five


—¿Que demonios sucede contigo, Jisoo?

Jin la miró desde su lugar como si no pudiera creer lo que veía.

Jisoo lo miró cansada, esta vez el motivo de discusión era que Jisoo no se sentía de animos para levantarse de la cama y cocinar para su pareja. Jisoo realmente se sentía enferma y había incluso notificado al trabajo de eso, pero para Jin solo era una mala broma de su animo.

—No quiero discutir.—pidió Jisoo casi implorando desde la cama. Su animo estaba por el suelo y tenía un dolor de cabeza preocupante. Inutía que era debido a que el autobús no llego a tiempo la noche anterior luego del trabajo y la lluvia de ese día provocó que tomara frío.

—A veces siento que no te importa nadie mas que tú, Jisoo.--siguió diciendo Jin, provocando que Jisoo entre tantos problemas en su cabeza, terminara por estallar.

—¿Qué solo me preocupo por mí?—a duras penas, se incorporo de la cama para quedar sentada.--todos los días me levanto temprano para prepararte el desayuno, trato de trabajar para no ser tu maldita novia mantenida y sobretodo, todos los días te escucho hablar del trabajo cuando apenas me prestas atención. ¡Todos los días te doy todo de mi sin recibir nada a cambio! ¿Eso es ser egoísta, Jin? ¿O será que tenemos percepciones diferentes del egoísmo?

Jisoo sintió que estaba ahogandose en su propia angustia. Sus ojos se llenaron de lagrimas sin derramar y de pronto, miro sus manos incapaz de sostenerle la mirada a su novio.

Hace semanas Jisoo se sentía mas incomprendida de lo normal. Tal vez sea porque Taehyung ocupaba su mente, tal vez fuera porque de pronto Jin estaba mas enojado con ella de lo usual y a Jisoo le rompia el corazon entregar todo en una relacion que a fin de cuentas solo la hacia sentir mal.

—Te teñiste el cabello de morado y te dije que lo tenías muy bonito.—se excusó Jin mirandola ofendido, como si eso arreglara algo realmente.

—No hablo de eso. A veces ni siquiera me prestas atención cuando hablo.—Jisoo ya no esperaba otra cosa, solo quería que su novio se fuera al trabajo para así estar tranquila.

Jin la miro y se detuvo a pensar la situación con seriedad, y sin embargo no se le movio un pelo.

—Hablaremos de eso a la noche.—sugirió Jin—tu madre notó que estas gordita, quiere que vuelvas a la dieta.

Jisoo sintió que de pronto hablaba con su madre y no con su novio. El nudo en su garganta se intensificó al darse cuenta que muy en el fondo, Jin pensaba y actuaba como su madre. No le importaba su opinión ni tampoco la oía, eso a Jisoo la destrozaba, se sentía casi invisible.

—Tú tambien quieres que vaya al gimnasio ¿cierto?—pregunto de repente Jisoo en un hilo de voz mientras sonreía triste.

—Jisoo si es por el gimnasio...

No era por el gimnasio, era por muchas cosas y Jin no sabia darse cuenta.

Jin intentó acercarse pero Jisoo alzó la mano firme

—Adios Jin. Suerte en el trabajo.

Jin entonces entendió lo que quiso decir, así que luego de unos segundos sin saber que hacer y con una mueca enojada, salió de ahí a pasos rapidos.

Cuando su novio salió finalmente por la puerta, Jisoo se tapó la cara con las manos y sollozó en silencio. No. No era por el gimnasio, por la dieta o por el maldito desayuno que no había hecho para su novio. Era porque Jin ya no la trataba como antes, ya no la veía con ojos de amor ni la trataba como si fuera lo mas preciado del universo. Nisiquiera la trataba como su fiel amiga. Era solo su cocinera, su personal de limpieza y su psicologa. Jisoo quería creer que ella era la que veía las cosas así, pero luego de meses ocurriendo lo mismo ya no podía negarselo. Jin trataba mejor a la misma basura que a ella misma.

(...)

Jisoo a duras penas salió de su casa cuando vió que no le quedaban pastillas para el dolor de cabeza.

Se sentía muy triste por la discusión de aquella mañana, sus ojitos estaban decaidos mientras caminaba con lentitud unas cuadras mas adelante de su casa, donde había una farmacia que vendían fármacos de venta libre. Una vez que compró una tableta entera, volvió sobre sus pasos y fue a la cafetería mas cercana. Se decidió por si misma que necesitaba una mañana tranquila y llena de buena compañia, se le ocurrió que no había nada mejor que aquel lugar del que tantas veces había hablado con Rosé.

La cafetería era relativamente nueva y todos iban ahí a menudo. Era simple, pero reconfortante.

Jisoo pasó por la puerta y se oyó el tintineo. Se sentó en una mesa frotando sus manos mientras sacaba de su bolso un libro y a la espera de un mesero, se dedicaba a leerlo.

—Buenos días señorita, bienvenida a Park Café ¿que desea pedir?

Jisoo bajo el libro dispuesta a saludar a la voz masculina que dijo eso.

—Buenos di...

Se quedó congelada de repente. Mientras su corazon comenzaba a bombear rapido impidiendole pensar correctamente.

Sus ojos se clavaron en el chico frente a él y no pudo siquiera tragar de la impresión. Los ojos de Taehyung la observaron de la misma manera, atónitos. Fue entonces, cuando decidió sonreír incomodo.

—Jisoo, que... que agradable verte.

Jisoo tenía tantas preguntas en la punta de su lengua que no sabia por donde empezar. ¿Como estas? ¿Estas bien? ¿Que te sucedió? ¿Que haces aquí? ¿Porque llamaste en primer lugar? ¿Porque dejaste de hacerlo? ¿Porque me dejas preocupada de esa forma?

—Lo... mismo digo.—con dificultad, Jisoo esbozó una sonrisa dejando el libro sobre la mesa con manos temblorosas.--no sabía que trabajabas aquí.

Taehyung parecía nervioso ya que sonreía pero de forma no natural y se encontraba tieso, Jisoo agradecía estar sentada porque de lo contrario Taehyung podría ver como retorcía sus dedos del nerviosismo, justo como lo hacía ahora debajo de la mesa.

—Abrió hace semanas.—se encogió de hombros—¿quieres que te traiga el menú?

—Sí, por favor—pidió Jisoo riendo nerviosa—no sé que hay aquí.

—-No te preocupes Jichu, siempre hay una primera vez.

Taehyung se dio media vuelta y salió de ahí a pasos apurados. Jisoo lo vio y exhalo el aire que no sabia que estaba conteniendo.

Jichu...

Jisoo sonrio al oirlo hablarle así y unas mariposas que creia muertas comenzaron a revolotear dentro de su estomago.

Taehyung vino al cabo de un rato con el menú y rapidamente la dejo a solas para que tuviera tiempo de decidir que querría. El parecio querer huir de ella y de sus ojos todo el tiempo que estuvo ahi adentro, y Jisoo jamas pudo despegarle la mirada de encima. No podia evitar encontrar muchos cambios desde la ultima vez que lo habia visto en la escuela. Y no era para menos, habían pasado dos años. Estaba mucho mas alto y delgado, sus brazos estaban trabajados y llevaba el cabello un poco mas largo. El delantal de mesero le quedaba muy bien y aunque Jisoo no podia estar segura, lo notaba bien. Satisfecho con su rutina y eso a Jisoo le lleno el corazon de alivio.

Luego de tomar su pastilla junto al café, tomo del brazo a una mesera y sonrio mientras hablaba.

— Disculpe ¿A que hora cierran?—le preguntó

—7 en punto, señorita.

-—Gracias.

Eran 6:30. Mejor suerte no podría haber tenido.

(...)

—¿Aún sigues aquí?

Jisoo sonrio avergonzada viendo como Taehyung la miraba de forma graciosa. La menor trataba de guardar rapido su libro para salir de ahi, de lo contrario cerrarían el local con ella adentro.

—Se me hizo tarde.—mintió mordiendo el interior de su mejilla—¿Tienes un minuto, Taehyung?

Este la miro desconfiado, mas por si mismo que por ella, sin embargo asintió con la cabeza.

—¿Que sucede?

Ambos comenzaron a caminar tranquilos por la calle. Aún Jisoo no podia creer que tan dificil a veces se hace la distancia y como otras veces, de repente, el destino te los pone en frente.

—¿Como estás?

Taehyung fruncio los labios. Creía que era una pregunta complicada.

—Estoy mejor.—se asinceró—Jisoo, siento haber sido una molestia con las llamadas, yo...

—-No te disculpes. Estabas triste, la gente acude a otras cuando esta triste.—explicó Jisoo con cierta mirada melancólica. Taehyung no pasó por alto ello.

—Pues los que estan tristes y acuden a la persona que mas hirieron, son unos hipócritas.

Jisoo lo miro frunciendo los labios.

—Taehyung deja de torturarte. Pasó hace mucho, eramos jovenes.

—Eso no quita todo lo que te causé, Jisoo. No quiero volver a molestarte, no lo mereces.

Lo que Tae no sabia era que Jisoo lo extrañaba incluso mas que él a ella. Y eso era decir mucho.

—No quiero que te vuelvas a ir de mi vida, Taehyung.—Jisoo se paró en seco y lo miró a los ojos asustada—no de nuevo. Quiero a mi amigo de vuelta, quiero ayudarlo y quiero ser todo eso que no se permite. ¿Acaso tú no extrañas lo que eramos antes de...?

Jisoo no pudo terminar su oración. No se animó a hacerlo.

Taehyung de pronto apretó la mandibula.

—Lo extrañé cada día de mi vida, Jisoo. Pero no quiero provocarte problemas, Jin y tú...

—Jin debe aceptar lo que pasó y dejarlo ir.—-lo interrumpió—así como tu debes hacerlo.

Taehyung sonrió triste.

—Ojala fuera asi de facil...

Luego, se produjo un silencio largo. Jisoo se dedico a mirar el paisaje que habia a su alrededor mientras se posicionaba en la parada del autobús acompañando a Taehyung. Los charcos de lluvia de la noche anterior aun seguian estropeando el suelo.

—Yo... yo realmente te extraño, Taehyung.—confesó Jisoo, soltando todo el aire de sus pulmones— No puedo parar de pensar en ti y en lo que eramos...-—confesó la chica haciendo que él la mirara sorprendido. Jisoo sonreía pero miraba los charcos con cierta vergüenza por su confesión, pero que al fin y al cabo, era cierto.—yo quiero que vuelvas a mi vida, pero si tú no quieres hacerlo... lo entenderé.

Jisoo entonces, se armó de valor y miró a Taehyung, quien la miraba de la misma forma, con esa intensidad que Jisoo creía olvidada.

Jisoo sintió la respiración entrecortada al darse cuenta de lo cerca que estaban sus rostros. Taehyung la miraba en silencio, casi apreciando su bonito y pequeño rostro que hace mucho no besaba o pellizcaba, y Jisoo lo miro sintiendo que de pronto, volvía a ser esa niña de preparatoria que no pensaba en nadie ni en nada mas que él.

Jisoo sintio su corazón palpitar fuerte dentro de su caja torácica. Taehyung entonces, inconscientemente miró sus labios, y eso fue el punto de estallido para Jisoo.

Fue entonces, cuando de pronto mucho mas no pudieron pensar en ello, ya que un auto pasó a toda velocidad por los charcos de agua y mojó de pies a cabeza a la persona que mas cerca estaba de la acera; Taehyung. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top