➛Maratón. ❪ 𝑑𝑖́𝑎 𝟤𝟧❫
—¿Alphys que te dijo? —Fell preguntó cuándo salieron del lugar y se dirigían hacia el laboratorio.
—Me dejó como veinte mensajes. Pero aceptó que fuéramos siempre y cuando le llevará el tomo del manga que le debo.
—¿Lees manga? —le miró incrédulo mientras ignoraba las quejas de Toriel de fondo.
—Claro. ¿Tú no?
Giraron a ver a Toriel que intentaba salir de la casa pero Carrot la retenía.
—¿Qué tanto le cuesta cerrarle la puerta con magia?
—Eso es mucho trabajo, amigo.
El de ropas góticas no aguantó más. Le cerró la puerta en la cara a Toriel y le puso todos los seguros.
—Ya vámonos de una buena vez.
Sus dos compañeros se vieron a la cara.
—A veces es más práctico su método no te lo puedo negar. —Carrot habló para acercarse.
Observaron por un momento a Frisk quién se abrazaba así mismo y mantenía sus piernas contra su pecho.
—Ni se les ocurra quitarle el ojo de encima. —volvió a recordar Fell.
Al llegar al frente del lugar Fell sintió la nostalgia de volver a ver a Alphys. La verdad no tenía una buena relación con ella, más que nada porque le parecía insoportable.
Aunque sabía que era la del universo original y no la que conocía no pudo evitar recordar los breves momentos que compartieron.
Pensó que sería bueno tener una ayuda de más. Quería evitar que volviera a pasar lo mismo cuando la niña escapó.
Volvió a echarle un vistazo a Frisk.
—¿Sa-sans? —la voz de la científica le hizo voltear a ver como hablaba con ella. —¡Ya mismo los-los dejo pasar!
La conexión que tenía a través de una pantalla se terminó.
—Es raro ver a Alphys así. —dijo Carrot.
—Heh, me imagino. ¿La de tu universo es la que tiene la personalidad de Undyne, no?
—Sí.
La puerta se abrió.
En el momento de entrar todo estaba completamente oscuro.
—¡No otra vez! ¡Denme un mo-momento! ¡Lo-lo siento mucho!
—Oye rojito, ¿Seguro que Toriel no le puso nada a la tarta? —preguntó Carrot en el momento que se quedó todo en silencio.
—No empieces de nuevo con eso. Ya te dije que era una broma. Si sientes algo seguro es tu cabeza.
Sans rió.
—Yo tú no me confiaría mucho de todas maneras.
En eso volvió la luz en el lugar y las máquinas empezaron a hacer ruidos algo irritables.
Alphys apareció echa un completo manojo de nervios.
—Tráiganlo por favor. Ra-rápido. —les hizo señas de que la siguieran.
Observaron curiosos los artefactos hasta que una puerta se abrió.
El cuarto era completamente blanco. Se encontraba una camilla y varias cosas de enfermería.
Lo dejaron recostado. Empezó a intentar escapar pero Alphys le dio a un botón haciendo que aparecieran unas clases de ataduras de metal que lo sostuvieron por las muñecas y tobillos.
Carrot silbó.
—He visto mucho esto en las películas de terror.
—Dis-disculpen que tome estas medidas. Por las palabras de Sans es mejor prevenir que lamentar. —empezó a buscar algo entre los anaqueles. —Le daré algo para que pueda dormirse.
Un líquido de un tono violeta les causó curiosidad.
—No soy una especialista en esto pero me sirve mucho de pasatiempo crear remedios. De algo me tengo que ganar la vida. —Alphys comentó sin tartamudear. Colocó una cantidad en una jeringa.
Pronto se lo inyectó haciendo que Frisk se quejara.
—Hará efecto pronto. —dejó todo lo que uso en una pequeña mesita.
El castaño dejó de moverse. Tanta tranquilidad por su parte era escalofriante.
—Será mejor hablar afuera. No vaya a ser que-que nos escuche... —sugirió la científica acomodando sus lentes.
—Si era verdad cuando me dijiste que hablaba bastante. —susurró Carrot a Fell.
Cuando estuvieron afuera le explicaron la situación.
—Creemos que Chara ha despertado nuevamente en Frisk. No sabemos si únicamente en el de Underfell o capaz fue en todos. Esperemos que no sea algo tan grave. —dijo Sans.
—Sí. Además de que no tiene LOVE parece que solamente ha estado manipulado a terceros para hacer de las suyas.
Todos observaron a Fell asimilando sus palabras.
—Es-esto es muy delicado. Hay que resguardar a los demás Frisk.
Se mantuvieron en silencio.
—Pe-pero... Me parece muy extraño que fuera tan fácil traerlo aquí. —empezó a sudar. —¿No será que...?
Un ruido estruendoso los hizo voltear hacia la puerta de la habitación.
—¡¿Qu-Qué?! ¡¿Co-Cómo pudo despertarse tan rápido?! —Alphys abrió la puerta lo más rápido que pudo marcando la clave.
Cuando entraron vieron como Frisk intentaba zafarse.
Al escucharlos estar con él sus ojos se vieron de un color rojo.
—Vaya, vaya. Realmente no puedo deshacerme de ustedes. —su voz tan fría y lenta le causó escalofríos a la única mujer del grupo.
Carrot se enojó. Sabía que seguramente había manipulado a su hermano para que no hablara de lo que estaba haciendo.
Esto lo notó Fell.
—Oye, cálmate. No cometas alguna estupidez. —colocó una mano en su brazo. —Ya hemos llegado hasta aquí para caer bajo sus manipulaciones.
Chara empezó a reír.
—¿Quién lo diría? Él más rudo de todos se ha ablandado.
Alphys buscó rápido algo.
—Pu-puedo aplicarle otra dosis. Solo di-díganme si lo creen necesario.
—Hazlo, después de todo no hablará. Tenemos que solucionar esto por nuestra parte. —habló Sans. —Solo es un niño que no sabe hacer las cosas por su cuenta, heh.
—¡Voy a volver a matar a tu hermano! ¡No sabes lo bien que se sintió hacerlo una y otra vez! —Chara empezó a gritar con rabia.
Sans se puso serio. Fell se acercó a él colocando una mano sobre su hombro en busca de darle apoyo.
Nuevamente el niño se quedó dormido.
—No permitiré que eso vuelva a pasar. —sentenció Sans. —Vámonos.
Carrot y Fell se vieron.
Tenían que acabar con esto.
Quedan cinco capítulos restantes. Puede que me alargue un poquito como hice con este.
¡Si quieren que suba los últimos así en maratón díganme! Estaré escribiéndolos. Después de todo estarán los extras y el epílogo.
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