64. LA COMPETENCIA.
Strange miró un tanto extrañado el movimiento que había en la base, buscando a Ross con la mirada sin encontrarlo, solo atinando a quedarse de pie mientras lo esperaba, pues en su llamada, el agente le había asegurado le atendería en persona, pues cuando llamó, parecía estar realmente ocupado.
Miro a su alrededor, ignorando los jaloneos de su capa, que parecía estar muy inquieta, dando algunos manotazos cuando esta empezó a jalarle el cabello.
-vamos ¿Qué pasa?-se quejo después de que le diera un nuevo jalón, mirando el lugar al que le señalaba, mirando a Ross mientras hablaba con otra persona de piel oscura y vestimenta formal, quien, a su parecer, estaba demasiado cerca del agente.
-Everett-le llamó el hechicero, llamándolo por su nombre a propósito, como una forma de demostrar la cercanía que tenía con él.
-Stephen, me alegra que hayas llegado, él es T'challa, rey de Wakanda-le presento.
-el hechicero supremo, por lo que me han dicho-dijo el rey, tendiéndole la mano a Strange, con el pelinegro aceptando el saludo, estrechando ambas manos con algo de fuerza.
-y ¿a qué se debe su visita?-quiso saber Strange, soltando su mano casi de inmediato, con un tono de hostilidad que solo la pantera logro identificar.
-asuntos con el agente Ross, nada que deba preocuparle-respondió simplemente, acercándose un paso al mismo tiempo que el hechicero lo hacía.
-caballeros-los llamo Ross. No es como si hubiera notado la inesperada tensión entre ambos, si no que, de alguna manera, había terminado entre ambos cuerpos, con su rostro quedando contra el pecho de Stephen y a su espalda, el tórax de T'challa. Al darse cuenta, ambos se separaron, con el agente acomodando su saco-bien, tengo asuntos que tratar con el doctor Strange, de nuevo gracias por su ayuda-le dijo a la pantera, haciendo una señal al hechicero para que le siguiera.
-¿ayuda?-quiso saber Strange.
-encontramos a Burrell... o su cuerpo-le dijo Everett-T'challa estaba en la ciudad atendiendo algunos asuntos cuando ocurrió una explosión en la zona oeste de la ciudad, llamo y nos aviso de lo que había encontrado, aunque aún no sabemos quien lo hizo-le informo-sin duda la misma persona que lo saco de la prisión, al parecer tenía más enemigos de los que creímos-
-si... eh ¿desde cuando lo conoces?-pregunto Stephen, sin darle mucha importancia a lo que decía de Isaac, pues eso era algo que ya sabía-
Ross se giro a verlo un tanto confundido, pues no entendía por que se desviaba de la conversación de esa manera.
-de no hace mucho, pero eso no es lo importante, Strange, te dije que encontramos el cuerpo de Burrell-le repitió-no fue en una pieza, pues estaba por completo hecho pedazos...-
-¿están saliendo?-
-¿qué? No, Stephen, te estas desviando del tema-
-solo es curiosidad, es un rey y parecen llevarse bien, pero si no están saliendo mejor para mi...-
-si ¿quisieras explicarme de que hablas?-le interrumpió Ross esta vez, entrando a su oficina, permitiendo al hechicero pasar.
-nada, nada, solo digo que... mejor para mí-repitió Strange, con su capa soltándose de sus hombros, levitando frente al escritorio.
Ross levanto una ceja ante el comportamiento del hechicero y más aún al notar la sonrisa que lucía y como le esquivaba la mirada.
* * *
-le avisare apenas Ross haya completado el tramite-dijo una de las mujeres que habla por teléfono, siendo acompañada por otra que traía una carpeta con algunos papeles, colgando al mismo tiempo que tocaba a la puerta, sin recibir ninguna contestación.
Abrió la puerta con lentitud, pero lo único que vio en esa habitación, fue una capa levitando, algo que sorprendió bastante a su compañera.
-¿Cómo es que...?-
-dijo que el doctor Strange vendría de visita... pero ¿Dónde están?-se pregunto la que era la asistente del agente-tal vez salieron, me avisaron han hallado al criminal que escapo-
-¿qué clase de doctor puede hacer eso...?-dijo, mientras volvía a cerrar la puerta, planeando volver más tarde, sin darse cuenta, gracias al hechizo de la dimensión espejo que Strange había aplicado, que este se encontraba devorando los labios de su jefe, el cual se encontraba sentado sobre el escritorio.
El pelinegro sostenía su espalda con ambas manos, sabiendo que era una buena señal que Everett aun no lo hubiera golpeado por su atrevimiento, aunque tampoco es como si le hubiera dejado tiempo para que lo procesara, inclinándose sobre él para saborear sus labios, mientras este ponía sus manos sobre uno de sus hombros y su costado.
Ya quería ver la cara de aquel rey cuando supiera que él ya había podido besarle y que en definitiva eso era algo que él no podría repetir por muy de la realeza, guerrero ancestral que fuera.
Aunque estaba seguro de que estaba olvidando algo, la razón por la que había ido ¿Pero que más daba? Burrell estaba muerto y eso ya era un irrefutable hecho, solo quedaba el asunto de...
-debo irme-le susurro Stephen al recordarlo, separando sus labios de Ross con pesar al recordar lo que debía hacer, escuchándolo respirar de forma agitada, tratando de recuperar el aliento que le había sido robado.
-usted...doctor... tú Stephen te mete...rás en problemas por esto-trato de decirle Everett, queriendo parecer enojado ante sus acciones, aunque con aquellos labios hinchados y esa mirada suplicante que parecía pedir más, no lo lograba.
El hechicero sonrió, desactivando el hechizo mientras se ponía su capa-no te preocupes.... ¡se volverá a repetir!-exclamo con una sonrisa, abriendo un portal para irse.
-pero... ¿Quién dijo que quiero que se repita?-le reclamo Ross-idiota-murmuro, acomodando su cabello hacia atrás, escuchando el sonido de la puerta-adelante-dijo, bajando del mueble para caminar hasta su silla, sin poder creer lo que Strange había hecho, pero aún más sorprendido de no haberlo electrocutado con aquel taser que siempre llevaba a la mano.
-señor yo... pase a buscarlo hace un momento y...-
-estaba ocupado, entra ¿Qué ocurre?-pregunto, tratando de concentrarse y olvidarse de aquel "asunto" en el que había estado "ocupado", teniendo que aclarar su garganta como un intento de verse seguro ante la imagen que sabía que tenía en esos momentos.
Iba a matar a Stephen, en definitiva, lo haría cuando lo volviera a ver... ¡no! ¿Qué?
* * *
Camino lentamente hasta volver a la sala, deteniéndose al ver que Steve se mantenía ahí sentado, justo donde lo había dejado cuando había huido con la excusa de tener a Mycroft al teléfono.
El rubio levanto la vista al verlo, pues parecía haber llevado consigo mismo una especie de discusión.
Al parecer Tony había sido bastante obvio al respecto.
-hey Cap, creí que tendrías otras cosas que...-
-no era mi intención hablar de eso-le dijo Steve, interrumpiéndolo mientras se ponía de pie-al menos no tan pronto, no quería...-
-presionarme-completo Tony, acercándose a él, tratando de controlar los temblores de su cuerpo al pasar a su lado, tomando asiento en el sofá, haciendo un gesto con su mano para que el rubio lo imitara-está bien-
-no lo está, sé que aún es un tema difícil y....-
-Steve, escucha-le dijo el millonario, hablando con seriedad, tratando de fingir que no le estaba costando horrores admitir lo que estaba por decir-sí, aun me duele y si, Barnes no me cae bien, en absoluto, Rogers y si, preferiría no tener que volver a verlo por lo que me quede de triste vida...-exclamo, tensando la mandíbula al hablar.
El rubio le miró con tristeza, asintiendo, soltando un suspiro al descubrir que la herida seguía abierta.
-...y lo entiendo-pronuncio el castaño, bajando el volumen de su voz, tomando una gran bocanada de aire-él es importante para ti, es tu amigo, casi tú hermano y está bien, no es...difícil de entender-
-Tony...-
-lo que quiero decir, es que tienes razón-pronuncio con cuidado, sintiendo una presión en el pecho al decirlo.
Odiaba comprenderlo, haber entendido y estar de acuerdo con las palabras de Sherlock, quería negarse y encerrarse en la misma respuesta: "Barnes era culpable, lo era" pero no podía ignorar que también era cierto que había sido usado, obligado a hacer aquello.
"Los llevo en mi mente también"
Esas palabras se le vinieron a la mente, siendo lo que James había dicho durante su pelea ¿qué más habría tras esas palabras?
Steve le miró un poco incrédulo, pues no esperaba para nada esas palabras, notando como le rehuía la mirada al hablar, concentrándose en un punto en el suelo.
-lo ayudaremos, no niego que será difícil aceptarlo, pero es importante para ti y.... tú eres importante para mí, así que...-trato de completar el genio, siendo interrumpido por un cálido y fuerte abrazo, que le rodeo protectoramente, haciéndole por fin sentirse más liviano, sin tanto peso en sus hombros.
Ahora ya no le aplastaba.
-gracias-susurro Steve contra su cuello-tú también eres muy importante para mí, Tony... lo más importante-
-sí, bueno.... no podemos victimizarlo ni tampoco culparlo-repitió el millonario, esas palabras que sin duda quedarían en su mente por mucho tiempo, devolviendo el abrazo al rubio, quedando unos segundos en silencio antes de agregar-tengo hambre ¿vamos a preparar algo?-
-la última vez casi incendias tu cocina-le recordó Steve divertido, sintiendo como se soltaba de su abrazo, viendo cómo se levantaba y alejaba-Tony, no-
-Tony, sí-dijo el ojimiel con una sonrisa, con aquel brillo travieso que volvía a destellar con fuerza.
Steve le siguió con diversión, tratando de darle alcance antes de que llegara. Quería evitar una explosión en medida de lo posible.
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