• Mentira •
Tras lo ocurrido en la base de Zim, las cosas entre la guerrera Irken y el joven humano, comenzaron a estar tensas. El regreso a casa no fue ni un tanto tranquilo ni mucho menos una avalancha de preguntas. Ambos estaban en un gran silencio, ninguno de los dos quería romper con ese ambiente;
Dib no se atrevia a mirar a la ex invasora, quien apenas le dirigía las miradas, todo indicaba que ella estaba molesta, sin embargo el chico terrestre iba a cumplir con su palabra de ayudarla a reparar su nave. Tal vez lo hacia por humanidad aunque en el fondo era mas para poder salvar lo poco que le quedaba de conciencia. Al llegar a casa dada quien se dirigió a sus respectivos espacios, ninguno de dijo una sola palabra, cada uno no sintió la necesidad de hacerlo.
El ambiente era demasiado hostil, sin embargo él no había dejado de lado las necesidades de la invasora, quien estaba cohibida de toda la ayuda, comenzó a resentir toda la situación, ella estaba hecha un mar de emociones, entre querer asesinar al humano, hasta en desconfiar de él, todo gracias a las revelaciones de varios secretos que aun se tenían, difícilmente para ella volvería a confiar en él.
Esa tarde en particular, el chico observaba el calendario que tenía pegado en la puerta de su alcoba, aunque mucha gente usaba las aplicaciones de sus teléfonos o algún dispositivo móvil para llevar su agenda, él preferiría aquellos pedazos de papel ya que se le hacia más fácil organizarse. Notó que la fémina irken casi llevaba un mes viviendo con él.
Un largo suspiro involuntario se escuchó en la silenciosa habitación, tanto que ya habían pasado, tantas emociones; buenas; malas; tanto que ambos se confesaron y se dijeron... tanto por vivir y tanto por compartir. Sin embargo aquello provocó que Dib frunciera el ceño, realmente tener a Tak casi todo un mes casi provocaba que él se quedará más arruinado financieramente, desgraciadamente apenas sabía como arreglárselas, pero honestamente la hubiera ayudado de todas formas; lo habría hecho sin ninguna obligación, ahora que lo veía más a fondo, realmente no quería reprocharle nada pero necesitaba que ella se fuera, no sabia si era porque realmente quería ayudarla o solo para limpiar su conciencia, sus pensamientos fueron interrumpidos cuando el tono de su celular comenzó a hacerse más evidente, giro la cabeza hacia el aparato, aquello provocó que Dib sintiera desconfianza, en la pantalla de aquel móvil las palabras "desconocido" aparecía, sin embargo su curiosidad pudo más y contesto la llamada.
...
Estaba en una sesión de imprevisto, pero agradecía que la psicóloga lo hubiese llamado, estaba tan lleno de emociones que por primera vez se sentía aliviado que alguien más lo quisiera ayudar, aunque sabía que era su trabajo no dejaba de darle méritos a la especialista.
— Gracias por la sección
— te llame porque me quede un poco intrigada con — la mujer hizo una pequeña pausa — lo que me contaste
El chico la miró algo desorientado, no sabia como reaccionar sin embargo procedió ante aquella mujer.
— ¿Qué le interesa saber? — cuestionó el adolescente
— me dijiste que hiciste algo para que alguien dejara de ser un dolor en el trasero ¿quiero saber que hiciste?
Aquello realmente era más un interrogatorio que una simple sesión de "emergencia", con cuidado el muchacho comenzó a pensar en las palabras correctas, no quería que aquella mujer pensará que él había matado a alguien.
— ¿Alguna vez se ha sentido presionada? bueno, eso sentí, me sentí presionada por mi padre, por querer encajar, me sentí presionado sutilmente de que debía salvarme, tenía un compañero, que no hacia más que molestarme, ya tenía mucho peso y ese tipo solo hizo aumentar más mi presión
— ¿Por qué no se lo contaste a alguien? — inquirió aquella profesional
— Lo hice nadie, nadie me creyó
— ¿Por qué no me cuentas más sobre eso? Yo te creo ahora
Esa simple frase las habría amado escuchar cuando era un niño, pero llegaron muy pero muy tarde, Dib echo su cuerpo hacia atrás, realmente no sabia como actuar ahora, no le gustaba jugar con la persona que tenía adelante, pero ya no quería parecer un demente frente a otra persona, ahora quería vivir una vida normal, o al menos fingir que es normal.
— Vera, lo que sucedió es que ese "chico" esta... bueno no me mal interprete pero él acabo en el hospital, le regrese el daño que me hizo en una comida, le puse un sedante, era un niño algo tonto y bueno ya sabrá lo que paso... pero le aseguro que esta bien o eso quiero creer
La señorita que estaba escuchando atentamente miró por un momento al muchacho, Dib por su parte estaba algo nervioso, no sabía si su pequeña mentira sería creíble, aunque por la forma en la que lo miraba, quizás ya se abría dado cuenta.
— ¿Me dirás el nombre de ese chico?
— ¿Es necesario? — respondió el muchacho algo nervioso
— Vamos ¿Estamos progresando no? — respondió ella tranquila
Dib se sentía atrapado, pero si ya había metido la pata, tenía que meterla hasta él fondo.
— Zim, su nombre es Zim...
Tras aquello la doctora comenzó a escribir en su tableta, aquella acción solo confundió al chico, se sentía como un ciervo atrapado por los faros de los cazadores, ¿Qué debía hacer a continuación? ¿Seguir mintiendo? ¿Decirle la verdad y que lo crean un loco otra vez?
— Dime Dib ¿hay algo más que me quieras contar?
Sin relajarse, solo negó con la cabeza, ya no quería estar con aquella mujer, realmente deseaba que todo ese asunto terminara, ya había enterrado su pasado muy profundamente, pero al parecer ese pasado estaba empezando a salir, amenazándolo una vez más.
Al ver la actitud tan estresada de Dib la psicóloga le ofreció una bebida que tenía en un pequeño frigobar que escondía debajo de su escritorio.
— anda, bébelo, siento que lo necesitas ahora
Con mucha desconfianza el azabache de lentes lo tomó sin dejar de estar alerta.
Ella continuo con la sesión de preguntas cosa que seguía sin responderle con la verdad, ya tenía tanto en la cabeza para sumarle más preocupaciones.
Tras unas largas dos horas, por fin habían terminado con aquella sesión, el humano realmente estaba agotado, su rostro estaba pálido, durante aquella "charla" él iba pensando de manera meticulosa lo que habían platicado, si alguien le preguntaba que le dijo no lo recordaría completamente, así que esperaba que ella no sacara el tema nuevamente o su versión distorsionada de la realidad quedaría en pedazos y tendría que crearse otra historia.
De camino a casa trataba de relajarse, aun quedaba resolver el asuntó de Tak, toda esta experiencia lo estaba atormentando cada vez más.
Camino rumbo a su hogar, observando todo a su alrededor, quería despejar su mente, en una de las esquinas próximas, observo un letrero de "se busca empleado" en una de las ventanas de una tiendas de libros, el tema del dinero también se le vino a mente, poco a poco estaba agotando sus reservas, necesitaba más si quería sobrevivir y cumplir con sus necesidades básicas.
Tan pronto como llegó a casa, se acerco al comedor, la comida que le había dejado a la ex invasora seguía en la mesa sin ser tocada, junto con otras cosas que también le había preparado, sin pensarlo dos veces comenzó a caminar al patio, decidido a arreglar la nave.
Comenzó a sacar todo lo que tenía, poco a poco intento ir visualizando que estaba dañado y que aun servía, comenzó reparando el motor de la nave que estaba hecho un caos.
Mientras tanto, la ex invasora seguía postrada en la cama, quien tras lo sucedido con Zim seguía en un limbo, quería despedazar al humano cabezón, pero por otro lado se sentía igual que cuando estaba con los más altos, la diferencia es que ella ya no era usada con fines sexuales
El ruido producido por la parte del patio llegó hasta la habitación de Tak, de inmediato se levantó a ver lo que sucedía, al salir al patio observo toda su nave hecha trisas, pensaba que él no podría caer mas bajo, aquel humano estaba destrozando su nave aun más, queria gritarle, arrancarle cada extremidad, quería destruirlo, sin embargo al ver que estaba tratando de arreglarla una mezcla de sentimientos y pensamientos comenzó a sentir, era un enorme embrollo que era la mente de la fémina.
Dib seguía concentrado en lo que hacia que no sintió la presencia de la chica hasta que ella se acerco a él, quien de inmediato empezó a sentir un dolor agudo en la mejilla, la Irken le había dado una bofetada, para después intentar irse, sin embargo Dib la detuvo en un agarre de su brazo, no se dijeron nada, solo quedaron así un momento, hasta que instintivamente él la abrazó.
La chica comenzó a sollozar, aquel abrazo fue una muestra de algo indebido, pero a la vez algo reconfortante, ambos rotos, ambos destruidos, ambos perdidos.
— Me merezco todo tu odio — dijo Dib para romper aquel extraño momento.
— ¿Y ahora que hacemos? — pregunto ella un entre lagrimas
— Reparar tu nave, si uno de los dos merece ser libre, esa eres tu
Después de decir eso, Dib se dirigió a la nave para empezar a reparar lo que podía, Tak lo observaba a lo lejos, aun se sentía vulneraba y detestaba aquella sensación, después se unió al humano, viendo cada parte, cada herramienta, cada una de las piezas esparcidas en el suelo, realmente él ya no quería que estuviera atrapada, aun tenia tantas interrogantes, tantas cosas que quería decirle al maldito humano que tenía a lado y a la vez tanto que quería agradecerle.
— Te odio... — murmuro la chica, pero aquello lo escucho perfectamente el humano.
— Lo sé... No te hare cambiar de opinión sobre mi pero te ayudare a salir de aquí.
El resto de la tarde junto con parte de la noche, ambos estaban trabajando en la reconstrucción de la nave, parando solo cuando el humano debía ir al sanitario o cuando necesitaban alguna pieza, improvisaban para algunas piezas o algunas herramientas, ambas mentes estaban fusionadas, a veces se peleaban en algunas ocasiones cuando uno quería tener la razón, era un poco tedioso, sin embargo fue la chica la que dejó las cosas como estaban.
Sin mucho ella se adentró a la casa, la falta de alimentos la estaba agotando más rápido, podría seguir toda la noche pero sin su Pak no le era posible, ella se despabilo en el sillón demasiado cansada, sus parpados apenas podían mantenerse abiertos, lentamente los estaba cerrando.
Dib quien le seguía el paso a la distancia se detuvo al verla, nuevamente observo la comida que yacía intacta en la mesa del comedor, tomó el plato del emparedado que había dejado la chica, se acerco hasta donde ella estaba, le ofreció aquella comida.
— Anda come algo — le dijo con un tono calmado — o si lo prefieres, puedo prepararte algo más
— No, solo quiero dormir — alego ella mostrando cual cansada se sentía
— De acuerdo, te llevare a tu habitación, el sillón no es muy cómodo que digamos — replicó el chico, pero al no recibir repuesta no tuvo más alternativa que cargarla hasta el cuarto.
Dejó aquella comida que traía en las manos, para tomar a la chica con mucha suavidad y tacto, la cargó como si de una princesa se tratara, notando lo liviana que era la pobre irken, una preocupación genuina apareció en el chico ¿Realmente los Irkens eran así de livianos? ¿O quizás ella estaba demasiado desnutrida? En dado caso, debía ponerle provisiones para que soportara el largo viaje a donde fuera.
Con cuidado el chico abrió la puerta de la recamara que usaba la chica, ella estaba algo adormilada, pero podía sentir cada paso que daba, comenzaba a preocuparse de él pudiera aprovecharse de aquella situación, sin embargo cuando su cuerpo fue depositado en aquella cama y observo que él se retiraba se sintió algo tranquila.
— quédate — salió de los labios de ella, sorprendiendo al humano
— ¿Que? — dijo el chico algo extrañado
— Quédate esta noche, hazme compañía
Dib se quedo un momento en la puerta, realmente no sabia que estaba pensando aquella ex guerrera.
— ¿Estas segura de eso? Yo...
No pudo terminar de formular la frase cuando ella lo interrumpió nuevamente.
— No quiero estar sola, quédate conmigo esta noche
El azabache no entendió cual era el plan de ella o si tan siquiera ella estaba pensando bien las cosas, pero lo hizo, con cuidado se acerco a la cama, se sentó en la orilla pensando que hacer a continuación.
— Duerme conmigo — soltó ella adormilada
Quizás Dib se arrepienta después, pero ¿Qué más podría hacer? se quito los zapatos, se acostó dándole la espalda a la chica, pensativo el joven humano observo a la nada, hasta que el sonido de leves sollozos hizo que volteara a verla, ella estaba dormida mientras que unas pequeñas lagrimas salían de los parpados de la chica, aquello provoco un sentimiento de culpa, sin más el joven la abrazó por un tiempo, hasta que finalmente él también se quedó dormido.
Continuara...
Hola mi querida audiencia, ya se, ya se, abra algunos que no les gusté este capitulo, me merezco sus mejores insultos ¿pero que creen? Yo la escribo así que se aguantan (es broma)
Ya me había tardado mucho para tan poquito pero es que realmente no tenía tanto tiempo, entre el trabajo, mi vida en general y mis obligaciones a penas recuerdo lo que es respirar...
En otras noticias ya casi acabamos y eso me pone algo triste, pero dejando eso de lado, tengo planeado subir un one-shot medio cliché de Dib y Tak, pero estoy dudando porque puede que incluya un tono "picante" si saben a lo que me refiero (guiño, guiño) Peeeeerooo pues aun no me decido mis queridos lectores, ya que no se me da bien explicar o más bien describir la procreación, también estoy trabajando en un one-shot de Dib y Gretchen, estuve leyendo algunos comics del invasor Zim y me dio ternura que la niña de frenos se esta interesando en cosas con lo sobre natural.
Hablando de cosas Randoms ¿Alguno de ustedes ya vio un anime llamado DANDANDAN? Yo no, pero el protagonista me recuerda mucho a Dib ¿Seria interesante que cierto cabezón se lo encontrara? Si alguien sube un crossover me gustaría leerlo.
Los quiere esta señorita llamada Dunk Mell (Si soy mujer, lo menciono por si a alguien aun no le queda claro) nos vemos mi querida audiencia
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