Capítulo 9
[A la mañana siguiente...]
Después de haber sido sentada sobre la cama de la pareja donde ambos le estaban mirando a la vez que Lovekov le ofrecía un dulce. Manteniéndola vigilada de reojo, Alisa decidió discutir la situación con Adam a una distancia alejada de la niña con Lovekov jugando con ella.
Alisa: Oye,. ¿Qué piensas al respecto...?
Adam mordisqueó sus labios con una seria expresión recordando a los niños que se quedaron huérfanos en una ciudad siendo atacadas por esos seres llamados Savage, pero pronto hablo, con su cara desalentada.
Adam: No... parece tener ninguna herida grave o algo así. Pero, con esas reacciones... es como si ella estuviera... traumada...
Alisa: Si... también pienso así, huh...
Adam: Maldición.
El rostro de Adam se distorsionó, aparentemente al borde de las lágrimas recordando cuantas veces había puesto a su hermana y sobrina en peligro desde que se convirtió en Rider.
Adam: En mis viajes... he visto muchas cosas horribles... pero esto es... lo peor. Esto es simplemente demasiado cruel... Una niña huérfana e inocente, sola...
Al ver que los ojos de Adam se volvían llorosos, Alisa sintió algo desbordándose de su pecho también. Y envolviendo sus brazos alrededor de Adam, ella habló.
Alisa: Todo estará bien, Adam... Si somos nosotros, sin lugar a dudas hay algo... que podamos hacer por ella.
Adam: Sí. Creo que tienes razón...
Adam levantó su cabeza y sonrió débilmente, poniendo su mano sobre el hombro de Alisa y luego regresó a la cama donde Lovekov se hizo a un lado. Alisa lo siguió desde atrás.
El fue a la cámara, y se sentó al lado de Alice e inició una conversación con una voz energética.
Adam: Aah, Alice... ¿Puedo solo, llamarte Alice?
Levantando su vista de Lovekov, Alice asintió.
Adam: Ya veo. Entonces, Alice puede solo llamarme, Adam.
Alice: Ada... n.
Adam: Es, Adam.
Alice:...
Alice puso una expresión acomplejada y se quedó callada por un momento.
Alice:... Alan.
Adam mostró una gran sonrisa y puso su mano en la cabeza de Alice, pareciera que no había ido a la escuela en este tiempo o le enseñaron lo básico.
Adam: Tal vez eso era un poco difícil. Si quieres puedes, llamarme de la manera que te resulte más fácil.
Alice una vez más reflexionó por un rato. No se movió ni un poco, aun cuando Alisa recogió los envoltorios de los dulces que Lovekov le había dado, los tiro en el bote de basura que estaba en la habitación.
Poco después, Alice alzó muy despacio su cara y miró a Adam, y con mucha timidez, abrió su boca.
Alice:... Papa.
Luego, se volteó a Alisa y dijo.
Alice: Onee-san es... Mama.
Alisa tembló incontrolablemente. Ella no sabía si la niña les había simplemente confundido con sus verdaderos padres, o quizás... quería que ellos la cuidasen como lo hacían antes los suyos, y los
quería a ellos ahora; pero antes de atender esa sospecha, Alisa trató frenéticamente contener los sentimientos que llenaban su corazón y luchaban por liberarse y asintió con una sonrisa.
Alisa: Así es... es Mamá, Alice-chan.
Lovekov: ¡Love, viva, Love!
Al oír eso, Alice rompió en una sonrisa por primera vez. Bajo su liso flequillo, sus previamente inexpresivos ojos relucieron con chispas, y en ese instante, el color pareció volver a su rostro con rasgos de muñeca.
Alice:... ¡Okaa-san!
Viendo los brazos extendidos hacia ella, Alisa sintió una violenta sacudida de dolor dentro de su pecho.
Se debía a que ahora, Alice los consideraba sus padres tras haber perdido a los suyos hace un año tras el ataque de los Noises.
Alisa: Uu...
Conteniendo con todo las lágrimas que amenazaban a desbordarse, de alguna manera logró preservar su sonrisa. Cargó la pequeña figura de Alice de la cama, y al momento que la abrazaba con firmeza, Alisa sintió una sola gota, llena con un remolino de diferentes emociones, derramarse y trazar un hilo en su mejilla.
Al terminar de tomar su leche caliente y comer su pequeño bollos que Lovekov le había traído, Alice pareció comenzar a tener sueño de nuevo, ya que su cabeza comenzó a balancearse de un lado al otro, mientras se sentaba en la cama.
Viendo el estado de la niña mientras se encontraba acostada al lado opuesto de la cama, Alisa se limpió sus ojos con una temblorosa mano y volteó a mirar a Adam, a su lado.
Alisa: Y-yo...
A pesar de abrir su boca, no era capaz de formar las palabras que quería de manera adecuada.
Alisa: Lo siento, es solo que, no tengo idea, acerca de qué debería hacer...
Adam: Parece que ahora nos toca hacer de padres, je. ¿Quién lo diría?.
Ambos jóvenes estaban felices mientras Lovekov estaba girando de alegría al saber que su dueña había conseguido algo más que amar a parte de Adam.
Adam estaba pensando en cómo reaccionaria su hermana si se enteraba que ahora era tía de una niña que rescato de unos seres que mataron a sus padres.
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[Más Tarde...]
Moviéndola a la cama, Alice durmió toda la mañana, y preguntándose si ella había caído en coma otra vez, Alisa se preocupó nerviosamente; pero por fortuna, se despertó justo cuando los preparativos para el almuerzo fueron completados.
A pesar de que Alisa horneó un pastel, el cual rara vez su hermana laboraba antes cuando aprendió a cocinar, especialmente para Alice, cuando la niña tomó su lugar en la mesa, en lugar del pastel, mostró un mayor interés en un sándwich, rellenado hasta el tope con mostaza, que Adam estaba mordiendo con toda felicidad, desconcertando a la pareja.
Adam: Ah, ¿Quieres de esto?. Perdón, esto está realmente picante.
Alice: Uu... yo quiero, lo mismo que Otoo-san.
Adam: Ya veo. No te detendré si es que ya te decidiste. Todo es una experiencia.
Alcanzándole un sándwich, Alice amplió su menuda boca todo lo que pudo y le dio una mordida sin siquiera una sola señal de titubear.
La pareja sostuvo su aliento mientras la observaban, mientras que Alice, masticando la comida con una expresión acomplejada, finalmente logró tragarla de una engullida y puso una alegre sonrisa radiante.
Alice: E-Esta bueno.
Adam: Ohh~, Tienes bastantes agallas, igual que Ai.
Adam también sonrió mientras frotaba la cabeza de Alice.
Adam: Te reto a algo y tengamos una cena completa de comida súper picante, si es que puedes hacerlo.
Alisa: ¡Cielos, no te dejes llevar! ¡No hay forma de que haga algo como eso! ¡Además de que tenemos que prepararnos para nuestro siguiente viaje!
Pero si fueran a encontrar a los guardianes de Alice en cualquier lugar, los únicos que regresarían aquí serían sólo ellos dos. Pensándolo así, Alisa sintió un toque de soledad pasar por su corazón.
Alisa se giró hacia Alice, quien decidió acabar con el resto del sándwich y bebía un poco de té con leche con una mirada satisfecha, antes de hablar.
Alisa: Ya se, Alice, cuando lleguemos a la otra ciudad, salgamos a comprarte algo de ropa.
Alice: ¿Otra ciudad?
Viendo directo a la cara confundida de Alice, Alisa se detuvo, preguntándose cómo explicárselo cuando Adam le interrumpió.
Adam: Básicamente, nos alistaremos en un rato para irnos a otro lugar.
Alice: Ya veo. ¿A dónde?.
Alisa: Aun no sabemos, siempre terminamos en lugares al azar, así que será algo sorpresivo.
Estando aún todavía confundida, todos terminaron de almorzar, para tiempo después, verse el trío salir del departamento con sus cosas cerrando la puerta con llave donde Alisa, guardo la llave en su falda.
Bajaron las escaleras hasta dar al primer piso y se dirigieron hacia la puerta de la casera a la que llamaron a la puerta.
Adam tenía a Alice encima de sus hombros quien estaba sonriendo al ver el suelo desde la altura de su ahora padre adoptivo.
En unos segundos, la puerta se abrió revelando a la caseta quien fijo su vista hacia la pareja viendo que tenían a una pequeña niña de cabellos rubios encima de los hombros del castaño.
-Ah, Alisa-san, Adam-san, buenas tarde, ¿necesitan algo? - preguntó de manera cortes mirando a la pareja quien le extendió las llaves qué hizo que arqueara una ceja.
Alisa: Si, de hecho.....nos tenemos que ir, surgieron algunas cosas que tenemos pendientes.
La casera tomo las llaves de la mano de Alisa estando algún confundida, y decidió preguntarles.
-¿Cuándo volverán?
Adam: No lo sabemos, pero si no llegamos, puede darle el departamento a quien lo necesite.
-Ya veo. Bueno, que tengan buen viaje, espero que regresen pronto.
Alisa: Nn, gracias.
Asintiendo y despidiéndose de la casera que cerró la puerta, Alisa, Adam y Alice fueron a un callejón donde nadie los viera.
Adam creo una cortina aurora detrás de ellos donde estos desaparecieron con Alice quien miro esto algo curiosa viendo que algunas imágenes pasaban demasiado rápido a su alrededor.
Pará al final, se viera una salida al final de este túnel boreal donde se veía la imagen de una ciudad algo futurista, y al cabo de unos momentos, ya había llegado a su destino.
Los tres salieron del callejón donde las cortinas auroras pasaron por encima de ellos cambiando sus apariencias a las de este lugar, excepto a Alice quien se quedo confundida ante este suceso.
Alice: Mamá, papá. ¿Porque cambiaron?.
Alisa: Porque es para pasar en cubiertos, pero no funcionó en ti, por lo que debemos comprarte algo de ropa para que tengas algo en ti en vez de tu vieja ropa.
Alice: Y ¿A dónde iremos?.
Adam: ¿Qué tal ahí?. - apuntó aun edificio gigante qué que estaba algo cerca de donde estaban. - parece que ahí venden mercancía, podemos comprar algo para Alice.
Alisa: Buena idea, vamos.
Tomando la mano de Adam quien aun tenía a Alice sobre sus hombros, empezaron a caminar hacia el edificio que sobresalía por encima de todos los demás que eran medianos y pequeños.
Pero en realidad, en donde habían terminado, era en una gran isla artificial llamada Isla Itogami.
O más bien conocida como El Santuario Demonioaco, donde seres sobrenaturales viven en paz con los humanos.
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