Lust solía meterse en problemas, y si no eran problemas, era inventar alguna cosa que no debería hacer. Aun así, la idea que tuvo no fue tan mala ya que la mayoría estaba de acuerdo en esto. Una fiesta para todos era su idea, y más bien se debe a un poco de complicidad con Fresh y Outer. Cualquiera que llegase podría ir, no es como si fuese exclusivo, aún así, solo debían de comportarse y divertirse.

Otra cosa a tener en mente, es el hecho de que deben ir formales, ya que era algo así como una fiesta de gala, muy diferente a la idea de Lust, pero aun así no se negó a esta gran oportunidad. Nuestra feliz pareja: Alter y Geno, decidieron ir, o, mejor dicho, el de túnica deseaba ir más que nada.

Así que ahí estaban, en casa de Alter preparándose para una noche de diversión. Alter se puso un elegante traje blanco con corbata roja, mientras Geno elegía un traje rojo y corbata blanca. Se arreglaron con esmero y perfumándose para la ocasión. Cuando estuvieron listos, el de traje blanco esperó en la sala a que su pareja terminara de alistarse. De pronto, lo vio aparecer y se quedó boquiabierto. Se veía increíblemente guapo y formal con ese traje, el rojo vino resaltando el blanco de sus huesos. Geno le dedicó una mirada coqueta al notar su expresión de sorpresa, logrando que se sonrojara.

—Te ves... Te ves muy bien. — Balbuceó Alter, aclarándose la garganta, aquello hizo que el de traje rojo soltara una risita, claramente divertido por su reacción.

—Tú tampoco estás nada mal. —Respondió guiñándole el ojo con picardía. El sonrojo de se acentuó aún más.

—Eh, gracias... Deberíamos ir yendo o llegaremos tarde...—Trato de cambiar de tema pronto, desviando la mirada.

Quizas ya acabo su tiempo de burlarse de su novio y lo adorable que se veia avergonzado de ser tan llenado de lindos piropos y cumplidos. Finalmente, tomados del brazo, salieron rumbo a la fiesta. Durante el camino no dejaron de lanzarse miradas coquetas y roces sugerentes. La tensión romántica entre ellos era palpable por mucho. Al llegar, la música retumbaba animadamente. Vieron a Lust saludándolos emocionado, radiante con un traje morado oscuro. Los condujo entre la multitud, presentándoles a los invitados que poco esperaban ver, como Ink, quien al inicio les regañó, pero termino viniendo.

Pronto Alter y Geno se integraron, bailando y riendo despreocupadamente. En un momento, una balada romántica sonó y las parejas se acercaron para abrazarse suavemente. El de traje blanco miró a su pareja, extendiendo su mano en una muda invitación. Claro que aceptó gustoso y se fundieron en un abrazo, meciéndose al ritmo de la música. Alter apoyó su cabeza en el hombro de su amado.

—Me alegra tanto haber venido contigo. —Murmuró Geno, emocionado por compartir ese momento tan íntimo.

—A mí también, amor. —Susurró Alter, depositando un tierno beso en su frente. —Eres lo mejor que me ha pasado. — Se miraron a los ojos con dulzura, antes de unirse en un tierno beso.

Se sentían plenos, dichosos de poder vivir su amor sin reservas.

Esa noche bailaron hasta el amanecer, ebrios de felicidad (Y quizás algo más).