3 - Come Back -
Siempre fue difícil para los alemanes recordar el nombre de sus líderes sin confundir algo, dichosos aquellos que podían diferenciar a los 3 varones entre sí.
El mayor, por lo tanto, decidió que era mejor tener un nombre falso, no solo para confundir a los enemigos, si no también para facilitar las cosas para sus propios aliados.
Pero para esto, era necesario tener a los aliados bien controlados y a los enemigos bien definidos.
- Siegbert?! Alguien vio al idiota con dientes de piraña?! - entró bastante alarmado el hermano menor de los 4
- Tercera puerta a la derecha - señaló Wehrmacht sin dejar de ver el periódico que leia
- Buenos días Sam - señaló el menor amablemente a su hermano que siempre andaba pegado a su maquina de escribir
- Creo que está con una mujer, además todos tenemos dientes de piraña - fue ignorado por el doncel y no le importó
El joven doncel se acercó a la habitación del mayor, literalmente empujó la puerta de un golpe, estaba hecho una furia y el líder de la SS solo le tenía miedo a dos cosas en esta vida: 1. Su hermano enojado 2. Estados Unidos
Dentro de la recámara del alemán mayor se encontraba una mujer, bajita, pequeña, rubia y de ojos marrones; que estaba siendo cortejada deliberadamente por el nazi.
- Y resulta que no puedo vivir sin una dosis diaria de una droga muy rara... - comentó el alemán con supuesta pena, la chica se preocupó
- Encerio? Que es? - lo vió
- La felicidad que me causa verte bonita - le coqueteó causando que la chica se sonrojara extremadamente
Pero ya cuando en menor de los cuatrillizos cruzó el umbral de esa puerta con tan fuerte golpe el ambiente que se formó se disolvió con violencia.
- Siegbert! Tu! puto imbécil de mierda - la chica se hizo a un lado asustada y el alemán se encogió en su silla, presa del pánico que le causaba ver a su hermano así
- Ritter que gusto ve-verte - musitó con una media sonrisa
- Que fue lo que le dijiste a Urss? - amenazó directamente, apoyándose en la mesa
- N-no se de que hablas - se excusó tratando de mantener la calma
- Habla ahora antes de que me enoje de verdad -
- Bien, bien! Le dije que no se te acercara o romperíamos los tratados de no agresión - asintió temeroso
- Eres un -
- Solo quería cuidarte! Ese comunista se acerca mucho a ti! - respondió a modo de excusa
- Y si yo dejo que se acerque que? - se cruzó de brazos con molestia
- Ritter! -
- Amo a ese comunista y ni tu, ni los imbéciles de la legislatura me diran que hacer -
- Ritter eso no es-
Y el menor le dio un golpe con un libro
- Ni tu ni nadie me va a decir que hacer nunca más - murmuró con seriedad, el otro asintió sin decir nada
- Solo no quiero que te pase nada, eres mi hermano menor - sonrió levemente
- No vuelvas a meterme en mi vida o yo mismo derrocaré tu puto gobierno -
- Si, está bien, no me meteré en tu vida, no volverá a pasar - asintió varias veces
***
- Crees que lo haya matado? - preguntó la chica guardando sus cosas
- Waltraud, Ritter no lo mataría, lo torturaría -
- Lo sé lo sé -
- Yo le avisé que no lo hiciera
- Yo igual, es un caso perdido, siempre quiere ser el mandón aquí
- Tambien quiero a Ritter, pero se que si se enamoró de ese raro de 2 metros es por que vale la pena
- Espero
- Yo le tengo fé, no como tu
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