Disclaimer: Naruto no me pertenece, todos sus derechos son de Masashi Kishimoto.

Pelea infantil.

Tenten conducía por el tráfico de la ciudad. La habían llamado de la escuela porque al parecer su pequeño hijo de 6 años, Takeshi, se había peleado con un niño en la hora del receso. Al llegar a la escuela camino hacia la dirección, en las sillas que estaban afuera reconoció a su niño, su cabello castaño revuelto, sus ropas sucias y su labio partido.

— Cariño, ¿Qué sucedió? —Tenten trato de sonar comprensiva, aunque en esos momentos lo que quería era regañar a Takeshi— ¿Por qué le pegaste a tu compañero? —Takeshi desvió la mirada.

— Se burló de mi —Los ojos castaños de Takeshi estaban derramando lagrimas— Dijo que era un perdedor y que siempre lo iba a ser. Y por eso papá se fue.

Tenten ahora empezaba a comprender, Takeshi aún no podía entender porque ella se había separado de su padre. Pero bien, su vida a lado de Kankuro nunca fue sencilla; al principio de su matrimonio todo era miel sobre hojuelas, ella lo amaba tanto que después de un año llego a su vida Takeshi. Algo se fue enfriando, Kankuro ya no estaba mucho tiempo en casa, Tenten se ocupaba de Takeshi la mayor parte del día y no era sencillo tener al mismo tiempo un negocio de antigüedades.

El amor se fue apagando, aun cuando estaba con Kankuro, ella se sentía sola. Después llego Sunako, cuando ella cumplió dos años la monotonía había ahogado el amor, Kankuro le pidió el divorcio porque había encontrado a alguien más y a Tenten no le sorprendió en lo más mínimo, tal vez ya estaba preparada para su separación porque no le dolió tanto como ella pensó.

— Bebé, tú no tienes que ver en eso —Tenten beso la cabeza de Takeshi— Yo te quiero, papá te quiere aunque no esté siempre contigo— Lo vio a los ojos, tratando de darle confianza— Ahora deja hablo con la directora. —Tenten entro al despacho, donde Tsunade la estaba esperando.

— Siéntese Tenten, todavía no llega el padre del otro niño —Tenten se sentó en una de las sillas enfrente del escritorio de Tsunade— Conozco a Takeshi, pero no puedo entender porque lastimaría a Hiroshi.

— Si, lo sé. Tsunade-sama el divorcio le ha afectado mucho, su hermana es pequeña y no entiende, pero Takeshi... —Shizune entro interrumpiendo a Tenten.

— Tsunade-sama, el padre de Hiroshi ha llegado.

— Hazlo pasar —Un hombre entro a la habitación, era alto y de cabello largo y castaño, con unos ojos perla demasiado inusuales. Vestía un traje color gris, camisa blanca y corbata negra— Neji, tome asiento por favor.

— Tsunade-sama —Neji se sentó. Esperaba que le explicaran porque su hijo había sido lastimado en la escuela. Era lo único que le quedaba después de la muerte de su esposa, no quería perderlo a él también.

Se había enamorado de ella como un loco, con su cabello castaño, sus ojos chocolate y siempre con una sonrisa; no recordaba otro día más feliz que cuando se enteraron de que iban a ser padres. Pero todo se complicó en el parto, Hiroshi se adelantó por semanas y eso provoco que su madre muriera después de dar a luz. Neji se encontró en una depresión profunda, se sentía demasiado solo sin ella y demasiado deprimido para cuidar a su hijo, pero salio adelante y siempre estuvo ahí para él.

— Bien señores, los he reunido porque sus hijos se han peleado. Ese tipo de conductas no se aceptan en esta escuela, pero como es la primera infracción de ambos solo les daré un aviso. Y como soy una persona muy ocupada, pueden irse —Sin más, ambos se levantaron y salieron de la dirección.

Ahí seguía Takeshi con sus ropas sucias y su labio roto, lejos de su hijo se encontraba otro niño, de largo cabello castaño sus ropas igualmente sucias, uno de sus ojos estaba morado y la nariz con sangre seca. Al parecer ese era Hiroshi, lo supo porque Neji se acercó a él después de salir. Tenten tomo a Takeshi de la mano.

— Ven, vamos a que te disculpes. Deje a tu hermana con la tía Temari y ella también debe cuidar a Shikadai —Takeshi se resignó a seguir a su madre, ambos caminaron hacia donde se encontraban Hiroshi y su padre— Disculpe —Llamo la atención de Neji— Takeshi lamenta haberle pegado a su hijo.

— Hn. Está bien, que no vuelva a pasar —Neji se le quedo viendo a la madre de Takeshi, tenía el cabello castaño recogido en moños, unos ojos color chocolate y para ser madre se veía joven.

— Sí, creo que no pasara de nuevo. —Tenten sonrió, el hombre parecía demasiado serio y creyó que no iba a ser fácil que le aceptara una disculpa— Pero para compensarlos, Takeshi y yo los invitamos a comer. Tome —Tenten le dio una tarjeta— Esta es mi tienda y arriba esta nuestra casa, pasen como a eso de las 5. —Neji solo asintió— Debemos irnos, deje a mi hija con su tía y ya me tarde demasiado. —Tenten corrió sujetando de la mano a Takeshi.

Tenten le recordaba mucho a la madre de Hiroshi, Neji se sorprendió por eso porque para él solo hubo siempre una mujer. Compararla con alguien era algo inconcebible y más si apenas la había conocido.

Tenten en el auto respiro agitada; debía alejarse de ese hombre, aunque él se veía confiable. En serio, debía alejarse de él ya que su simple presencia la ponía nerviosa, en esos momentos ella debería seguir con su vida solamente cuidando a sus hijos, un hombre como ese solo traería problemas. Ni siquiera le pregunto si estaba casado... oh, mierda ¿y si tenía esposa? No porque Tenten estuviera divorciada significaba que Neji lo estuviera; aunque por un momento en años no se sintió tan sola.