38. ¿TAMBIÉN TÚ?

-dos días-

-John...-

-¡dos malditos días en los que no supe nada de ti!-volvió a quejarse el doctor, liberando a Sherlock, para después colocar una de sus manos sobre su frente, haciendo lo mismo con sus manos-estas ardiendo en fiebre-fue lo único que dijo, revisando la herida sobre su ceja, abriendo su ojo para asegurarse que no había daño.

-nadie en el pasillo, creo que acabamos con todos-presumió Wade, pero John ya no parecía estar de humor.

Se colocó uno de los brazos del detective sobre su hombro, sintiendo lo helado que se encontraba el resto de su cuero, con los músculos entumidos y su boca reseca ¡lo habían mantenido sin comida ni agua!

-sé que estas molesto-

-ahora no quiero escucharte, cierra la boca, Sherlock-le regaño John, sacándolo casi a rastras del lugar, con Wade siguiéndole de cerca, asegurándose de que no hubiera alguna otra sorpresa que quisiera matarlos.

-señor, alguien está saliendo-

-no disparen a menos que yo lo ordene ¿es el doctor Watson?-

-¡oigan! ¡Dejamos un par de cuerpos en el primer piso!-comenzó a gritar Wade para que los reconocieran-pero están vivos, aunque uno podría morir en los próximos minutos si no se dan prisa-dijo para sí mismo en un tono un tanto diabólico.

-Pero miren a quien tenemos aquí-dijo Sherlock al ver a su hermano.

-también me alegra verte, Sherlock-

-por favor-se quejó el detective, recibiendo un nada delicado codazo en su costado por parte de John.

-vino por ti, acéptalo, ahora ¿Dónde está el transporte? Necesito mantas, alcohol, un parche medicinal para tratamiento de escaras, guantes desechables esterilizados y el material necesario para aplicar un suero-

-estoy bien-

-que te calles, Sherlock-

-traigan lo que pidió-les ordeno Mycroft a los paramédicos que esperaban para llevarse al paciente, un poco confundidos ante las palabras de John-él es doctor, traigan lo que pidió-volvió a repetir, subiendo al helicóptero.

-sube Wade, tú también Sherlock-les dijo John, recibiendo lo que había pedido en una de las grandes bolsas ocupadas como botiquín por los paramédicos.

-no era el recibiendo que imagine-siguió quejándose el detective mientras tomaba asiento, sorprendiéndose un poco ante el fuerte agarre que John hizo sobre su muñeca, ya usando los guantes.

-ahora no vayas a moverte-le dijo el doctor con un poco más de calma, quitándole el saco y abriéndole la manga de la camisa de uno de sus brazos, subiéndola lo suficiente para colocarle la aguja, con un trozo de cinta adhesiva para fijarla a su lugar

Sherlock ni siquiera se quejó, más que acostumbrado a ese tipo de piquetes.

John no tardo más de un minuto en colocarle el suero, obligándole a sostener el tripie donde lo había colgado, comenzando a colocar alcohol alrededor de sus muñecas ante las marcas que las esposas habían dejado sobre ellas.

Ambos se encontraban demasiado sumergidos en sus pensamientos como para poner atención a las locuras de Deadpool o los regaños de Mycroft, que poco le faltaba por explotar al ya no soportar al mutante.

Sherlock intento hablar en múltiples ocasiones, pero John siempre terminaba por callarlo, no estando dispuesto a escuchar, al menos no de momento.

* * *

Comenzó a caminar de un lado a otro de la sala, comenzando a arrepentirse de haber dicho tan pronto de que lo haría, aun sin saber lo que eso conllevaría.

Steve le miraba comprensivo, diciéndole sin palabras que no era necesario, pero él sabía que lo era, esa era su forma de apoyar en algo al equipo en esos momentos.

-muy bien, estoy listo-pronunció después de unos minutos, tomando el teléfono que Nat le ofrecía. Se sentó en uno de los sillones, justo en medio de Steve y Peter, pues sabía que iba a necesitar toda la ayuda posible.

Marco el número que sabía que pertenecía a Isaac y espero pacientemente a que contestara, aún que una parte de si rogaba por qué no lo hiciera.

-¿Y ahora qué?-respondió el hombre con cierto malhumor, haciendo que Tony tragara duro antes de contestar.

-terminemos con esto de una vez, Isaac-le espetó el castaño, sintiendo escalofríos ante la risa que escapo de su interlocutor.

-¿Qué pasa Tony? ¿A que debo el placer de tu llamada?-

-sabes bien el por qué psicópata infeliz-

-oh si, los niños... y Hank-

-a todos, quiero que los liberes-le ordeno el millonario, con Nat motivándole para que siguiera hablando.

-tú no eres nadie para ordenarme nada-le respondió Isaac-¿Cómo es que lograste comunicarte conmigo?-

-llame para proponerte un trato, el cómo no debería importarte-

-vaya, veo que si tienes agallas, empecé a dudarlo desde que comenzaste a ocultarte detrás de otros, aunque creo que ya es muy tarde ¿no lo crees? Después de tantas muertes ¿qué más da si causo algunas más?-

-Dime de una vez lo que quieres y acabemos con esto-le dijo Tony, apretando inconscientemente la mano que le había ofrecido el rubio, comenzando a sudar frio.

-son solo daños colaterales, podría usar gas mostaza para matarlos o una explosión, una droga... o podría explotarles los oídos, son niños, cualquier cosa podría servir, aunque ¿sabes? En el mercado negro hay mucha demanda de órganos humanos ¿Cuánto crees que me den por el corazón de una pequeña niña? Existen muchas parejas ansiosas por tener un hijo y yo tengo justo un bebé para darles-

-maldita sea, dime QUE QUIERES-le exigió saber Tony, mientras se levantaba de su asiento, sintiendo de nuevo la culpa, sabiendo que Laura y los niños estaban con una horrible persona, no quería ni imaginarse que es lo que Isaac podría hacerles a ellos y a Hank.

Steve le siguió, queriendo que colgara ya, pues notaba como sus palabras le estaban afectando, pero el castaño negó con la cabeza, más que dispuesto a continuar.

-un poco más-le susurro Nat en apoyo, pues casi lo localizaban.

-si te interesan-murmuro Isaac con malicia, disfrutando considerablemente de aquello-quiero a Peter-

-ni en tus más retorcidos sueños hijo de....-

-con ese lenguaje no lograras nada de mi-le regaño el hombre, sonriendo al escuchar como Tony guardaba silencio-muy bien, como decía, sé que Peter sobrevivió y sé que Wade no está ahí, sé que los vengadores volvieron y vi con mucha emoción las palabras del gran ídolo de América-

-¿Cuál es el punto?-

-el punto es que no hay nada que puedas ofrecerme que valga más que tu ruina, ya no es un juego Anthony, has herido mi orgullo y no descansare hasta no verlos a todos y cada uno de ustedes completamente destruidos, Barton y Lang pueden irse despidiendo de todo lo que conocen, tú y Wilson deberán saber lo que es que sus acciones los lleven a perder a Peter y Rogers tendrá que cargar con todo eso porque no habrá podido proteger a su "familia"-le respondió-cuando termine con ustedes desearan estar muertos y será justo ahí cuando considere que su deuda hacia mí ha sido pagada-

-debe haber algo, estoy dispuesto a...-

-¿a hacer cualquier cosa? Bastante interesante... Bien, te daré una oportunidad, espero no me decepciones-susurro Isaac antes de colgar.

-¿Qué? Pero ¿Qué cosa?-se preguntó el millonario, pues parecía como si la llamada se hubiera cortado justo en medio de lo que podría haber sido lo más importante.

-lo hiciste muy bien, Tony, tenemos su ubicación-le felicito Steve, tomándolo de los hombros antes de retirar el teléfono de sus manos-¿todo está en orden? ¿Necesitas algo?-

Tony solo asintió, volviendo a dejarse caer en el sillón, dándole una breve mirada a Peter, soltando un enorme suspiro, ahora no sentía miedo, al menos no por él. Le reocupaba lo que podría llegar a pasar a continuación.

-ignora lo que te dijo, solo quería asustarte-le recomendó Nat-le avisare a Sam y a Clint, irán tras él-

-¿y cómo encontraremos a los niños?-

-Peter, recuerda que tú te quedaras aquí-le regaño Steve, pues parecía que el chico iba a volver a tomar acciones dentro del equipo-nosotros nos haremos cargo eso-

-Hope fue con Laura, igual que Hank-comenzó a decir Scott-ella no estaba con ellos en el video, así que o escapo o...-

-estoy segura que está bien, Isaac también lo habría mencionado si algo malo le hubiera pasado-tarto de confortarlo la espía.

-solo hay una forma de averiguarlo-

-¿ella no ha llamado?-pregunto Tony un poco inseguro, creyendo recordar que era la hija de Hank.

-no puede, lo tomamos como una precaución, ya que podían intervenir sus teléfonos y rastrearnos cuando aún éramos fugitivos-explico rápidamente Scott, comenzando a marcar el número que se había aprendido de memoria-contesta, contesta, contesta...-

-maldita sea Scott, llevo horas esperando a que llamaras-fue la forma en que ella recibió la llamada, sacándole una pequeña sonrisa a la hormiga, que cerro brevemente los ojos con alivio. Una preocupación menos que quitaba de su lista.

-estas bien-susurro Scott mientras sonreía, siendo una afirmación más que una pregunta.

-sí, lo estoy, pero eso no es lo importante, nos atacaron cuando estábamos en casa de Laura, no lo esperábamos...-

-lo sabemos, Burrell ha enviado un video presumiendo sus hazañas ¿Dónde estás?-le pregunto Nat.

-estoy a punto de entrar y romperle la cara a ese idiota-

-¿Qué? ¿A cuál idiota?-pregunto Scott preocupado.

-tengo a Isaac a la vista-    

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