Disclaimer: Naruto no me pertenece, todos sus derechos son de Masashi Kishimoto.

5. Más fuertes cada día

Neji no podía oír nada, solo el latir de su corazón en los oídos, sus ojos estaban vendados quitándole así su vista prodigiosa. Un entrenamiento como ese era útil para él. Todo entrenamiento lo era.

Sus oídos captaron el sonido de las armas cortando el aire, viniendo hacia él con el firme propósito de hacerle daño. Movió sus manos en esa pose tan particular y empezó a girar, haciendo que las armas no lo tocaran y las oyó caer cerca de él. Con su nariz, que no era tan buena como la de los Inuzuka pero se acercaba, pudo oler los sellos explosivos empezando a explotar por lo que salto lejos de las armas tratando de moverse a un campo estable.

– ¡Te estas volviendo lento Neji! –Se burló Tenten a lo lejos.

– Y tú te estas volviendo predecible –Contraataco Neji haciendo enojar a Tenten. Ella volvió a atacarlo, esta vez cuerpo a cuerpo acercándose peligrosamente a Neji.

Neji tenía que agudizar su oído ya que las pisadas de la chica casi eran imperceptibles, tratando de acercarse a atacarlo. Tenten atacó con una Sai en cada mano, pudo hacerle un corte largo en el brazo antes de que Neji la notara y se moviera. Volvió a lanzar ataques y embistes con las Sai, pero Neji pudo notar sus movimientos y apartarse de ella antes de otro corte.

– ¡Mis queridos alumnos! –Interrumpió Gai. Quitando la atmosfera entre ambos– ¡Aun entrenando! Lee y yo terminamos hace una hora y fuimos a comer pero nunca los vi, así que pueden irse ¡mantengan la llama de la juventud encendida! –Levanto un pulgar mientras sonreía. Y así como llego, se fue.

Neji se quitó la venda de los ojos, noto que el sol se había ido hace mucho y que lo único que los iluminaba era la luna. Tenten se veía agotada, con tierra en su ropa y su pecho agitándose al compás de su respiración. La castaña le sonrió débilmente.

– Ven Neji, no seré una ninja médico, pero creo que puedo curar eso –Señalo su brazo, en el corte hecho anteriormente. Neji solo se dejó hacer, viendo como la chica le untaba un ungüento para cicatrizar la herida y luego la envolvía con vendas.

– Mañana a la misma hora – Hablo Neji, al ver que Tenten lo terminaba de curar. Espero un asentimiento por parte de ella para irse a los terrenos de la mansión Hyuga.

Y cada día era casi lo mismo, llegar puntuales a entrenar, quedar exhaustos, irse hasta el anochecer y tratar de no morir en las misiones mientras buscaban lograr su meta. Porque todos ahí tenían sueños por cumplir y la única manera de lograrlos era haciéndose más fuertes cada día que pasaba.

Su equipo estaba lleno de sueños y sonadores y Neji no era la excepción. Por eso debían ser mejores, más fuertes cada día, esforzándose al máximo para ver cumplidos sus sueños.

Porque Tenten todo lo que tenía en un principio era un sueño, ella quería ser una legendaria kunoichi como Tsunade. Ella quería ser grande y recordada. Pero ella no tenía algún talento natural extraordinario, nada que ver con Neji. Neji tenía todos los talentos necesarios, era un genio después de todo. Pero él no tenía nada por lo que soñar. Todo lo que tenía era el resentimiento y el odio. ¿Para qué soñar con algo? además de sólo ser un esclavo más poderoso que los otros miembros de la rama.

Tal vez por eso Neji y Tenten se acoplaron tan bien, ¿por qué es tan importante el uno para el otro? Neji empujó a Tenten y le ayudo a alcanzar su sueño. ¿Y Tenten? Bueno Tenten le dio a Neji esperanza, le dio algo que él necesitaba; ella se convirtió en su sueño.