Es extraño lo mucho que pueden cambiar las cosas en tan poco tiempo. Hace seis meses, yo hubiera hecho todo lo posible por mantenerme alejado de los alumnos clase G.

Pero en ese momento no podía ni siquiera levantarme de la banca que hay en la biblioteca...

¿Razón?

Shura.

Él que parecía tan recto, tan frío y de sentimientos fuertes. Traicionado por quien habría sido su pareja por casi 5 años. No voy a decir que me siento mal por él, al contrario, me provoca cierta... ¿Emoción? Tampoco voy a negar que me causó algo de alegría cuando abrió un poco su corazón a mí y me confesó la gran tristeza que cargaba.

No sólo porque su pareja lo había engañado, sino también porque sus dos mejores amigos, el de las rosas Afrodita y el mafioso al que apodaron "Death Mask" sabían todo lo que pasaba y aún así no le dijeron nada. Sus amigos de la infancia... Quizás para ellos eso no es tan malo, lo hicieron por él, pero para Shura esa fue una gran traición de su parte.

Entre sus palabras, sus ojos se empezaban a cristalizar e inconscientemente empezó a llorar, no olvidaré la forma en que llevó sus manos para cubrir su mirada y alborotar un poco su cabello. Lo único que pensé en ese momento y que por inercia hice fue poner mi mano en su espalda sólo que... No pude evitar simplemente tomarlo del brazo y traerlo a mi pecho para abrazarlo, regalarle unas palabras de consuelo que para él parecían tener un significado bastante valioso y simplemente correspondió a mi abrazo... Agradezco que ese día no hubiera nadie en la biblioteca por ser día libre y sólo éramos nosotros dos.

En ese momento pensaba en mi hermano gemelo, cuando Julián lo engañó con Sorrento y lo dejó... Tan cínico... Razón por la que empecé a pasar mis manos por su cabello, como una pequeña forma de mimarlo y consolarlo tal y como hacia con mi hermanito.

Después de un rato había reaccionado y al voltear mi vista, él estaba dormido, parecía tan tranquilo en combinación de un desastre, es triste ver al mejor alumno de la clase así.

~ ★ ~

Cerró el diario que tenía desde hace ya unos meses y dejó escapar una risa suave mientras lo guardaba en su escritorio.

-Sí... Hace ocho meses no me hubiera ni acercado... Hace dos meses que empezamos a hablar por culpa de tu repentina baja de notas... Y ahora no puedo pensar en salir contigo sin emocionarme. Shura, sin duda has logrado enamorarme después de todo.

Dirigió su vista a la ventana y se levantó para hacerse una coleta, a pesar de tener un cabello tan largo él hacia parecer que peinarse era tan sencillo.

Al terminar, tomó sus llaves y se dirigió a la puerta donde, para su sorpresa, estaba el de cabellos verdes cerceta o al menos eso había averiguado el mayor ya que a veces lo veía de color negro.

-¿Tienes mucho esperando?

-Acabo de llegar, digame, profesor Saga, ¿Qué lección tomaremos hoy?

-En realidad, la lección de hoy es tomar un helado y caminar por el parque... ¿Qué opinas?

-Me parece bien.

Después de eso simplemente se fueron, cerrando la puerta tras de sí.

Un maestro y un alumno teniendo una cita.

Un cliché que no pasa moda.