3. NO VOLVERÁ A SER IGUAL

Tony miraba un punto en el vació de aquella habitación, dudando de lo que estaba por hacer.

Tenía todas las pruebas listas, las notas recibidas por los matones a los que Isaac pago, incluyendo sus firmas.

En el futuro no habría bastado, pero en aquel tiempo, esas pruebas tenían suficiente peso como quitar de toda culpa a Holmes.

Miro las horas pasar en su reloj de muñeca, dándose cuenta de lo mucho que estaba tardando Watson.

En cierta medida le había mentido al doctor, no lo necesitaba para dar las pruebas, tenía todo controlado en ese punto.

Solo quería saber si ese ancestro realmente merecía a Holmes. Ningún familiar suyo iba sufrir por ningún idiota.

"Ojala también se aplicara a mi" pensó con cierta diversión, pero no sonrió, pues era una cruel broma que incluso él no pudiera evitar burlarse de su sufrimiento.

También le había puesto una trampa al doctor. Como la señora Hudson cuidaba a sus hijos, tendría que ir a dar la cara en algún momento.

Se levantó de su asiento, incapaz de quedarse sentado más tiempo.

Había hecho un muy breve regreso a su tiempo para recoger cierto objeto que había olvidado, el cual ahora tenía en sus manos, jugueteando con él.

-el doctor no debe tardar... estoy segura que vendrá-le dijo la señora Hudson al ver el comportamiento de Tony, preparando a ambos bebés para su próxima partida.

El millonario los había visto brevemente, eran adorables, con gran parecido a su madre, pero la niña, la pequeña Sarah, al verla, había sentido un enorme vacío tan solo observar sus deslumbrantes ojos.

-se que vendrá... de lo que no estoy seguro es de si llegara a tiempo-dijo Tony en casi un murmullo. Miró de nueva cuenta su reloj, era tarde, comenzaba dudar que fuera a llegar, después de todo, ya era bastante noche como para pensar en sacar a un bebé, mucho menos a dos-iré por mis cosas, quiero llevarme a Holmes esta misma noche, el... el barco sale en un par de horas-mintió, comenzando a subir las escaleras.

La señora Hudson solo asintió, mirando a los pequeños con una mirada triste.

El señor Holmes nunca había sido un inquilino muy agradable, pero le tenía cierto cariño. Jamás llegó a creer que podría extrañarlo.

Pero si lo que Stark le había dicho era cierto, pasaría un tiempo para que volviera a verlo, sobre todo considerando que pensaba llevarse al detective al otro lado del Atlántico.

Unos toques en la puerta la hicieron distraerse de sus pensamientos, caminando apresurada para abrir, topándose con el doctor, que parecía haber llevado una carrera.

-doctor Watson ¿esta usted bie...-

-¿se ha ido?-fue la primera pregunta que salió de los labios del doctor, quien había entrado en pánico apenas pasó su vista por todo el recibidor, sin ver a Tony por ninguna parte.

-¿el señor Stark? No, no, el sigue aquí-lo tranquilizó la señora Hudson, con un brillo de esperanza apareciendo por sus ojos al entender a que se referia esa preocupación.

Al parecer Tony había logrado convencer al doctor después de todo.

Rápidamente subió las escaleras, parándose en seco al toparse con el millonario al entrar al que había sido su apartamento.

-vaya-dijo Tony con seriedad, fingiendo indiferencia-llegue a temer que no se apareciera para recojer a sus hijos-

-no hable así-le pidió Watson, recuperando la compostura, tratando de ocultar el terror que le produjo pensar que Tony ya se hubiera ido.

-¿por que no? Holmes habla así siempre, creí que resultaría apropiado-dijo el castaño con burla, aunque con una media sonrisa apareciendo por su rostro-estaba por darle esto a la señora Hudson, para que se lo entregara, aunque veo que puedo hacerlo en persona-

De entre los papeles que Tony había subido a recoger, Watson pudo ver la forma de un libro, observándolo apenas lo tuvo en sus manos, mirando confundido a Tony.

-si, bueno, creí que le resultaría más fácil pensar que ese realmente había sido el final de su historia con Holmes, en aquellas cataratas-

-cuanto amor-dijo Watson al leer la nota en la hoja principal del libro, el mismo que el había escrito y había prestado a Tony tiempo atrás.

La palabra "idiota" podía leerse perfectamente.

-aun sigo molesto con usted, así que no espere amabilidad de mi parte-

-no le estoy pidiendo amabilidad Stark-respondió el doctor con molestia-hago esto porque es lo correcto, si no cometió asesinato...-

-el gran y correcto Capitán América ha hablado-exclamo Tony, deseando que Watson mejor se hubiera quedado callado.

-¿Quien?-

-¿Quien que?-pregunto el millonario con confusión, aunque aún notándose el enojo contenido en su voz-solo avance, arreglemos esto para que pueda llevarme a Holmes-

-¿es que aún piensa llevarselo?-pregunto Watson con clara sorpresa.

-¿que esperaba? Aquí no esta a salvo e Isaac sigue afuera, mucho me temo que su estado de inactividad a terminado y no confio en usted para dejar a Holmes-le respondió Tony, hablando como el detective a propósito, como un modo de molestar al doctor.

-bien, pues yo ire con ustedes-

-¿y por qué querría ir usted también?-

-dice que él mando a matar a Mary, quiero que sea detenido, mis hijos no estaran a salvo de otro modo-se excusó Watson.

-¿y podría recordarme cuando lo invite a venir?-preguntó de nueva cuenta el castaño, con una expresión de burla y fastidio, al ver como el doctor aún se negaba a aceptar que se había equivocado.

Esos solo eran pretextos, pero tal parecía que era muy orgulloso como para admitirlo.

-requerira de mi apoyo-

-¿en serio?-

-si San...Isaac, como usted lo llama, hizó esto para separarnos, sería una ventaja que no lograra su cometido, fue lo que dijo ¿no es cierto, Stark?-

-curioso, fue justo lo que logró-lo contradijo el millonario.

-no le estoy pidiendo permiso, voy a ir-insistio el doctor, manteniendo su voz firme, tal cual general regañando a un soldado.

Tony lo observo apretando la mandíbula, le estaba costando no darle un golpe.

-esta bien, puede venir, pero recuerde esto...-murmuro, avanzando un par de pasos, poniendose levemente de puntillas para alcanzar la altura de Watson-mi tiempo, mis reglas, al primer inconveniente que nos cause, regresara de inmediato-

-no me asusta Stark-le dijo el doctor, también conteniendose.

-llegó a sentir lastima por sus hijos, tienen a un idiota por padre-

Con una mirada triunfante, el castaño dio un paso atrás, sin romper contacto visual con su adversario.

Watson estaba por contestar aquello, pero la señora Hudson recién terminaba de subir las escaleras, realmente preocupada por la tardanza.

-¿esta todo bien?-pregunto al notar aquella tensión.

-de maravilla-respondió el doctor.

-señora Hudson ¿no sera mucha molestía si cuida a los pequeños un rato más? El doctor Watson me acompañara para ir por Holmes-

-no sera problema, señor Stark-

-muchas gracias-y con esas últimas palabras, Tony se decidió a bajar, sin ponerle realmente atención a sí el doctor le seguía o no.

* * *

Deadpool siguió con gran pereza su objetivo, usando aquél rastreador que le habían dado.

La actitud de Isaac no le daba buena espina, pero ya había decidido que hacer.

Simplemente le entregaría Spiderman, quitandose de problemas. No es que le temiera, pero no le gustaba tener de jefe a alguien a quien deseaba matar.

Primero cerraría trato con él y rompería las relaciones. Luego lo mataría.

No por nada era una persona tan confiable para hacer negocios.

Bip bip bip...

Sus voces parecían decirlo al mismo tiempo, repitiendo aquél sonido tan molesto.

Ya ha pasado una hora y seguimos sin encontrar abuelitas en motocicletas.

El objetivo no deja de moverse, lo más seguro es que sean abuelitas en aviones.

Eso tiene más sentido ¡que rápido vuelan esas abuelitas!

-ja se detuvo-las interrumpio Deadpool, observando como por fin dejaba de moverse.

Miro el lugar al que se supone que debía estar su objetivo, sonriendo inconsientemente.

¡un parque de diversiones! Creo que vuelvo a amar a Isaac.

No creo que esto sea un premio, no hemos hecho nada.

No pienses en eso ¡solo disfruta!

-ho jo jo llegó la navidad- exclamó el mercenario al ver el avión estrellado, con toda aquella tecnología lista para ser robada.

Creo que encontramos a nuestra arañita fugitiva se burló una de sus voces al ver la telaraña.

-¿que? oooohh-murmuró Deadpool, alcanzando a ver algo a la distancia-es nuestro día de suerte-

Con gran agilidad, se dirigió hacía donde había visto al chico, notando aquel traje, que más bien parecían pijamas.

Lo tenemos en nuestras manos, sin que nadie pueda ayudarlo.

Comenzó a acercarse poco a poco, observando como subían y bajaban los hombros del menor, parecía cansado.

Peter se encontraba sentado, tratando de recuperarse después de aquella pelea.

Su mascara yacía a su lado, sin querer colocarsela, al menos no mientras las heridas de su rostro siguieran frescas y con ese ardor.

Cerro levemente los ojos, solo un momento, mientras esperaba que recogieran aquella cosas.

No podía irse y dejar esa tecnología sin protección. Happy de seguro no tardaría en llegar.

Su sentido arácnido le martilleo la cabeza de repente, estando por levantarse, pero sin lograr esquivar al mercenario, quien paso su brazo por el cuello del menor, inmovilizandolo.

-¿pero que tenemos aquí?-

-¿¡tú de nuevo!?-exclamó Peter con sorpresa, dándole una patada que no pareció afectarle al mercenario.

-¿feliz de verme? Yo se que me extrañaste-

-claro, por que ver a mi acosador me causa mucha alegría-le respondio el chico, gruñendo en cuanto sintió la mano de Deadpool cerrarse en un puño sobre su cabello-¿que es lo que quieres ahora?-

Peter volvió a golpearlo, safandose de su agarre, dando un salto hacia atrás para poner distancia entre ambos.

Esperaba una respuesta, pero el mercenario no parecía dispuesto a darsela.

-spidey, hacerlo por las malas no es buena idea-se quejo Deadpool haciendo un puchero, desenfundando una de sus katanas, misma que se vio pegada a la pared más cercana a causa de las telarañas del menor.

-se que me has estado siguiendo ¿por que lo haces? ¿quien pago por mi cabeza?-

Uyyy, nos descubrio.

-que te persiga no significa necesariamente que quiera matarte-

-pero eres un mercenario, sea cual sea la razón por la que lo hagas no puede ser buena-lo contradijo Peter, buscando hacer tiempo.

Acababa de tener un enfrentamiento y justo en esos momentos no se encontraba al cien.

Lanzo su telaraña, estando por moverse de lugar, pero que Deadpool lo tomara del pie lo dejo plantado en el suelo.

Fue poco delicado al tomarlo del cuello y estrellarlo con la pared, con una de sus armas apuntando a su espalda y subiendo hasta llegar a su cabeza.

Sintio un leve escalofrio ante la cercanía del cuerpo del mercenario con el suyo, intentando contener el aliento apenas vio su rostro acercarse al de él.

Es el momento perfecto ¡besalo! Apuesto a que sus labios saben a miel.

Pero no nos gusta la miel.

El mercenario acerco su mano libre a su mascara, quedandose inmovil por breves segundos, dudando en quitarsela.

Al ver aquella muestra de duda, Peter lo observo con curiosidad, no terminando de comprender lo que trataba de hacer.

Finalmente, Deadpool decidió no hacerlo, comenzando a tocar con su pulgar el labio roto del arácnido, con bastante delicadeza, haciendo lo mismo con el resto de sus heridas.

¿que estas esperando, campeón?

A ser guapos y sexys, ahora somos feos.

¿y eso que tiene que ver?

Deadpool lo pensó, pero comenzó a negar ¿Por que no podía? Había algo que lo detenia.

Estaba en sus manos, debíl, vulnerable. Podía noquearlo sin problemas y llevarselo a Isaac.

La paga, ya no parecía ser suficiente.

Peter lo empujo debilmente, observandolo fijamente, percatandose de que el arma se había alejado de él.

Sin previo aviso, el mercenario retrocedió un par de pasos comenzando a alejarse luego con velocidad.

Con gran duda, Peter tomo su máscara del suelo, comenzando a perseguirlo.

No podía dejarlo ir de nuevo sin que le diera respuestas.

Realmente sus cambios de actitud eran bastante raros y eso lo ponía de nervios ¿y si de repente dejaba de huir y volvía a atacarlo?

Tal vez era una trampa.

Apenas pensó en eso, el arácnido dejo de perseguirlo, solo viendo cómo se alejaba.

-¿que acaba de pasar?-se preguntó, pero sin poder encontrar una respuesta.

Al menos no una que le convenciera.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top