¿Cuantas veces  has dejado que el que dirán sea lo que ha regido tu vida?
Esta vez voy a hablar de algo que jamás he compartido con nadie.
No será como lo último que he contado, solo me refería a los demás y como me he sentido según su trato.
Sin embargo cuando me refiero a mi misma, es algo que me cuesta hablar, no es fácil abrirse en canal. Tampoco deseo contar intimidades, eso ya es que ustedes lectores sepan demasiado de mi.
En la mentirosa, mi última novela y seguro que  habeis leído. Mi protagonista soltó que no era feliz del todo por vivir aguantando las peleas de sus padres, los mismos que seguían juntos aparentando llevar una vida familiar ejemplar cuando ya no se respetaban. Ya que Domingo le era infiel a su esposa.
Leila no era feliz a pesar de tener amigos y a sus padres juntos.
No es nada del otro mundo que hay casos así. El que he vivido sin embargo no puede compararse.
Es cierto que jamás he contado como era la relación de mis padres, si hablé de los mismos. Ambos ya no están conmigo después que el Cáncer se los llevó.
La verdad no deseo hablar de como era su matrimonio por respeto a su memoria pero si os diré que nunca fui feliz antes y después de que mi madre se fuera de mi lado. Sabéis que ella me sobreprotegio demasiado y por eso no fue fácil despegar mís alas.
Al Principio salía con chicas o en alguna ocasión lo hice con mi hermano mayor que en aquel entonces ya tenía alguna novia.
Sin embargo cuando pasaron los años conocí a personas muy diferentes, eso creo que lo escribí o no.. Bueno comencé a vivir experiencias y de ahí fui queriendo explorar más. Pase de tener amigas de mi edad a tener amistades de valores distintos. Ya sabéis gente maja pero que tienen algún vicio que seguro os imagináis.
Ahora no penséis que me meti en cosas raras, jamás. Eso si he tomado alcohol como cualquier joven pero ya tenía veintitantos.
Pero vamos al Meollo porque sino aqui cuento casi todo.
Después de eso tuve una relación que duró siete meses Y la verdad lo pasé bien y mal. Sin embargo no espere que las cosas cambiaran tanto.
Más adelante empecé a trabajar y por aquel Entonces estaba hospedada en casa de una de mis tías. No preguntéis el Porqué ya que Nunca os responderé a eso.
Bueno el Caso es que cuando salía del trabajo siempre algún compañero o el jefe me llevaba a casa (lademitia). Para poder responder a la cuestión que puse al  Inicio, os diré que mi santa tía puso en entredicho mi comportamiento.
Luego cuando regrese a casa de mi padre me dijo una vez que si me subía en el coche de los mismos es que iba buscado lio con ellos. De ese modo me sentí como si estuviera haciendo algo malo aunque ya me sentí así una vez que regrese a casa de madrugada y mi padre y mi hermano salían a trabajar.
Eso tiene cojones, cuando solo mantuve una sola relación y jamás me atreví a tener otra relación y mira que me presentaron más candidatos.
Aunque me hubiera enrollado con el Jefe o con algún compañero del Trabajo cosa que no ocurrió.
Era mi vida, y no tenían derecho a juzgarme.
Sin embargo a mis hermanos no lo juzgaron, eran hombres.