É𝖙𝖆𝖓𝖌

Es una hermosa tarde en París, Francia. El ambiente es cálido con una brisa refrescante. Un perfecto día para salir.

-Pero ¿Por qué no puedo salir? -Pregunta un pequeño rubio de ojos verdes a su padre, con una mirada triste.

-Estamos demasiado ocupados hijo, ni siquiera Nathalie puede cuidarte. ¿Por qué no vas a tu cuarto a jugar? -Responde Gabriel mirando unos papeles.

El niño al escuchar eso no puede evitar sentirse mal, hasta que la voz de su madre –quien vio la escena triste y quiere ayudar– llama su atención.

-¿Qué tal si vas a jugar al patio? Cerca de ahí hay un estanque con el que puedes jugar con tus barcos.

-¡Siiiiii! -El niño corre feliz a su cuarto a buscar sus juguetes.

-¿Estás segura? -Pregunta su esposo preocupado.

-Relájate, Adrien es un niño listo, no creo que vaya más allá de lo permitido y recuerda que contamos con el GPS de su muñeca más el que le implantamos. Además acabamos de mudarnos y aún no tiene amigos para jugar, pasear no le hará mal.

El pequeño baja rápidamente con sus juguetes en mano, alegre.

-¡Gracias mami! -Exclama antes de salir por la puerta.

Con pasitos veloces llega en unos momentos al estanque, el cual no está tan lejos como para no ver su casa.

Al estar más cerca nota a una pequeña niña frente al pequeño lago, de pelo azabache y con un vestido rosa sucio y roto, de espaldas hacía él.

-Hola ¿Porque estás solita? -Pregunta el pequeño acercándose a ella.

La pequeña lo voltea a ver por unos segundos con una expresión neutral percatándose el infante de los ojos azules que posee ella.

-Me dejaron aquí -responde al fin la niña casi sin emoción.

-Eso es triste ¿Dónde están tus papis? -Adrien voltea a los lados buscando cualquier adulto.

-No lo sé -la infante vuelve a mirar al lago fijando su mirada a una pequeña bolsa negra en el agua.

El pequeño dirige su mirada hacia donde observa su compañera poniendo una cara de asco.

-Dagh, las personas son asquerosas, ¿Por qué ensucian el mundo?

-No lo sé -Encoge sus hombros con un deje de tristeza en su rostro.

Un semblante que no pasó desapercibido por el niño.

-Bueno no importa, ¿Quieres jugar conmigo? -enseña sus barcos captando la atención de su compañera -podemos pasar tiempo juntos hasta que vengan tus papis.

-¿Y si no vienen?

-Entonces puedes venir conmigo a mi casa y mis papis ayudarán a buscar los tuyos. -Le dedica una tierna sonrisa.

La pequeña observa los barcos que tiene el rubio analizando la pregunta, para después de nuevo verlo a los ojos y por primera vez desde que Adrien llegó, sonreírle.

-Okis.

Adrien le ofrece un barco a su nueva amiga agachándose ambos para empezar a jugar.

Unas cuantas horas de diversión pasan hasta que ya se ve el atardecer en el cielo. Ambos pequeños se encuentran jugando al "veo veo" ya que sus barcos habían dado a parar al lado de la bolsa negra, no quisieron entrar ya que se veía profundo para ellos.

-Veo, veo -dice el pequeño -a...

-Adrien -Suena la voz de su madre.

-¡Mamá! -La llama buscándola con la mirada.

-¿Adrien dónde estás?

-¡Por aquí mami, estoy en el estanque! -Se levanta y alza sus bracitos captando la atención de su progenitora, llegando esta en pocos pasos.

-Adrien, debiste volver más temprano, no puedes estar aquí a esta hora tan solo.

-¿Eh? Pero... -El niño voltea su cabeza a dónde se supone que está su amiga notando de inmediato que ya no está. -Ella estaba aquí -susurra volviendo a escanear a su alrededor buscándola.

-¿De quién hablas y dónde están tus barcos? -Emilie mira el estanque visualizando los juguetes de su hijo. Agradece que haya sido lo suficientemente inteligente y no se haya metido al agua. -Espera aquí voy por ellos. -Subiendo la falda de su vestido veraniego se adentra al lago mientras su hijo sigue buscando a la pequeña amiga que había hecho.

-¿Dónde se metió?

La mujer toma los dos barcos extrañándose del contenido de bolsa.

-Qué raro -Decide llevarla consigo guiada por su curiosidad.

Al llegar a la orilla le entrega sus juguetes a su hijo y pone la pesada bolsa sobre la tierra.

-¿Qué es eso mami?

-No lo sé, pero vamos a averiguarlo.

Al momento de abrir la bolsa de un tirón sus ojos se abren grande y sus manos comienzan a temblar del miedo, lanzando un grito de terror al cielo

Adrien suelta sus juguetes cayendo estos al suelo, y sus ojitos se llenan de lágrimas a la vez que su labio tiembla.

No esperaba que al abrirse esa bolsa se iba a encontrar con el cuerpo pálido y maltratado de su amiga.

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Palabras: 793 (Viñeta)

Cortito, pero... Sería cruel de mi parte decir bonito.

En fin, como los días de halloween lo ocupan otros fic's

Uno de adrinette emo y el otro la continuación de un OS decidí mover el OS de terror aquí.

Cuentenme que les pareció y si sospechaban algo.

Espero que les haya gustado y nos vemos mañana con otro fic.

Dudas, criticas, opiniones 👉

Con un silencio abrumador se despide 💀

Su lady 🤫

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