Día 21: Hornear
Geno nunca fue muy bueno cocinando, así que tomar clases con Alter sobre eso no sonaba a una mala idea, de hecho, podría hacerle luego algunos regalos en forma de alimento para poner feliz a su adorable novio que tuvo la paciencia de enseñarle paso a paso como preparar algunas cosas.
Este día no era diferente, pues ahora el tema de hoy es aprender a hornear, esta vez aprendería su receta especial de tarta de canela.
El de bufanda sabía perfectamente el favoritismo de su novio sobre los dulces, así que esto sería una gran adicción a sus conocimientos, finalmente se había animado. Así que allí estaban, con delantales a cuadros y rodeados de ingredientes en la cocina de Alter. Él era un experto horneando tartas, pasteles y galletas, por lo que estaba entusiasmado de compartir ese conocimiento con Geno, ¡Y no solo eso! También sobre pasar un tiempo en pareja, seguro sería algo muy divertido.
—Muy bien, para una tarta de canela necesitaremos harina, azúcar, huevos, mantequilla, levadura y claro... ¡Canela! —Enumeró Alter alegremente. Mientras, su novio observaba todo con gran interés, siguiendo cada indicación al pie de la letra.
Alter le mostró cómo tamizar la harina para que no quedaran grumos y cómo batir correctamente las claras de huevo. Luego mezclaron todos los ingredientes secos en un bol, formando un suave montículo. En otro, batieron la mantequilla con el azúcar hasta obtener una crema esponjosa.
—Ahora, vamos a integrar de a poco. — El de túnica le enseño justamente como debe hacerlo, mientras que Geno lo hacía, él se había colocado detrás para tomar sus manos y ayudarle a moverlo.
Geno batió enérgicamente con una cuchara de madera hasta obtener una masa homogénea, sintiéndose algo emocionado por la cercanía que podían compartir en algo tan simple como esto, se sentía feliz y cálido, no sabía explicarlo.
Por último, su pareja se encargó entonces de espolvorear abundante canela molida y ralladura de limón, desprendiendo un delicioso aroma. Geno inhaló profundamente, deleitado. Vertieron la masa en un molde previamente enmantecado y enharinado.
—¡Quedó perfecto! Ahora al horno se ha dicho. — Celebró Alter, metiendo el molde en el horno precalentado. —En media hora tendremos lista una delicia. —
Mientras esperaban observando la tarta cocinarse, el de bufanda se apresura a abrazar a Alter, sonriéndole y rodeando con sus brazos la cintura de su amante.
—Gracias por enseñarme, pastelito. —Dijo Geno dulcemente, besando su frente. —Contigo todo es más divertido... No hay nada que me guste más que compartir contigo, amor. —
—Gracias a ti por animarte a esto...—Responde algo ruborizado Alter.
Con ternura ambos se vuelven un par de acaramelados, repartiéndose besos y una que otra caricia en lo que esperaban que el horno hiciera su trabajo. Cuando la tarta estuvo dorada y esponjosa, la sacaron y dejaron enfriar. Luego cortaron dos generosas porciones y las decoraron con crema batida.
—¡Está riquísima! — Exclamó Geno con los ojos brillantes, saboreando el primer bocado. —En serio, quedó perfecta. Tienes que darme más clases de repostería. — Halaga el de bufanda, riendo.
—Las que quieras, mi guapo cocinero. —Responde guiñándole un ojo y masticando felizmente. —Me encantó cocinar contigo. —
Finalmente, ambos Comieron la tarta abrazados en el sillón, felices de compartir ese momento tan dulce. Geno se manchó con crema y Alter lo limpió suavemente con un beso.
Así pasaron la tarde, entre canela y amor.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top