4. Días De Insomnio.

Tras la profunda y oscura noche
el canto de tu voz
invoca al rojizo amanecer.
Un paso y otro más.

[...]

Alguna vez en la vida todos hemos sufrido de insomnio, de no tener ni una pizca de sueño pero aún así sentirte cansado como si hubieras corrido cien mil kilómetros o leído un libro de álgebra de quinientas páginas, incluso si amas dormir largas horas o las justas y necesarias, hay noches en las que definitivamente no puedes conciliar el sueño. Ya sea una preocupación o a causa de una enfermedad, te quedas mirando el techo como si ahí pudieras encontrar las respuestas de todo el universo o, simplemente, de tu propia vida y existencia.

Tres días había estado así, y él sabía las razones mientras se tocaba los labios y sonreía hasta que le dolían las mejillas. Yoongi no había querido hablar de ello, más bien sólo había evitado su mirada mientras lo llevaba a su departamento hace tres días atrás. Su madre casi le dio un infarto cuando le vio y ambos fueron al hospital para tratar mejor sus heridas, le recetaron pomadas tan buenas que a los dos días ya no tenía dolor ni hinchazón en las zonas golpeadas.

Durante ese tiempo, Yoongi apenas le respondía los mensajes, solo para preguntarle como estaban sus heridas, y mientras Jimin lo perseguía después de clases, siempre evitaba mirarlo a la cara. Para Jimin, ver a Yoongi así era la definición de adorable e inocencia, por eso -y por vergüenza propia, tenía que aceptarlo- evitaba no atacarlo con preguntas como ¿Por qué no vuelves a besarme?, ¿Te gustó?, ¿Quieres que volvamos a besarnos?, ¿Puedes volver a besarme?, ¿Quieres que yo te bese primero?

Jimin no sabía cuántos minutos se había quedado mirando la oscuridad de su habitación, pero fueron los suficientes como para hartarse y enviarle un mensaje a Yoongi al celular.

[Beta come-mocos]

03:29

Aló, alóooo, vecinoooooooo.

Yoongi, ¿EstáS?

YOONGI

03:31

¡YOONGI HYUUUUUUUUNG!

¡HYUNG, HYUNG, HYUUUUUNG!

✅✅

A las 03:35


03:36

¿ESTÁS DESPIERTO? MIIIN YOOOOONGI, CONTÉSTAME.

✅✅

A las 03:38

03:39

¡HYUUUUUUUUNG!
¡NO SEAS MALO, SE QUE ESTÁS VIENDO MIS MENSAJES!

✅✅

A las 03:39

03:40

M

A

L

D

I

T

O

S

E

A

S

✅✅

A las 03:40


03:42

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH

CONTÉSTAME O TE ENVIARÉ FOTOS PORNO PARA QUE TU MADRE LAS VEA.

✅✅

A las 03:45

03:46

MIN YOONGI, SI ME RESPONDES TE DARÉ TRES DÓLARES.

03:46

¿Me llamabas?

03:48

¡¡¡POR FIN!! ¿PUEDO IR A TU HABITACIÓN AHORA?

04:00

Qué.
¿PERO POR QUÉ GRITAS?

04:01

NO ESTOY GRITANDO, SE ME TRABO LA MAYÚSCULA.

Y ESTO ES ESCRITO, NO PUEDO GRITARTE, DUH.

04:01

Ah.

Técnicamente las mayúsculas dan entonación a las frases, DUH.

04:02

VOY A IR A TU HABITACIÓN AHORA, HYUNG.

04:05.

¿Qué?

Jimin, no.

QUE NO.

NO.

NO VENGAS.

PARK

JI

MIN

✅✅

A las 04:07

04:07

¡No me dejes visto, homúnculo subdesarrollado!


✅✅

A las 04:08

04:08

Maldición.

...

04:10

¿Y mi dinero?

[...]


Jimin llevaba entre sus brazos su almohada y encima de sus hombros su manta de One Piece, mientras sentía bajo las plantas de sus pies el frío suelo de los escalones.

Cuando llegó a la puerta del departamento de Yoongi, tocó con los nudillos cinco veces en vez de tocar el timbre. No quería despertar a sus padres y a su hermana pequeña de catorce años, Lehyun. Por eso esperó, silbando mientras veía las flores en las macetas al lado de la puerta, hasta que por fin ésta se abrió, dejando ver a un Yoongi en bóxer, polera blanca, descalzo y con el cabello revuelto. Tenía unas ojeras igual de notorias que las suyas.

- Muévete.

- Tsk - chasqueo la lengua, haciéndose a un lado para dejar entrar a Jimin y cerrar la puerta detrás de él-. ¿Qué no pides permiso para entrar en casas ajenas?

Jimin atravesó la sala, siendo seguido por el mayor, caminando por el pasillo del departamento hacia la puerta que quedaba al final.

- No desde que tu mamá dijo que ésta era mi casa, Hyung.

- Lo dijo en sentido figurado, y de eso hace años.

- ¿Y? -exclamó Jimin, enarcando una ceja mientras entra a la habitación del mayor y se tira encima de la cama de Yoongi, que se encontraba ordenada, sin una sola arruga o signo de que alguien se haya sentado en ella. Jimin levantó las sábanas y se metió debajo de éstas, inhalando la suave esencia del Beta, casi imperceptible del cacao-. ¿Por qué te molesta ahora?

Yoongi lo ve desde la puerta, inexpresivo, pero Jimin puede darse cuenta que sus poros emanan nerviosismo. El Beta suspira, sonrojándose y camina hacia su escritorio echándose en la silla.

- Porque nunca habías venido aquí a éstas horas, ¿Qué te pasa?

Jimin abraza su almohada y se tapa con las sábanas hasta su mentón.

- Nada... ¿Qué haces tú despierto?

Yoongi se rasca la nuca y evita la mirada de curiosidad del menor, mirando la pantalla del laptop que está encima de su escritorio.

- Estoy terminando un ensayo de filosofía.

- ¿Tan tarde?

- Cachorro, la vida de un universitario con trabajo no es fácil, ahorrar para un departamento propio es lo que me mantiene despierto a estas horas.

Jimin se remueve en el colchón, haciendo un puchero inconscientemente. Para él, que había empezado la universidad ese año tampoco lo era. Pero él no trabajaba en una librería en el centro como Yoongi los fines de semana.

Hace un mes que Yoongi estaba con el tema de mudarse para independizarse, pero Jimin no quería que él se fuera. ¿Cómo iba a vigilar sus salidas, las invitaciones a compañeros de clases a su casa por trabajos y todo lo demás? Si se mudara, Jimin apenas podría verlo en la biblioteca, en su trabajo y si es que lo invitaba a salir a algún lugar después. El que fueran vecinos lo era todo para Jimin.

- ¿Por qué quieres irte? Dijiste que no querías mudarte para cuidar de Lehyun mientras tus padres trabajan...

Ante la mención de su hermana, Yoongi arruga la nariz, molesto e irritado.

- Lehyun está grande, puede cuidarse sola - exclamó, toscamente.

- ¿Pelearon?

Asintió, haciendo una mueca.

- Hay un mocoso con aires de Alfa que la ha estado siguiendo.

- Déjame adivinar, lo amenazaste para que la dejara tranquila - Yoongi asintió-. Y de seguro Lehyun se enteró y empezó a gritarte cosas como: - Jimin agudizó la voz, a lo que hizo a Yoongi reír-. ¡No soy una bebé Omega a quien tengas que sobreproteger, es mi vida, tonto Beta!, ¿verdad?

- ¿Cómo lo sabes?

- Las paredes tienen oídos y no es como si hubieran estado susurrando mientras discutían.

Yoongi vuelve a suspirar, y empieza a escribir en la laptop mientras Jimin cierra los ojos. Quiere que su olor se impregne en toda la cama del Beta, por eso empieza a moverse como un gusano con epilepsia.

- Jimin, deja de rascarte y dejar tus pulgas en mi cama.

- ¡No tengo pulgas! - gruñó ofendido, deteniéndose.

- ¿Entonces qué tienes? - Yoongi lo mira de soslayo, riéndose bajo-. Mi padre me dijo que los Alfas, cuando están en celo, se vuelven más posesivos y empiezan a marcar su olor por todas partes... ¿Me estás marcando?

Jimin siente la sangre subirle hasta las orejas, azotándole un calor por todo su cuerpo. Se oculta debajo de las sábanas y se le traba la lengua. Se acuerda de los supresores, que no ha estado tomando porque su madre se niega a darle dinero, como castigo por haberse metido en una pelea otra vez. Han sido tantas que aunque Jimin le diga que no fue su culpa, su madre ya no le cree.

- Jiminnie, ¿Desde cuándo los Alfas son tan tímidos? -le escucha decir a Yoongi, con un tono de burla y satisfacción.

- Desde que tienen que aguantar a Betas sabelotodo como tú - vuelve a gruñir, entre dientes.

- Gracias por el halago.

- No lo era, idiota.

Jimin se da la vuelta en la cama, mirando hacia la pared y dándole la espalda al Beta. Luego de unos minutos, los cuales Yoongi teclea en su laptop sin parar, puede oír el ruido de ésta cerrarse y los pasos de Yoongi caminar por la habitación. Ha apagado la luz, para luego ir a la cama y empujar a Jimin con el pie hacia la pared.

- Déjame espacio, gusano.

- Ngh - se queja Jimin, apegándose a la pared mientras siente la calidez de Yoongi a unos centímetros de él.

- Oye, gusano -musita Yoongi, divertido-. ¿Planeas dormir aquí?

- Sí, sabelotodo.

El Beta se remueve a su lado, dándole la espalda.

- Vale, despiertame por la mañana.

- ¿Y por qué tendría que hacerlo? -refunfuña Jimin, dándose la vuelta y, gracias a la luz de la luna que atraviesa la ventana, puede ver la espalda de Yoongi-. No soy tu madre.

- Te estoy alojando en mi habitación, en mi cama, sin cobrarte. Mínimo deberías hacer lo que te digo.

- Seeeeh, pues no.

Yoongi se ríe y se da la vuelta, al mismo tiempo que Jimin vuelve a darle la espalda.

- Tu definitivamente no maduras, Park.

- No, yo evoluciono como un pokemón.

- Oh, con razón tienes pinta de ser Snorlax.

- Déjame dormir o te callo con mi impac-trueno.

- ¿Te refieres a los pedos? -exclama Yoongi, falsamente horrorizado-. No, por favor, no quiero morir tan joven.

Jimin no puede evitar reírse bajo y darle la cara a Yoongi, del cual apenas siente su respiración. La almohada de Jimin se interpone entre ellos y él no sabe si es por eso, o por el hecho del silencio tan cómodo que ambos comparten, que no puede evitar hablar sobre cosas que no hablaría si no le hubiera embargado el sueño de repente.

- Yoongi, ¿Vamos a ir al cementerio juntos este fin de semana?

Yoongi susurra un sí y Jimin sonríe nostálgicamente en la oscuridad. Se hace un silencio y luego oye la voz de Yoongi, grave y profunda.

- Jiminnie, ¿Sabes que puedes decirme cualquier cosa, verdad?

- Sí, lo sé... -responde Jimin, con cierto temblor. Luego de unos minutos, creyendo que Yoongi ya debe estar dormido, decide hablar otra vez-. ¿Tú lo sabes, Hyung?

- ¿Qué cosa?

Jimin traga saliva sonoramente y, por una vez, piensa en su psicóloga. Piensa en lo que le dijo y en que qué pasaría si fuera sincero con Yoongi y le dijera todo lo que siente.

- ¿Tu sabes quién soy yo?

- Claro que lo sé - responde Yoongi al instante, a lo que Jimin se le corta la respiración-. Eres un Koala bebé muy gruñón.

Jimin se ríe, más por el nerviosismo que por otra cosa. Vuelve a hacerse el silencio, hasta que de forma impulsiva quita la almohada entre ellos, pero aún así, sin acortar la distancia que los separa.

- Yoongi... - lo llama, con voz temblorosa-. No vas a irte, ¿Verdad?

- No lo sé, Jimin -dice Yoongi, con voz adormilada-. Pronto me graduaré, no puedo estar aquí toda mi vida. Quiero proteger a Lehyun pero aun así...

- Tal vez no sirva de mucho, pero Lehyun estará bien -musita Jimin, ante el silencio de Yoongi-. Tiene a tus padres y ella está grande, puede cuidarse sola... No le va a pasar nada, confía en ella, sé su amigo. Si eres su amigo, estoy seguro que podrás protegerla sin que se enoje contigo.

- Gracias, Jiminnie... -dice Yoongi, con un tono más animado-. Sirve de mucho, de verdad.

El silencio vuelve a reinar y a Jimin le embarga un tipo de tristeza nocturna que no sabe si es por la falta de supresores, o por tener a Yoongi tan cerca sin tener el valor de tocarlo. Sabe que podría, sabe que tal vez, exista el 1% de probabilidad de que Yoongi no lo rechace, pero aún así...

- Yoongi...

- ¿Si?

- Soy un buen Alfa, ¿Verdad?

- Sí -Yoongi bosteza, acomodándose en la cama-. Eres el mejor Alfa que alguien, ya sea Beta u Omega, podría tener, Jiminnie.

- Gracias -agradece Jimin, sonriendo satisfecho para luego bostezar también, al escuchar al mayor-. Buenas noches, Yoongi Hyung.

- Buenas noches, Snorlax.

Jimin esconde la cara en la almohada, ahogando la risa, igual que el Beta, mientras le pega un palmazo suave en la espalda.

Y ambos por fin pueden dormir, después de tantos días de insomnio. Sin ninguna pesadilla, esperando el rojizo amanecer.


[...]


Gracias por leer, votar y comentar esta cosa rara que escribo 💞

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top