Estaba en el supermercado, buscando comida para pasar el mes; eran las compras y estaban bastantes tranquilos, lo que no sabia Blitzo era que Stolas le tenia un camino preparado para llegarlo por la sección de disfraces tranquilamente, lo molestaría un poco, Stolas le dijo que fueran por un poco de carne para Loona y Octavia, tratándose de las dos menores, Blitzo acepto de inmediato y caminaron con la clásica musiquita de un supermercado para llegar a la sección de carnes, pero antes de eso, debía pasar por la sección de disfraces.

Blitzo miro para otro lado sonrojado, entendiendo la broma del mayor de un momento a otro, no pudo evitar llamar a su cabeza hijo de puta en un pensamiento rápido; lo estaba molestando porque el otro día tuvo una erección con los disfraces, ¿con que le gustaba molestarlo?, ya iba a ver lo que era molestar a alguien cuando fueran al auto, pudo ver como Stolas guardaba una risa mientras el enrollaba su cola enfadado.

Pagaron todo y fueron al auto, Stolas estaba de muy buen humor, y Blitzo solo lo miraba feo, cuando se metieron al auto, Stolas volteo su cabeza para ponerse el cinturón.

-¿Te gusta molestarme no es cierto puto?.-Stolas se sorprendió por lo rápido que Blitzo había cambiado de posición ya ahora estaba en los pedales, entre sus piernas, bajando el cierre de su pantalón para tomar el pene de Stolas.

-Blitzy, estamos en un estacionamiento.-Stolas trato de tomar por la axilas a Blitzo para levantarlo, pero el demonio fue mas rápido y de una se metió el pene del pájaro en su boca.

-Por hijo de puta.- Pero esto fue algo que hizo gemir al príncipe y taparse la boca al ver como algunas señoras lo miraban.

-H-hola, fue hace un poc-o de calor por aquí.-Stolas miraba nervioso a todos lados, ahora arrepentido de molestar al diablito.

-¿Caliente?, claro que si, venga a el bar del circulo de la lujuria con una pareja y-Un chico con volante se trato de acercar pero Stolas pego un grito, y lanzo a conducir el auto; aun con Blitzo abajo, el diablito se movió a su asiento, pero recostado para poder seguir chupando, y de vez en cuando rozando con sus dientes.

-M-mierda.-Stolas llego a la mansión al mismo tiempo que se corrió en la boca del menor que se lo trago y se bajo yéndose a dentro de la mansión, Stolas solo puso su cabeza en el claxon jadeando.