-¡Entonces véndeme y cómprate un conejo!

Cerré de golpe la puerta de mi habitación. Siempre era lo mismo, les importaba más su estúpida panadería que yo, ni siquiera les importó que llegara desarreglada, con la ropa sucia y un golpe en la mejilla, solamente me mandaron arriba a bañarme y seguían atendiendo a esos parásitos con esa ridícula sonrisa falsa en su cara.

Fui a golpear mi saco de boxeo buscando sacar toda esta furia que tenia por dentro; de tanta rabia termine tumbándolo al suelo y respirando pesado tratando de estabilizarme; luego de hacerlo unos segundos tomé mis audífonos y con la canción "Highway to Hell" de AC/CD sonando en ellos me los coloque y me acosté boca abajo en mi cama abrazando mi almohada y tratando de concentrarme en la letra.

¿Por qué? Simplemente no lo entiendo.

Si no iba a ser amada entonces ¿Por qué me trajeron al mundo? No logro entenderlo, ¿Solo por cumplir una estúpida obligación "moral" porque es de ley traer un hijo al mundo? De ser así hubiera preferido morir en el parto que ser hija de ellos.

Tranquila, no llores, siempre ha sido así ¿no? Entonces no hay razón para llorar, ya nos habíamos hecho la idea de que no éramos importantes para ellos, así que no lo hagas, no te atrevas a mostrar debilidad. Piensa en lo que más te gusta, eso siempre te alivia ¿no?

De pronto sentí un pequeño peso golpeando mi espalda.

-¿Pero qué mierda! -Me levante furiosa a ver qué cosa era la que había chocado con mi espalda y al visualizar en mi cama encontré una pintura en aerosol -¿Pero qué-? -¿Cómo llegó esa cosa aquí?

Buscando por los lados intentando saber cómo pudo llegar eso a mi habitación, me fije en la ventana de mi balcón encontrándola abierta. Se me hizo raro, recordaba haberla visto cerrada cuando me recosté.

Tomando el bate de beisbol que escondo bajo mi cama, subí a mi balcón preparada para enfrentarme con lo que sea que me pueda encontrar arriba. Al llegar lo único que me encontré fue con la sorpresa de la nada absoluta. Ok, esto es raro. ¿Cómo se pudo ir tan rápido?

Lo único que vi fue una caja llena de pinturas en aerosol. ¿Cómo llegaron esas cosas ahí y quien las dejo? Bueno, supongo que son para mí así que, para adentro. Me servirán mucho para decorar la entrada de la panadería de mis padres.

Antes de entrar a mi cuarto junto con las cosas me asomo a la baranda de mi balcón a ver si no había alguna persona cerca. Quien sea que me haya dejado este regalo aquí debió ser muy rápido porque no logro ver a nadie alrededor.

Finalmente me meto a mi habitación con una sonrisa en mi rostro por la travesura que realizaré mañana gracias a mi nuevo regalo.

Señor desconocido, usted sí que sabe alegrar a una chica.

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Cómo muy escasas veces sucede me fui temprano a la escuela, solo por la razón de evitar el escándalo mañanero que lanzarán mis padres al ver las paredes de su panadería todas pintadas. Me hubiera gustado ver sus caras pero odio el ruido por las mañanas, igual no me importa, puedo imaginármelas ya.

Entré al salón cuando ya todos se encontraban adentro. Me senté en mi lugar de siempre, el primer asiento a la derecha, mientras Adrien me daba un sonrisa de medio lado al sentarme junto a él.

A pesar de que a veces pueda llegar a ser molesto con sus intentos de acercarse más a mí es la única persona que me cae bien en esta escuela.

-¿Que tal tu mañana morita?

-Gris.

-Un tono más claro de lo normal, ¿Pasó algo bueno hoy?

-Tal vez. -Sonreí de medio lado mientras imaginaba las caras de mis padres al ver la hermosa entrada de su panadería completamente bandalizada.

El día transcurrió de forma casual, Las clases siguieron normal, molesté a Chloe como comúnmente hago, Adrien robo un pudin para mí y junto con él le gastamos unas cuantas bromas a la profesora Mendeliev.

Regrese a mi casa de noche después de vagar por las calles y subí a mi habitación luego de la pelea con mis padres sobre que supuestamente yo pinté la panadería. Fue difícil, pero pude esconder mi sonrisa.

Decidí entrenar un poco de boxeo mientras escuchaba música hasta que escuche unos pasos en mi balcón, rápidamente subí con la esperanza de descubrir quién era el sujeto que había dejado las latas ayer. Al llegar otra vez no encontré nada.

Eso sí que me sorprende ¿Qué clase de sujeto es este tipo que desaparece como si nada? Fui a revisar rápidamente por mi balcón a ver si se veía alguien. Nadie, ni una mísera alma.

Incluso la cuerda que yo a veces uso para escaparme estaba en su lugar, no había sido movida. Waos, brujería.

¿O sea que las canciones que yo escucho que según mi mamá dice son satánicas a la final si lo son y las letras invocan a los demonios?

Eso estaría cool.

Busco por todo mi balcón a ver si todo estaba en su lugar, dure un momento donde pensaba que ya no había nada hasta que la visualice detrás de una maceta.

¿Una metralleta? ¡Una metralleta! Ah no, esperen, es solo una pistola de paintball. Bueno, no está mal. Al fin ya sé que es lo que haré mañana sábado por la tarde.

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Me había divertido mucho escondida en aquel edificio mientras disparaba a las personas de la calle y veía como se alarmaban y se sacaban de onda. Creo que fue lo más divertido que hice en mi vida.

Desde ese momento cada noche el señor misterioso llegaba y me dejaba un obsequio en mi balcón, y se iba antes de que pudiera verlo.

Pulseras, collares, guantes de boxeo, un bate de béisbol más bonito y personalizado, juegos artificiales peligrosos; artículos de defensa personal como cuchillos escondidos, gas pimienta, manoplas y una pistola eléctrica. Tintes para el cabello, más pintura en aerosol, paquetes de bromas pesadas y muchas cosas más.

¿Así se sentirán las lectoras cuando se enamoran de alguien que no conocen?

Otra cosa que note que ha cambiado es la actitud de Adrien conmigo, era un poco más confianzudo de lo normal conmigo y me sonreía más seguido. No le tomé mucha importancia eso ya que no me molestaba, como dije me caía bien y ese raro cambio de comportamiento no lo iba a cambiar.

Volviendo al tema, decidí que me había cansado del anonimato y me propuse a descubrir quién era esa persona que me dejaba regalos en mi balcón cada noche sin falta. Así que tome la idea de dejarle trampas para así poder capturarlo.

Sin embargo no resultó como quería. El muy maldito sabía ingeniárselas para escapar ¿Cómo lo hacía? Joder; pero debía admitir que eso era sexy y hacía que me gustara más.

Las trampas para ratones, la red, las cuerdas, las pelotas escondidas, los dardos tranquilizantes, incluso escapó de la jalea pegajosa. Nunca había conocido a alguien que pudiera escapar de tantas trampas escondidas. ¿Sera este mi ser amado?

Incluso logró no ser detectado por la cámara que escondí para captarlo en video que Max me ayudo a colocar (lo obligué). Lo único que se vio de esa grabación fue el obsequio descendiendo hacia mi balcón como si flotara; ¿Qué carajos?

Al checarlo me di cuenta que tenía un hilo atado a su alrededor, es decir, que la persona que dejo esto aquí estaba arriba de mi techo el cual no sé como mierdas llegó allí, ¿Qué clase de maniático es este tipo que pudo escalar ese jodido muro con facilidad y escapar al segundo? Pero más importante ¿Cómo sabia este loco que tenía una cámara escondida para captarlo? ¿Me espía!

Decidí jugar mi última carta y acabar con esto de una vez por todas y esperarlo en mi balcón toda la noche.

Ahora me encontraba viendo por mi barandal las calles y estaba al pendiente de cada persona que pasaba. Minutos después sentí como si alguien cayera detrás de mí. Al voltear visualice a un chico vestido de gato, con el cabello verde rebelde, ojos morados, una chaqueta de cuero, una cola de púas al igual que el cascabel en su cuello, noté que una de sus orejas gatunas tenía un agujero y sostenía un bastón en sus hombros.

¿Claw noir? Había escuchado de él. En la televisión salió una noticia que un chico disfrazado de gato había hecho desastres en la ciudad; lo admiraba un poco, pero no lo suficiente como para investigarlo. ¿Era él mi admirador secreto?

-Buenas noches morita. -¿Morita? ¿Sera posible...?

Una luz verdosa recorrió el cuerpo de aquel chico dejando en su lugar a aquel rubio del instituto que estaba más pegado a mí de lo normal.

-Adrien.

-No sabía que tenias tantas ganas de conocerme -habló con su habitual actitud burlona, aunque creo que es su forma de coquetearme.

-Ni yo de conquistarme. -le respondí de la misma forma, no me sorprende mucho... Bueno tal vez un poco, pero Adrien ha hecho varias cosas con tal de llamar mi atención.

Soltó una pequeña risa mientras me veía de arriba abajo. Sé que te gusto.

-Escogiste un buen momento para esperarme, el regalo que te daré hoy, decidí entregártelo personalmente. -Con una emoción oculta me acerque a él.

-¿Qué es?

De su bolsillo saco una caja heptagonal con finas líneas rojas que parecían dibujos chinos y me la extendió. Por supuesto que la tomé al instante.

-Se lo robé a la misma persona a quien le robé mi anillo. Son unos aretes igual de especiales que mi anillo, te da súper poderes parecidos y algunos iguales que poseo. Gracias a este precioso -señalando a su anillo -es que me convertí en el criminal famoso que se habla hoy en día. Así que no pensé en nadie mejor que tú para ser mi compañera para el crimen y así juntos ser los criminales más famosos de Francia. Entonces ¿Qué me dices, mi reina? ¿Quieres compartir el trono conmigo de los mejores villanos de todos los tiempos? -Me extendió su mano mientras me lanzaba esa sonrisa coqueta que solo me daba a mí.

Lo agarre de las solapas y con una sonrisa lo acerqué a mí para estamparle un furioso beso en los labios, con lengua incluida; sentí como torpemente se acoplaba a mi arrebato.

Ya lo había dicho antes después de todo, quien sea que fuera el sujeto que me conquistaba con obsequios toda la noche en mi balcón, sabía cómo enamorar a una chica.

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Palabras: 1775 (One shot)

Wuuuuuuuuu finalmente pude publicar este OS. Uno de lo que más quería.

Anteriormente iba a estar en el día "ventana" pero me di cuenta que pega mejor con "noche"

Ya quiero que salga el especial para hartarme de historias Mariclaw (espero la universidad me deje)

En fin, espero que les haya gustado y me tengo que retirar pronto para no llegar tarde a mi universidad... Cómo ayer.

Llegué 30 minutos tarde, pero de ese momento gatastrófico salió la inspiración para el día 16.

Dudas, críticas, opiniones 👉

Sin más que decir con una silenciosa nalgadita en sus pompas, se despide

Su lady~ ✨