Martín no se lo podía creer y es que parecía que el mundo se vendría abajo.
Frente a él, estaba nada más ni nada menos que la mismísima representación de Inglaterra (Si como leen. Iggy)
La cosa que no se creía era que el inglés estaba...¿¡PIDIÉNDOLE AYUDA!?.

-¿Acaso estoy soñando?-dice Martín a modo de broma. Arthur solo gruñe en frustración.

-No…- dice el rubio mayor tratando de no insultar (cosa difícil por que lo desesperaba) al de habla hispana.

-¿De verdad quieres mi ayuda? ¿Mi ayuda?- vuelve a hablar el menor.
Inglaterra se masajeó el puente de la nariz.

-Si, necesito tu ayuda para cocinar un pastel a Francia. A él le gustan bastante tus versiones de su cocina- expresó, dejando su orgullo de lado.
Martín pensó….. ¿Qué haría?.
Luego de unos minutos se decidió.

-Bien, pero me debes un favor- dice el rubio menor sonriendo de costado.

-Thanks…- es lo único que dice el inglés y luego de darle las instrucciones se aleja de él. (Ya que habían tenido reunión conjunta con sus jefes por lo que estaba en el país por unos días).

Más tarde Antonio, que había ido a visitar a su Solcito, se enteró del pedido del inglés.
El español tuvo que estar un rato para procesar la información, después de todo no todos los días escuchabas algo semejante.
Pero luego se ofreció a ayudar.

-Bueno, manos a la obra- dice Martín mientras revisaba la lista de ingredientes para el pedido.
Hiban a hacer una torta Fraisier. Por lo que más necesitaban eran Frutillas/Fresas.
Luego de conseguir los ingredientes y de que Antonio evitará que Martín se comiera las frutillas, comenzaron con la preparación.

Primero iba la genoise.

Antonio encendió el horno a 150°C mientras Martín comenzaba a batir la pasta de pistacho con las yemas y el azúcar hasta blanquear.
Mientras el español comenzaba a mezclar los ingredientes secos, tamizarlos y luego incorporarlos al batido de huevos que había hecho Martín.
Después de eso vino batir las claras a nieve con la sal e incorporar de a poco a la preparación anterior, de esto se encargo de nuevo Martín y por último metió todo en un molde rectangular de enmantequillado y enharinado.
Para después meterlo en el horno.

-A esperar 25 minutos, mientras sigamos con lo otro- dice el rubio para proceder a realizar la crema mousseline, mientras Antonio se quedaba vigilando el horno.

Martín agarró la vaina de vainilla e hizo un corte longitudinal para extraer todas las semillas, después las mezcló con leche y luego a hervir en una cacerola.
Después comenzó a batir las yemas con el azúcar hasta blanquear, agrego el almidón de maíz y mezclo.

-Ya debe de estar- dice Antonio mientras sacaba la preparación del horno y los puso en la mesa para que se enfriara.- Sigo con lo otro.

Cuando dijo eso agarró una taza y comenzó a verter en tres tiempos la leche con la vainilla, mezclando bien, después lo llevó nuevamente al fuego y calentó hasta que hierva y espese, sin dejar de batir con batidor.
Después de asegurarse de que la genoise estuviera bien, Martín relevó a Antonio de nuevo y retiró del fuego la preparación e incorporó un tercio de la manteca mezclando hasta que la preparación quedó bien cremosa.
Dejó enfriar y luego agregó lo que quedaba de la manteca y luego el kirsch.
Lo dejaron reposar.

-¿Quieres que haga el almíbar y vos te ocupas de las frutillas?- dice Martín.

-Vale, solo dime cuantas necesitas-pidio Anto, Martu le dijo y luego siguió con el almíbar.
Mientras el español lavaba dichas frutas, el rubio colocaba el agua y el azúcar en una cacerola y las puso al fuego hasta que comenzaron a hervir.
Cuando esto paso, retiro la cacerola del fuego y cuando el almíbar estuvo tibio, agrego el kirsch y comenzó a mezclar.
Hasta que estuvo todo listo.

-Ahora si el armado- dice Antonio con las frutillas y los moldes ya listos.
Entonces comenzaron con el armado teniendo cuidado de que cada capa de genoise quedará bien en los moldes para después colocar la masa y después el almíbar con un pincel.
Martín comenzó a colocar las frutillas mientras Antonio ayudaba para que estas no se corrieran de sus posiciones y luego rellenaron hasta la mitad con la crema mousseline.

-Todo esto me dio hambre- dice Martín mientras volvía a colocar frutillas y luego el mismo procedimiento de la mousseline y terminar con otra capa de la masa embebida.

Dentro del mismo molde, colocar una de las mitades del disco de masa y embeberlo en almíbar con la ayuda de un pincel.
Colocar las frutillas cortadas en mitades verticales en todo el borde del molde y rellenar hasta la mitad con la crema mousseline; disponer por encima frutillas cortadas en cubos chicos, completar con la mousseline y terminar con la otra capa de masa embebida.
Después de todo la dejaron enfriar en la heladera.

-Cuando sean 12 horas la saco y la decoró- dice Martín comenzando a agarrar lo que habían usado para limpiarlo.

-Por cierto, ten- dice Antonio extendiendo un pote con frutillas.- Ya he guardado otras para la decoración, pero como habéis dicho que tenías hambre….

El rubio sonrió y agarró una frutilla para ponerla entre sus dientes y acercarse al español.
El peli castaño entendió y acercó sus labios, ambos se unieron en un beso a la vez que mordían su respectivo lado de la frutilla.

Pasaron las horas, fueron a descansar y se levantaron para decorar la torta.
Luego de eso (y de que Martín se asegurará que todo estaba simétricamente correcto) llamó al inglés para que la fuera a buscar.
Cuando el británico llegó agradeció y se fue, no sin antes decirle que cuando necesitara cobrar el favor lo llamará.

-Deberíamos hacer esto más seguido, me he divertí- expresa el oji esmeralda mayor mientras veían una película.

-Entonces está dicho- contestó Martín con una sonrisa mientras los dos se unían en un suave beso.

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Siendo sincera no se si quedo bien pero bueno.
Hice lo mejor que pude jejeje.