Todo el equipo de vengadores estaba  aterrorizado, no podían creer enojado que está de Steve, el  mismo Capitán América Alfa de la manada y además gran símbolo para niños y adolescentes de toda la época.

Sólo quería llegar a los cabezales de hydra para poder arrancarles hasta sus ojos dela cara, los muy malditos se habían atrevido intentar raptar a su pequeño canelita.

-¿ es que Acaso no se dan cuenta de que acaban de firmar su sentencia de muerte?- el primero en comentar fue Loki, el grandísimo Capitán América lo escuchó y en vez de regañar como solía hacerlo simplemente estuvo de acuerdo Los malditos de Hydra de firmar su maldita sentencia de muerte.

-¡ capitan Tony ya despertó!- escuché la voz de Bruce uno de los mejores amigos de su pequeñito.

- ahora mismo voy doctor- se camino a la sala en la que se encontraba el pequeño castaño, tomó aire al entrar y apenas lo vio su mente se llenó de ira y de furia.

Tony encontraba lleno de vendas, porque demonios no la acompañó ese día Tony Simplemente no había podido acompañarlo a esa maldita reunión, si él hubiera ido con él tal vez Tony no estaría así tal vez sería el en su lugar Pero estaría contento con eso, estaría contento con haber protegido a Tony.

Aquella vendas no le permitían ver las atrocidades que esos malditos habían  marcado en un cuerpo de su niño.

- Tony de verdad que lo siento si tan sólo hubiera sido yo, si solamente te hubiera acompañado a esa reunión esto no te habría pasado y esos malditos estarían entre rejas inclusive estarían muertos sólo por osar intentar atacarte-  se arrodilló al lado de la cama en la que se encontraba el menor para tomar su delicada mano y depositar un beso en ella.

Tony le miro con unas pequeñas lágrimas en sus ojos no podía creer Que Steve se preocupara tanto por él habían sido unos simples golpes simplemente las vendas eran para amortiguar el que causará más moretones de los que ya tenía.

- tranquilo mi capitán además yo también sé pelear y esos idiotas ya están tras las rejas, recuerdas no soy una damisela en peligro ¿si capi?- y Tony le regaló su mejor sonrisa.