63. ES UN EXPERIMENTO

-¿no vas a contestar?-le pregunto John, observando como su teléfono sonaba por quinta vez.

-no-respondió Sherlock, sin darle mucha importancia al nombre que aparecía en la pantalla, ignorando el sonido del aparato que provenía de una de las mesas, habiendo quedado olvidado por el pelinegro.

John le observaba un tanto intranquilo, sabiendo que, si Tony se daba cuenta, posiblemente llevaría a una acalorada discusión con el detective.

De alguna manera, Sherlock había conseguido entrar al laboratorio del millonario, que se encontraba en paralelo con su taller. El problema en si no era el que se hubiera colado, si no que se encontraba jugando con partes de una de las armaduras.

Había encontrado una especie de caja metálica conectada por varios cables a una consola a medio hacer, presionando el botón una y otra vez, haciendo que uno de los guantes de la armadura saliera volando para luego caer al piso, repitiéndose el proceso cada que Sherlock así lo deseara.

-podría ser importante-trato de convencerlo.

-no, no lo es-contesto simplemente el detective, girándose a ver a su compañero cuando escucho que empezaba a sonar con un tono diferente, descubriendo que era el celular de John.

Se levanto de su asiento, caminando hacia él mientras este miraba la pantalla, estando a punto de contestar, viendo su intento frustrado cuando le fue retirado el aparato.

-Sherlock, es tu hermano, si ha llamado incluso a mi celular es porque quiere comunicarse contigo-

-créeme, no es algo urgente-respondió Sherlock, volviendo a su lugar para presionar el botón, soltando un suspiro cuando John le siguió, abrazándolo por la espalda.

-¿Qué es lo que haces?-

-un experimento-

-solo estas jugando-le reprocho John, sintiendo como el detective levantaba sus hombros-desde que te enteraste de que Isaac Burrell murió estas muy callado-

Sherlock no respondió, manteniéndose en silencio hasta que John empezó a picar una de sus mejillas.

-¿Qué haces?-

-¿un experimento?-respondió John simplemente, tratando de ocultar la sonrisa que estaba por formarse en su rostro.

-solo estas molestándome-

-solo... trato de determinar por cuanto tiempo debe hacer esto para que me digas que ocurre-se defendió el más bajo.

-es infantil-se quejó el pelinegro, volviendo a presionar el botón para ver volar el guante y que volviera a caer al suelo en un golpe seco.

-no eres el más apropiado para hablar de lo que es infantil o no, Sherlock-

-Aún tenía varias cosas que decir-susurro el detective, al entender que John no descansaría hasta que se lo dijera-habíamos logrado desestabilizarlo, al menos quería ver en su rostro la derrota, que, a pesar de su victoria, esta le supiera amarga al ver que no había podido engañarnos por mucho tiempo-

-entonces es cosa de tu orgullo ¿no?-le pregunto John, obteniendo como toda respuesta un estrepitoso sonido, donde el guante se había terminado estrellando con el resto de las partes de la armadura-Sherlock...-lo volvió a llamar-esta muerto, Deadpool acabo con él y estoy seguro de que sufrió bastante-

-confías en él-

-si-acepto John-me ayudo a rescatarte, Sherlock y es algo que siempre le agradeceré... es un total psicópata y un pedófilo sin remedio, pero sé que decía la verdad y por lo mismo que es un total y completo psicópata, sé que no fue suave-le dijo, tomando el rostro del detective con suavidad, mientras esos penetrantes ojos grises le observaban, acercándose lo suficiente para poder besarlo, sonriendo al sentir como el cuerpo del detective se relajaba ante su tacto.

Para Sherlock, ese simple contacto ya era una orden directa a su mente para que dejara de pensar, solo concentrándose en los labios del contrario, desconectando sus sentidos del mundo exterior, pues quería solo concentrarse en ese suave toque, guardando celosamente cada uno de esos recuerdos en su palacio mental, en una habitación especial para ellos.

-tengo a tu hermano en la línea, quiere saber por qué no contestas-se escuchó la voz de Tony, bajando por las escaleras-yo no soy su mensajero, así que por favor deja de ignorarlo, porque termina por molestarme a mi y... ¡John! Aléjate del inocente de mi primo ¡Pervertido!-exclamo el millonario, tratando de no morir de la risa al ver que había logrado que se separaran de aquel beso.

Sherlock gruño un poco, sabiendo aquella sobreprotección de parte del castaño era solo para molestarlo.

-Anthony, si quisiera hablar con mi hermano yo mismo le habría contestado-se quejó el detective-dile que estoy ocupado y vete-

-esta es mi casa, es mi taller, mi laboratorio y yo puedo estar donde quiera cuando quiera-le dijo con cierta burla, una sonrisa que se borro cuando vio como presionaba el botón, con su guante volando para romper más cosas-¡suelta eso! Es un equipo avanzado, Sherlock-le regaño-John, controla a tu novio-

-¿no deberías estar hablando con Ross? Para buscar el cuerpo de Burrell...-

-Strange se largo sin decirnos nada, ese supuesto maestro de las artes místicas para aparecer conejitos dentro de un sombrero ya le hecho el ojo al agente Ross-se quejó Tony, colgándole a Mycroft como si nada, guardando su teléfono para después quitarle el botón a Sherlock-no toques mis cosas, a ti no te va a gustar que toque las tuyas-

-entonces ¿Qué hay de Steve Rogers? Creí ya se habían reconciliado-quiso saber John, solo buscando una excusa para correrlo y poder estar a solas con Sherlock.

-olvídalo, John, volvieron a discutir-le dijo Sherlock al ver el gesto que Tony hizo.

-no fue una discusión-se quejó el millonario.

-no, claro que no, por que apenas llamó mi hermano aprovechaste para escapar de la conversación-lo contradijo el detective-acabas de colgarle, tú intención no era delatarme, sino buscar compañía y si estas aquí, es por que lo más seguro es que Holmes no esté disponible-

Se hizo un breve silencio, con Tony desviando la mirada, cruzando sus brazos en un gesto nervioso.

-yo... no puedo-termino diciendo-podría, pero... no, es que no creo... no-

-no lo has superado-adivino Sherlock, casi susurrándolo-tocaron el tema y no te gusto-

-¿Qué? ¿de que hablas?-quiso saber John.

-Bucky Barnes, de eso hablo-le respondió-si tuviera que apostar, diría que aún sientes rencor contra él y que eso reabrió la herida-

-vamos, Tony-le dijo John, suspirando un poco cansado-tienes que dejar ir el pasado...-

-para ti es fácil decirlo, ningún familiar o amigo de Sherlock mato a Mary-exclamo Tony sin pensarlo, ganándose una mala mirada de Sherlock.

-John...-trato de llamarlo el detective, pues era consciente de que aún era algo reciente.

-lo siento, no quería decir eso-le dijo el millonario al ver que se acercaba a él a paso rápido, creyendo le daría algún golpe.

-si, eso es lo que querías decir-le dijo John molesto, dispuesto a acabar con eso de una vez por todas, jalándolo del brazo para obligarlo a sentarse en una de las sillas-¿amas a Steve?-

-pero eso no...-

-¿lo amas sí o no?-insistió John.

-no me gusta este interrogatorio-

-¡Stark!-

-¡Ok! ¡si!-

-y él te ama ¿no? Sé que sí, así que no te atrevas a decir que no sabes... él ha asumido toda la culpa de lo que paso ese día, reconoció sus errores-

-no es eso...-

-su amigo mato a tus padres, cierto ¿entonces? ¿quieres que él muera por ello?-

-si... ¡no!-exclamo Tony, un poco abrumado por que le hicieran todas esas preguntas.

-John, un paso atras-le dijo Sherlock, tomándolo del hombro para tranquilizarlo, pasando a su lado para ponerse frente a Tony-Anthony, si de verdad quieres algo con Rogers, nada va a funcionar hasta que tú logres superar la guerra civil, Barnes lo hizo, pero hay dos cosas que tanto tú como Rogers deben saber: uno, él LO HIZO y dos, lo hizo CONTROLADO, no pueden culparlo, pero tampoco victimizarlo ¿entiendes? Ahora largo, no podemos resolver tus problemas todo el tiempo-lo corrió el detective, sacándolo del taller, dejándolo al pie de las escaleras.

-¡este es mi taller!-

-ve y arregla tus problemas maritales, Stark, aquí estamos ocupados-le grito John, antes de pedirle a Viernes que polarizara el vidrio de los ventanales y la puerta, y así poder volver a lo que hacían antes de ser interrumpidos.

Tony gruño al verse de nuevo afuera, cruzándose de brazos molesto, aunque sabia que su irritante primo había tenido razón. Realmente quería intentar algo con Steve, se había sentido tan bien entre sus brazos...

El problema, era que quisiera o no, Barnes formaba parte importante de su vida y él aun no se sentía listo para aceptarlo, pero ¡con un demonio! En lo único que podía pensar en esos momentos es que lo habían vuelto a sacar contra su voluntad.

Sintió una especie de deja vu, recordando en como Holmes y Watson habían hecho lo mismo tiempo atrás, iba a regresar cuando su celular volvió a sonar, contestando casi de inmediato-tu hermano ya es lo suficientemente grande como para perder la virginidad, de hecho, ya se había tardado y quiero que sepas que yo seré el padrino y punto-le dijo a Mycroft, colgándole, sintiéndose satisfecho, eso hasta que su teléfono volvió a sonar.

"Dejare una celda vacante para cuando decidas volver, Stark"

-...-Tony leyó el mensaje varias veces, un tanto ofendido por que se atreviera a amenazarle-valió la pena-

***

-así que... ¿ahora abogas por Steve Rogers?-le dijo Sherlock a su compañero.

-mientras tú estabas secuestrado, tuvimos una corta plática con él-le respondió John, quitándole importancia con un gesto de su mano-lo ama, logro ver en que se había equivocado y trata de remediarlo... pero Tony también tiene un largo camino que recorrer-

Miro como el detective iba agregar algo, siendo interrumpido por el tono de llamada de ambos celulares, haciendo una mueca cuando vio que en ambos aparecía el nombre de Mycroft.

-no te estreses-le recomendó el doctor, apagando su celular, tomando el de Sherlock para hacer lo mismo.

-es capaz de venir de nuevo, le molesta no tener control al encontrarnos en otro continente, donde su poder diplomático es poco útil-se quejó el detective, aunque de cierta forma le divertía, pues hasta donde sabía, Tony Stark era prácticamente su niñera.

-pues entonces aprovechemos antes de que llegue-propuso John, tomando su cintura con ambas manos, haciendo retroceder al pelinegro hasta que chocara con una de las mesas metálicas, tumbando su cuerpo sobre esta, dejando que las herramientas en ellas cayeran de forma estrepitosa al suelo.

Se coló entre sus largas piernas con gran facilidad, aprovechando la posición para que su rostro quedara centímetros más arriba que él de Sherlock, enredando los dedos entre sus ondulados cabellos, con su otra mano aferrada a la cintura del detective.

Era excitante el saber que esa piel bajo la suya era el de la persona que amaba, en como esta reaccionaba de forma única apenas sus manos empezaron a colarse bajo su ropa, palpando aquella calidez con suavidad, todo mientras empezaba a robarle el aire con un demandante beso.

Sherlock se había abrazado a su cuerpo, con las manos sobre su espalda, jadeando un poco ante la falta de aire, pero sin poder despegarse del todo para poder respirar.

John había comenzado por chupar su labio superior, hundiéndose en la boca del detective con la lengua apenas este se lo permitió, explorando su boca en un delicioso beso francés, apenas y sonriendo cuando Sherlock enredo sus piernas alrededor de su cintura.

-¿eres virgen?-le pregunto de pronto, resistiendo a comenzar a reírse cuando el detective le miró con cierta sorpresa-creo recordar que una vez tu hermano...-

-claro que no, no lo soy-se defendió el pelinegro, un poco avergonzado, molestándole un poco que se estuviera burlando de él.

-ya, ya, esta bien-le dijo John, palpando su entrepierna, mientras con su otra mano comenzaba a desabrochar sus pantalones-solo quería estar enterado de si debo ser suave y delicado contigo-continúo diciendo-aunque no tiene nada de malo serlo-

-po...bre Stark, si ustedes son así, no puedo menos que sentir lastima por él, Rogers lo va a destrozar-comento el detective, pues comenzaba a notar esa personalidad pervertida que tenían los Watson para con ellos.

-estamos a punto de hacerlo ¿y piensas en tu primo y el miembro de Rogers? Entonces no estoy haciendo un buen trabajo-se quejo el doctor, tomando su mentón para obligarlo a acercarse, besando de nuevo sus labios, con un ligero temblor en su cuerpo ante la emoción que sintió cuando empezó a sentir la piel desnuda del detective bajo de él, jalando sus pantalones para tratar de quitarlos, comenzando a arrugar la camisa que lucía.

Con sus manos se había dirigido hacía la delgada tela, convirtiendo sus manos en puños mientras aún la sostenía, desabotonándola de forma lenta, teniendo que despegarse del beso muy a su pesar para poder hacerlo más rápido, dejando su blanco pecho al descubierto.

Su miembro dio un ligero salto aún dentro de sus pantalones ante tan provocativa imagen, sobre todo considerando que ya le había dejado totalmente desnudo de su cintura para abajo.

Jamás imagino que terminaría haciéndolo por primera vez con Sherlock dentro de un laboratorio/taller en otro país de otro continente. Venga que no era gay, aunque tampoco sabía de que manera se le podría llamar que estaba enamorado de un sociópata altamente funcional.

Le llamaban la atención las mujeres, eso era todo lo que podía decir sobre su orientación sexual, pero ahí estaba Sherlock, luciendo aún más apetitoso que cualquier mujer que hubiera visto antes.

Era un hábito en el detective, el romper esquemas, pero eso le gustaba.

-Jo..hn-le llamó el pelinegro, soltando un suave gemido cuando de forma inconsciente, John termino por jalar su pelo.

Había buscado en que aferrarse mientras intentaba desabrochar sus propios pantalones, necesitando sentir un contacto más directo con su adorado detective, que se mostraba siempre tan serio, formal pero que ahora se dejaba con total abandono entre sus brazos, donde su siempre analítica mirada ahora tenía un brillo de súplica.

Fue una sorpresa descubrir lo travieso que también podía ser, pues en un descuido de John, mientras terminaba de bajar su ropa interior, Sherlock se había levantado un poco de la mesa donde estaba acostado para acercarse al hombro del doctor y besarlo, pasando su nariz en una lenta caricia, con su respiración entrecortada, terminando por pegarla a su cuello antes de comenzar a besarlo, apenas si suaves toques con sus labios.

Uno de ellos, termino por ser un jadeo, con su cálido aliento chocando con la piel de John apenas este introdujo dos de sus dedos a su apretada cavidad.

-o me mentiste o no has tenido sexo por mucho tiempo-le dijo al pelinegro en un susurro, inclinándose para empezar a besar el pecho de Sherlock, deteniéndose breves momentos en sus pezones, estimulándolos, al mismo tiempo que fingía débiles embestidas con sus dedos, obligando al detective a recostarse de nuevo sobre la ya tibia superficie.

Se separo un poco, concentrándose en aquel pequeño espacio en el que se encontraban sus dedos, tratando de determinar cuánto más necesitaría.

-hazlo ya-fue Sherlock el que le respondió, empujando un poco su brazo para que sacara sus dedos-está listo-le informo.

-¿lo está? ¿y tú?-le pregunto a un bajo volumen, pues no quería romper aquel preciado momento en el que ambos se habían sumergido.

Lo vio asentir, por lo que respondió sacando sus dedos por completo, preparando su miembro para entrar, tomándolo con una de sus manos, subiendo y bajando en un suave movimiento, mientras que con su otra mano abría un poco más las piernas del pelinegro, dejando salir un gruñido al empujar un poco, sintiéndose apresado, con algunas contracciones de parte de la entrada de Sherlock sacando todo el aire de sus pulmones.

El cuerpo del pelinegro se arqueo sobre la mesa, con algunas lagrimas de intenso placer que empezaron a mojar sus ojos, no logrando encontrar comparación ante aquella sensación.

Sus paredes se abrían, presionando otras áreas de su cuerpo, sintiendo la primera gran sensación en sus caderas, como un dolor agudo, que despertaba cada terminación nerviosa en el resto de su cuerpo, cediendo de inmediato, dando lugar a un placer indescriptible, con la fricción entre ambas pieles ahora sintiéndose más intenso.

Se abrazo totalmente a John cuando este volvió a acercarse para besarlo, con ambas manos sobre sus piernas, acariciando cada una de abajo hacía arriba mientras comenzaba a moverse, primero de forma lenta, dejando a Sherlock disfrutara de cada pequeña sensación, subiendo el ritmo al sentir su cuerpo relajarse, con un drástico cambio en el que ahora cada uno de sus músculos se tensó, con un alto gemido escapando de la boca de Sherlock.

Había mantenido sus ojos cerrados hasta ese momento, dándose cuenta después que ahora ambos se encontraban a oscuras, sin entender como es que eso había pasado.

Su cuerpo entero se estremeció ante la profundidad de las embestidas de John, olvidándose de preguntar o al menos intentar deducirlo, solo estando seguro de que a ese ritmo no resistiría mucho.

Ambas caderas chocaban entre si ante cada embestida, con un dulce aroma a sexo que empezó a inundar el taller, envolviéndolos en aquel ambiente lleno de deseo, de placer.

Isaac Burrel se había ido ¿Por qué no disfrutar de lo que sentían? Esta vez no había villano que pudiera hacerlos contenerse.

Salvo tal vez uno. Pero podrían encargarse después de él.

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