★ D11: te reto a... ★
–Te reto a decir que eres gay...
Sin decir que lo eres.
Tienes 3 días.
Las palabras que más grabado se le quedó en la cabeza, de tantas cosas importantes que pudo memorizar, justo esas fueron las que recordaba.
Dejó salir un quejido y se llevó las manos a la cabeza revolviendo su cabello y deshaciendo la coleta que lo amarraba. Posó sus codos en su escritorio, giró ligeramente la cabeza sólo para observar las gotas resbalar por el vidrio.
–Hoy ya son 3 días... Y si... ¿Lo olvidaron?
Tenía una pequeña esperanza. Cuando la canción que tanto le gustaba comenzó a sonar, con una mirada rápida comenzó a temerle, reuniendo valor contestó con pesadez.
–Hola Kanon...
–Saga, Milo pregunta si tienes las pruebas de su reto.
–No... Últimamente he estado lleno de trabajo, llevó ya 3 días en la oficina... Y esta lloviendo.
–Sí, lo imaginé, Shion esta muy exigente estos días... Pero nunca me escuchas, te dije que tomaras el mando como nuevo jefe o mejor un... Renunciaras y vinieras conmigo.
–¿Ir contigo?... ¿Y ser un muñeco más de Julian Solo?... Ni de chiste, además, no sería capaz de traicionar a mi jefe, en especial con la investigación a la mitad.
–Si supieras, tengo a Julián en la palma de mi mano...– bufó –¿Dijiste "investigación"?
–Sí, quizás has escuchado de ello, es el caso de ese chico llamado Ikki, su hermano desapareció hace ya 2 meses, sospechamos que el grupo de Hades tiene algo que ver.
–¿El grupo de Hades?... No había escuchado de ellos ¿Son una banda? – trató de aligerar la seriedad de su igual.
–Ojalá, se trata de una organización bastante conocida, hace varios años el jefe estuvo en un caso muy similar con el mismo grupo. Parece que secuestran chicos, se desconoce el motivo.
–Oh, creo que algo así dijo Julián... ¿Es el caso del chico que no pudieron salvar? Creo que se llamaba "Alone"
–Sí, el mismo...
–Uh... No lo sé Saga, pienso que deberías dejar el caso, se desataron muchos problemas en el pasado y no me gustaría que...
Mientras Saga trataba de escuchar a su hermano, algo de la calle le llamó la atención, el sonido de un auto fuera de control, al prestar más atención guardó rapidamente el teléfono y salió corriendo.
No le importó chocar con algunos de sus compañeros, su jefe le llamó la atención lo cuál hizo que se detuviera un breve segundo hasta que escuchó un choque metálico, se dio la vuelta apresurado. Salió del edificio, ignorando la lluvia y corrió a donde el auto.
Mientras alguien corría a lo lejos, el peli-azul se acercó tan rápido como pudo, abrió la puerta exaltado y tan pronto divisó a su compañero lo sacó del vehículo. Sus demás compañeros ss apresuraron a tratar de controlar la situación y ayudar al geminiano –como le decían en la oficina– quien quitaba las cuerdas que apresaban a su compañero.
–¡Shura! ¡Maldita sea, abre los ojos!– revisó su pulso, si respiraba y qué tan graves eran las heridas.
Se detuvo al escucharlo toser –Ni creas que te dejaré ir por ahí entrando a negocios tan imprudentemente como siempre– no dejaba de toser y aún así le dedicó una sonrisa –de dolor– a su mayor quién respiró aliviado y no pudo evitar abrazarlo.
–Ya me parecía raro que no aparecieras en mi escritorio durante dos días, se supone que sólo ibas por un café.
–Ning.. No tan fuerte, creo que me rompieron algo...– se encorbo ligeramente –Y respecto al café... Por favor, no trate de perder a alguien metiéndose a un callejon.. En especial si son más de 5 y se dividen para atajar y acorralarlo... O el piso terminará disfrutando de un buen capuchino...
Esta vez el intento de bromear no le hizo tanta gracia al mayor, por el contrario endureció su mirada en señal de molestia.
–Y... ¿Aún en este estado... Estas tratando de sonar sarcástico o irónico?...– sus labios formaron una curva hacia abajo –Escuchame bien, y te lo dije antes, eres mi responsabilidad y no voy a permitir que hagas cosas estúpidas como lo fue meterte a un callejón... Y... No creas que voy a tolerar esto.
–Pensé que podría perder...– fue callado por un beso desesperado y suave a la vez, los presentes trataron de ignorar el momento usando de excusa la lluvia, mientras otro tomaba una foto.
Al separar sus labios, no hubo más sonido que el de un quejido por las heridas que tenía el de cabellos negros –Sí... Tanto molestas con que soy tu responsabilidad, en vez de darme un beso deberías llevarme al hospital... Además, creo me sacaste algo de sangre– señaló la mancha que tenía, el mayor, corriendo por su labio inferior y barbilla.
Con algo de pena por su actuar, lo cargó con cuidado y lo subió a su propio auto, importandole poco las quejas del contrario sobre ensuciarlo de sangre.
Hizo señas a sus compañeros y jefe de que llevaría al hospital a su compañero y se dio la vuelta, mas antes de abrir la puerta del vehículo sintió la vibración de su celular, lo revisó solamente para encontrar un mensaje de su hermano.
"Felicidades, Milo dice que has superado el reto y ha no hace falta que cumplas un castigo.
Me gustaría luego conocer a mi nuevo cuñado. "
Un mensaje seguido por una foto del oficial besando a su malherido compañero.
Él sólo sonrió de lado y entró al auto.
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