Jisoo esa noche no paró de llorar hasta dormirse. No entendía como su madre podía ser tan cruel la mayoría del tiempo, pero sobretodo, lo que mas la había lastimado era saber que Jin no la había apoyado, nisiquiera le había temblado la voz al acusarla con sus padres y ponerse de su lado. Jamas había conocido esa faceta de Jin y no le agradaba, es más, evitaba verlo a la cara. La traición quemaba en el pecho de Jisoo como el peor de los males.

Al día siguiente, llegó tarde a clases y se ganó una mirada reprobatoria del profesor. Jisoo creyó que su día no podía ir peor, pero se dio cuenta más tarde que sí podía hacerlo, ya que al estar sumida en sus pensamientos el profesor decidió llevarla a sala de detención.

Jisoo, como nunca en mucho tiempo comenzó a maldecir cansada de que el mundo estuviera en su contra. Abrió la sala de detención de golpe y dejó la nota del profesor delante de su superior quien vigilaba a todos, y luego de darse media vuelta se quedó congelada en su lugar.

Habia un chico que no conocía con exactitud, pero el resto eran todos conocidos para ella. Se encontraban los amigos de Soohyun de un lado, Taehyung al fondo y Jin a un costado. Todos miraron a Jisoo como si quisieran devorarla viva, con ojos llenos de rabia y ella no lograba entender porque. Cuando Jin la observó Jisoo notó que tenia un moretón en la mejilla, pero poco pudo importarle en ese entonces. Hizo una mueca y salió a sentarse junto a Taehyung, quien otra vez tenia heridas abiertas. Jisoo comenzaba a preocuparle los constantes golpes que recibía.

—¿Estas bien?¿Que pasó?—preguntó Jisoo tomándole el rostro.

-—Estoy bien, tranquila.—Taehyung alejó su mano como si le diera vergüenza—tuve una pelea, eso es todo.

—¿Fueron Soohyun y sus amigos?

--No esta vez.—se asinceró—pero los amigos de Soohyun estuvieron a punto de golpearme en manada antes de que el director llegara.

Jisoo apretó los dientes.

—No debes estar solo.—lo regañó—te lastimarán aún más y no quiero eso.

Jin los miraba desde la otra punta con recelo y resentimiento.

—¿Ocurre algo con tu amigo Seokjin?—indagó Taehyung frunciendo el entrecejo.

—Ya no es mi amigo.—Jisoo sonrió triste, y eso alertó a Taehyung.

—¿Qué te hizo ese imbécil, Jisoo?

—¡SHH!—gritó el profesor con cara de pocos amigos-¡Separense!

Jisoo no tuvo mas remedio que sentarse a su lado, a unos metros de distancia.

Taehyung apretó la mandibula observando a Jin con cara de pocos amigos. Este, como era de esperarse, le devolvió la mirada.

(...)

Jisoo y Taehyung a la salida de clases fueron al parque a tirarse bajo el sol. Jisoo entonces le relató lo sucedido la noche anterior, y fue entonces que frunció el ceño al ver la reacción de su amigo.

Taehyung estaba apretando la mandibula tanto que Jisoo temia que se rompiera a la mitad. Sus nudillos estaban blancos y su mirada era de rabia pura.

—Es un hijo de puta.

—Dejalo así, no importa.

—Se supone que es tu maldito mejor amigo, no el propósito de tus problemas.

—Mi mamá siempre lo defiende, a veces creo que prefiere mas a Jin que a mí.—se asinceró Jisoo—el es todo lo que mamá hubiera querido en un hijo. Guapo, elegante, de una familia adinerada y por supuesto, educado. Yo a su lado siempre fui un desastre.

Jisoo hablaba con tono triste, ya que realmente aquel tema la tenía afligida.

Todos en la escuela la conocían como la típica niña mimada y rica. Y todos los adultos daban por sentado que ella algún dia contraería matrimonio con Jin. Eso a Jisoo la angustiaba mucho, porque se sentía obligada a ser lo que ellos esperaban que sea. Sentía la presión constante de tratar de llegar a ser ese modelo de persona a la que en realidad no le llegaba ni a la punta de los pies.

—Tú no eres un desastre. Eres hermosa, dulce y educada.—soltó Taehyung mirando al frente, como perdido en sus pensamientos. —quien quiera que te tenga al lado será la persona mas afortunada del jodido mundo.

Jisoo se congeló al oírlo decir que era hermosa y rápidamente se ruborizó sintiendo su corazón palpitar fuerte. De pronto no entendia los sentimientos que provocaba Taehyung en ella y eso la frustraba.

—No me mientas.—pidió Jisoo, comenzando a apretar fuertemente sus manos—no soy linda ni educada, Taehyung. Tengo unos kilitos de más, acné y soy muy timida para hacer amigos.

—¿Y eso qué? Los kilos no importan, el acné se va, la timidez se erradica. Y tu jamás dejarás de ser bonita.

Un silencio tenso se formó entre ambos. Jisoo lo miró esperando a que se riera, a que le dijera que no se lo tomara tan en serio o algo por el estilo, pero Taehyung no se retractó. Incluso arrancó una pequeña flor que había en el suelo y la dejó en la palma de Jisoo.

—Gracias.—dijo Jisoo tímidamente, no sabia si por la flor o por sus palabras.

—No creo que seas capaz de darte cuenta que te odian en la escuela porque tienes algo que ellos no.—confesó, haciendo a Jisoo inclinar la cabeza confundida—te envidian, ya sea por tu belleza o por tu fama de niña rica. ¿nunca te diste cuenta de eso?

Jisoo se quedó pensativa por unos instantes, hasta que finalmente negó con la cabeza.

—Si ningún hombre se acerca a ti es porque le temen a Jin.—confesó—y si ninguna mujer se acerca a ti es porque tienen celos, y se esconden burlándose de tu peso que alguna vez fue mayor.

—-Viendolo así parezco una maldita reina.—bromeó Jisoo.

—Lo eres.—Taehyung le sacó la lengua y Jisoo le pegó un golpe suave en la mejilla. Para Taehyung no pasó desapercibido, ya que rápidamente comenzó a hacerle cosquillas. Jisoo comenzó a reir tan fuerte que comenzaron a salir lagrimas de sus ojos.

Taehyung se posicionó encima evitando que escapara de sus garras, pero no fue hasta que Jisoo dio una mala patada y que Taehyung se desplomó arriba de Jisoo, que ambos detuvieron sus risas al darse cuenta que estaban cara a cara.

El cabello de Taehyung caia en la frente de Jisoo, en otro momento le hubiera dado cosquillas, pero ese instante lo único en lo que pudo pensar fue en lo nerviosa que se había puesto ante el acercamiento.

Taehyung la miro a los ojos y Jisoo hizo lo mismo, y fue entonces, que Taehyung no pudo evitar bajar la vista a sus labios haciendo que la alarma de Jisoo se disparara.

Taehyung entonces comenzó a acercarse a Jisoo de tal forma que sus respiraciones comenzaban a mezclarse, Jisoo cerró los ojos, y de pronto, todo pasó en un segundo.

—¿QUE DEMONIOS HACES?

Jisoo sintió como de pronto Taehyung desaparecía dejando un vacio. Abrio los ojos rápidamente y se congeló al ver a Jin allí, que observaba a Taehyung como si quisiera molerlo a golpes en ese mismo instante.