, no habían pasado tiempo a solas, Ichika e Itsuki habían acaparado la mayor parte del tiempo del peliazul y eso a la pelirrosa no le agradaba en lo más mínimo, pero por más que hubiera querido, no había tenido oportunidad de pasar tiempo con su amado.
Ahora, hasta va a pasar demasiado tiempo cerca de él.
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Nino y Fuutarou se encontraban caminando en silencio, uno que era algo incómodo para ambos, Nino porque estaba muy nerviosa como para decir algo y Fuutarou no sabía de qué demonios hablar.
Así pasaron hasta que llegaron al departamento de las Nakano, al llegar los chicos vieron que frente a la casa de las chicas había un auto negro estacionado. Nino temiendo que fuera algún acosador o algo así se preparó para correr y evitar algún acto, pero en el mismo momento sintió que alguien tomaba su mano.
-No seas idiota. ¿No reconoces el auto? Es tu padre el que está ahí.- dijo él.
La chica no pudo pensar en nada más, en el preciso momento en el que el chico tomó su mano, fue como si todo a su alrededor se hubiera detenido.
La chica se sonrojó y vió fijamente a su amigo/tutor, el cual tenía una mirada algo preocupada.
-Hasta así se ve bien...- pensó la pelirrosada.
En ese momento, la chica volvió a la realidad al escuchar que alguien se aclaraba la garganta. La chica volteó a ver y notó que su padre la estaba mirando de una manera muy enojada.
-Nino... ¿te importaría explicarme eso?- dijo mientras señalaba las manos aún unidas.
-¿Cómo llegó tan rápido ahí?- se preguntaba Fuutarou
La pelirrosa se soltó rápidamente del chico y estuvo a punto de golpearlo, pero se aguantó, ahora tenía que enfrentar a su padre.
-¿Qué fue lo que te dije si esto llegaba a pasar a mayores?- mencionó el hombre de manera muy seria.
-Esto... Naka...- intentó decir Fuutarou, pero fue interrumpido por Maruo
-Silencio Uesugi. No hablaba contigo.- dijo con firmeza.
La chica no sabía qué demonios debía responderle, estaba demasiado nerviosa para poder pensar en alguna salida.
-Bien, si no quieres decirme, entonces ahora mismo tomaré medidas para que Fuutarou Uesugi no se pueda acercar ni a ti, ni a tus hermanas.- mencionó mientras se comenzaba a dar la vuelta.
Nino apretó los puños mientras tenía la mirada baja, eso que había dicho su padre realmente le había molestado.
-Fuu-kun... ¡es mi novio!- dijo mientras tomaba la mano del chico, aunque este casi se desmayaba de la impresión.
-¡¿QUÉ?!- gritaron tanto Maruo, como Fuutarou.
-Así como escuchaste padre. Fuu-kun y yo estamos saliendo.- dijo mientras lo miraba con seriedad.
-Nino... yo...- trató de defenderse, pero fue en vano.
-No Fuu-kun, no digas nada.- mencionó mientras apretaba ligeramente su mano, como si le pidiera ayuda.
-No apruebo eso. Debe ser una broma de mal gusto. Nino, ya aguanté muchas tonterías de tu parte, pero esto no lo toleraré. A partir de mañana, si veo a Uesugi cerca de su hogar, me encargaré con mis propias manos para hacer que no vuelva.- dijo de manera muy seria, causando un escalofrío en toda la espalda del chico.
-¡No te dejaré hacer eso! Solo... aléjate de nosotras, ya nos dejaste muy en claro que no te importan nuestros sentimientos y mucho menos nosotras.- dijo de manera muy seria.
El pelinegro se molestó por eso, pero decidió darle una última oportunidad a su hija.
-El camino que estás por recorrer es uno muy espinoso. No terminará bien para ti. Te vas a arrepentir al final.- dijo con una mirada seria, que asustaría hasta al más valiente.
-No me importa cómo termine, mientras pueda ver a Fuu-kun feliz, yo también seré feliz.- mencionó la chica
Esto hizo que Fuutarou se sonrojara un poco y también le hizo notar que no se habían soltado las manos.
-Nino, basta. No empeores más las cosas... será mejor que nos vayamos.- dijo mientras comenzaba a jalar a la chica a la dirección opuesta.
En ese momento, Fuutarou se dió la vuelta, suspiró y soltó una risa nerviosa.
-Me llevaré a su hija... señor.- dijo mientras comenzaba a correr, aún tomando la mano de la pelirrosa.
Maruo pudo ver cómo Fuutarou y Nino se alejaban rápidamente, pero decidió no hacer mayor cosa. Sabía que Nino mentía sobre ser pareja, pero también sabía que era algo que con el tiempo, podría volverse realidad.
-Aún no he terminado de ponerte a prueba Uesugi... pero por hoy, solo diré que te daré el beneficio de la duda... confiaré en que le darás a mis hijas lo que yo nunca pude, felicidad...- dijo mientras entraba a su auto.
Al entrar, la voz de otro hombre interrumpió sus pensamientos.
-Es un buen muchacho, me alegro que las chicas estén bajo su cuidado.- mencionó Ebata
-Por ahora, no haré nada más. Ellas tomaron su decisión de seguirlo a él. Si son fuertes, saldrán adelante. Si no lo son, entonces terminarán con el corazón destrozado y eso es lo que no quiero que pase, pero no puedo hacer nada... agh, Isanari... tu hijo es igual de molesto que tú.- mencionó mientras miraba hacia el techo del auto.
De vuelta con nuestra pareja, Fuutarou y Nino a una distancia "segura" dejaron de correr y se detuvieron para tomar aire.
-La-lamento... haber actuado de esa forma, pero no se me ocurría na...- antes de poder terminar, sintió cómo la chica lo abrazaba mientras hundía su rostro en su pecho.
Luego de un par de segundos, el chico comenzó a sentir húmeda la parte de su pecho y varios sollozos comenzaron a hacerse presentes.
-¿Por-por qué él-él es así? Nun-nunca puede apoyarnos... sie-siempre mira todo lo-lo malo que hacemos... me siento tan... rechazada...- decía mientras lloraba.
-Nino... siempre te muestras como la más fuerte y de carácter pesado... pero en realidad siempre has sido la que más sufre y la más frágil de entre tus hermanas.- pensaba el chico.
Fuutarou comenzó a acariciar la cabeza de la chica, mientras dejaba que la chica se desahogara... no podía decir que la entendía, porque su padre siempre lo había apoyado, pero sí sabe lo que es ser rechazado todo el tiempo. Así que conoce de manera superficial ese dolor.
-Dime... Fuu-kun... ¿crees que algún día... él me dirá que está orgulloso de mí y lo que yo haga...?- decía mientras escondía más su rostro. La respuesta del chico realmente la asustaba.
El peliazul suspiró de manera pesada y le reapondió:
-No lo sé... tu padre es una persona muy complicada. Su carácter es único e impredecible, así que no sabría decirte.- luego de decir eso, sintió cómo la chica comenzaba a llorar un poco más fuerte, debido a que se sentía herida y desanimada por ese comentario.
-Sin embargo... yo sí estoy orgulloso de ti. Es cierto, no soy tu padre y sé que no es lo mismo... pero te he visto cambiar mucho, eres completamente diferente a la Nino que yo conocí hace tiempo. Tus sueños, tus metas... estoy feliz porque sé que los vas a lograr, vas a poder salir adelante de todo esto.- dijo mientras separaba a la chica y la miraba a los ojos mientras mantenía sus manos en los hombros de la chica.
La pelirrosa se sentía completamente impresionada por ese chico, aunque fuera tonto para algunos, en el momento en el que él le dijo eso, sus inseguridades se desvanecieron. Ella se sintió como si la hubiera recargado, sus fuerzas volvieron y una sonrisa boba comenzó a adornar su rostro.
-Fuu-kun... yo no sé qué decir... pero sin duda eres un idiota. Eres un idiota por perder tu tiempo en ayudar a alguien como yo.- dijo mientras bajaba el rostro, aunque aún tenía esa sonrisa presente. Sin duda era una chica muy rara.
-Nino... si se trata de ti, entonces nunca será una pérdida de tiempo. Y si insistes con eso de que soy un idiota por ayudarte, entonces me volveré el idiota más grande del mundo, y sé que eso valdrá la pena.- dijo mientras sonreía.
Por otro lado, la chica ahora sí sintió cómo su corazón se aceleraba muchísimo, se sentía completamente invencible.
La pelirrosa cortó la distancia entre ambos y le dió un gran abrazo mientras sonreía como tonta. Ese chico si que le daba fuerzas para seguir adelante, de cualquier manera lograba hacerlo.
El chico al darse cuenta de lo que había dicho se sonrojó bastante y trató de apartarse, pero la chica lo tenía bien agarrado y no planeaba soltarlo.
-Gracias...- dijo mientras se separaba del abrazo.
-No es nada...- respondió con nervios el peliazul.
En ese momento, la chica vió que estaban cerca de la peluquería a la que solía ir y decidió realizar algo un poco... drástico.
-Fuu-kun, acompáñame.- dijo mientras abrazaba ahora el brazo del chico y comenzaba a jalarlo.
El chico decidió no oponer resistencia, total ya sabía que la chica no lo soltaría.
La chica entró al lugar e hizo que Fuutarou se sentara en una de las bancas mientras ella se acercaba a una peluquera.
-¡Nino! Es un gusto verte por aquí. Cielos... ya hace tiempo que no te veía. ¿Cómo has estado?- le preguntó la chica a Nino
-Bien, pero hoy vengo decidida.- dijo mientras una mirada determinada aparecía en su rostro.
-Ya veo... así que al fin me vas a hacer caso. Tú tranquila, tengo todo bajo control.- mencionó la estilista mientras sonreía.
Las chicas se retiraron a otra sala luego de esa pequeña conversación. Eventualemente, el tiempo pasó y Fuutarou se estaba aburriendo, así que trato de acercarse al área donde estaban atendiendo a Nino, solo para que la misma estilista lo corriera diciendo que la "espera valdría la pena".
-¿A qué demonios se refiere con eso?- pensaba el chico.
Luego de una hora, el corte por fin había terminado.
-¿Estás segura que está bien? ¿No me veo ridícula?- dijo ella mientras miraba el resultado.
-Vamos Nino, me ofendes. Sabes que nunca haría algo que te haga ver mal.- le respondió la estilista.
La chica se terminó de revisar en el espejo y dió un gran suspiro.
-Sí... creo que no estoy nada mal.- dijo la chica
-Ahora ve a conquistar a ese joven... o tal vez me lo quede para mí.- dijo coquetamente la chica
-Ni se te ocurra.- dijo Nino con un tono bastante amenazante.
-Ya ya es broma, pero si no haces algo pronto... te lo pueden quitar.- dijo mientras reía.
La chica decidió por fin salir y ahí pudo ver que su querido Fuu-kun estaba leyendo una revista. Al parecer era una revista juvenil... ¿Fuutarou leyendo una revista juvenil? Eso era nuevo.
-¿Ahora estás aprendiendo sobre la juventud y la moda?- dijo Nino en un tono divertido, tratando de provocar a Fuutarou.
Fuutarou al escuchar la voz de Nino cerró rápidamente la revista y la puso a un lado. No quería que lo supieran, pero leer ese tipo de cosas era interesante para él.
Sin embargo, la imagen que vio frente a él hizo que lo de la revista pasara a segundo plano.
-Y bien... ¿qué te parece?- preguntó la chica con un gran sonrojo en su rostro.
El chico se sonrojó al ver a la chica, a sus ojos ella era realmente preciosa. ¿Pero a qué se debía ese cambio?
-¿Qué fue lo que te hiciste?- dijo seriamente el chico.
-¡Fuu-kun eres un imbécil!- dijo ella mientras se preparaba para golpearlo, pero el mismo chico la detuvo.
-Ya ya ya, no me pegues, es una broma. Te miras... bastante bonita...- dijo mientras trataba de ocultar su evidente sonrojo.
Esto causó que una gran sonrisa apareciera en el rostro de la pelirrosa, quién únicamente atinó a bajar el rostro ya que sentía lo caliente en sus mejillas y trataba de ocultarlo.
Luego de eso, ambos chicos salieron del lugar y comenzaron a caminar hacia el hogar de la chica, con suerte su padre ya no estaría para cuando llegaran.
-Y dime Nino... esto es algo que no puedo sacarme de la cabeza... pero, ¿por qué el cambio? Digo, no te queda nada mal, pero no comprendo...- preguntó con mucha curiosidad.
-Porque... quiero dejar a mi antiguo yo detrás, hoy tú me demostraste que aunque todo parezca solitario... siempre habrá alguien que se sienta orgulloso de lo que eres y en lo que te has convertido. Y también porque me molestaba en el trabajo.- dijo mientras reía.
El chico sintió una sensación de calidez al ver a la chica reír. Sin duda era algo raro de ver, así que eso tocó su corazón ligeramente.
Así continuaron hasta llegar al hogar de las Nakano. Tras confirmar que Maruo ya no estaba, decidieron despedirse, puesto que ya era tarde como para intentar lo de las tutorías.
-Bien Nino... debo decir que me divertí mucho hoy. Te veré mañana en el trabajo...- dijo mientras veía algo que jamás pensó ver.
Nino se acercaba peligrosamente con los ojos cerrados a él, el chico se sorprendió un poco, se veía tan... indefensa en ese momento, eso hizo que lentamente comenzara a acercarse a ella también.
En un punto, ambos pudieron sentir las respiraciones agitadas del otro, causando que todo sentido común por parte del peliazul se fuera a la mierda.
-Y aquí vamos de nuevo...- pensó el peliazul.
El chico finalmente decidió cortar la distancia y sellar ese momento con un tierno y dulce beso.
Luego de que se separaran, la chica no dijo nada más, se dió la vuelta y entró corriendo a su hogar, dejando atrás a un chico que dudaba de haber hecho lo correcto.
Sin embargo, lo que ese chico no sabía es que sus acciones habían activado una sola cosa. El modo "tren sin frenos" estaba activado y su destino era Fuutarou Uesugi.
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-Vaya Nino, ¡te miras muy bien!- dijo con emoción Yotsuba.
-Y yo que pensaba que el estilo de pelo corto solo le quedaba a Ichika.- mencionó Miku con seriedad.
-¿No habías dicho que jamás te lo ibas a cortar?- preguntó Itsuki.
-Nunca dije eso... solo dije que no estaba segura de hacerlo o no...- dijo con algo de nervios la chica.
-Itsuki tiene razón... creo que- no pudo terminar porque Nino le colocó el dedo en la boca mientras la callaba.
-Nunca-dije-eso.- respondió, dejando un espacio entre cada palabra para darle más seriedad a sus afirmaciones.
Ichika solo asintió nerviosamente mientras una risa se le escapaba.
-¿Y por qué te lo cortaste? ¿Qué te hizo tomar esa decisión?- preguntó Yotsuba.
-Fue... una discusión que tuve con papá.- respondió mientras su sonrisa se desvanecía.
-¿Cuando lo viste? ¿Qué fue lo que te dijo?- preguntó Ichika con bastantes nervios.
-Hoy, cuando venía junto a Fuu-kun... y honestamente... ya no recuerdo lo que me dijo.- respondió mientras otra sonrisa se apoderaba de su rostro nuevamente.
-¿A qué te refieres con eso? ¿Cómo es que no lo recuerdas?- preguntó Miku, quién no creía eso.
Nino en ese momento se acercó a la ventana de su apartamento y vió hacia el cielo, ya estaba oscuro y las estrellas iluminaban el lugar.
Mientras exploraba el cielo, la chica pudo ver a la constelación Casiopea, pero su mirada se vio atraída por la estrella de en medio, que emitía un brillo particularmente inusual. Sin apartar la mirada de dicha estrella la chica respondió:
-Bueno... digamos que pasar el tiempo con Fuu-kun hizo que olvidara todo lo malo.- dijo mientras sentía cómo su corazón se aceleraba y su rostro se enrojecía.
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Una noche fue todo lo que necesitó esa estrella para cambiar las cosas a su favor. A pesar de parecer la más fuerte, realmente es la más frágil de todas, pero a pesar de todo eso, esa noche brilló como nunca lo había hecho.
Ella era tan delicada y a su vez era tan espinosa, justo como una rosa...
Tercera estrella: Delicada y espinosa, la estrella que veló por sus hermanas, Schedar.
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Próximo capítulo: Un paseo un poco cliché.
Nice, otro capítulo sobre la tsundere favorita de todos.
Escribir sobre Nino es algo que me gusta, creí que no me iba a gustar y que me iba a costar, pero no fue así.
Yendo a otra cosa, pues la historia ganadora fue la de "¿Destino o casualidad?" con 8 votos. En segundo lugar está "Addict" con 5 votos y por último está "Death of a Bachelor" con 4 votos.
Así que lo que haré es... ¡que escribiré todas! Pero por ahora solo empezaré "¿Destino o casualidad?". Cuando finalice este fic, entonces empezaré "Addict" y cuando termine uno de esos 2, comenzaré "Death of a Bachelor".
Trataré de mantener siempre 2 fics activos, así que háganse la idea de cómo funcionará eso.
De momento trataré de ver si el primer capítulo de la nueva historia está listo antes que el siguiente de este fic. Para mientras, pueden ir a leer el prólogo que está en la sección de One-shots.
Regresando a este fic, ¿les gustó el capítulo? Ya saben que me gusta leerlos.
Eso es todo lo que tengo que decir por ahora. Realmente me alegra la recepción que ha tenido este fic, me he divertido mucho escribiendolo y espero que siga así hasta el final, así como espero que ustedes también me acompañen hasta ese punto.
¡Un abrazo virtual a todos!
Fin de la transmisión.
-Writer_Bryan
(Así hasta más ganas le echo a terminar de aprender guitarra)
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