¿Te gustaría ser famoso? ¿De qué forma?

Chris no puede evitar reír cuando lee aquella pregunta, ¡bienvenida la ironía!

—Después de mi respuesta debes dar la tuya, ¿sabes? Nada que ver con la actuación —le advierte la chica.

—Pensé que no me habías reconocido —admite él con cierto toque de decepción.

—¡Por favor! Tu cara está por todos los cines, jugueterías, internet, televisión, en fin, imposible no reconocerte —dice Rose sonriendo —. Pero, a decir verdad, cuando me acerqué a ti no tenía idea de quién fueras, simplemente vi un sujeto con gorra y barba —murmura.

—¿De verdad?

—Sí, así como me ves tengo miopía y ayer mis lentes pasaron a mejor vida, estoy esperando los nuevos y ante mi negativa de usar lentes de contacto, me veo en la necesidad de ver de lejos figuras sin rostro —le confiesa y Chris ríe.

—Te creo —murmura.

—Ahora mi respuesta —dice la chica y toma un trago de su café —. Sí me gustaría ser famosa, probablemente una famosa escritora, ya sabes, que la gente lea lo que escribo, que sueñe y viva con mis historias, sería una experiencia impresionante. ¿Y tú?

—¿Si te digo que deseo ser un famoso actor cuenta como respuesta? —cuestiona y ella niega con una sonrisa —. Creo que, de no ser actor, hubiera sido pintor, ya sabes: cuadros, dibujos, arte, exposiciones. Con mis obras expuestas en los museos. Un pintor famoso —murmura.

—¿A lo Da Vinci? ¿Van Gogh? —cuestiona ella.

—No lo sé, son estilos muy diferentes. Me gusta dibujar paisajes y personas, he recibido bastantes halagos y puedo presumir que más de la mitad no vino directamente de mi madre —afirma causando que ella ría —. Ahora soy un simple aficionado que dibuja o pinta en sus tiempos libres o como método de relajación, pero supongo que si me hubiera dedicado a eso, mi técnica sería mejor.

—Mis intentos de historia nadie las lee, están escondidas en una carpeta, dentro de otra carpeta en mi computadora, y están respaldadas; un diario de mis vivencias se convirtió en una trama similar a Doctor House o Grey's Anatomy —confiesa Rose.

—Algún día debo leer eso —murmura el rubio y le guiña el ojo a la chica.

—Sólo si tú haces un dibujo para mí —responde la chica y le devuelve el gesto.