Reto #2
Escribe sobre un sueño o pesadilla que hayas tenido esta semana.
Abrí mis ojos con lentitud, sentía mis parpados pesados, incluso parecía como si se hubieran pegado. Mi cuerpo estaba boca arriba, aunque estaba oscuro podía distinguir algunos objetos de mi cuarto. Podía ver pequeños rayos de luz blanca que se colaban por las cortinas, las cuales, en ese momento, no parecían tener alguna decoración. También veía mi espejo, aunque prefería no hacerlo pues lo encontraba realmente aterrador ya que por medio de éste podía ver el otro lado de mi habitación, lado al cual siempre le daba la espalda pues allí tenía colgadas gran parte de mis pelucas y al verlas sentía como si no estuviese sola, como si hubiese alguien observándome bajo ese montón de pelo artificial.
Cerré mis ojos nuevamente para tratar de dormir, los abrí una vez más al escuchar un ruido proveniente de la huerta que había del otro lado de mi ventana. Un escalofrío helado recorrió mi cuerpo como una oleada, comencé a sentir miedo, cerré mis ojos y los abrí enseguida, y seguí repitiendo el mismo acto hasta que finalmente decidí tapar mi rostro con las cobijas. Los latidos de mi corazón eran cada vez más fuertes y rápidos, podía sentirlos retumbando en mis oídos. Asomé mi cabeza y mi mirada se topó con el espejo del tocador de madera, mis ojos se clavaron en el reflejo de una de las pelucas que habían colgadas del otro lado, ésta era de color blanco y larga, me quedé observándola con detenimiento y cuando fui consciente de ello me asusté.
Traté de sentarme para encender la luz, pues el miedo se estaba apoderando de mí, pero fue inútil. Mi cuerpo se sentía cada vez más pesado y adormecido, ¿qué estaba pasando? No lograba entenderlo, recorrí con mi mirada toda la habitación, hasta llegar de nuevo al espejo. Ahí seguía aquella nevada peluca que tanto me helaba la sangre, sentí una inmensa curiosidad que no me dejó apartar mi vista de ella pues, por alguna razón, parecía cada vez más despeinada. Llena de temor e inmóvil intenté gritar para pedir ayuda y aunque en el fondo deseaba dejar de mirarla no podía.
Fue entonces cuando aquella cabellera sintética comenzó a moverse, sin pensarlo dos veces cerré mis ojos y traté de levantarme sin conseguirlo. En ese momento sentí que algo recorría mi rostro y se metía por mi boca al pasar sobre ella. Abrí mis ojos buscando entender qué era, mi cuerpo comenzó a temblar y mis ojos a aguarse cuando vi un montón de pelo cruzando de lado a lado por la cama y llegando al piso. Con mis manos temblorosas lo agarré y comencé a jalarlo hacia mí, jalé y jalé y de pronto sobre mi vientre encontré un rostro pálido e inexpresivo que me miraba fijamente. Mi labio inferior comenzó a temblar, traté de mover aquella cabeza y alejarla de mi vista pero me fue imposible al perder la movilidad de mis brazos.
Ordené a mi cuerpo moverse con brusquedad, pero éste no respondió. Las lágrimas comenzaron a brotar por el rabillo de mis ojos, y aquella mujer, que ni siquiera parpadeaba, no dejaba de mirarme. Un sentimiento de profunda tristeza me invadió, sentía que no volvería a ver la luz y que quedaría atrapada para siempre en la oscuridad. "Esto debe ser un sueño, sí, sólo es un sueño" pensé tratando de calmarme, poco a poco el peso en mi vientre se hacía más liviano en tanto mi cuerpo dejaba de temblar. Abrí mis ojos y la mujer seguía allí, los cerré con fuerza y al abrirlos de nuevo ya no estaba.
Me senté y toqué mi rostro, el cuarto estaba más claro, ya había comenzado a amanecer. Los gallos cantaban al tiempo que el sol se asomaba para inundar de brillo cada rincón. Tomé un profundo respiro y me levanté, caminé hacia el baño y me miré frente al espejo, lavé mi cara y al levantar mi rostro, y ver mi reflejo otra vez, mis ojos estaban sangrando. Pegué un grito desesperado y salí corriendo del lugar. Cuando pisé el primer escalón para bajar, mi cuerpo colapsó, cerré mis ojos y cubrí mi rostro con mis brazos para evitar hacerme mucho daño con la caída.
No sentí ningún tipo de dolor, abrí mis ojos y de nuevo me hallé acostada en mi cama, "despierta, por favor despierta" supliqué en mis pensamientos, sentía que estaba a punto de ver algo aterrador y, aunque todo era parte de un sueño, temía que quedara atrapada en éste y no volviera a despertar. Rogué y supliqué al dios que me quisiera escuchar que me ayudara, hice movimientos bruscos que no se producían más allá de mis pensamientos y entonces vi de pie, frente a mi cama, a aquella mujer otra vez, ella comenzó a acercarse haciendo que mi corazón amenazara con salirse por mi boca en cualquier momento.
Cuando pude al fin moverme, me tiré al suelo, no podía hacer más que arrastrarme. Miré la ventana y pensé que si me tiraba de ella, al chocar con el suelo despertaría. La mujer seguía mirándome mientras yo hacía todo lo posible por llegar hasta la ventana, cuando al fin me hallé frente a ella levanté mi cuerpo con dificultad, me agarré del marco e hice una fuerza sobrehumana para poder levantar todo mi cuerpo. Al tener la mitad de mi cuerpo por fuera me dejé caer, la caída fue lenta y larga, cuando estuve a punto de chocar con el suelo me cubrí el rostro con las manos. Al quitarlas vi que me encontraba nuevamente en mi cama, la peluca se hallaba en su lugar, podía mover mi cuerpo y seguía siendo de noche.
Solté un suspiro de tranquilidad, cerré mis ojos preparándome para dormir, cuando estaba por quedarme dormida sentí unos dedos con uñas filosas acariciando mi rostro. Enseguida separé mis parpados y me encontré con esos ojos oscuros y vacíos clavados en mí, los miré fijamente y a través de ellos me vi, vi mis miedos y tristezas, vi el monstruo del que tanto tiempo llevaba huyendo y que, sin darme cuenta, me había alcanzado, monstruo al que llamo soledad, y finalmente vi que llevaba un largo tiempo inconscientemente atrapada en la oscuridad.
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