Los años pasaron lentos para Saga, quien al principio no dejaba de pensar en su hermano, con el tiempo consiguió salir de su depresión y formar una relación, ignorando ese vacío que habitaba en su corazón... Esa relación duró poco, pero la amistad se mantuvo firme y los pretendientes para ocupar un pequeño espacio nunca faltaban.

Ese día era su cumpleaños numero veinticinco y como acostumbraba, desde hace ya diez años, quería ir a ese parque tan especial donde podía tomar un respiro...

—¡Feliz cumpleaños!— Exclamaron en unísono sus amigos y compañeros, le habían preparado una fiesta sorpresa en su departamento... Pero en ese momento solo habían dos cosas que intrigaban al mayor...

—¡¿Cómo entraron a mi departamento?!... Y ¿Cómo se enteraron de que hoy es mi cumpleaños?...—

—Fui yo quien les dijo y aun conservaba las llaves de tu departamento... Siempre olvide devolvertelas desde que terminamos y pensé que este seria un buen momento para usarlas— Explicó el pelicastaño mientras abrazaba a su actual pareja...

—Aioros...— Optó por no decir más —Gracias... Por todo...— Al final solo sonrió levemente y disfrutó de la fiesta que le prepararon...

La pequeña fiesta sorpresa al fin había terminado, ya todos se habían ido a sus casas, incluyendo al rubio de ojos azules pretendiente del geminiano... Ahora podía hacer lo que quisiera...

[...]

Aun cuando ya era de noche, el parque no perdía esa bella vista, las flores, los árboles... Simplemente perfecto, casi no había gente, solo una o dos personas que paseaban por ahí...

—Es hermoso, ¿No cree?— Habló una voz masculina que se había sentado en la otra banca, atrás de la banca de donde estaba Saga, dándose las espaldas...

—Sí... Lo es...— Respondió sin darle mucha importancia ni mirarlo tan siquiera... Solo mantenía su postura...

—Y... ¿Qué lo trae por aquí este día?...— No obtuvo respuesta... —Veo... Que no habla mucho...—

—Lo siento... Pero, solo quería algo de silenció... —

—Mmm... Ya veo... Pensé que le gustaría hablar un poco... Parece estar un poco solitario y, de cierta forma, un poco triste... ¿Acaso hay algo que le inquiete?...—

—... Je~... No se si debería decirle algo como eso...—

—Podría intentarlo... Aveces... Solo se necesita a alguien que escuche...—

Un pequeño silencio se formo en ese lugar, Saga lo estaba pensando, hace mucho que nadie le preguntaba o le escuchaba... Y de cierta forma sentía confianza con esa persona, extraño en él...

—Vera... Hace ya diez años... Me separe de mi hermano... La ultima vez que hablamos solamente discutimos y, hasta ese momento, no había querido entrometerme en su vida pensando que se molestaría... Debí haberlo hecho... Desde ese día no he tenido noticia alguna de él... Siempre me hago las mismas preguntas... "¿Estará bien? ¿Esta sano? ¿Esta viviendo bien? ¿Ya comió?"... Me desesperaba cuando me sentía triste sin razón alguna, porque sabia que él estaba triste y no podía ayudarlo ni secar sus lágrimas... Me di cuenta de lo mucho que me hacia falta... Incluso me he preguntado... ¿Se hubiera quedado si lo hubiese apoyado como debía?... Probablemente no... Era tan necio... Siempre llevándome la contraria... Pero era mi hermano... Y sin importarme nada... Yo lo... Lo amaba...— Su voz se había hecho un poco temblorosa...

—... ¿Qué le dirías... Si lo tuvieras frente a ti?...—

—... Le diría lo mucho que lo siento... Que aria lo que fuera por que me perdonara... Aun que... Él probablemente se burlaría de mí...— Dejo escapar un pequeña risa, para disimular un poco las traviesas lágrimas que ahora corrían por sus mejillas...

—¿"Lo que fuera"?... ¿Incluso si eso tiene que ver con dejar a tu pareja?— Como respuesta recibió otra risa, esta vez un poco más energética.

—No tengo pareja... La tuve, pero me di cuenta que eso no era para mí... Al menos no aun, no he encontrado a la persona correcta... ¿Y tú? —

—Pensé que la había encontrado... Pero resultó que solo me estaba usando... Para ganar fama y para satisfacer sus deseos depravados...—

—¿"Ganar fama"?...—

—Veras... A corta edad resultó que tenia talento para cantar y tocaba muy bien la guitarra... Él me ayudo a explotar mi potencial al máximo... Con el tiempo me volví famoso y me ofrecieron un contrato... El problema era que no tenia mis estudios completos, así que, a cambio de triunfar, tomaría clases privadas y presentaría exámenes para acabar mi escolaridad... Era la oportunidad perfecta para mí y aunque lo conseguí, eso implico dejar a mi familia... Y a la persona que realmente ame... Esa persona fue mi primer amor... Y la única que estuvo con migo en las buenas y en las malas, a pesar de mi forma de ser y todos los líos en los que me metía... Esa persona siempre me ayudo a levantarme...—

—... Y ¿Por qué no vuelves con esa persona?...—

—... Por miedo... Tenia miedo a lo que me diría... A como me trataría... También tenia miedo a que tuviera una pareja... Realmente no tenia ganas de soportar a la competencia... Menos en mi cumpleaños... Oye... Me has agrado... ¿Me permitirías hacer algo...? Solo necesito que cierres los ojos... Confía en mí... —

Esas ultimas palabras resonaron en su cabeza... "Confía en mí"...

—Hmph... Solo te aviso que no tengo nada de valor en este momento... Listo, ya los cerré —

Su contrario dejo salir una risa por sus palabras, negó con la cabeza al mismo tiempo que se levantaba de su lugar y comenzaba a posicionarse frente a Saga, se agacho un poco y poso su mano izquierda el la cabeza del mayor...

—Feliz cumpleaños Saga y ¿Sabes?... Sí te perdono... Solo espero que tú puedas perdonarme a mí— Y con esas palabras se acercó al mayor, juntando sus labios en un tierno, tímido y gentil beso...

No abrió sus ojos... Solo correspondió a un beso tan suave y necesitado para él...

Para cuando se separaron y miro el rostro de quien lo había escuchado... Las lágrimas volvieron, solo que esta vez no eran de tristeza, le dio un fuerte abrazo y rogó por que fuera real... Y no era un sueño, realmente estaba pasando...

—No hay nada que perdonar Kanon... Y... Feliz cumpleaños... Dragoncito...—