Capítulo VIII
Quedé paralizada, no es que no me lo creyera, es que parecía sacado de un sueño, no solo porque no esperaba que lo que veía era real, si no que no lo entendía, y me sentía estupefacta e inútil por no hacerlo.
- G-gengar...- musité en bajo, no era capaz de decir o hacer nada más, el shock me superaba en ese instante, no era capaz de reaccionar con absolutamente nada, me miró, sus ojos penetrantes causaban terror al mínimo contacto, y en ese punto en el que a mí me parecían atractivos, me difundieron un terror que jamás pensé que sentiría, estaba tan horrorizado como yo, y se lo veía rígido como una piedra, mirándome con temor, sin capaz de respirar- te-tengo miedo...- susurré hacia mis adentros.
Emitió un suspiro sordo que me congeló con una parálisis inminente, no solo porque no fue él, quién lo emitió, si no que sonó a mi espalda.
- S-Silvia...- lo escuché decir, sentía un gran dolor en todo el cuerpo, y la parálisis me impedía voltear la cabeza a ver de quién se trataba, perdía la consciencia cada pocos segundos que pasaban, y, en si, jamás había vivido una situación tan espantosa como la que ahora estaba viviendo, quería gritar, pero no salía nada de mi boca, dio un paso hacia mi, pero no fue capaz de dar eso, la fuerza siniestra se lo impedía- S-Silvia...- repitió destrozado en lágrimas, sus ojos temblaban, sus cabellos blancos por la mega-evolucion se movían imparables en aquella masa que componía aquella dimensión, ese mundo distorsión.
- "Este acto fue imprudente, mis queridos huéspedes, debieron haber sido más precavidos al visitarme..."- fue lo escuché con la poca visión y audición que me quedaba, no era capaz de emitir un solo sonido más que un gran quejido de dolor- "muy mal hecho"- cargó su poder definitivo a mi espalda y eso me dijo que iba a morir en ese instante, mirando a Gengar, viendo como ambos nos íbamos a desvanecernos en ese mundo distorsión.
¿Como he llegado hasta aquí? ¿Que ha causado que yo llegara aquí?
Gengar... ¿Como hemos llegado a esto?
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12 horas antes
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Pov: omnisciente
- comprendo...- asintió con la cabeza sonriendo ampliamente, estaba feliz, iba a volver a casa después de tener nuevos amigos con los que compartir su viaje alrededor del mundo- determinaremos los detalles llegando a pueblo hoja verde- le dijo mirándolo con una sonrisa ladeada.
Se acomodó en el asiento del avión, estaban regresando a Sinnoh desde Kalos en un hermoso aeroplano pequeño, de apenas unas cien personas, con nuevas tácticas y piedras evolutivas, además de la brillante piedra activadora para Lucario... Y un Hawlucha shiny, ¿Que más se podría pedir? Ahora tenía un Pancham, además de otros Pokémon con los que compartir su viaje, definitivamente ese nuevo campeonato de para el título sería difícil de conseguir, ya que, todos esperan que Gengar los derrote a todos con un simple manto sombra, pero no, él saldría a divertirse, pero más tarde.
- estoy ansiosa por llegar- suspiró con emoción viendo sus Pokeballs, Alakazam, Pancham, hawlucha, entre otros, la verdad es que le daba curiosidad su estilo y su forma de crear vínculos. Pero sin lugar a dudas Gengar siempre sería su favorito.
- estoy ansioso de ver la cara de Lucario con la lucarita- se rió levemente, lo miró mal, eso fue cruel...
Al llegar a la región, la rubia salió despidiéndose de todos y en la ciudad en la que el octavo y último líder la despidió con tierno recuerdo, aún recordando cuando combatió allí, que joven era... ciertamente había crecido mucho como entrenadora, pero no pensó que junto a ese Gengar hubiese hecho gran parte de su camino. Corrió por todo el mapa hasta llegar a su pueblo origen: "Pueblo hojaverde". Allí su madre la esperaba emocionada en la puerta de casa. Rotom, Luxray entre otros también la sorprendieron a su llegada.
Benito, con su particular forma de llegar corriendo a todas partes y su típico "EHHHH" se tropezó con ella pero abrazándola con fuerza, con una fuerza tremenda, casi desesperado por presenciar su llegada desde la nueva región.
- ¿Cómo es Kalos?- dijo energético clavando su mirada sobre la rubia casi intimidante. ella rio un poco por sus ganas de saber sobre aquella lejana región.- ¿Tienes Pokémon nuevos?- casi sin dejarla responder ya la atropelló con otra pregunta. sonrió y sacó las pokeballs con sus nuevos compañeros.
Como siempre, su fiel Gengar a su lado; consecutivamente Alakazam con su mega-piedra; Pancham, quien todavía tenía que evolucionar para ser más fuerte, que ya lo era; Trevenant, el fantasmagórico árbol poseído que había evolucionado en la región; Noivern, el feroz ave dragón, que, realmente casi fue una casualidad atraparlo a última hora cuando iba a volver ya a casa y finalmente, Hawlucha shiny, el legendario Hawlucha entregado por aquel amable señor, siempre se lo agradecerá, realmente Corelia tenía al mejor abuelo del mundo. Además de la mega-piedra para Lucario. Lo buscó con la mirada, Gallade estaba con él, animándolo a acercarse al grupo nuevo, pero este renegaba, hasta que conectó su mirada con la suya y vio que lo llamabas indirectamente.
Se acercó escaneando al resto de Pokémon nuevos con la mirada y después la miró a ella, como tenía un brazalete con una piedra similar a la de Alakazam.
- Bien amigo... estoy deseando combatir contigo...- si bien Lucario se quedó mudo por ese comentario de parte de la rubia, combatir con él significaría hacer equipo con Gengar y eso le fastidiaba mucho. Le colocó el brazalete en la muñeca y la vio sonreír radiante. Miró a Benito- ¿Quieres combatir?- este le lanzó una mirada impresionada y asintió como nunca, casi frenéticamente. Ella también asintió- Gallade, Lucario, Alakazam, Gengar, Hawlucha y Rotom... combatamos...
- ¿Dos contra dos?- intuyo el rubio de ojos naranjas. la muchacha le lanzó una mirada de obviedad.
El combate se desarrolló rápido, Silvia resistía hacer alguna mega-evolución, aunque le tentó hacerla con Alakazam, pero sabía que sería una perdida de tiempo, ya que luego no podría hacerla con Lucario. Así que... con un suspiro profundo. Sacó a Lucario cuando Hawlucha fue derrotado. Todavía no tenía la compenetración que tenía con los otros, eso lo tenía en cuenta. La mega-evolución fluyó tal y como lo esperaba, Lucario y ella tenían una compenetración bastante buena, sin más. la mirada amenazante de Lucario se volvía más de lo que nadie esperaba al tener aquellas partes rojas casi granate. A partir de ahí, Gallade ya no pudo sentirse más Blesseado de lo que ya se sentía, estaba combatiendo con Lucario, y no solo eso, Lucario estaba mega-evolucionado. Y se veía tan fuerte... Por dios...
Como era de esperar Silvia ganó el combate. Pero no hubo mucho tiempo de celebración, pero un pequeño terremoto hizo temblar la región entera, sorprendiendo a todos. Miraron alrededor no había nada que mostrase que había problemas. Solo por si un caso, revisaron el Monte corona, pero todo estaba estable allí. Podría haber sido el despertar de algún legendario, pero eso sería imposible, Dialga y Palkia seguirían dormidos hasta el fin de los tiempos a no ser que alguien los invoque. Más aún Giratina. Y por dios, no intenten decir que Mesprit, Uxie y Azelf causaron un terremoto, porque con lo pequeños que son, el terremoto que puedan causar sería cercano al lago. . .
El lago...
- ahora vuelvo...- musitó seriamente.
Emprendió camino rápidamente hacía el lago, seguida por Gengar y Benito, el resto de Pokémon se quedaron allí. Una vez al ver el agua cristalina vieron que todo estaba estable. El Pokémon le extendió una mano para tele-transportarse a la cueva a través de la oscuridad. Pero todo estaba perfectamente allí, Mesprit estaba en las profundidades en su sueño eterno. Todo estaba perfecto. Negó viendo a Benito, no había nada fuera de lo normal, y regresaron a su lado. Mesprit dormía, si él/a l hacía los demás también.
Estaban en el pueblo tranquilamente. Murkrow apareció volando por los aires y achuchó a la rubia, esta sonrió. Poco después Oak y Serbal aparecieron por el camino que llevaba desde la ciudad Arena.
- ¿Qué tal tu viaje a Kalos?- dijo Oak aparentemente interesado en el tema. Estaba entretenido viendo los nuevos Pokémon. Entre ellos a Hawlucha, el cual, al tratarse de un shiny era un espécimen mucho más interesante.
- perfecto- resumió ella con una sonrisa suave. El profesor asintió.
- ¡Hola Silvia!- saludó Green.
Este y Red aparecía un poco más retirados, caminando de forma relajada, viendo a los cuatro nuevos Pokémon que habías traído desde la región que había visitado para preguntar sobre la mega-evolución al profesor Ciprés. Curioso que todos los profesores Pokémon tuviesen nombres de árboles. ¿Curioso verdad?
- ¡Hola Green! ¡Hola Red!- saludó de vuelta.
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2 horas antes
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Si bien, aquella distorsión misteriosa puso no haber sido nada, pero no, algo había despertado al curiosidad de la rubia y decidió investigar la cueva del monte corona, adentrándose solo junto a Gengar en lo más profundo de la cueva. Sin saber que tanto Red como Green los estaban siguiendo por la curiosidad de saber a donde iban o lo que estaban buscando. Silvia y Gengar conocían perfectamente la existencia de la columna lanza, ya habían estado allí, donde una Diamasfera y una Perlasfera esperaban al final de la sala, preciadas esferas que ya habían entregado al profesor Serbal para que las estudiase. Sabían que eran para Dialga y Palkia, pero no sabían del todo como hacer para que ellos aparecieran...
En el camino, una terrible ventisca los asaltó, al estar a cierta altura el viento se volvía pérfido y sin sentimientos, todo era cruel. Ese perturbador y cruel ambiente le recordaba a Red... A... al monte...El monte en el que se aisló del mundo abandonando todo lo que amaba, hasta que fue derrotado por Gold y entonces tomó la valiente decisión de pedirle perdón a Green por lo que hizo. Si bien aquel tema ya estaba olvidado, pero, sentirse bien después de disculparse era algo que ganaba. Ya no sentía ese dolor en el pecho, ahora podía sostener con firmeza la mano de Green sabiendo que no a abandonarlo jamás. Su Pikachu se aferró con fuerza a su hombro para no salir despedido y él aferró la gorra sin perder de vista a Silvia y a ese Gengar que la acompañaba siempre a donde quiera que fuesen.
- Red...- escuchó la piadosa voz del muchacho rogar por el frío que tenía, tenía solo una camisa negra de manga corta, con razón tenía frío en esa tormenta de nieve.
Le entregó su chaqueta roja sin soltarlo en ningún momento. quedándose con una camiseta blanca de manga larga. Siguieron el camino. O al menos lo intentaron, porque estaban siguiendo a Silvia sin que ella lo supiera, solo por la curiosidad de saber a donde iba.
Los vieron entrar en una cueva, y vieron la salvación, estaban a salvo de la nieve. Dentro había cientos de Unowns, Geodudes, Golems, Gravalers, Steelixs, Onixs, y algún otro Pokémon más perdido por las alturas de la cueva, como los bronzor o los zubats, pero mientras no hicieran ruido no pasaría nada. Además de haber también un largo camino de luces, un camino alumbrado por antorchas que daba una sensación abrumadora y terrorífica por el sonido de la madera quemarse y la terrible tormenta en el exterior. Pero sin lugar a dudas, Silvia y Gengar habían ido por ahí, escuchaban pasos.
La cueva daba vueltas y más vueltas, subiendo hasta una altura considerable, pero después de todo, había un pequeño pasillo un poco más profundo que los demás. Allí, Silvia y Gengar caminaban determinados hasta el final. El Pokémon con una especie de pulsera brazalete como Lucario, y el pueblo cerrado con fuerza, emocionado, listo para combatir. ¿Significa eso que Silvia había encontrado la mega-piedra de Gengar? Si fuese así, ella... sería invencible. Ni siquiera los grandes maestros podrían derrotarla... Ni siquiera el más fuerte del mundo podría derrotarla en la liga Pokémon de Sinnoh. Sería la campeona imbatible, como él en su tiempo.
Al llegar al final de la cueva, había una gran luz cegadora, ahora mismo, se encontraban en la gran columna lanza. El escrito vivo qur nadie localizaba.
(N/A: no ignoren al equipo Galaxia, serán un punto clave para la historia).
En shock, vieron como Silvia y Gengar combatían contra dos chicas, una de pelo morado y otra de pelo rojo a la vez. Ceres y Venus, del equipo Galaxia. Y como las derrotó sin dificultad alguna, riendo con autosuficiencia, porque sabía perfectamente que no eran una dificultad para ella.
- Ahora entiendo que la llamen la dama fantasma- el Pokémon morado se burló con una risa malevola al escuchar eso de parte de Ceres. No había necesitado si mega-evolución para ese combate tan fácil. Con un solo Manto sombra había derrotado a todos los Pokémon. Los de Helio, el líder del equipo galaxia incluidos.
Este, fastidiado y rabioso, desató un gran poder que hizo despertar y aparecer a Palkia y DIalga, y, a su vez, a la personificación del terror en otra dimensión... Giratina. Gengar quedó pálido, más de lo que ya era, pero al estar en la forma Pokémon no se notaba tanto, pero estaba complacido y feliz. Giratina era un rival muy digno de su poder, tanto que incluso le aterraba, igual que Darkrai lo aterró en su momento, ha que podía poner a Silvia en peligro.
Para su suerte o su desgracia el equipo Galaxia desapareció atrapados en la dimensión, por la pura rabia del Pokémon. Pero, en ver a Silvia y Gengar y sentir la gran fuerza que estos tenían a su alrededor, pensó que estaban en equipo con los anteriores, atacándolos a ellos también. Concluidamente los encerró en el mundo distorsión a ellos también, pero eso había sido un terrible error del que no podrían salir tan fácil a no ser que derrotase al gran Pokémon. Recibiendo una vertiginosa caída, de la que no se soltaron en ningún momento, Gengar la abrazó con fuerza y se transformó en humano para transportarse y aparecer en el suelo.
La muchacha le acarició la cabeza con ternura, como agradecimiento por salvarla. Miraron alrededor, ese mundo era siniestro, incluso más de lo que ellos esperaban. Gengar tomó su mano con firmeza y empezaron a desplazarse por ese lugar, intentar hallar la salida. Vieron sorprendidos como las escenas que pasaban ante sus ojos eran sumamente increíbles, y nada tenía lógica, podías dar un paso y cambiarte la gravedad o subir por plantas como si fuese una rama. De vez en cuando veían a Giratina rondaba por ahí gruñendo con fuerza y rabia. Hasta que ya harto de ver que se movían tan libres y con tanta facilidad, los atacó con un bola sombra que Gengar detuvo con otro igual de potente. Ese mundo hacía más fuertes los ataques de tipo fantasma, siniestro y psíquico... Sonrió.
- vamos a darle, cariño- dijo con seguridad regresando a su forma Pokémon y mirar con arrogancia en su sonrisa al Pokémon fantasma.
Giratina gritó y después...
- "arrogantes humanos, su destino es morir en ese mundo"
- "eso mismo dijo Darkrai en su momento"- se rió a carcajadas Gengar- "estoy deseando ver mi mega-evolución, mi amor"- miró a la rubia, está sonrió de lado y pulsó el botón de la pulsera, después...
- a través de estos lados de unión, amistad, fidelidad y amor, mega-evoluciona!- Silvia y Gengar se fundieron en dos aros de luz y cuando esté finalizó, el Pokémon lucía más diferente de lo que esperaban.
La rubia se quedó en shock, su Gengar, si pequeño Gengar, Ahora era Blanco... Este se giró hacia ella, tres ojos y luces rosadas, una sonrisa sinistra, más de lo que ya era de por sí. Sonrió maliciosa y ambos miraron al legendario con arrogancia. Su tono se volvió sombrío y lo próximo que resonó en ese mundo fue: "manto sombra". El ataque estrella de Silvia y Gengar, el ataque que acababa con todos.
Pero su mirada se tornó totalmente impactada al ver que estaba en perfectas condiciones, que no parecía haberle afectado.
Gengar frunció el ceño volviendo humano una vez más, esto le provocó un sonrojó a la rubia, ¿Saben Kaneki? Pues ahora Silvia se sentía así, en ese momento en el que mostraban a Kaneki con el cabello blanco. Pero con Gengar, claramente.
- Silvia- gruñó audible- acabemos con este payaso- parecía enfadado, pero no iba a negarlo.
Sonrió.
- bien...
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Quedó paralizada, no es que no se lo creyera, es que parecía sacado de un sueño, o más bien una maldita pesadilla, no solo porque no esperaba que lo que veía era real, si no que no lo entendía, y sentía que estaba estupefacta y que era una total inútil por no haberlo hecho bien. Era la campeona. Había derrotado a Darkrai con Gengar, aparentemente sus pesadillas ya no podían hacerse realidad, pero ahora mismo se estaban haciendo. Tenía miedo. Quería gritar, pero no sentía la voz.
- G-gengar...- musitó en bajo, no era capaz de decir o hacer nada más, el shock la superaba en ese instante, no era capaz de reaccionar con absolutamente nada, la miró, sus ojos penetrantes causaban terror al mínimo contacto, y en ese punto en el que a la joven le parecían sumamente atractivos, pero ahora le difundieron un terror que jamás pensó que sentiría, estaba tan horrorizado como la misma Silvia, y se lo veía rígido como una piedra, mirándole con temor, sin capaz de respirar- te-tengo miedo...- susurró hacia mis adentros.
Emitió un suspiro sordo que le congeló con una parálisis inminente, no solo porque no fue él, quién lo emitió, si no que sonó a su espalda y eso podía ser aún peor, porque sabía que Giratina estaba tras ella.
- S-Silvia...- lo escuchó decir, sentía un gran dolor en todo el cuerpo, y la parálisis me impedía voltear la cabeza a ver de quién se trataba, sabía perfectamente que era Giratina, pero podrían haber sido otros Pokémon.
Silvia perdía la consciencia cada pocos segundos que pasaban, y, en si, jamás había vivido una situación tan espantosa como la que ahora estaba viviendo, quería gritar, pero no salía nada de su boca, dio un paso hacia ella, pero no fue capaz de dar otro, la fuerza siniestra se lo impedía
- S-Silvia...- repitió destrozado en lágrimas, sus ojos temblaban, sus cabellos blancos por la mega-evolucion se movían imparables en aquella masa que componía aquella dimensión, ese mundo distorsión.
- "Este acto fue imprudente, mis queridos huéspedes, debieron haber sido más precavidos al atacarme..."- fue lo que escuchó con la poca visión y audición que le quedaba, no era capaz de emitir un solo sonido más que un gran quejido de dolor- "muy mal hecho"- cargó su poder definitivo a su espalda y eso le dijo que iba a morir en ese instante, mirando a Gengar, viendo como ambos iban a desvanecerse en ese mundo perdido. De ese mundo que no hay salida.
- kyyyyyun~- tres delicadas voces diminutas se escucharon cercanas.
Gengar tembló, pensando que el ataque estaba cargándose del todo. Silvia vio impactada como las tres hadas de los lagos se acercaban formando un triángulo alrededor del Pokémon gigante. Al ya no tener la presión siniestra sobre él, corrió hacia la rubia y la tomó en sus brazos alejándose varios pasos y ver cómo dialogan con la miradas, jadeó al ver que clavaba la mirada sobre ellos dos.
- "Lo admito"- musitó derrotado- "no habéis podido derrotarme porque es imposible hacerlo... Tenéis un potencial y una unión como ningunos... Yo, Giratina, lo admito. Mi mundo me da ventaja y derrotarme es imposible, realmente ya lo habrían hecho dos veces, de no ser porque este mundo me regenera vida..."- ambos miraron en shock al Pokémon- "me habéis derrotado dos veces dignamente, son libres iros de aquí y también de volver, pero necesitaran esto"- hizo si aparición un fragmento de cadena roja- "está cadena permitirá el acceso, siempre desde la columna lanza"- ambos asintieron
Silvia, una vez de pie, tomó la cadena y la guardó en su mochila.
- muchísimas gracias, Giratina...
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Silvia tomó la mano de Gengar antes de pasar por el portal que Giratina les había abierto. Y al llegar al otro lado, se transformó en Pokémon una vez más. Vieron a sus espaldas como el portal se cerraba y como la menor aferraba con fuerza y seguridad a Gengar. Después suspiró.
Este, de nuevo en su forma original la miró con tranquilidad.
- No sabía que eras Shiny- susurró en bajo sonriendo levemente.
- "no lo sabía ni yo, cariño, solo pensé que era más oscuro que los demás, por estar con mi pequeña dama fantasma"- ella sonrió al escuchar eso.
- SILVIA!- Green apareció de la nada- ¿Donde narices estabas? ¡Desapareciste de la nada!- así que eran ellos dos los que os estaban siguiendo, eh...
- en el mundo distorsión- dijo con simpleza sonriendo ladeado.- podemos volver a casa, nuestra misión de calmar a Giratina ha sido un éxito...- ambos asintieron con la cabeza.
Al llegar al pueblo se podía notar el cambio de clima, de la nieve, al cálido ambiente de pueblo hojaverde. Los profesores Oak y Serbal aparecieron al poco tiempo, preguntando si estaba bien. Y ella asintió con normalidad, encogiéndose de hombros de forma natural, solo había sido un enfrentamiento a Giratina, no había nada que perder.
Hasta que Serbal decidió emprender la palabra, poniendo en tensión a gran parte del pueblo.
- Silvia, te recuerdo que el campeonato Pokémon empezará en pocos meses...- todos se callaron, era cierto, dentro de poco empezaría el campeonato por arrebatarle el título a Silvia, lo cual sería difícil teniendo a su Gengar y... Con esa mega-evolucion sería imposible...- entrena duro, que nadie te quite el título...
- oh la la!- Todos abrieron paso al escuchar esa voz, se trataba de nada más y nada menos que Fatina, la líder de gimnasio de tipo fantasma- Silvia, querida, buena suerte en el campeonato, recuerdo que fuiste una dura oponente contra mi... Me siento tan orgullosa de que llegase a la cima...
- fue un gran enfrentamiento, igual que contra Acerón... No lo niego... Daré lo mejor de mi...- se llevó un puño al pecho indicando que lo haría de corazón.- Red, espero que llegues a la final- lo miró con don de reto. Este la miró con desafio.
- no lo dudes...
Benito/ Barry se quedó con los brazos cruzados al ver que su mejor amiga esperaba más de un desconocido que de él mismo. Y eso en cierta parte era gracioso.
Un nuevo desafío estaba en manos de Silvia, no solo había derrotado al gran Giratina, sino que había conseguido la mega-evolucion de Lucario y Gengar. Però Ahora un nuevo desafío se aproximaba a una velocidad vertiginosa. ¿Será este el final de Silvia cómo campeona Pokémon de Sinnoh?
¿Conseguirá permaneciendo en la cima?
Esto y mucho más, en el siguiente capítulo.
Continuará
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Quise hacerlo mítico como en los episodios jsjsjsjs
Perdón :v
Bueno, ya Saben, en el siguiente capítulo (si, no se ha acabado :v) se hará el gran campeonato de Sinnoh y obviamente habrá muchos combates hardcore.
Y SI, ya se reveló que Gengar es Shiny en realidad <3
En serio, no saben cómo amo a Mega Gengar Shiny <3
Es tan hermoso <3
Vale ya :v
Esto ha sido todo en este capítulo enfrentando a Giratina.
Espero que os haya gustado y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Ecchisforlife
[3983 Palabras]
P.d.: realmente planeo muchos más capítulos, de momento tengo... Uno con el campeonato, otro con Alola y con Red y Green (Namelessshipping 7u7 :3), otro en Johto con Gold :3, otro en el templo puntaneva con regigigas después de conseguir a los tres regis después de ir a su debida región xdxd.
P.d.2.: vamos, que ha esto le queda mucho para terminar todavía xdxd
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