-«•Día II•»- Beso.
Esta mañana comienza muy tranquilo, en mi opinión, más agradable que otros días. ¡Estoy muy emocionado! ¡¿Por qué?! ¡Porque sigo muy feliz desde que me le declaré a Vegeta! ¡Creí que no me correspondería, creí que me rechazaría y terminaría llorando en mi habitación! Vaya, me alegro saber que no fue así; me pongo feliz al saber que yo también le gusto desde hace tiempo...
Quizás no fue la mejor declaración, pero lo intenté. Al parecer, al él no le interesó mucho mi presentación, ¡sin embargo, la emoción es muy grande! ¡Ese día podría ir en mi lista de: "Los mejores días de mi vida"! Ja, ja. Qué bueno que antier, que fui con Bulma, me recomendó ya hacer eso y qué bueno que ya lo hice ¡y aun así me moría de la vergüenza y miedo! Eso cambió...
... al haber pronunciado...
... esas lindas palabras que salieron...
... de su boca...
Ese: "Yo acepto", fue algo tan... satisfactorio. No sé si fue igual que yo, pero cuando le dije: "Te amo, Vegeta", estuvo cargado de mis más sinceros sentimientos. Ay, no quiero ser cursi, pero fue tierno ver su expresión y sonrojo. Vaya, y tampoco creí que a él se le ocurriera esa idea tan... atrevida. ¿Qué pienso de aquello? Me gusta bastante esa idea, esa idea tan provocativa para mí, pero ahorita solo quiero besar a mi pareja...
Eso voy a hacer...
No aguanto más.
Este salió por algo... o creo que fue a ver a alguien. Creo que fue a ver a Milk, o más bien, ella lo busca a él...
¡Sé que ellos dos han sido muy amigos desde casi su infancia y lo mismo con Bulma conmigo! Ellos a veces se reúnen para hablar sobre cosas que les sucedieron. Todos sabemos que Vegeta no es nada expresivo, pero con ella o conmigo es más abierto; con los demás no.
De eso, me doy cuenta que un sonido fuerte, pero agudo es audible por todo el departamento; seguramente es Tama pidiendo comida, porque se acabó su comida. Con mucha pereza, me levanto de mi cama individual y salgo de mi habitación que justo está a lado de la de Vegeta.
Me gustaría darle una sorpresa: ya tener listo el desayuno. ¡Es muy probable que me vaya a reclamar porque hoy le toca a él!, ¡aunque hice lo mismo ayer! Ja, ja. Estos pensamientos son interrumpidos...
— ¡Miau!— Escucho resonar los maullidos de nuestra mascota. ¡Sí que tiene hambre!; ¡paciencia!
Le sirvo comida y por fin, se calma. ¡Es hora de preparar la comida, además, tengo mucha hambre! Cualquiera que me conoce sabe que amo la comida y siempre quiero a cualquier hora.
Bueno, hora de esperarlo. No se va tardar mucho...
{...}
¡No puede ser! ¡Ya tardó demasiado! ¡Desde hace unas 3 o casi 4 horas que salió! ¡¿Qué tanto estará haciendo?! ¡Ya hasta acabé mi desayuno! Creo que es hora de marcarle; a veces detesto esperar.
Tomo mi teléfono y marco al número de Vegeta. Tengo una expresión un poco molesta, mi nariz ligeramente arrugada y hago muecas con mi boca. Sigo sentado en la mesa del comedor, esa mesa que tan solo tiene 2 sillas.
Para él y para mí.
Solamente para nosotros dos.
El tono que suena mi celular me indica que está marcando, ¡pero no contesta la primera vez que marco! Eso ocasiona que ponga una de mis manos en mi rostro llena de frustración y mi codo quede recargado en la mesa, presionándolo con enojo, mientras, mi pie golpea el suelo de arriba a abajo. ¡Estoy desesperado! ¡¿Por qué no me habla?! ¡Muchas posibilidades me vienen a la cabeza!
Frunzo aún más mi ceño cuando me doy cuenta que el segundo intento también es fallido. ¡Nuevamente no contestó! ¡Por suerte sé que no me está ignorando porque no cuelga!, ¡O TAL VEZ SI LO ESTÁ HACIENDO! En ese instante, gruño por esa idea. Debido a mis acciones, me recordé mucho a Vegeta; él hace mucho esas caras y probablemente se me pegó.
Me pone molesto y triste que no me responda, pero también puede que esté ocupado.
Me doy cuenta que me pongo así solo porque no me contesta en dos llamadas... Ahora que lo pienso, ¿por qué estoy así? Hay personas que llaman a su pareja muchas veces sin que les conteste y yo ya actúo como si fuera el fin del mundo; ¡es increíblemente como alguien se puede comportar por una persona!
— Vamos a intentarlo de nuevo...— Me susurro mientras muerdo mi labio inferior y otra vez intento.
Suena un tono,... dos tonos...
— ¿Qué, Kakarotto?— ¡Al fin responde!, con su casual actitud, lo que es normal para mí.
— ¡Vegeta!, ¡al fin me contestas!— Digo emocionado— Quizás te moleste, pero ¿ya vienes? Hace... u-unas horas que estás f-fuera...— Estoy un poco nervioso por su respuesta.
— Es verdad.— Lo oigo suspirar— Allá voy, Kakarotto.— Escucho que alguien más habla; tal vez sigue con su amiga— No te preocupes. Sabes que odio que me estén hable y hable.
— Lo siento. Es que sinceramente sentí que ya tardaste de más.— Digo calmado.
— Me di cuenta. No escuché cuando me llamaste dos veces antes; eso para mí ya es alegar.— Dice serio, aunque tranquilo— Adiós.— Inmediatamente cuelga, pero yo sonrío.
¡Ya estoy tranquilo!, ¡ahora sé que debo esperar poco tiempo!
Como máximo 1 hora...
{...}
— ¡¿ESO ES VERDAD?!— Grita mi amiga emocionada.
— ¡Ay, sí!, ¡pero no grites tan fuerte!— Le digo bromeando, sin embargo, sí me dolió ese poderoso grito.
Su nombre es Bulma Brief, mi mejor amiga de la infancia. Hace unos pocos minutos ella vino a mi casa, aunque antes me marcó para decirme que iba para allá y aquí está. Su padre es el que nos dio a Tama y creo que ella es amiga de una amiga de Vegeta; por eso ella lo conoce.
¡Ella acaba de gritar porque le comenté sobre mi relación con Vegeta!, ¡pero me dolió como gritó ya que fue directo en mi oído! El caso es que se emocionó.
— ¡A ver, Son Goku Kakarotto!— Me dice en un tono un poco molesto— ¡¿Por qué rayos no me marcaste ayer justo cuando pasó eso?!— Tengo miedo.
— ¡Bulma!, ¡sabes que no me gusta que me digas por mi segundo nombre!— Le reclamo, aunque sigo temiendo.
— ¡Ah!, ¡pero bien que te gusta que te lo diga Vegeta!, ¡¿verdad?!— La verdad es que sí, pero me mantuve callado— ¡Él sí puede!, ¡¿eh?!
— ¡Claro que él puede decírmelo, solo él puede y tiene mi permiso!— Hago un pequeño puchero— ¡Él lo dice de una manera dulce y tú no!
— ¡CLARO QUE LO HAGO!— Me sorprendo porque sube su tono de voz— Em,... bueno ya, te decía...— Ahora está un poco avergonzada.
— ¿Decías?...— Le pongo atención por lo que iba a decir. ¡Si que ella a veces cambia mucho de actitud!
— Vaya, me hubieses dicho desde ayer, sin embargo, me alegro por ustedes.— Sonríe calmada.
— Gracias.— Le devuelvo la sonrisa.
— ¿Sabes? Me acuerdo cuando de chiquita me gustaba shipear parejas homosexuales.— Se ríe por lo bajo.
— Ja, ja, yo también me acuerdo. Recuerdo cuando me shipeabas con Krillin y a Yamcha con Ten, a pesar de que Yamcha era tu novio.— Me río con ella.
— Sí.— Pausa sus palabras— A pesar de que ya soy adulta y ya tengo la suficiente madurez...— Rodeo mis ojos; eso no es verdad— ... todavía me gusta un poco hacer eso, aunque ya no tanto.— Nuevamente se ríe.
En ese instante iba a contestar, pero escucho que alguien llega. ¡Es Vegeta!, ¡además reconozco el sonido de sus llaves! Él llega y nos mira muy extraño; supongo que es por que no conoce bien a Bulma, pero no parece estar molesto ni nada; se ve como siempre. Ahorita, está recargado en la puerta viéndonos.
— ¡Oh, hola, Vegeta!— Hablo para romper el silencio.
— Hola, Vegeta. ¿Te acuerdas de mí? Soy Bulma.— Se presenta mi amiga.
— Mm, sí lo recuerdo.— Solo responde— ¿Y mi desayuno, Kakarotto?— Habla sin mucho interés.
— Pues como esperé muchas horas de seguro ya está frío. Está en la cocina, debes de calentarlo.— Con simpleza.
Él solo asiente y va directo a la cocina; ay, de seguro tiene hambre. Creí que ya había comido con su amiga. En fin, supongo que Bulma ya se va y todo eso... ¡y que lo haga pronto que tengo ganas de besarlo! Ja, ja.
— Vaya...— Expresa ella con cierta sorpresa— Ya se me había olvidado que él es algo reservado...
— Sí, él es así, ja, ja, pero obviamente está bien así.— Sonrío.
— Oye, ¿te acuerdas cuando él no te caía bien y yo lo molestaba shipeandolo con...?— La interrumpo.
— Sí, sí, con Piccolo porque ambos eran así de serios. Sí, me acuerdo.— Expreso bromeando y sabiéndolo con obviedad— Y por supuesto ya está con alguien más.— Sueno orgulloso de estarlo.
— Ah, bueno.— Me ve un poco pícara— Bueno, creo que ya debo de irme.— Solo asiento y en ese momento, llega Vegeta.
Todos estamos en la sala: yo en el sofá más grande junto con Vegeta, que se sentó casi a lado mío, y Bulma en el sofá más pequeño. Mi novio ha traído su comida en la sala y solo se queda cruzado de brazos, todavía sin comer. De eso, Bulma se levanta y va por algo de la cocina y luego escucho que Vegeta me quiere hablar.
— ¿Ella que hace aquí?— Pregunta un poco irritado— ¿Qué no te acuerdas que ella me cae mal?
— Lo sé, lo sé, pero recuerda que ella es mi mejor amiga de la infancia.
— Mm.— Suena molesto.
— Vamos, no te pongas así.— Lo miro— Ella solo te molestaba porque me caías mal y lo hacía en broma.— Le hablo tranquilamente y pongo una de mis manos en su hombro izquierdo— Además, ya no se veían desde hace 3 o 4 años, o sea, desde que nos mudamos aquí.— Río por lo bajo.
— ¡Ok!, pero ya no me des muchas explicaciones.— Comenta incómodo; creo que es por que me acerco más a él— ¡Bueno!, pues ¿ya puedo degustar mi comida?— Alza una de sus cejas.
— ¡Claro!— Estoy ambicioso por lo que haré— ¡Sin embargo, tienes que hacer algo por mí antes!— Giro mi cuerpo para quedar frente a frente a él.
— ¿Ahora qué quieres?— De verdad ya no aguanto, aunque sé que ya tiene hartas ganas de comer.
— ¿Qué no recuerdas que...— Amplio más mi sonrisa y agarro sus dos manos; respiro tranquilamente y muy contento— ... cada día debemos de hacer algo? Tú mismo lo dijiste...— Le susurro un poco travieso.
— Em,... c-cierto...— Suena nervioso puesto que me voy acercando cada vez más hasta que nuestras respiraciones se combinan y nuestros labios rozan.
— Bueno, este es el momento...— Paso mis manos por su espalda— No sabes como voy a ser feliz.— Río.
Yo tengo una torpe sonrisa; adoro verlo así. Lo veo y también tiene una pequeña sonrisa, además miro que sus ojos brillan, sus ojos de ese color carbón, ese tono negro oscuro y a la vez grandes. Deseo tanto ya hacerlo, al igual que observo que él me mira de la misma manera. Él cierra sus ojos y pasa sus manos por detrás de mi espalda; la misma acción que yo.
Nuestros labios siguen rozando y estamos muy juntos que nuestras narices igual se tocan y finalmente, juntamos nuestros labios, al mismo tiempo. Los movemos lentamente; era un beso dulce y tranquilo, uno que jamás olvidaremos. Todavía mantengo mis ojos abiertos y miro a mi amado que tiene un adorable sonrojo para mí. Él se ve un poco tenso, sin embargo, va relajándose poco a poco, al igual que yo.
Nos separamos y jadeamos un poco, recuperando el aire. Lo miro fijamente con una mirada que le transmito mis sentimientos; él hace lo mismo. Se me queda viendo y yo todavía sonrojado. Esto solo pasó; no tenía pensado que terminaríamos así y tampoco sabía que con tan solo una mirada, expreso miles de sentimientos.
— E-Eso...— Iba a decir que fue genial, pero él me interrumpe.
— No digas nada...— Me murmura avergonzado y viendo en dirección hacia la entrada de la cocina, donde Bulma observó todo.
— Uy, qué bonito...— Nos dice cruzada de brazos, recargada en una pared y sonriendo de lado— Qué bueno que sigo aquí.— A la vez que trae una manzana y la muerde.
Ya veo por qué está avergonzado Vegeta; está todo rojo y el sonrojo que yo tengo se hace más visible por la vergüenza. Ella observó todo... Ay, había olvidado que ella está aquí. Pero, después de estar un poco avergonzado, deja de importarme así que me acerco al oído de Vegeta y le digo...
— Quería decirte que eso fue genial y ansío por que ya sea mañana.— Le susurro travieso en su oído, por lo que él opta por taparse la cara.
— ¿¡Qué le acabas de decir!?— Grita emocionada y riéndose— ¿¡Qué dijiste, Son Goku...!?— ¡La interrumpo gritando mientras ella continúa con sus carcajadas!
— ¡Que ya es momento para que te largues!— Me recargo un poco en Vegeta mientras el apartamento se llena de las risas de mi amiga.
¡Qué vergonzoso y qué desesperación con que sea mañana!...
2 meses, 1 día después actualicé. ;-;
P.D.: Primeros dos capítulos no tan bien escritos como lo hago actualmente.
P.D. 2: Fue corregido el 15/10/20.
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