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Apto para todo público; situación dramática y amorosa.

«Pareja: Sonadow»

Ya aviso que el narrador omnisciente es casi seguro lo ocupe para todos los días. Habrá quizá alguna excepción (como el día anterior) si lo siento cómodo o más fluido pero se avisará.
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La gula, su peor pecado. A toda hora puede sentir el antojo de tener algo entre su boca para masticar y digerir. Shadow no piensa dos veces al comprar un chocolate caliente con canela en la cafetería de la avenida, es su preferido...; no tiene prisa y tampoco interés por algo en especial para llegar o hacer, no ahora.

Cuando a de deambular por las calles muy concurridas no pierde paso con desinterés. Él trabaja en la noche, como guardia de seguridad en un departamento de prestamos bancarios. ¿Qué si hay peligro? Quizá pero para la ciudad en la que está... Es el mejor trabajo que puede tener siendo perezoso.

Llegando a su casa, tira la basura del envase en el cesto y prefiere desprender de sus bolsillos toda minúscula envoltura que puede estar ahí, escondida. Al finalizar deja sus llaves y toda pertenencia en la mesa para dedicarse a ver el televisor, bebiendo refresco.

Vaya vida.

-Programas patéticos... -Típico rondín en todos los canales, y con tal de ver algo y aprovechar el aparato, mantiene el canal de noticieros.

"Los robos son más comunes en el área metropolitana, aunque últimamente han visto a un justiciero tomar conciencia de sus semejantes..."

-No mamen... -expulsa pegando trago, oyendo las voces enaltecidas de los reporteros por aquel apodado "justiciero" ¿Qué clase de justiciero?

Antes del atardecer, se digna a lavar un par de conjuntos de prendas y ropa interior, además de preparar su uniforme del trabajo. Prepara tambien una cena para llevársela pero ello no es vasto para el azabache, seguramente cargará con dinero suficiente para hacer un par de pedidos en las tiendas de 24 horas express de la esquina.

Cuando no tiene "acción" o entretenimiento, lo mejor que puede hacer es comer.

La hora llega, viaja con calma y nada de preocupación hacia el establecimiento donde ha de permanecer 12 horas de guardia junto a su compañero que, no es muy "silencioso" para su desgracia...

-¡Ey! ¡Buena noche! -Saluda el chico amarillento, muy amistoso. Él chasquea la boca y cruza sin mirarle.

-Que tal. -Es su única respuesta para dejarse ir en la silla rotatoria que da a varios monitores.

-¿Crees que todo este tranquilo esta noche? Pensaba en...

-¿Volver a escaparte para dejarme botado el trabajo? Jodete. -No se detiene para responder, interrumpe y deja ir lo primero que le viene a la cabeza.

-¡Maldición! Es una cita, por favor...

-Tails, lo hice una vez y me bastó para que casi nos descubrieran, ¿No te importa ser despedido?

-Me interesa este trabajo, pero tambien me interesa esa chica, es una joven coneja que...

-Tails, tu vida amorosa me vale. No te irás de aquí así que te aconsejo de una vez le marques y canceles. -Refunfuña su compañero. No lo iba hacer cambiar de opinión. Resignación pura ha de tragar.

Minuto tras minuto, hora y otra hora...las puertas fueron cerradas y todos los artículos de valor tambien fueron depositados en las bodegas correspondientes. Ambos guardias dieron su último rol para permanecer en el cuarto de vigilancia y mantener la vista atenta a cada pantalla.

El pobre zorro tras cancelar, no tuvo mejor acción o entretención que reprocharle al erizo si es que él nunca había tenido una oportunidad o una cita que fuera infalible e indispensable; son temas difíciles para el veteado, ya han pasado unos cuantos años desde la ultima vez que tuvo la oportunidad con alguien...

-¿Y por qué no vives con alguien?

-Estás rebasando tu nivel de preguntón. Eso no te incumbe.

-Seguro tiene que ver con esa última cita que salió mal y que ahora resulta ser la mía porque tuve que cancelarle...

-Tails, callate o te reviento la cara. -Termina por amenazar frívolamente.

Pero su compañero no para ahí.

-Aja, sí, no me imagino con tu carácter tener una cita y que salga bien...

-Para tu maldita información no fue porque alguien lo arruinara, mucho menos yo hice algo así. Sino porque ambos sabíamos que...era peligroso permanecer juntos. -Saca con arranque y rencor ello, sorprendido de haberlo echo.

-¿Peligroso? ¿pues qué hacían o a qué se dedicaban?

-Siempre fuimos aventureros, autónomos e individualistas...supongo que lo mejor para los dos era seguir nuestros caminos a nuestra manera.

-No creí que eso fuera malo. Quiero decir, ¿Tú camino era esto?

-Por favor ya no preguntes -La nostalgia le empieza a golpear; Shadow no pretende seguir cayendo en el recuerdo-. Solamente dejemos esto ya.

Saca la cena que se ha preparado: un sándwich de atún y papas con tres panes. Empieza a dar mordida tras mordida hasta devorar después de una hora; sereno y con la vista hacia las cámaras sin mover su cola de esa silla ligeramente acolchonada, pierde la conciencia en trabajo.

Cuando las dos de la mañana se marcan en el reloj digital del panel que tienen en frente, Shadow estira sus pies y manos como gato recién despierto. Tails masca ahora una manzana muy tranquilo detrás, buscando una oportunidad para pegar una siesta, pero la apenas visible sombra sobre la cámara cuatro, la cámara del pasillo de cajas, hacen enderezar a Shadow en su asiento.

-¿Has visto eso? -cuestiona el oscuro sujetando los brazos de la silla.

-¿Una sombra? ¿No fue una...cucaracha?

-Claro que no, esa sombra es sumamente grande -Rápidamente, toma la linterna para salir en busca del o lo causante de aquella mancha en cámara-. Ahora vuelvo. Avísame si vez algo más por el comunicador.

-Eh, cui-cuidado, Shadow... -Balbucea el zorro con nervios, sin duda es de las cosas más alarmantes que han pasado en los últimos meses.

Los tacones de sus zapatos planos son lo único que resuena entre los pasillos; al entrar al área de cajas afina sus orejas para oír el mínimo ruido, no por nada tiene ese trabajo.

Sus habilidades son únicas, más ha perdido la práctica.

No ve algo raro. Pasa la linterna por el suelo; rincón y esquina de cada pared con la mayor agudeza en sus sentidos, sin hallar nada. Eso hasta que el ruido de la cerradura de la bodega le hacen dirigirse hacia ahí con suficiente perspicacia...

...y en el periquete de cruzar el arco por no ver a nadie en la cerradura de la puerta, es para que una patada en su espalda sea recibida por detrás, callendo al suelo de boca y soltando la linterna. El ladrón cae sobre su espalda causando una exhalación rotunda en el erizo que, ya está sometido.

-Vaya seguridad. Tampoco es como que pagarán mucho en un sitio como este...

-¿Entonces qué mierda haces aquí? -Su cara es aplastada contra el mosaico, las quejas salen de sus labios más no son tomadas en cuenta por su captor.

-Hay un artículo antiguo que debe ser mío, y será mejor que no intervengas ni tú ni ese compañerito amarillo a los míos. -Otros pasos suenan en la sala y pasillo. La habitación se inunda en movimiento y las aves apresuran el paso para romper y sacar la pieza de la llave por completo.

Tampoco existe una máxima seguridad ahí. Es un sitio de préstamos bancarios y empeño.

-Deja de tocarme que se me van a pegar los corucos... -musita burlón el azabache queriendo soltarse de los brazos, pero le es complicado por la maña del halcón al usar unas muñequeras magnéticas.

-Te voy a pegar algo más que insectos... -Frívolo, evita responder. No cree Shadow que su amigo zorro pueda contra ese trío, y tampoco desea que se exponga y lo eche a perder.

Pero una ráfaga cruza por toda la sala deteniendo a los usurpadores. Shadow siente su pelaje erizar al punto de miedo porque...tiene mucho tiempo que ese aire no le golpea.

Tiene unos años que dejó aquella alma correr libre.

El bulto de su espalda es retirado con frenetismo. Un suspiro escapa de su boca tras la ausencia de compresión en su pecho y no pierde tiempo en levantarse y arrastrar por el suelo con dificultad por querer quitar esas esposas de sus muñecas...

-¡Ey! ¿¡Qué haces...!? -La voz de la gaviota es apaciguada con un golpe en las bruces que la derriba. Shadow sigue batallando, mirando fugazmente toda el área y el espectáculo.

El trío intenta retirarse, pero el héroe se los impide. Entre faramalla y burlas termina por bloquear el paso y afrontar al halcón que con bloqueos recibe un par de golpes.

Shadow llega a la puerta de la bodega y con ayuda de su boca acciona el botón para que la alarma se active y equipo policiaco llegue. Esa es la señal perfecta para que todos intenten escapar y sí, lo hacían, pero alguien debe de liberar a Shadow.

-¿Cómo es que te capturaron tan rápido? -Se burla retirando con fuerza los brazaletes, Shadow no expulsa nada-. Como se nota la falta de práctica...

-¿Cómo es...q-que...? ¿Cómo estás aquí? -Nervios ahogan su garganta. A pesar de la sudadera azul oscuro que porta no puede ni mirarle a la cara por vergüenza.

-No puedo dejar de moverme, ¿Lo recuerdas? He encontrado una nueva diversión aquí... -Igual de alegre y tranquilo como siempre. Su voz enérgica y llena de positividad...siente algo revolverse en su memoria.

-¿Entonces tú eres ese justiciero del que están hablando en las noticias, Sonic? -Ahora entiende un par de cosas, cosas que si no son tan importantes para él para el resto sí.

-No me gusta esa palabra pero...supongo que sí ~ jaja -Canturrea, girando para ver por dónde irse antes de que la policía llegue-. Por favor, no reveles ni hables de este encuentro...

-No, no puedes irte...no ahora que te...te he vuelto a ver después de tanto tiempo... -Confundido, balbucea y se pierde al fin en sus esmeraldas que le miran estupefactos por lo que ha dicho.

-¿Aún sufres, Shad? -él no asiente pero, aparta la cara por el calor; presiente estar haciendo ridículo.

...pero al sentirse fuerte para hablar, el azulado ya está en su nariz de él, percibiendo la vergüenza que sobresale del uniforme. Tenía tiempo que no sufría de ese mirar y esas descargas por ojos tan alegres como los de Sonic...

Y ninguno lo piensa para acercarse más y más por terminarse dando un beso muy necesario y rápido por las sirenas que se oyen ya fuera.

-Oh vaya, se siente bien, ¿No crees? -Sonríe tomando las mejillas del oscuro y para despedirse, esparce otros cuantos de esos en su rostro, terminando por su frente-. Espero que pronto vuelvas a invitarme uno de esos chocolates con canela, bien caliente que me hace falta.

-Vale. -Le devuelve la curva.

Alejándose de él, Sonic corre hacia lo que parece ser la puerta de salida de servicio. El zorro atraviesa el pasillo con calma todavía comiendo esa fruta, ¿Pero qué aporte ha dado?

-Eh, entonces...¿Es el aventurero?

-Sí... -suelta sin recapitular ni saber qué... Hasta unos segundos que gira viéndole muy cómplice-, pero te callas y no dices nada.

-Lo vi todo por las cámaras pero no te preocupes. -Guiña su ojo y la policía entra, alarmando a los dos.

Testimonios y eso...mentir que una de las cámaras fue rota cuando realmente, Sonic se encargó de estropear la conexión por fuera y así no dejar rastro suyo.

Una paz que vuelve a la rutina.