Capitulo 1: "La invitación"

Me acomode el pijama mientras que esperaba que las hamburguesas terminaran de freírse en la sartén. Me distraje jugando con el celular hasta que escuche el sonido del timbre, lo guarde en mi bolsillo y me apresure a abrir la puerta.

— Disculpe, ¿Quién es?.— pregunte al otro lado de la puerta.
— Correo.— Contestaron, rápidamente abrí la puerta y me encontré con un Martín sonriente trayendo consigo un gran costal de cartas. Él era repartidor de correos, era como un mejor amigo para mí. Claro que un mejor amigo mayor, ya que él tenía 45 años, estaba casado y tenía una hermosa familia.

Pensándolo bien debería empezar a buscar amigos de mi edad y de preferencia solteros.

Saco un sobre blanco y me lo entrego.— Es para ti.
— Está vez no lo abriste.— Dije mirando el sobre en mi manos, era muy bonito y sofisticado.
— ¿Cuando yo he abierto su correo?.— Pregunto indignado, levanté una ceja mirándolo acusatoriamente.— Bueno eso solo fue una vez.
— Como tú digas, Martín.— Conteste sonriendo entregándole propina.— Buenas noches
— Buenas noches señorita Elenor.— Se despidió cortésmente.— Esperó que descanse bien.

Le sonreí por última vez y cerré la puerta. Al voltear me encontré con Athenea, mi gata, que se encontraba tirada en mi mueble tratando de arañar mis almohadas. Ella era de pelaje negro con manchas blancas y ojos verdes. Era verdaderamente hermosa pero odiosamente insoportable. Me senté a su lado, agarre el control y baje el volumen de la televisión.

Miré el sobre que tenía en mis manos, la curiosidad me ganó y me encontré rasgándolo. Bufé al ver de qué se trataba, era una invitación para una boda.

No entendía la adicción de mis amigas por casarse. Era un gran compromiso y pérdida de tiempo, además que eso significaba formar una familia con tu pareja, y definitivamente yo no estaba preparada para tener o criar niños, no señor, aún era joven y pensaba disfrutarlo.

Ya no eres tan joven.

Tal vez no sea tan joven pero aún tengo derecho de disfrutar mi soltería al máximo.

¿Cómo lo vienes haciendo desde la universidad?

El hecho de no tener pareja, no es tan malo es más amaba estar soltera. Tenía más tiempo para mí y claro para Athenea también.

Sigue diciéndote eso hasta que te lo creas.

Sacudí la cabeza borrando mis deprimentes pensamientos sobre mi vacía vida amorosa y comencé a leer la invitación.

«Familiares, amistades cercanas y....»

¿Porque especificar lo de "cercanos"? Obviamente que vas a invitar a alguien que conoces a tu boda. Es decir, es el mejor día de tu vida y no invitarías a alguien que no conoces.

«Están cordialmente invitados para presenciar la unión y compromiso de dos personas que...»

Esta era la parte más aburrida de la tarjeta, donde las parejas ponían las palabras más cursis con tal de demostrar el gran amor que se tenían. La salte hasta llegar al nombre de la pareja.

Desee tanto no haberlo hecho

Al solo leer el nombre, se me cayó de las manos el sobre de la sorpresa, eso no me lo esperaba venir.

Mi mejor amigo de la infancia se iba a casar. Al que no había visto hace años, la única persona de cual estuve perdidamente enamorada. La primera persona que lamentablemente fue mi primer corazón roto.

Todos los sentimientos y recuerdos que ya creía olvidados, volvieron con fuerza, hiriéndome otra vez.

No podía creer lo había leído, no podría ser el, el jamás haría eso. Jamás se comprometería con alguien sin haberme dicho antes. Él no me haría eso.

¿Hace cuantos años ya no se ven ni se hablan, querida?

Habían pasado muchos años, pero los sentimientos aún seguían ahí, por más que quisiera enterrarlos para siempre no podía. Él era todo para mí, pero al parecer yo no significa nada para él. Y esta invitación solo me había ayudado a afirmar lo que ya sabía, él no me quería ni me querría de esa forma.

Recogí la invitación y la observé detenidamente, sabía con solo mirarla que él no había elegido ni el modelo ni el contenido de esa tarjeta. Tal vez ni siquiera sabía que tenía que repartirlas, reí al recordar lo despistado que era.

Lo extrañaba tanto, aún podía recordar todos los momentos que pasamos juntos. Todas las noches de maratones de películas con helado, los mini viajes a la playa, las tardes de videojuegos. — Los que, por supuesto yo siempre ganaba, aunque él no creía lo mismo. — Las fiestas a las que íbamos hasta quedar totalmente ebrios que no recodaríamos ni nuestros nombres o las reuniones familiares todos los sábados. Nuestras familias eran tan unidas que parecían una sola. — Y lo que jamás me olvidare, mi primer beso.

¿Seguirás deprimiéndote o por fin terminaras de leer la invitación?

Rodé los ojos con molestia y seguí leyendo la tarjeta hasta que pare al ver la fecha.

¡LA BODA ERA EN UN MES! ¡EN UN PUTO MES! ¡EN 30 DÍAS!

Entendimos es en un mes, ya no hay nada que... ¿Porque huele a quemado?

Reaccione rápidamente al recordar mi comida, la había dejado en la sartén y no la había apagado. Con la misma velocidad que flash, corrí hasta la cocina, de la cual salía grandes cantidades de humo, arranqué el extintor que estaba en la pared, rompiendo parte del tapiz de la pared, y lo rocié por toda la cocina hasta que el fuego se apagó.

Suspiré aliviada, hasta que vi el desastre que estaba mi cocina y mi comida quemada. Sentí unos pasitos atrás mío, hasta que pude ver el pequeño cuerpo de mi gata adentrarse a la cocina para comenzar a lamer los restos quemados de mi comida que estaban esparcidos por toda mi cocina.

Hoy las cosas ya no se podían ser peores.


***
¡Les traigo el primer capítulo de mi nueva obra! Si les soy sincera estoy muy emocionada por esta historia creo que les va a gustar muchísimo. Además como les prometí que iría actualizando los viernes, hasta que mi computadora, que por razones desconocidas murió, escribiré desde mi celular. Bueno esto es todo por ahora, las leo en el siguiente capítulo.

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