•Secreto•
Aun quedaban horas para que el sábado acabará, normalmente muchos chicos de su edad solían ir de fiesta, solían salir al cine o a irse con amigos a pasársela con por ahí, pero él nunca fue de esa clase de cosas, ni con Jeff ni con Gretchen solía salir, tal vez porque no sentía que fuera necesario, pero en el fondo sabía que eso lo hacía sentir solo.
Solo recordaba que amaba los fines de semana por su madre, ella todos los fines de semana preparaba palomitas de maíz y veían películas y caricaturas desde el atardecer hasta altas horas de la noche, le gustaba mucho llegar hasta esos días de la semana.
Claro que toda la semana su madre se iba a trabajar al laboratorio junto con su padre, aunque no por eso ella dejaba tanto tiempo a solas a sus retoños, ella solo tenia un horario (propuesto por el mayor de la familia Membrana) por lo cual no descuidaba a sus hijos. Vaya, si su madre supiera que su padre los descuido demasiado, su madre quizás habría vuelto de la tumba para "castigarlo" como ella hacia cuando el científico no llegaba a cenar o algún otro asunto familiar.
Vaya pareja que hicieron esos dos cuando su madre estaba con vida...
Siempre quiso saber que vio su madre en aquel chiflado y demente científico cuyo ego esta por los cielos, tanto que, con el hecho de ser mencionado su apellido, de inmediato todos lo relacionan con su progenitor, al principio era bueno, pero después se volvió nefasto.
Todos esperaban que fuera un chico normal, con inteligencia como la de su padre, técnicamente todos querían que Dib fuera exactamente como su padre, que fuera idéntico a él, pero en el fondo, él deseaba ser muy diferente a su chiflado padre, nunca le gusto la idea de que siempre lo reconocieran por ser el hijo del mejor científico.
Volviendo a la realidad el joven miraba desde el techo aquella ciudad que empezaba a alumbrarse, sus pensamientos sobre cómo le diría a Tak sobre la nave estaban en su mente, bombardeándolo una y cada vez ¿Seria egoísta de su parte no decirle? Peor aún ¿Por qué quería que ella se quedara con él?
Ahora que lo pensaba, nunca se intereso en tener a alguien con el cual convivir, ni mucho menos pensó en encontrar una pareja, a pesar de que la chica con frenos demostró sentir amor genuino por él, nunca correspondió a sus sentimientos, incluso cuando la rechazaba ella estaba ahí para apoyarlo siempre, fue la única de su clase que verdaderamente le creyó sobre Zim, como también fue la única a la que le dolió su partida.
Ahora entendía el porque nunca quiso una pareja, lastimaría a cualquiera que se atreviera a quererlo, tal como lo hizo con la pobre de Gretchen, esa pobre chica solo lo quería y él la desprecio, pero sobre todo la lastimó de una forma horrible.
Ahora entendía él porque siempre estuvo solo durante mucho tiempo, él podría dañar a las personas que lo quisieran sin querer, y ahora iba a dañar a Tak si no le decía sobre su nave.
Mantenerla con él en la tierra podría ser una forma de mantenerla cautiva y sin querer siendo su prisionera. Eso también debía ser una nueva forma de tortura para ella, retenerla en contra de su propia voluntad para no sentirse solo, era un acto egoísta y mezquino.
Debía decirle la verdad, quizás eso ayudaría a que ella tuviera una mejor vida, aunque eso lo dejara solo de nuevo.
La ciudad lucia esplendorosa desde el techo de aquella casa, todo su esfuerzo para hacerla habitable, no fue en vano, se sentía orgulloso de su esfuerzo, sin mucho una ligera sonrisa apareció en su rostro
– ¿En qué tanto piensas? – la voz de aquella fémina sorprendió al chico de lentes.
– ¿Qué haces aquí?
– me aburria abajo estando sola
– pero ¿si alguien te descubre?
– podría argumentar que es un disfraz, todos creerán que soy alguien extravagante
te aburrirás estando aquí – dijo él en susurro
Ambos miraban tranquilamente aquella parte de la ciudad, debido a que la mayoría de los hogares eran relativamente pequeños, se podía apreciar los edificios de aquel lugar, sin decir alguna palabra, ambos veían aquel paisaje, Dib de vez en cuando veía de reojo a la chica, en cierta forma se sentía culpable, pero debía hacer lo correcto, le iba a doler, pero entre más rápido lo sacara de su sistema más rápido podría acabar con su pesar.
– Dib... platícame sobre tu creadora
– ¿mi creadora?
– ya sabes, la mujer de las fotografías
– te refieres a mi madre, bueno ella era una mujer dulce y carismática, pero no había día en la que no gritara consumida por la ira, a pesar de tener un carácter fuerte y dominante, era una mujer cariñosa y muy sobre protectora
– dime algo ¿Por qué murió?
Eso dejo sin palabras al chico, tenia un nudo en la garganta, realmente odiaba recordar la manera en la que su madre había muerto, más que nada por que él era un niño cuando eso sucedió, fue un golpe muy duro para toda su familia, pero sobre todo porque sintió que él era culpable.
– ¿Dib?
– Mi madre murió por culpa de una enfermedad, cuando era niño, mi padre me contó que yo tuve un accidente, caí en un lago sucio, mi madre entró para salvarme, yo casi no tengo recuerdos de aquella ocasión... debido a eso – trató de articular algunas palabras – una bacteria se alojo en uno de sus pulmones, mi padre trato de encontrar la cura, pero en sus intentos aquella bacteria se hizo más fuerte, mi madre estuvo en cama durante casi dos años, hasta que un día, sus pulmones fallaron y ella...
Tak observo como las lagrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, le costaba mucho tratar de continuar, sentía que no podría seguir narrando aquel suceso que cambio su vida de manera trágica.
– hasta que tu madre falleció
– Mi padre no descanso ni un solo día, quería encontrar una cura, sin embargo, no lo logró, mientras mi madre estaba en el hospital, tuve que cuidar de mi hermana, tuve que aprender a valerme por mi mismo... pero nunca pude aprender a vivir sin mi madre – las lagrimas brotaban con más intensidad.
Tak analizaba cada palabra dicha por él humano, pudo sentir su pesar, quizás no fue buena idea preguntarle sobre su madre, era como un secreto que no debía investigar.
Lamento mucho si mi curiosidad es muy agobiante – sin pensarlo la chica abrazó al joven terrícola, no quería soltarlo, realmente no quería herirlo, no después de que él la salvara y cuidara de ella.
– No tienes por que disculparte, sabes, pienso que quizás ella este en algún lado, a veces me gustaba venir al techo para saber si ella me observaba, aunque sé que es "científicamente imposible" que ella lo haga yo nunca perdí la esperanza.
Comenzó a sentir como una pequeña sensación de irritación comenzó a sentir en su cabeza, al alzar la mirada la chica de ojos morados pudo observar que algunas lágrimas, resbalaban del joven Membrana.
Por primera vez, sintió que podía empatizar con alguien, una parte de ella se sentía absolutamente tranquila de que fuera él y no cualquiera que podría lastimarla fácilmente.
Ambos permanecieron en el techo un momento, el silencio era lo único que reinaba entre ellos dos, ninguno dijo una sola palabra, realmente no eran necesario que ambos se digieran algo, aunque la culpa los estaba carcomiendo por dentro, no podían evitar sentir un poco de paz en aquel silencio.
– ¿Puedo hacerte una pregunta Tak?
– ¿Qué sucede?
– hipotéticamente hablando, si, encontráramos tu nave ¿tú? – no sabia como continuar por que sabia que en el fondo no deseaba que ella se marchara
– ¿me estas diciendo que si encontrara mi nave?... Yo no dudaría ni un segundo en encontrar algo mejor
Eso temía, sus mas profundos y terribles temores se estaban haciendo realidad, él no deseaba que ella se fuera, se acostumbro a tener a alguien que lo esperara, tan solitario era vivir, que ahora que tenía a alguien que llenara ese vacío, una parte de él se sentía aun mas miserable, sin querer una lagrima rodó por su mejilla.
– ¿Estas bien?
– Si, yo, creo que iré a dentro esta empezando a bajar más la temperatura
La Irken solo lo seguía con la mirada, era extraño que él le preguntara sobre su nave, aunque también puede que lo hiciera como mecanismo de defensa, puede que incluso ya no la quisiera cerca, debido a que le hacia preguntas sobre su progenitora y quizás, solo quizás, Dib sentía la tristeza sobre la muerte de su madre, no entendía del todo a los humanos, ya que eran una raza poco agraciada ante los ojos su especie.
A veces desearía ser un humano para tratar de comprender mejor su estilo de vida.
Una vez adentro, él joven realmente se sentía destrozado por dentro, era un dolor terrible, por primera vez se sentía apoyado, pero al saber que tenia la responsabilidad de decirle que ella podría irse, lo hizo sentir miserable, aunque podría guardar muy bien el secreto, de ante mano sabia que era un deseo egoísta de su parte, él no era un ser mezquino y egoísta ¿cierto? Solo trata de mantener las algo que quiere ¿cierto? ¿Acaso quiere a Tak con él? O es que en realidad sentía amor por esa chica...
– Por saturno ¿Qué debo hacer?
Estaba más confundido que nunca, y eso era algo que no debía sentir en estos instantes, necesitaba hallar respuestas, pero por más que lo intentara quedaba más confundido que nunca.
Continuara...
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