before
Hacía 4 días que Taehyung no iba a la escuela.
Jisoo sintió un nudo en el estómago que se reforzó al oír al profesor tomar lista y notar que una vez más, Kim Taehyung no estaba presente.
Al primer día creyó que no se trataba de nada malo, al segundo y al tercero se asustó. Hoy, cuarto día, ya no podía mentirse ni darse falsos consuelos. Algo sucedía con Tae, y estaba segura de que no era nada bueno.
Ese día, intentó hacer su vida normal. Estudió (o intentó hacerlo) y pasó la tarde con sus amigos. Soohyun irónicamente se encontraba más feliz que nunca, observando a Jisoo como si hubiera triunfado. Algo que a Jisoo le parecía tan extraño como preocupante en partes iguales.
Ese día Jin la había invitado a su casa para ver películas. Pero ella no tuvo ánimos para hacerlo, no cuando Taehyung había desaparecido de repente. No cuando sabía que tenía problemas.
Sin embargo Jisoo decidió calmar sus pensamientos. Una vez faltó una semana entera a la escuela por ir de vacaciones con su familia, supuso que era lo mismo.
Jisoo había comenzado a lastimar su labio de tanto morderlo. A la salida de la escuela se apresuró a llegar a la parada del autobús e irse. Pero no fue hasta que unas manos se posicionaron en sus hombros que pudo ser consciente de quien estaba frente a ella.
--¡Hey! ¿A dónde vas tan apurada?
Jisoo se detuvo y lo miró aturdida como si hubiera visto un fantasma. El alivio llegó a su sistema rápidamente y suspiró, sin embargo, casi al mismo segundo, se alejó y le pegó en el hombro haciendo a Taehyung chillar.
--¿¡Dónde demonios estabas!? ¡Estaba preocupada por ti!—lo regañó. Taehyung se rascó la nuca nervioso.
--Lo siento. Tuve que hacer otras cosas.
Jisoo lo observó detenidamente. No podía creer que no se dio cuenta hasta ese momento en el que el curvó la sonrisa y la sombra del techo de la escuela no le dio tan de lleno, que Taehyung tenía roto el labio y un pomulo levemente violeta.
--Te metiste en problemas.—asumió Jisoo, seria e impasible. Aunque algo enojada.
Taehyung no contestó, y de hecho, apretó la mandíbula sin saber que responder.
--¿Qué pasó?—inquirió Jisoo cruzada de brazos.
--Unos tipos me tomaron por sorpresa, eso es todo.—intentó restarle importancia encogiéndose de hombros. Entonces, sonrió como si no hubiera sucedido nada--¿me extrañaste enana?
Jisoo intentó ocultar la sonrisa que amenazaba por salir de su cara.
--No soy enana.—lo regañó entre dientes.—es de mal gusto que digas eso, no mido 1,50.
--Pues desde mi punto de vista eres una enana.—señaló sus diferencias de altura y Jisoo lo empujó molesta. Taehyung rió.—nunca creí que sería tan divertido estar contigo.
Entonces, Jisoo dejó de sonreír y lo miro seria por unos segundos, sorprendida por aquellas palabras. Rápidamente negó con la cabeza y volvió a hablar.
--¿De verdad estas bien Tae?
--Lo estoy.—aseguró el.
Jisoo frunció el entrecejo y lo miro de cerca con cierta sospecha. Taehyung colocó rigido el cuerpo mientras la observaba sorprendido.
—¿Debo creerte?
Taehyung hizo una sonrisa ladina y le dio un pequeño beso en su frente.
—Claro que sí. —susurró mirándola con cierta ternura por su preocupación sin sentido. Jisoo entonces sintió sus mejillas ruborizarse.
—Mmm, bueno. Supongo que te veré mañana. ¿cierto?—interrogó Jisoo esperanzada.
El entonces fruncio el entrecejo.
—¿Tan rápido te despides de tu amigo? ¡Vine a aquí por ti!
Jisoo abrió los ojos en grande, tomada por sorpresa ante aquella confesión.
—¿Por mi?—repitio de forma desorientada-—¿porqué?
—Porque según me dijiste el otro dia, jamas comiste una hamburguesa.
—Soy vegetariana.—Jisoo frunció el entrecejo molesta, creyendo que Taehyung estaba tomándole el pelo. A lo que él rodó los ojos como si se lo hubiera visto venir.
—Que dramática que eres. ¿Acaso me tomas por un tonto? Comeremos hamburguesas veganas.
Jisoo entonces, a pesar de la confusión y su vergüenza por creer algo erróneo antes de tiempo, curvó inevitablemente una sonrisa por toda su cara. No podía negárselo a sí misma, aquella propuesta le había sorprendido, pero por sobre todo la había emocionado, porque no solo significaba que a Taehyung le agradaba pasar tiempo con ella, si no que también la oía con atención cuando hablaba de sus gustos. Cosa que ni sus padres ni a veces Jin lograban hacer.
Taehyung entonces con una sonrisa comenzó a caminar junto a Jisoo por la calle. Jisoo escuchaba con atención las cosas que decía, casi encantada de oírlo hablar de tonterías o de sus hermanos. Jisoo se dio cuenta que jamás hablaba de sus padres, era como si mantuviera un muro invisible enorme con ellos. Y Jisoo a pesar de presentir que no estaba del todo bien con ellos, prefirió callarse y seguir disfrutando de las charlas que le otorgaba su amigo.
Jisoo anteriormente le había contado a Taehyung que jamas había probado hamburguesas, en un principio fue porque el bullyng por su obesidad de joven fue tanto que comenzó a odiarse y a bajar gravemente de peso, y otra razón mas humana, era porque detestaba incentivar con su dinero a las empresas ganaderas, que según ella eran también cruelmente asesinas.
Aquel dia se pasaron toda la tarde hablando de tonterías. Jisoo jamas había tenido a un amigo tan misterioso pero tan magnético y agradable como Taehyung. Todo lo que decía capturaba el interés de la chica y todo lo que decía ella era atentamente oído por el otro.
La tarde pasó y Jisoo prometió algún día llevarlo a una librería, puesto que según Taehyung jamas había leído un libro entero sin bostezar del aburrimiento. Jisoo prometio llevarlo y hacerle leer un libro tan emocionante como desesperante. Y asi terminó su salida.
Taehyung acompañó a Jisoo a su casa y le deseó buenas noches. Jisoo se sentía encantada con la exitosa salida de aquella tarde, no sabia a que se debían aquellos sentimientos tan repentinos que la habían abordado y que eran muy felices, pero no quería dejar de sentirlos tampoco.
Una vez que entró a la casa y dejó su mochila, su sonrisa se borró poco a poco al ver a sus dos padres parados al pie de la escalera con mirada desencajada. Jisoo no entendio el porqué de ello, hasta que finalmente a la instancia ingresó la figura de Jin. Fue entonces cuando todo cobró sentido para Jisoo.
Oh, no...
—¿Dónde estuviste toda la tarde, jovencita?—preguntó su madre elevando el tono. —¡Jin vino a la casa diciendo que no lo esperaste y que tampoco respondiste sus mensajes! ¡Nos dejaste egoístamente preocupados!
Jisoo miró a Jin y luego revisó su teléfono atónita. Fue entonces cuando, de repente, la resolución cayo como agua fría en su cabeza. El teléfono lo tenia apagado, se le había acabado la batería..
—Yo...
—¿Y quien es ese muchacho tan extraño?—preguntó de nuevo su madre, acusándola con el dedo—¡el te incentivo a ignorarnos por completo! ¿me equivoco?
—¿Qué? ¡No!
—¿Te gusta un vagabundo ahora?
¿Vagabundo? A Jisoo las expresiones de su madre le dieron nauseas, sin embargo entendia que estaba enojada y todo eso lo pagaba su hija ahora debido a la angustia de desaparecer por horas. Pero realmente no podía evitar asquearse ante el termino.
—¡Jin, diles!
Jisoo miró casi desesperada a su amigo. Queria que el confirmara que no era un desconocido. Que Taehyung también iba a la escuela y que no era mal tipo.
Sin embargo Jin estaba serio. Fue entonces cuando Jisoo sintió como si la hubiera apuñalado por la espalda.
—No sé quien es, señora Kim. Lo único que dire es que no me gusta que esté cerca de Jisoo.
—Dejaste plantado a tu propio amigo, a quien consideramos como alguien muy preciado de la familia, para irte con una mala influencia.—confirmó su madre mirándo a su hija con desprecio, como si no la reconociera—vete a tu habitación, sin cenar. Mañana hablaremos.
Jisoo abrió los ojos sorprendida. Jamas la habían castigado de esa forma. ¿Todo por haberse olvidado de los mensajes de Jin? ¿Todo porque Taehyung era su amigo?
Quiso llorar, pero se trago las lagrimas que quemaban en su garganta.
Jisoo miró una ultima vez a Jin con decepción, y entonces, subio las escaleras sin mirar a nadie, para cerrar la puerta de su habitación y ponerse a llorar en silencio bajo su almohada.
Su corazón dolía. Porque sabía que, ahora que sus padres tenían una muy mala impresión de Taehyung le harían la vida imposible para que no lo viera nunca. Jisoo se sentía muy triste, pero sobre todo, se sentia traicionada por Jin.
Jin era su amigo... ¿Por qué mentiría de esa forma? ¿Porque se pondría del lado de sus padres y la lastimaría sin pensarselo?
Ese día Jisoo se durmió con el estomago vacio. Pero a pesar de ello, lo ultimo en lo que pensó antes de cerrar los ojos, fue en la bonita sonrisa que tenía su amigo Taehyung.
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