Nunca he dejado de escribir, este año 2019 fue decisivo.
Estuve ocupada pero no olvidaba mis historias. Es placentero describir emociones.
He publicado Capitulos de la vida de muchos personajes pero Jamas de la mía.
Escribí un diario, cualquier escritora que se precie lo debe hacer Sin embargo lo hago como terapia.

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Al principio ganaba optimismo y ya no cabía en mí tristeza alguna.
Después de morir mi padre las cosas no fueron bien. Demasiada tensión entre hermanos etc.
Un lío pero me dediqué a trabajar, a ocupar mi tiempo.
Distracción y distracción, eso querian para que me olvidará de otros asuntos.
Todo parecía ir bien hasta que me cerciore del resultado de todo.
Ejemplo: hasta que no vea el resultado de todo no estaré en paz conmigo misma.
Esto lo escribí en mí diario sabiendo a lo que me refería.

No os habéis sentido alguna vez con desconfianza y habéis pensado mal de alguien y al final termina siendo cierto. Pues lo comprobé, me llevé el palo de cierta  persona que se traicionó a si misma.

Lo último que dejé escrito en este mes de septiembre sólo fue lo que sentía.
Pienso que la confianza se gana, el cariño también y parte de esas personas a las que crei me fallaron.

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En los primeros meses apenas  permaneci en casa y de ese modo no te das cuenta de su no presencia pero eso no hace que duela el recuerdo.
Te adaptas a llevar una vida solitaria cuando no convives con tu familia.  Quizás pensaron que era mejor no darme alas, siempre con eso de no compres ese libro que te haga sentir más tú y te devuelva la autoestima que perdí a causa de lo que viví.
Si ya te acostumbras a no esperar nada de nadie. Y si te ayudan por casualidad lo hacen por ellos mismos.
Jamás olvidaré esos momentos donde me querían convencer de cosas, como también te echaban en cara lo malagradecida que eras.

Ahora necesito alejarme de ellas por mi bien.. Seguiré este consejo: la vida es como un viaje en globo y hay que soltar el lastre para no caer en tierra.