5. Amigos.

Aparece el amanecer
y cuando la luna se vuelve a dormir
desaparece la azulada sombra
que todo este tiempo me acompañó.

[...]

Cuando nacemos, no tenemos ni idea de qué nos deparará el futuro. Para todos en esos meses de vida, sólo existe ese pecho cálido que nos alimenta y nos dice lo mucho que nos ama por el simple motivo de existir.
A cada año que vamos creciendo, es inevitable no ir expandiendo el mundo que conoces, integrando más personas a tu vida además de las que ya conoces como tu familia.
Es ahí cuando entran los amigos, seres iguales a ti que comparten el mismo tiempo y espacio, y otras cosas más.

Jimin no tenía un círculo grande de esos seres llamados amigos, su espacio de confort se limitaba a Yoongi, ex compañeros de clases del instituto -por supuesto, ningún Alfa- con los cuales suele salir cuando algunos de ellos planea una salida a fiestas para recordar viejos tiempos, y compañeros de clases de Universidad, con los cuales suele jugar fútbol en la cancha detrás de la universidad y, para ser sincero, no sabe si decir sin son amigos o simplemente conocidos.

Probablemente sea lo segundo.

Pero está este chico llamado Jungkook, Beta hermano menor de Jonghyun, su compañero Beta de Clases de Atletismo, con el que suele hablar de la vida - de sus vidas, de Yoongi, de la chica que le gusta al Beta- cuando Jimin decide ir a sus juntas de universitarios en su casa o cuando hablan por mensajes.

Es la clase de chico Beta menor que a Jimin le gusta instruir por el camino de la vida, como decirle que si va a golpear a un Alfa, que sea en la entrepierna y no en el estómago, porque en la primera opción tendrá diez minutos de ventaja para huir, en cambio en la segunda, sólo cinco.
O que si planea confesarse a su mejor amiga, que primero se asegure que la chica no sea un Alfa o, por lo menos, que no se comporte como una.

Cuando Jimin piensa en él, la palabra amigo aparece en su mente como arte de magia. No conocido. Amigo, de verdad. Un conocido no le inspiraría la confianza que le da Jungkook, por menor que sea.

También está este Hyung Omega llamado Seokjin, de último año de gastronomía, el cual conoció una noche en una fiesta universitaria cuando estaba peleando con un Alfa llamado Kim Namjoon, el cual le tiró la bebida encima accidentalmente.

Se enojó tanto por eso -más porque era un Alfa, que por su mojada camiseta favorita- que entre gritos y gritos Seokjin vino hacia él, para defender a su novio y ambos empezaron a discutir, con palabras sarcásticas e hirientes de igual calibre.

Era una pelea de nunca terminar, hasta que Jimin se dio cuenta que él era un Omega y se echó a reír. Nunca había conocido a un Omega igual de gruñón que él, y menos que defendiera a su Alfa. Seokjin lo miró sin entender y Jimin -comportándose como alguien razonable- le dijo que lamentaba haberle gritado.

Seokjin, totalmente desconcertado luego de haber dicho sus mejores insultos, se disculpó también.

Aquella noche, Seokjin abandonó completamente a su novio Alfa por él, para ayudarle a limpiar su camiseta y para preguntarle si era un Alfa, Omega o un Beta, porque no sentía su olor. Jimin le dijo que era un Alfa. Y Seokjin dijo que se lo esperaba por su forma de actuar y sus mini músculos, pero que era raro. Nunca había conocido un Alfa que no tuviera olor. Jimin de verdad tomaba demasiados supresores.

Después de la fiesta, ambos compartieron números de teléfono y actualmente suelen conversar en el Starbucks frente a la universidad, mientras Seokjin espera a Namjoon para que vayan al departamento que comparten.

Jimin sigue mirando mal a Namjoon, por el simple hecho de que es un Alfa que por otra cosa, pero por Seokjin siempre se comporta bien, es decir, no le habla. Incluso cuando sabe que Kim Namjoon es un Alfa pacífico, Jimin no logra confiar en él.

Nada personal.

Seokjin también entra en la categoría de persona que le hace sentir que la palabra Amigo existe.

Yoongi, por supuesto, está en una categoría ambigua que mezcla la amistad con el amor que roza lo obsesivo, según su psicóloga.

Así que ahora, mientras golpea el saco de boxeo con todas sus fuerzas y da patadas ágiles entre medio, se pregunta por qué aquel Alfa amigo de Yoongi quiere ser precisamente su amigo, cuando ya le ha dicho que se meta su amistad por el culo desde hace cuatro días atrás, cuando ambos se dieron cuenta que compartían taller de pesas y el Alfa insistía en hablarle aún cuando Jimin lo ignorara o le respondiera de forma tosca.

Jimin siempre logra desquiciar a los Alfas cuando menciona sus culos. Punto débil para un Alfa retrógrada.

Pero para Kim Taehyung, tal parece que la mención de su culo le importa un reverendo bledo. Porque cuando Jimin se empeña en ignorarlo con su saco de Boxeo, Taehyung sigue haciendo lagartijas a su lado preguntándole sin cansarse el por qué no pueden ser amigos.

- Pero Ji-min-nie, te salve tu culo gordo de Omega de unos Alfas salvajes, ¿Por qué no podemos ser amigos? -su rostro destella confusión, para luego cambiar a uno de felicidad-. ¡Eso debería significar que ya lo somos! - su expresión cambia a una desanimada-. Pero mamá siempre dice que tengo que tomar la opinión del otro, así que eso estoy haciendo, ¿Por qué no?

Taehyung parece uno de esos muñecos de cartón a los cuales puedes cambiarle las expresiones igual que la ropa. Puede cambiar de expresiones tan rápido como Jimin se demora en insultar a un Alfa. Tan veloz que desconcierta.

- Urgh, ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? -gruñe Jimin, golpeando cada vez más fuerte el saco de boxeo-.¡No soy un Omega y no quiero ser amigo de un Alfa por la sencilla razón de que odio a los Alfas!

- ¡Park, baja la voz! -le gritó su profesor de pesas, un Alfa viejo que Jimin detesta pero que aún así soporta. Pasa una mirada rápida a los diez chicos más que hay ahí entrenando, todos Alfas, y Jimin gruñe por lo bajo. Tuvo que rociarse todo un frasco de aroma a menta para que no sintieran su olor a Omega.

Y ese era su método para superar su trauma, estar rodeado de personas que odia y controlar su lengua afilada para evitar ser echado de la universidad. Cuando estaba en el instituto era fácil no lidiar con ellos, pero en la universidad no, tomando en cuenta que Jimin había tomado clases de fuerza física, a la que la mayoría son todos Alfas.

Taehyung ladea la cabeza, sin entender.

- ¿Y por qué nos odias?

Y Jimin vuelve a gruñir, más frustrado a cada minuto que pasa el Alfa a su lado.

- ¡Por décimo quinta vez -gritó entre dientes Jimin, deteniéndose y mirando al Alfa con ganas de fulminarlo con un rayo láser-. que no te importa!

- Sí que me importa, me caes bien y quiero ser tu amigo -sonríe Taehyung, ignorando su grito, pero luego hace una mueca confundida y se cruza de brazos-. Me caías mejor cuando no hablabas pero ahora no estás tan mal.

Jimin ruge, mostrándole los dientes a Taehyung y se acerca intimidante a él, quien lo mira inocentemente sentado en el suelo.

- ¿Quieres pelear, maldito Alfa?

- ¡Claro! -exclama, parándose emocionado-. ¿Quién empieza?

- ¡No te soporto, maldito idiota!-estalla Jimin, perdiendo la paciencia-.¡Aléjate!

Taehyung retrocede, asustado ante la reacción del Omega. Por más hormonas que el Alfa emane, Jimin no va a doblegarse ante él o a no insultarlo. Incluso cuando su lobo quiere ser marcado por él, porque lo embriaga su olor y su estado en celo - que faltan pocos días para que llegue de verdad- él no quiere acercarse más. Jimin sabe que ambos son jodidamente compatibles como Alfa y Omega, incluso puede sentir el llamado del lobo de Taehyung que alborota sus propias hormonas, y tal vez por eso el Alfa insista en ser amigos y por eso Jimin no puede darle un puñetazo para que se vaya.

Sabe que este terco Alfa podría ser su pareja.
Pero Jimin está enamorado de Yoongi. Y odia a los Alfas.

- Oye, eso dolió.

- ¿Tengo una puta cara de que me importe? -escupe Jimin, alejándose del Alfa que agacha la cabeza y lo mira con tristeza.

- N-no, pero... pero... -balbucea Taehyung, para luego echarse a llorar como un cachorro herido.

Jimin se queda paralizado, porque su lobo le pide a gruñidos que consuele al Alfa. Se lo suplica tan fuerte que el corazón se le hunde en el pecho y siente que no puede respirar.

- ¿Qué clase de Alfa eres? -logra por fin articular Jimin, luego de que Taehyung se secó las lágrimas con sus mangas y él pudo retomar la respiración.

Nunca había visto a un Alfa llorar.

- ¿Y t-tú -hipo, sorbiendo su nariz, hipo otra vez- qué clase de Omega eres?

- Soy un Alfa, no un Omega, ya te lo dije -corrige Jimin, con frialdad.

Taehyung se sorbe la nariz una vez más y hace un puchero, triste y molesto a la vez. A Jimin ese gesto le parece adorable, tal como el de Yoongi.

- Alfa u Omega, estás siendo realmente cruel -dice Taehyung, con la voz quebrada-. Quería ser tu amigo porque luces como un chico que le gustaría ir a comer frijoles negros conmigo a medianoche, incluso Yoongi Hyung ha dicho que eras esa clase de chico tímido que vale la pena conocer, pero veo que eres igual a esos salvajes que te golpearon. Intolerantes y crueles -sentencia, para luego darse la vuelta y caminar lejos de allí-. Iré a hacer mis lagartijas a otro lugar, adiós...

Jimin se queda estático, otra vez, porque no puede creer que unas simples palabras le hayan llegado, oprimiendo su pecho.

Tal vez sea su lobo que lo araña por dentro, tratando de decirle que aquel Alfa no es malo y que le diera una oportunidad.

Jimin recuerda a su psicóloga Lee, recuerda lo que le dijo el día de ayer en la onceava sesión <<Tal vez si trataras de conocer mejor a un Alfa, podrías llegar a darte cuenta que no todos los Alfas son malos. Sólo se trata de saber elegir.>>

Su lobo estaba eligiendo a Taehyung como un -realmente posible- amigo. Su lobo nunca se equivocaba con respecto a las personas.

- ¡Maldita sea! -refunfuña, dirigiéndose al Alfa que camina arrastrando los pies-. Taehyung... Taehyung... ¡HEY, OREJAS DE DUMBO!

El nombrado se da la vuelta, con una expresión de disgusto mientras se tapa las orejas con las manos.

- Mis orejas no son de dumbo.

Jimin camina hacia él, hasta quedar a sólo tres pasos. Se queda mirando el suelo fijamente, porque todo le da demasiada vergüenza. Ser honesto es jodidamente difícil para Jimin, quien trata de sacar cada capa impuesta en su corazón desde hace años.

Yoongi se ha metido entre su piel, pero más porque Jimin se ha descuidado que por querer dejarlo entrar de verdad. Ahora, por primera vez, estaba abriendo una puerta para ese Alfa que lo único que le inspira es compasión y una innegable ternura.

- Perdón -musita.

Ambos se quedan en un silencio extraño, hasta que Taehyung vuelve a hablar, inclinándose para mirar a Jimin más cerca.

- ¿Y...?

Jimin levanta una ceja mientras inspecciona la expresión ansiosa del Alfa.

- ¿Quieres que diga algo más?

- Tienes cara de que quieres decir algo más.

Jimin suspira, entre irritado y jodidamente cansado. La falta de supresores le ha hecho cansarse el doble de lo que se cansa comúnmente.

- Soy un Omega...

- Lo sé.

- Estoy enamorado de Yoongi hyung.

- También lo sé.

Jimin inhala y exhala fuertemente, bajo la mirada inquisidora y su sonrisa -que abulta sus mejillas- de él.

- Quiero ser capaz de confiar en alguien de verdad... En especial, si es un Alfa.

- Eso... -Jimin ve como Taehyung cambia de expresión otra vez, haciendo una mueca incómoda-... no lo sabía.

- Tengo este tipo de problema, más bien complejo, con los Alfas -confiesa, mirando de soslayo la expresión atenta de Taehyung a sus palabras-. No los soporto porque mi padre murió a manos de uno y mi madre casi fue abusada por uno también, todo en frente de mí. ¿Lo entiendes ahora?

A Jimin se le forma un nudo en la garganta. Si bien Yoongi lo supo desde el día en el que se conocieron, si bien pudo decírselo a su psicóloga cuando las pesadillas habían vuelto en uno de sus insomnios y él quería dejar de tenerlas, nunca era fácil decirlo en voz alta. Nunca es fácil expresar lo que sigue perturbando tu mente.

- Mierda... -exclama Taehyung, con una expresión adolorida. Acorta dos pasos entre ellos y apoya su mano en su hombro. Su voz desprende sinceridad-. Eso no me lo esperaba, amigo. Es una mierda. Lo siento mucho, siento mucho que hayas pasado por eso a manos de alguien de mi clan. Pero yo no voy a hacerte daño, moriría antes que hacerle daño a una persona, no importa si es Alfa, Omega o Beta, y puedo demostrarlo.

Jimin siente la mano de Taehyung en su hombro como una brasa que lo quema. Trata de ignorarlo, y aparta suavemente la mano de Alfa de él.

- ¿De verdad quieres ser mi amigo así como así?

- Sí - el Alfa asiente, sonriendo alegre-. Quiero ser tu amigo, te lo he pedido más de diez veces.

- Eres tan raro... -murmura Jimin, con una media sonrisa-. ¿Me ayudarías a ser más tolerante con los Alfas?

- Te ayudaré todo lo que me dejes ayudarte, pequeño koala -se ríe Taehyung, borrando todo rastro de incomodidad entre ellos.

- Bien, pero vuelves a decirme pequeño koala y te mueres.

- ¡Pero Yoongi hyung te dice así! -refunfuña el Alfa, cruzándose de brazos-. Somos amigos, yo también quiero decirte así.

- Urgh, ¿Por qué eres tan insoportable? -exclamó Jimin, más como broma que por preguntarlo de verdad.

Taehyung se encoge de hombros con inocencia y Jimin no puede evitar reírse.

Jimin se siente un poco más liberado, como si se hubiera quitado una piedra más del montón de piedras que carga en la espalda. Para él eso es un gran paso, considerando todas esas sesiones casi perdidas con psicólogos que no le inspiraban nada más que desconfianza. La psicóloga Lee era una excepción, y tal vez por eso había seguido su consejo.

Aceptarse no es fácil. Perder a alguien tampoco lo es. Decir la verdad, menos.

- Oye, Taehyung-ssi -lo llama Jimin, caminando hacia su bolso en una esquina de la sala. Ha acabado la hora y ambos van a los baños para cambiarse-. No le digas a Yoongi Hyung que soy un Omega.

- Amigo, creo que Hyung ya lo sabe -dice el Alfa, sorprendido ante la expresión tensa del Omega-. No por nada durmió contigo para protegerte cuando parecías desecho de mamut, tu olor es casi imperceptible para un Beta, pero ese día apestabas tanto a Omega que hasta podía olerte desde la otra cuadra. Yoongi Hyung será idiota, pero no estúpido.

- Eso no tiene sentido.

- Tampoco tiene sentido que te empeñes en negar algo que es obvio hasta para Voldemort.

- Ah - suspira Jimin hastiado. Su abdomen empieza a doler pero lo ignora, entrando a los baños de Alfa-... estoy empezando arrepentirme de ser tu amigo.

- Jimin-ssi, hazme caso -dice Taehyung, agarrando sus mejillas de repente-. A Hyung le gustas, a ti te gusta Hyung, serían una linda pareja.

- ¡Yo no le gusto a Yoongi Hyung!

- ¿Y cómo estás tan seguro?

Jimin enrojece de repente. Recordar que fue rechazado indirectamente es tan vergonzoso para él, pensar en ser rechazado de verdad es peor, y por eso nunca ha dicho nada.

- ¡Porque me lo dijo! -exclama Jimin sintiendo como el piso empieza a dar vueltas y la cara de Taehyung empieza a ser borrosa-. Demonios... ¿Desde cuando hay dos dumbos?

- ¿Jiminnie? -lo llama Taehyung, pero todo se vuelve negro y cada vez lo escucha más y más lejos-. Oye, oye, ¿estás bien? Mierda, no te desmayes, ¡no lo hagas! Joder, ¿Por qué tengo que salvar tu culo siempre? ¡Aaaah, despierta, despierta!

[...]

Cuando Jimin despierta, está sudando tanto que mojó su cabello, sintiendo un dolor agudo que empieza aguijonar su abdomen. Tan fuerte que se dobla en el sillón en el que se encuentra acostado y el calor empieza a subir desde la punta de sus pies hasta su cabeza. Está tan sensible que hasta el roce del cuero del sillón le hace gimotear, sintiendo como todas las células de su cuerpo vibran con desesperación.

Nunca el celo le había llegado antes y tan fuerte.

Pensó en Taehyung y en que tal vez fue su presencia de Alfa compatible lo que hizo que llegara como un tsunami, arrastrando todos sus sentidos. Sumándole el hecho de que no tenía dinero para los supresores, su idea era ausentarse durante ese tiempo, pero nunca pensó que podría llegar ahora y tan rápido.

¿Cómo iba a llegar a su casa si apenas podía pararse? Mirando alrededor, se dio cuenta que estaba en la sala de enfermería, en el sillón porque la camilla estaba ocupada con cajas de insumos que no habían ordenado aún.

Tomó su celular, y trató de llamar a su madre pero hasta eso era difícil, y cuando estaba a punto de marcarle, la puerta se abrió de golpe y Yoongi apareció, mirando la habitación con rapidez y deteniéndose ante los ojos húmedos de Jimin, su boca entreabierta y sus ahogados gimoteos.

Jimin sentía que iba a morir si no tenía a Yoongi dentro suyo, porque él era en todo lo que podía pensar para sentirse mejor.

- Y-yoongi... -gimoteo, arañando el sillón con sus uñas mientras se retuerce. El Beta hace ademán de acercarse pero Jimin se encoge en la sillón-. N-no te acerques...

Jimin empieza aullar del dolor, escapando de sus ojos pequeñas lágrimas y es cuando Yoongi se acerca a él, sin importarle las súplicas del Omega, que no quiere que se acerque porque sino cometerá una locura.

Su lobo cometerá una locura. El dolor es demasiado.

- ¿Qué te pasa, Jiminnie?, ¿Estás enfermo?, ¿Qué te duele? -Yoongi se sienta a la orilla del sillón y con su mano toca la mejilla caliente y húmeda del menor quien gime alto ante su toque. Es entonces cuando Yoongi lo entiende-. ¿Te llegó el celo? Mierda... N-no pensé que sería tan fuerte, ¿Qué hago?, ¿No tienes pastillas para eso? Puedo ir a comprarlas, pue-

Yoongi es interrumpido por las manos de Jimin, que lo lanzan a su lado en el sillón, cayendo encima del menor quien empieza a olfatear y a besar su cuello, pasando sus manos desesperadamente por el pecho del Beta y empieza a restregarse en él sin ningún pudor.

Su parte humana definitivamente había perdido el control.

Incluso Yoongi, que luego de salir de su estupor agarró con fuerza las caderas de Jimin y lo levantó del sillón, poniéndolo encima de su regazo mientras el menor ataca su boca y se restriega contra la hombría del mayor en vaivenes que les hace gemir a los dos.

Definitivamente ambos habían mandado a la mierda la poca razón que les quedaba.


[...]





Gracias por leer u w u 💞💞💞

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