— Dioses... Creo que voy a vomitar...

Mumuro por lo bajo Radamantys.

— Ni lo pienses... — amenazó Kanon — Pasé días probando trajes y vestidos...

Kanon no dejaba de mirar al  espejo, nunca pensó verse con un traje blanco y un velo de novia de flores rojas.

Su mirada de ilusión fue la más especial que pudo tener

— Ciertamente... Te ves muy guapo Kanon, sólo no te pongas nervioso, ya no es un ensayo

Recordó Milo mirando orgulloso a su amigo.

—Lo sé... Pero el tiempo pasó tan rápido... Hace tan sólo 10 años nos separamos en una terrible pelea... Y hoy... Nos vamos a casar... ¡Me casaré con mi hermano!

— Gemelo — sonrió Sorrento mientras colocaba una rosa roja en el traje de Kanon — Hoy... En este día especial, se harán uno y pasaran a ser esposos... ¿No es eso lo que querías?...

Cuestionó Sorrento alegre.

~ Con Saga ~

— ... Tienes razón...  Por 10 años era lo único que quería... Pero... Nunca pensé que este día llegaría tan pronto... Él será...

Su cabello estaba revuelto, una mirada seria en su rostro y un traje negro desarreglado, parece que un ataque de pánico lo abrumó, inclusive, en el suelo se podía apreciar una marca en circulo.

Cierto castaño se acercó con cepillo en mano, una expresión calmada y sonriente.

— No te alteres, este día es tan especial para los dos, deben disfrutarlo, no lamentarlo

Dejo salir una suave risa mientras pasaba el cepillo por el cabello azul del prometido, seguidamente arreglo el traje y coloco una rosa tenida de azul.

Echó una mirada orgullosa de su trabajo y dibujó una sonrisa en sus labios.

— No dejes que el miedo arruine su día

Dijo por ultimo para darle un pequeño y leve golpe, con si dedo, en la frente de Saga, quien sonrió agradecido y pronto su expresión se calmó.

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[Empieza la ceremonia]

Saga empezó a caminar por el pasillo, acompañado de Shion. El paso fue lento pero firme, frente en alto y con calma.

Llegaron al altar, donde debían esperar a la novia.

—Todo saldrá bien... Estoy orgulloso de ti.

Sonrieron y se pusieron derechos para esperar.

[Con Kanon: 25 minutos de retraso]

— Pero ¿Dónde esta?

—Dijo que tenia nauseas y fue al baño

—Estamos atrasados en tiempo y Saga junto con los invitados esperan

Mientras los padrinos discutían preocupados, Kanon decidió ir a otra habitación.

Aquella tenia un ventanal amplio que le permitía admirar el mar en esa noche de luna llena, podía divisar el altar y a su prometido a lo lejos.

—Saga...

— Te esta esperando

Esa voz, esa aura... Era aquel rubio de ojos celestes, Shaka

— ¿Te inquieta algo, Kanon?

—... Muchas cosas... ¿Qué pasaría si olvido mis votos?... Y si ¿Saga se arrepiente?... Si nosotros no podemos ser felices... Chocamos mucho y discutimos... Somos...

—¿Diferentes?— miró de reojo a Kanon, mientras se paraba a su lado a observar el altar — Bueno... Él sigue ahí... Entró muy firme y parece decidido a esperar... Quizás sean gemelos, y son diferentes, pero por esa razón están juntos, han pasado por tantas cosas que supieron resolver y apoyarse uno al otro... No dudaría que estando casados eso seguirá igual

Habló triste, pero con corazón mientras miraba a su primer amor.

Kanon notó eso, sabía las razones de su mirada y a lo que se refería con todo lo que dijo... Pero tenia razón

—Lo siento Shaka...

—Sólo... No seas tonto... No hagas que me arrepienta de dejarlo ir... Él te espera.

Extendió su mano derecha... Kanon la tomó con más confianza y juntos fueron a las puertas de la alfombra.

—Sólo respira y miralo a él... Sólo a él

Aconsejó y lo entregó a Julian. Kanon asintió y empezó a caminar por la alfombra blanca.

Se sorprendió de su ambiente... Los arreglos, las flores, el mar oscuro y la suave arena, todo iluminado con la luz de la luna y algunas antorchas.

Y sin darse cuenta ya estaba frente a su prometido, compartiendo miradas brillantes y llenas de amor, todo a su al rededor, incluso la musica era muy lejano a ese pequeño momento.

Dejaron de verse cuando Zeus apareció e hizo un sonido para llamar su atención.

— Queridos hermanos, hermanas, hijos mios e idiotas.. Tu no Pose...

Inmediatamente recibió un quejido inconforme de su hermano y risas de otros.

—Hoy estamos aquí reunidos, para celebrar la unión de estos dos seres... Esta noche se harán uno, esta noche seremos presentes de la unión sagrada entre Kanon de Géminis y Saga de Géminis, nacidos bajo la misma constelación pero con caminos diferentes, y hoy se juntaran para recorrer uno sólo por el resto de sus vidas humanas.

Por ese momento, Saga y Kanon se perdieron en las miradas uno del otro, sólo existían ellos, sólo se escuchaban los latidos de sus corazones resonando en conjunto.

—Yo, Saga, prometo amarte, cuidarte y respetarte... En la salud y en la enfermedad... Luchare contigo y por ti, mi presencia nunca faltara y si un día me voy de tu lado antes... Mi espíritu te acompañara y te esperaré para recibirte... Con este anillo te tomo a ti, Kanon, mi querido hermano y amor de mi vida... Este anillo sera símbolo del lazo inquebrantable que tenemos y de nuestro amor, sin limites ni condiciones... Con este anillo te entrego mi corazón...

Mientras Saga colocó el anillo en el dedo de su hermano, él se quedo helado... Se había quedado bloqueado, hechizado por sus palabras y su mirada.

—Tú, Kanon, ¿Me aceptas cómo tu esposo? Correspondiendo a lo anterior y... Prometiendo ser siempre mio ¿hasta que la muerte nos separe?

Había notado la reacción de su hermano

—Yo, Kanon, te acepto como mi esposo Saga de Géminis

Sonrió apenado y coloco el anillo al dedo del mayor.

— ... Ahora, por él poder conferido en mí, por mí, les doy mi bendición, y los declaro en sagrado matrimonio... Ya puede besar al novio.

Sin necesidad de decirlo dos veces, los gemelos unieron sus labios en un suave y tierno beso.

Quizás algunos invitados lloraron  como en un velorio, pero otros de felicidad y gritaron de alegría.

—Te amo, Saga

—Yo te amo más, Kanon