28. NO PUEDES LLEVARTELO
Trato de que su rostro no reflejara la felicidad que sentía al ver que Tony le estaba llamando, pero la sonrisa que apareció en su rostro no parecía haber recibido la instrucción.
Se encontraba con Sam, de camino a la locación que les había tocado, acercándose a la zona este de los Ángeles.
Steve espero con paciencia a que el otro hablara, sorprendido al saber que había sido Sherlock quien había hecho esa llamada.
-¿puedes intentar contactarlo?-le pregunto el millonario.
-sí, sí, claro-aceptó de inmediato el rubio, sacando de su bolsillo aquél celular del que muy pocas veces se había separado, siempre con la esperanza de alguna vez comunicarse con el millonario.
Observo el número de teléfono que estaba por marcar, forzándose a alejar la nostalgia, a concentrarse, por ahora, lo que el sintiera no importaba.
Llamó, esperando un par de segundos, pero de inmediato le colgaron, como siempre que llamaba.
-Tal vez Isaac encontrara el teléfono-supuso Tony, pero el rubio negó, aunque bien sabía que el castaño no podía verle.
-Tony, no sé si el teléfono funcione-dijo con voz queda-Sherlock tuvo que llamar desde otro teléfono para comunicarse conmigo, tal vez...-
-entonces eso significa que me enviaste un celular descompuesto-completó Tony con seriedad-gracias por eso, si hubiera sido una emergencia, llamarte habría sido en vano-
-pero le han colgado, debió de haber recibido la llamada-lo contradijo Visión.
-siempre ha ocurrido eso-
-¿Cómo lo sabes?-
-intente llamar muchas veces...-empezó a explicar el rubio.
-nunca recibí ni una sola llamada tuya, no me salgas con mentiras-le interrumpió Tony-jamás sonó, jamás colgué, ese teléfono iba conmigo a todas partes-dijo el castaño, conteniendo un gruñido, escuchando aquello como si ahora fuera culpa suya.
-pero te llame, Tony, no miento en eso-exclamo Steve, intentando que el otro le creyera.
-¿Y por qué no las recibí?-casi le grito Tony, bastante molesto, porque incluso el destino jugara con su suerte, que no le diera la oportunidad de elegir.
-Tony-le llamó ahora Sam, habiendo estado en silencio mientras Steve recibía la llamada-no miente, nosotros lo vimos, te hizo muchas llamadas-
-Estoy seguro que jamás sonó, estaba muy al pendiente de él-pensó Tony en voz alta, dispuesto a comprobarlo-llama otra vez-le ordenó.
-No contestara-
-solo hazlo-Steve lanzo un sonoro suspiro, obedeciendo, y tal como imaginaba, volvieron a colgar.
-¿y ahora qué? ¿Cuál es el paso 2?-pregunto Sam, pues el millonario no decía nada.
-son teléfonos muy anticuados, pero increíblemente específicos, al no tener más usos que el de enviar y recibir llamadas y mensajes, las opciones se reducen-dijo Tony-emite un pulso de señal muy débil por el poco tiempo...-
-¿lo estas rastreando?-pregunto Steve.
-fue una gran idea enviar un modelo de celular así, la tecnología ni siquiera lo detecta, pero cuando sabes que estás buscando, siguen siendo ondas de radio....-el castaño guardo silencio, observando los resultados en su pantalla-lo encontré-dijo en un susurro-¡Encontré a Sherlock!-
-¿Dónde?-pregunto el rubio de inmediato, sintiéndose contagiado por el cambio de ánimo tan positivo en el castaño.
- 4801 Griffith Park Dr, Los Ángeles-contestó Tony de inmediato.
-nosotros podemos ir-se ofreció Sam.
-está en la zona de John, y creo que a él le gustaría ser quien encuentre a Sherlock, le llamare-fue lo último que dijo, colgando la llamada casi de inmediato.
-parece que van mejorando-le dijo Sam al rubio, tratando de animarlo, pero Steve no respondió a eso.
-será mejor que nos demos prisa, aún falta Holmes-dijo en cambio, concentrándose en lo que debía hacer.
* * *
Peter inspeccionó el edificio, encontrando de inmediato una posible entrada al lugar, tomándola sin siquiera dudarlo.
Hasta el momento no había señal de May, pero sabía que la encontraría, eso sí Isaac no le había mentido, pero ¿y si lo había hecho? No dejaba de preguntárselo.
Camino por el techo de los pasillos, teniendo cuidado de no alertar a nadie de su presencia, sin embargo, no parecía que hubiera alguien dentro.
-esto tiene que ser una broma-se quejó el chico, bajando al suelo-Karen, dime que hay alguien aquí-
-hay quince señales de vida en todo el edificio, trece están dos pisos abajo, hay una más tras las puertas del despacho del fondo y la otra se acerca detrás de ti-
-¿Qué?-se preguntó Peter, girándose de inmediato, listo para enfrentar a quien sea que viniera por él-muy bien, Karen, este edificio no puede estar vacío a menos de que Isaac quiera atraparme, así que primero nos encargaremos del sujeto del pasillo, nos abriremos paso en el despacho y luego revisaremos los pisos inferiores-
-¿quieres que active el modo matanza instantánea?-
-¡no!-se quejó Peter-voy a quitar ese protocolo de tu sistema apenas esto termine-susurro, guardando completo silencio, queriendo escuchar, pero no había ningún sonido.
Al principio no se preocupó, estaba seguro que su sentido arácnido le avisaría en caso de peligro, pero se paralizo unos segundos al sentir una respiración tras su nuca, sin advertencia de ningún tipo.
Se dio la vuelta, con su puño listo para impactar en el rostro del hombre tras él, pero este se las arregló para detener su golpe, sujetándolo de la muñeca, con una sonrisa burlona en su rostro.
-¡Deadpool!-le gritó Spiderman malhumorado-te dije que esperaras-
-¿por qué? ¿Te asuste?-preguntó el mercenario bastante divertido, soltándolo de su agarre.
-¡me sorprendiste!-lo contradijo Peter, gritándole a base de susurros-¡se supone que estarías afuera!-
-¡y se supone que tú no entrarías sin mí!-le dijo también el mercenario, usando el mismo volumen.
-dije que entraría a revisar-
-ya pasaron los cinco minutos-
-no es cierto-lo contradijo Peter, colocando su mano sobre la boca del mercenario al ver que continuaría hablando-solo estamos perdiendo el tiempo, hay una señal tras esas puertas, hay que entrar y r..revi...revisar ¡Wade! ¡Basta!-le gritó de nuevo, quitando su mano, pues aún a través de la tela de la máscara y de su traje, sentía como la había besado-¿no puedes comportarte como un adulto al menos un momento?-
No.
No.
-No, no lo creo-respondió Wade-pero así es más divertido ¿no?-
-shhh-lo calló el chico, acercándose a la puerta de donde venía la señal, deteniéndose al sentir su a sentido arácnido.
-¿Qué pasa?-
-adelante, adelante, sé que estás ahí-se escuchó una voz llamarle desde dentro.
Todos los músculos del mercenario se tensaron, reconociendo al instante a la persona dentro, cargando sus armas mientras caminaba a la puerta.
-¿Qué haces?-
-voy a llenarlo de agujeros-respondió Deadpool simplemente, abriendo las puertas de una patada.
-¿lo harás cuando soy el único que sabe dónde está May Parker?-pregunto Burrell con burla, con un gruñido escapando de la boca del mercenario, quien camino hasta estampar ambos puños en el escritorio tras el que Isaac se encontraba.
Su rostro aún no se veía, pues la silla en las que estaba sentado le cubría, dándoles la espalda.
-¿y dónde está?-pregunto Peter, con todo el aplomo que había podido juntar.
-está aquí-
-¿¡Donde!?-
-escucha bien pedazo de mierda-le amenazo Deadpool-será mejor que te dejes de juegos y nos digas donde está ahora o te arrancare los dedos uno por uno ¡y te hare tragarlos!-
-Wilson, Wilson, si no me hubieras traicionado, podría haberte dado al chico, en estos momentos estarías en tú propia isla, con Peter en tu sótano y sin que nadie te molestara-le ofreció Isaac-aún puedes hacerlo si quieres, no hay nadie aquí que lo impida, fácilmente podrías llevártelo, arrancarle el traje ¿o prefieres que lo haga yo? Puedo prepararlo para ti-
-TÚ LO TOCAS Y YO TE CASTRO-
-Bien, Peter, te has conseguido un gran guardaespaldas, uno muy feo, claro ¿ya lo has visto?-
-¡Dime dónde está mi tía!-fue lo único que el chico grito, ignorando todo lo demás.
-qué carácter, pero yo sé cómo hacerte más sumiso chico ¿Qué tal un intercambio? Dejo ir a May y tú vienes conmigo-
-hecho-
-NO TE LO VAS A LLEVAR-le gritó Wade, tomando fuertemente del brazo a Peter mientras con su mano libre le disparaba, sintiendo gran satisfacción al hacerlo.
El solo imaginarse a Burrell haciéndole cualquiera de esas cosas a Peter, destruyéndole como había hecho con tantos, le daba una inmensa sed de sangre, de verlo retorcerse en el piso por el simple hecho de tener al chico en su mente de esa forma. De esa forma tan enferma y asquerosa.
-¿¡lo has matado!?-le grito el chico, con sus nervios de punta ante el disparo, queriendo soltarse del fuerte agarre que tenía en su brazo-¡Demonios Wade! ¡Suéltame!-
-¿¡EN QUE MIERDA PENSABAS TÚ!? ¿¡UN CAMBIO!? ¿¡ACASO PERDISTE LA CABEZA!? ¡ESO FUE ESTÚPIDO PARKER!-
-¡Tú lo mataste! ¡Eso fue aún más estúpido!-le dijo Peter, con su voz cortándose-¿¡y ahora como encontrare a mi tía!? ¡Mira que llegas a ser idiota, Deadpool!-Estaba desesperado, sin saber qué hacer para encontrar a la única familia que le quedaba.
Una risa detuvo su discusión, haciendo que Deadpool soltara al menor, girando la silla, sin poder creer que había podido fallar.
Pero no lo había hecho, en la silla había un cadáver, con un perfecto hoyo en la cabeza, con la sangre escurriendo por su rostro, llegando a la blanca tela que mantenía amordazado al hombre amarrado a la silla. Isaac no estaba ahí.
-¿creíste que sería tan tonto como para enfrentarme a ti o al chico de frente?-preguntó Isaac, con Peter siguiendo el sonido hasta encontrarse con un dispositivo de mediano tamaño, por donde salía la voz de Burrell-los veo desde las cámaras de seguridad y debo decir, que jamás espere verte en plan romántico y protector Wade-
-Maldito cobarde-escupió el mercenario, quitándole la tableta a Peter.
-sabes que no lo soy, Deadpool, me conoces y yo te conozco, al menos ahora lo hago completamente-el tono de burla de Isaac solo servía para enfurecer aún más al mercenario, que había comenzado a apretar la tableta en sus manos, con el cristal de la pantalla rompiéndose poco a poco, con las fracturas avanzando desde las orillas al centro-ahora sé tú debilidad y tú mejor que nadie que eso es todo lo que necesito para acabarte, te dije que no intervinieras, y por si pensabas que lo que le haría a Peter era una broma, pues ya te digo que no es así, después de todo, la probada que tuve con Holmes me hizo desear saber a qué sabría la piel de Peter ¿será tan dulce como parece?-
Peter ya no escuchaba, solo girándose a ver a todos lados, con su sentido arácnido martilleándole la cabeza, había peligro, eso lo sabía, pero no sabía de donde, o de qué lugar.
-lo prometo Isaac, vas a suplicar, apenas te ponga las manos en sima, vas a suplicar porque te mate-
-eso suena más a tu destino que al mío-
-¡Wade!-le llamo Peter, después de haber descubierto la bomba debajo del escritorio, con un cuenta regresiva de 1 minuto 23 segundos y contando.
-puedo desactivarla idiota-le dijo el mercenario a Isaac, escuchando una suave risa al otro lado de la línea.
-no solo es una-susurro el hombre antes de colgar, con Wade terminando de partir la tableta contra su rodilla, viendo como Spiderman salía corriendo al pasillo, siguiéndolo para luego detenerse al ver que iba al lado opuesto a la salida.
-¿A dónde vas?-
-hay más personas, aquí, abajo, no puedo dejarlas-le grito Peter, sin detener su avance.
-¡mala suerte para ellas! ¡Regresa aquí!-
En definitiva tiene algo mal en la cabeza ¡tráelo aquí!
No hay mucho tiempo ¿¡Que no sabe en el peligro que esta!?
Le persiguió, tratando de darle alcance lo antes posible, saliendo directo a las escaleras contra incendios, viéndolo lanzarse hacia abajo, con una de sus telarañas deteniendo su caída para entrar al nuevo piso.
Tuvo que hacer lo mismo, sosteniéndose del barandal con uno de sus brazos, con el reloj de la bomba avanzando en su cabeza, segundo a segundo.
-¡Peter!-volvió a llamarlo, encontrándoselo queriendo derribar una puerta-¡perdemos tiempo!-le dijo, pero el chico no escucho, volviendo a dar un fuerte golpe a la puerta, viendo como esta cedía por fin.
-45 segundos para la explosión-le informo Karen.
-ayúdame Wade-le pidió Peter, acercándose a las personas que estaban amordazadas, deteniendo su avance solo al ver una nube anaranjada cubriéndole la vista, comenzando a toser apenas lo inhalo.
-hay una alta concentración de gas mostaza en el área, sal de aquí Peter-le dijo Karen, quien había detectado el contenedor de donde había salido, encontrándose junto a la puerta y activándose al momento de ser abierta.
Spiderman tomo un escritorio y lo lanzo contra la ventana al frente de él, con la nube de gas abriéndose paso, sintiendo toda su garganta arderle, tosiendo más bruscamente-Wade-volvió a llamarle con la voz rasposa, tomando a las dos personas más cerca de él y lanzarlas afuera, con una telaraña sosteniéndolas pisos más abajo.
-30 segundos-
Wade le imitó, tomando de hasta tres personas y también lanzándolas fuera, la mayoría ya con problemas para respirar, apenas y siendo conscientes de lo que ocurría.
¡rápido! Tenemos que sacar a Peter de aquí.
-bien, hora de irse ¡fuera abajo!-grito Deadpool, lanzando a otros dos.
-ya casi-susurro Peter, costándole respirar cada vez más.
-8 segundos para que estalle la bomba-
-¡Spidey, ya vámonos!-le grito Wade, tomándole del brazo para también saltar, pero el chico se soltó de su agarre, aún faltaba una persona.
Regreso por sobre sus pasos, estando por tomar al hombre que faltaba, estando ya inconsciente, cuando un estruendo le sorprendió.
El piso comenzó a cuartearse, igual que el techo, viéndose obligado a sostener una placa de concreto de mediano tamaño que caía sobre él.
-¡baby boy!-le grito el mercenario, apunto de ir por él, pero el techo cayéndose, con el hombre inconsciente estando sobre un fragmento del suelo que también se venía abajo.
Peter ni siquiera dudo, usando su telaraña para tomar al hombre y lanzarlo contra Wade, soltando la placa de concreto sobre el, tosiendo ante el humo y restos del gas mostaza, cerrando los ojos casi de inmediato.
-¡No! ¡NO! ¡PETER!-grito el mercenario, cayendo del edificio por la ventana ante el impacto, aterrizando sobre la red ya antes puesta por el menor, quitándose bruscamente al hombre de en sima al ver el edificio colapsar.
Y cuando todo acabo, solo hubo silencio, con Deadpool cayendo de rodillas, mirando la nube de polvo que se había levantado, con su vista posándose en todas esas personas que había salvado ¡no debían estar vivas! ¡NO SI ESO COSTABA LA VIDA DE SU ARAÑITA!
Soltó un gruñido antes de volverse a levantar, maldiciendo entre dientes, acercándose a los escombros para buscarlo, sintiendo la desesperación ganarle la partida cuanto más tiempo pasaba y el aún no lo encontraba, temiendo no volver a ver su dulce rostro.
-¡Maldita sea! No me hagas esto-exclamó, quitando más y más escombros, con su corazón deteniéndose al ver una mano. Su mano.
Era mucho peso el que había, busco otra salida, teniendo que levantar un poco su máscara al sentir que no podía respirar.
Por fin encontró un espacio donde entrar, con su traje y piel rasgándose ante lo estrecho que era, sintiendo un enorme nudo en la garganta al visualizar más al chico, inconsciente, con moretones en su rostro, los cuales veía gracias a que la su máscara también se había rasgado.
Nada le aplastaba, al menos no por completo, pero no sabía cómo sacarlo de ahí. Quiso mover algunas placas, creyendo triunfar al ver su cuerpo cada vez más libre, pero canto victoria demasiado pronto, viendo como mas escombros perdían equilibrio y volvían a cerrarse contra ellos.
Soltó un ligero gemido de dolor al sentir un tubo de fierro atravesarle el pecho, cuando había intentado proteger a Peter de la caída de más escombros, quedando a cierta altura sobre él.
-Pet...Peter-le llamó-estarás bien, lo prometo... saldremos de aquí, te llevare por helado y..yo prometo ya no tocar tu trasero sin tú permiso..bueno..no..no, eso no es verdad, pero lo intentare-comenzó a decir, sonriendo un poco, mirando su gesto inexpresivo y su inexistente respiración.
Lágrimas comenzaron a salir de su rostro al ver una figura formarse sobre él, sosteniéndole con sus manos para evitar que se lo llevara.
-No..no-dijo Deadpool, aferrándose tanto como podía a aquel pequeño cuerpo-él es mío-le dijo a la muerte.
En algún momento había estado enamorado de ella, se había llegado a matar a si mismo solo para verla un par de segundos, pero no ahora.
-no-volvió a decirle al verla acercarse, ella parecía confundida, o tal vez lo imaginaba, las lágrimas en sus ojos no le dejaban distinguir con claridad-aun siendo tú, no puedes llevártelo-
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