Cantidad de palabras: 500 (¿vieron eso? eso es ser bárbaro)
Advertencia: Ninguna

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Al final del día, las cosas habían acabado bien.

Sam, por primera vez, no midió las consecuencias que sus acciones podrían traer. No tuvo tiempo para pensar de lo feliz y emocionado que estaba: había volado directamente hacia Bucky, tomándolo en sus brazos y lo había levantado en el aire de pura alegría. Por su mente no cruzó la idea del miedo que Bucky le tenía a las alturas.

Estaba gritando emocionado cuando el castaño se había aferrado a él como si su vida dependiera de ello, o más bien, realmente su vida dependía de ello.

—¡Lo logramos! ¡Lo logramos!— Sam gritaba, pero Bucky no podía responderle por más que quisiera. Entre tantas cosas que el moreno seguía diciendo, solo una de ellas hizo que el castaño pudiera olvidarse de la situación en la que estaba: —¡Si pudiera te besaría!

Solo entonces, la realidad golpeó fuertemente en la cabeza de Sam y se quedó quieto en el aire. Ninguno de los dos pronunciaba ninguna palabra.

Eso, hasta que Bucky pudo romper el silencio en un susurro. —¿Qué dijiste?

Sam no contestó, y rápidamente descendió hasta poder a Bucky en el suelo quien aún seguía en shock por todo lo que acababa de suceder esa noche.

—Lo siento, no quise decir eso. No era mi intensión hacer todo aquello, de verdad lo siento, yo...— Comenzó a narrar como disculpa, Bucky solo lo veía como esperando algo. ¿Por qué no solo se iba y ya? ¿Por qué se quedaba esperando la respuesta de Bucky?

—¿Quién dice que no puedes?— El castaño interrumpió, haciendo que el moreno guardara completo silencio mientras trataba de entender si eso de verdad estaba sucediendo.

—¿Qué?— Fue lo único que pudo salir de su boca. Entonces, Bucky comenzó a ponerse nervioso, ¿no era una broma desde el inicio? ¿Algo automático?

—¿Quién dice que... que no puedes besarme?

—¿Me estás dando permiso?— Sam sonrió, casi con una esperanza.

Bucky se encogió de hombros, pero era casi como si le estuviera diciendo que si. En realidad, él si quería ese beso. Desde hace mucho pero no había sido capaz de darse cuenta. Y antes de que pudiera hacer o decir algo, Sam se acercó a él y sin dudarlo, lo besó. A pesar de que ya sabían que aquello pasaría, el beso siguió sintiéndose esporádico y como una sorpresa. Se dejaron llevar, cerraron sus ojos y sin darse cuenta se abrazaron.

Se separaron lentamente de aquel beso segundos después. Sin separarse de aquel abrazo, Bucky recargó su cabeza en el otro, estaba cansado y al mismo tiempo sentía que estaba en las nubes y sentía un mar de emociones al haber sido besado por Sam.

—¿Besas a tus compañeros después de alguna misión?— Preguntó Bucky por mera curiosidad.

—No. Pero tú eres más que un compañero.— Aseguró Sam completamente seguro de la verdad y de lo que sentía que estaba confesando.

—Felicidades. Lo lograste.— Susurró suavemente.

—Lo logramos.— Sam corrigió, y sintió como Bucky reía en su hombro.

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