—Sans... ¿Estás seguro que sea buena idea dejar a Alphys sola? —Carrot preguntó algo preocupado.

El mencionado se detuvo. 

—¿Tienes alguna idea? Si nos ponemos a pensar, tal vez hasta Blue corra peligro ahora. No creo que Chara se quede de brazos cruzados. Tarde o temprano sospecharía que podría traicionarla.

—Eso también. —suspiró Fell. —Necesitamos más ayuda.

—Consideremos mejor esto. —Carrot rascó su cráneo. —Nuestra prioridad es buscar a la niña, probablemente irá en busca de Blue. 

—Entonces hagamos algo, ustedes dos vayan para asegurarse que se encuentre bien y yo me quedaré aquí hasta que me den la señal que todo esté en orden. Entonces Carrot cambiara de turno conmigo y yo iré con Sans. —sugirió Fell.

Asintieron de manera determinada.

Al momento de alejarse Sans miró a Carrot.

—¿No dirás nada? 

—¿Te refieres si dudo de que Fell pueda hacerlo? —dio una calada al prender un nuevo cigarrillo. —Na'. Realmente lo has cambiado mucho. Sé que puede hacerlo.

Ambos desaparecieron pero antes Sans enrojeció un poco por el comentario de su amigo.

Fell esperó mientras que Alphys saliera de la habitación.

Sin duda esto era una clara prueba a su paciencia.

Sintió como su teléfono empezó a vibrar.

Al ver que se trataba de su hermano dudó un poco en contestar pero sintió una corazonada.

—¿Qué pasa ahora? —contestó con un tono neutro.

—Necesito que me digas algo siendo lo más sincero posible. 

—¿Sí...? —le extrañó un poco sus palabras.

—Dime si necesitas ayuda. No sé en qué estás metido pero no preguntaré porque confió en ti. 

El de ropajes góticos no sabía que decir. No podía creerlo.

—Espero que no te hayas desmayado o algo así. Te conozco y sé que eres muchas cosas pero muy en el fondo de tu oscura alma tienes un uso lógico de lo que es lo correcto. Así sea gritón, un malhumorado y muchas cosas más sigo siendo tu hermano. 

Un silencio inundó la línea. 

—Te mandaré la dirección. —hizo una pausa. —Gracias.

Al colgar observó el teléfono asimilando lo que acababa de pasar.

Una sonrisa apareció en su rostro.

—No soy el único que ha cambiado, ¿Eh?

Pasaron unos minutos donde Alphys salió.

—Dis-disculpa por hacerte esperar. Estaba asegurándome de que se mantenga así por un buen rato. Y-y en tal caso que se despierte no pueda salir. Quité todas las cosas que pueda utilizar, ya sabes. 

—Está bien. Después de todo tiene que apestar tener a un homicida en tu hogar. 

—Oh. Bu-bueno. Sabía que tarde o temprano pasaría. La paz solo es momentánea. 

—Eso creo también. —dijo algo pensativo. —Vendrá alguien para ayudarnos en tal caso que surja una emergencia.

—¡Va-vaya! Me siento como toda una protagonista de manga shōjo siendo protegida. 

—¿Qué es eso?

—Ah. Cierto, tú no lees. Sans me trajo lo que me prometió, si quieres cuando salgamos de todo esto podemos... Ya sabes... Uhm... Compartir co-comiendo algo.

—Seguro. —respondió. Alphys se sonrojó.

—Un-un amigo... ¡Tengo otro amigo con aspecto genial! —balbuceó tapando su rostro.

Pronto escucharon unos ruidos.

—¡Oigan, ya estamos aquí! ¡Abran! —una voz conocida hizo poner nerviosa a Alphys.

—¡¿Un-undyne?! Es-espera... ¡Ya voy! —corrió hacia un panel empezando a teclear.

Al abrirse la puerta apareció Papyrus y en efecto Undyne.

—¡Hola renacuajos! ¡Vine a ser apoyo aquí! —se trataba de la del universo original utilizando una playera negra. —Como estos tipos tienen tanto estilo quise utilizar algo... Uhm... ¿Cool? No lo sé. ¡Así que, me puse esto! Espero no estar haciendo el ridículo... —susurró lo último.

—¡No-no tenías que venir hasta aquí! ¿Quién te dijo? —Alphys la saludó.

—¡Alphys! —tosió al ver que dijo su nombre con demasiada emoción. —Esto... Creo que es obvio que Sans. Me mandó un mensaje y bueno, aquí estoy. Me dijo que buscará a los monstruos con aspecto gótico. Supongo que estaba enterado que el Papyrus genial venía. 

Siguieron hablando. Fell se acercó a su hermano que venía con varias personas.

—Llegaste rápido. —sonrió con burla.

—¡Claro que lo hice! ¡La puntualidad es todo un orgullo! Más cuando me necesitan.

—¡Ya abrácense! —gritó alguien. 

Los dos se avergonzaron. No eran del tipo que solían ser afectivas, mucho menos en público.

Se dieron uno rápido y se incorporaron como si no hubiera pasado nada.

—Bueno...

—Sí, a lo que vine. —tosió un poco Papyrus. —¿Qué debemos hacer?

—Proteger a toda costa a Alphys. Hay un niño en esa habitación que ha hecho de las suyas, mejor dicho, Frisk de nuestro universo.

—Ya veo. —puso la mano en su mentón. —Déjamelo a mí. No ocurrirá nada mientras este aquí.

Fell asintió.

Volvió a llegar otra llamada.

Se alejó un poco para responder.

—Dime que son buenas noticias. 

—¿Quieres las buenas noticias o las malas primero? —al escuchar la voz de Carrot tras el teléfono siendo la llamada por parte de Sans no le daba buena espina.

—Las malas...

—Lo malo es que no pudimos detener a la chica. Apareció con otros más intentando llevarse a Blue. Lo bueno es que no lo lograron, pero Sans quedó muy agotado.

—No digas más. Voy para allá. Tengo a mi respaldo con Alphys así que no creo que nada pase. —colgó. —Tengo que irme. 

—Ten cuidado. —Papyrus cruzó sus brazos. —Y regresa vivo.

Fell se alejó para irse.

Al aparecer al frente del lugar notó con facilidad lo agitado que estaba la situación. 

Varias personas se alejaban despavoridas de lo que parecía ser un incendio.

Por suerte había llegado la ayuda para evitar que se extendiera.

Su furia aumento al ver como varios monstruos tenían heridas o se encontraban desorientados. Por poco uno no era atropellado por un carro.

—¡Fell! —la voz de Carrot le hizo ver hacia dónde provenía. Al verles vio como Sans estaba sudando bastante apoyado de la pared de un local con Papyrus apoyándolo.

—¿Qué fue lo que sucedió? —llegó rápido con un gesto serio.

—Bueno, es algo difícil resumirlo todo. Principalmente ya vez todo lo que causaron. Intentaron hacer una distracción para llevarse a Blue pero por suerte vino el apoyo de Undyne de tu universo con algunos de underswap. —miró a Sans. —Intentamos hacer lo posible para evitar que lastimaran a inocentes, por suerte no lo lograron.

Tensó la mandíbula. 

Podía tolerar que se metieran o dañaran a cualquiera. 

Pero no a una persona que apreciaba. 

Las iba a pagar.

Oh boy. Me estoy emocionando.

No recuerdo si cuando mencionaba alguno de los universos lo colocaba en cursiva JAJAJ

Realmente gracias de nuevo, no, muchas gracias por todo el apoyo que tiene esta historia. A pesar de que tuve muchos bloqueos este escrito tiene mucho valor para mí. En el momento que estoy escribiendo esto el prólogo tiene casi 300 votos y eso nunca lo había logrado. Estoy muy agradecida de verdad.