Alguna vez...

¿Te han vendido un corazón?...

Sé que la pregunta en sí es bastante absurda, temible y horrible a primera escucha, pero, no es ni de cerca lo que imaginas... O quizás un poco, en realidad no lo sé.

El otro día, caminando por las calles de este pequeño y antiguo pueblo, encontré varias curiosidades y artilugios, algunas las conocía mientras que varias otras eran las más misteriosas que había visto, por supuesto algo curioso. Hierbas, lámparas, frutos y verduras, cualquier cosa que pudieras imaginar.

Aunque... No encontraba lo que en realidad quería.

La verdad, no sé ni siquiera lo que estaba buscando, quizás algo para mi hermano... O algo...

Después de algunos caminos, varias tiendas y unas cuantas compras, me senté en la pequeña fuente en medio de la plaza. No sólo estaba cansado, comenzaba a desilusionarme, no planeaba rendirme pero si no sabía lo que buscaba ¿Por qué seguía buscando?

No fue, hasta que pasé mis manos por mi cabello, que escuché esa voz "Disculpe ¿Le gustaría adquirir un corazón? " no voy a negarlo, sentí un escalofrío y creo que incluso me puse pálido, también empecé a imaginar que estaba hablando sobre algún trato del mercado negro y las autoridades llegarían si respondía algo sospechoso.

–¿Disculpe?

Traté de sonar lo más calmado que pude, aunque recibí una pequeña risa que me hizo levantar la cabeza.

–Por favor, no me mal interprete, no se trata de nada malo... Al contrario... Es sólo que...– parecía algo triste, me miraba con compasión y a la vez con comprensión, quizás buscaba la forma de decirlo –No pude evitar notar que usted... Tiene el corazón roto.

La sorpresa fue... ¿Sorprendente?... No sé cómo explicarlo, estaba perplejo, ¿tan mal me veía?

–¿Corazón roto?. .. Creo que se está confundiendo, usted...

–... Usted vino a este pequeño pueblo por algo, sentí su presencia desde hace unos días e igualmente he notado que va de tienda en tienda, nada de lo que compre puede llenar el vacío que tiene... Aquí– puso su meno en su pecho y bajó la cabeza, parecía lo más normal para él.

–Sí, vine buscando algo... Para mi hermano.

Ni siquiera yo me escuchaba convincente ¿Cómo esperaba que él me creyera?... Para mi sorpresa, sólo señaló una tienda, algo sencilla y bastante discreta.

–Ese lugar vende... Recuerdos, regalos... Quizás podrías encontrar algo ahí que le guste...– dió unos pasos y se detuvo, me miró por el rabillo del ojo –Por cierto... Mi nombre es Shura... Y... Si en algún momento te sientes... En el límite... Ven aquí y... Quizás podríamos hablar.

Se fue caminando y sólo... De un momento a otro... Desapareció tras el andar de otra persona...

Me levanté y al dar unos cuántos pasos sentí que pise algo, me agache para recogerlo, un brazalete de tela con un corazón a la mitad bordado.

Esa fue la primera y última vez que lo ví, han pasado seis días, al final le compré una caja de música a Kanon y... La pesadez en mi pecho sigue aumentando...

Ya no puedo ver a Aioros más... Su presencia, su voz, su perfume, todo de él me duele... Es como si un agujero me absorbiera cubriendome con la oscuridad asechante.

»–¿Le gustaría adquirir un corazón? –«

.
..
...

No puedo creer que esté considerando eso en este momento...

Mucho menos puedo creer que vine aquí por una leyenda...

Quizás fui un iluso pensando que podría recuperar a Aioros trayendolo aquí...

Aunque un pequeño vistazo no es... Tan malo...

– O ¿No?...