¤Día 14¤

Dedicado a: -Katte-

¿Ya vieron el título? , catorce uvu...

¿Ya vieron el mes de la historia?( ͡ʘ ͜ʖ ͡ʘ)

Abajo hay ciertos puntos importantes que aclarar, deben leerlos si no saben lo canon de los personajes (u v u )

✿❀✿❀✿❀

No había mejor forma de describir el día justo como Error lo haría:

«Un día menos de vida». Justo como todos los demás.

Sin embargo, algo extraño ocurría con todos en esta fecha tan natural. Monstruos paseaban tomados de las manos, y humanos también. Muchos bebían un buen café juntos, mientras otros preferían pasar el día cómodos en el sofá, viendo una larga película a la cual no le pondrían atención por mimarse mutuamente.

Las acciones tan extrañas por parte de sus contra partes, y de todo el resto de seres vivientes se debía, simplemente, al empalagoso día que le tocó vivir y apreciar.

«San Valentín».

Una fecha deplorable, y vomitiva. Demasiadas cosas repulsivas en un solo día.

Si se tratase de una ocasión normal, el destructor de universos no tendría un motivo por el cual animarse a salir de su Anti-Void, ni siquiera ir a casa de Geno. Quedarse todo un día en completa paz, aislado de todo lo que el resto hace, es su mejor pasatiempo en esas fechas tan ridículas.

Lamentablemente, no era un día normal. Ninguno desde hace catorce días lo había sido.

En sus manos levantó el papel que, con tanta emoción y una sonrisa, Ink le dejó esa misma mañana. Se verían en Outertale en diez minutos, según leía en las indicaciones. Probablemente menos luego de su lucha intentando enfocar su vista en las palabras.

Si algo le agradó de la decisión del guardián, fue el lugar escogido. No obstante, con Ink parloteando como guacamayo no podría darse el placer del silencio en tan bello ambiente.

Arrugó con desgano el pequeño pedazo de papel que tenía en sus manos, al mismo tiempo en que abría un portal hacia el universo acordado. Con suerte, el artista lo olvidaría y dejaría plantado, permitiéndole un panorama aún más perfecto gracias a la falta de palabras.

Cualquiera diría que, luego de su última gran discusión, el pintor aprendería su lección sobre llegar puntual cuando se trata de Error. Pero vamos, es Ink, él no aprende ni aunque le des una patada cada día, a cada hora.

Una definición simple para el guardián es «caso perdido».

Nada más poner un pie en el universo acordado, un montón de serpentinas cayeron sobre el destructor, asustándolo en el acto, y claro, alertándolo, por lo que se vio obligado a sacar sus hilos para defenderse.

Al parecer sus plegarias no fueron escuchadas cuando una risilla se hizo presente tras él.

—¡Llegaste! —Ansioso estaba Ink, hasta que un golpe le dio directo en el cráneo. —¡Ouch! ¡Hey! ¿A qué vino eso?

—¡Te lo mereces! ¡No tienes derecho a asu-... Gritar!

—¿Asustarte? ¿Te asusté? —Su expresión dolida cambió instantáneamente a una simpática sonrisa. —¡Ow, lindo! ¿Qué pasa?

El glitch le miraba molesto, con grandes ganas de matarlo, y ruborizado de pura vergüenza. Y como la cereza del pastel, las burlas del pintor no hacían más que aumentar sus glitches.

—¡El bebito está nervioso! ¡Oww, eso es taaaan lindo! ¿Qué sucede? ¿Tiene sueño el bebo? Venga, aquí le doy amor. —Estiró sus brazos, sólo con la intención de molestar a quien debería ser su pareja.

Ni siquiera los cinco golpes siguientes bastaron para enseñarle. Cualquiera que estuviese pasando por ahí habría presenciado aquella divertida pelea, y claro, malinterpretado las cosas.

—¡Destruiré este lugar si no te calmas! —Amenazó Error, atrapando al pintor con sus hilos e intentando mantenerlo sobre el suelo, pues no dejaba de dar vueltas a su alrededor y molestarlo, dándole leves toques que espantaban al destructor.

—¡Por algo escogí Outertale! No quieres destruir esto, ¿no es así? —Su sonrisa se esfumó de inmediato, y con sus cuencas totalmente negras, acercó sus falanges al cráneo contrario.—Aunque... Si quieres hacerlo... No creo que te moleste que te toque...

—¡¿Qué crees que haces?! ¡Aléjate! —Retrocedió ante aquellas manos que se acercaban a su cara sin ninguna intención de respetar su espacio personal. Esto lo dejó agobiado y encerrado. —¡Ya, basta! ¡Estaba bromeando!

Una carcajada se escuchó de Ink.— ¡No inventes! ¡Sólo estoy jugando! No tomes todo con tanta seriedad~ Bueno, como sea, ¿vamos?

—Sí, sí. Terminemos rápido con esto.

El guardián murmuró algo, claro que su intención era ser escuchado, no se permitiría perder la oportunidad de una burla.

—¿Qué dijiste? No se te entiende nada cuando balbuceas, más bien, pareces una rata agonizando.

—¿Podrías repetir lo que dijiste antes?

—¿Cómo?

—Mi chiste no funcionará si no lo repites, y no me iré de aquí hasta decirlo.

—Ugh... Eres insoportable. —Decidió tomarse unos segundos, en los cuales recordaba sus palabras anteriores.—¿Podemos terminar con esto rápido?

—¡Vamos! Que no te de pena, con seguridad.

—¡No jodas!

—¿Por favor~? —Suplicó. Intentaba aguantar sus prematuras ganas de carcajearse hasta que su cuerpo duela.

El bufido que soltó el glitch no pasó desapercibido, incluso pareció exagerado.

—Terminemos con esto rápido... —Murmuró agobiado, preparaba sus insultos por cualquier estupidez que el contrario fuera a soltar.

—¡No te escucho~!

—¡Terminemos con esto rápido, joder! ¡Ya para con esto!

—¡Oh, amor~! ¡Eso no fue lo que dijiste anoche~!

—¿Anoche? Pero si anoche no estábamos-

Hubo un corto silencio, Ink trataba de no reír para ser espectador de primera fila en la reacción de su pareja.

Claro que Error no había entendido en un comienzo, para él sólo había sido un mal juego de palabras. Aunque luego de recordar con quien hablaba, y su peculiar manera de pensar, se hizo un par de ideas.

—¡No me salgas cøń måmądâs! —Un buen golpe fue el regalo perfecto para el guardián. Su pobre cráneo quedaría deformado si continuaba siendo atacado despiadadamente allí.

—¡Ouch, pero si ni siquiera lo habías entendido! Mejor dicho, ¿ya entendiste?

—¡Enfërmø!

Pese al dolor que le ocasionó terminar con aquellas molestas bromas –y luego de un reinicio por parte de Error– se vio en la obligación de hacerlo, pues estaban perdiendo tiempo, y tampoco quería que todo termine en un desastre, teniendo de única víctima aquel universo estrellado.

—Bueno, bueno. —Interrumpió cualquier queja que pueda provenir del recién despertado.—Por más que me duela, debemos irnos. ¡Hoy es un gran día!

—¿Lo es? —Posiblemente, el lugar haya sido una variable de su calma instantánea. Realmente adoraba la vista de Outertale, una sensación relajante y única. Bueno, el ambiente y su mareo al terminar el reinicio debieron ser aquellas variables.

—¡Sí!... Espera, ¿de qué estábamos hablando?

—¿Cómo? ¿Dijiste algo?

Siendo honestos, ambos eran un caso perdido con esa memoria de tortolita. La única diferencia que tenían entre ellos, era que uno era negro, y el otro blanco.

—¡Pfft, no importa! No era importante, supongo. —Pronto las figuras en las ¿pupilas? De Ink tomaron diversas formas, igualmente su sonrisa bobita, intentando recordar lo que iba a decir.— ¡Oh! Ehm... Error, ¿te gusta el pan? —Claro que no lo consiguió, y, en un intento de disimular, soltó lo primero que se le ocurrió.

—¿Pan? ¿Qué clase de chocolate es ese? ¿A qué sabe? ¿Es rico? —Eternas preguntas acerca de comparaciones de alimentos tan distintos invadían al pintor, quien no podía evitar reír por las bobadas de su pareja.—¿Y ahora por qué te ríes, raro?

—El pan no es chocolate, Error.

—Entonces no me gusta.

—No puedes decir eso si no lo has prob- ¡Ya recordé a que veníamos aquí! —Sin aguantar sus impulsos, tomó la huesuda mano de su contra parte, quien no ocultó su glitcheo, quejas y ganas de soltarse. Pese a esto, el guardián no lo dejaba ir, en cambio, lo arrastraba sobre la nieve, corriendo entusiasmado hacia unas pequeñas montañas de nieve, donde mejor se veían las estrellas.

Error dejó todos sus insultos al ver el cielo, como un gatito observando atento a un láser o un pedazo de lana.

Realmente parecía encantado con el ambiente que se le presentaba.

«Geno tenía razón.—Pensó Ink, esbozando una sonrisita al verle así.Adora este lugar.—»

Sin perder más tiempo (más que nada, para evitar olvidar la razón por la que estaban allí), el pintor sacó una cajita de entre sus ropas. Aún no podía explicarse el cómo la cargo allí, pero bueno, eso ya es cosa de él.

—¡Esto es para ti! —Probablemente, la repentina emoción que le invadió y que rompió el agradable silencio, haya sido la causante del chillido que soltó el destructor de universos.

Era divertido verlo actuar de una manera tan infantil. Si no lo conociera bien, hasta le daría risa que alguien le diga que ese esqueleto negro se trataba de, ni más ni menos, la causa del terror de miles de universos alternos.

—Ugh... ¿Y eso? Si es una broma, guárdatela, o destruiré todo este lugar.

—No es ninguna broma, Error, ¡sólo tómalo! Enserio, te encantará, te lo aseguro.

Dudo que haya una necesidad de mencionar la desconfianza que esas simples palabras, sumadas a la infinita sonrisa idiota del pintor, provocaba en el glitch.

Ante la insistencia del contrario, se vio obligado a aceptar aquello que Ink extendía con tanta ilusión en sus brazos. Claro que no lo tomaría directamente, no mientras exista la mínima probabilidad de tener un contacto físico. A causa de esto, el artista debió dejar la cajita sobre la nieve, y es allí donde el destructor, aún desconfiando de lo que sea que esté dentro, la levantó.

—¿Y? ¿Dónde están las explosiones? ¿El veneno? ¿Un charco de pintura me caerá en la cara?

—Hombre, no desconfíes tanto de mí. Debes abrirla para saber qué es.

Sin duda alguna, sus palabras levantaban mucha más sospecha por parte del glitch, quien, cuestionándose acerca de lanzar todo el contenido del paquete sobre el pintor y huir o simplemente abrir la caja, inspeccionaba a la misma, buscando una señal de haber sido manipulada de forma indebida.

Aunque podía admitir que la decoración con forma de estrellitas era linda.

—Como sea una broma, te mato. —Amenazó. Ink sonreía con anticipación, sabía que la duda terminaría venciendo cualquier duda del destructor.

Error no se esforzó en mantener intacto el diseño del regalito, ni mucho menos en abrir la caja sin cuidado alguno.

Se quedó mirando el contenido un rato, realmente se sorprendió, aunque intentó no parecer muy obvio, más bien, no demostrar expresión fuera de la indiferencia.

—¿Y? ¡Te ha encantado! ¡¿No es así?!

—Bueno, ¿dónde está el veneno? —Cuestionó, levantando unas barras de chocolates muy apetecibles.—¿Están aquí dentro?

—¡Que no hay veneno!

—¡No te creo!

—¿Eh? ¿Y eso por qué? —Sus pupilas cambiaban constantemente, incluso un signo de interrogación se vio allí.— ¡Esto es lo que me dijeron que debía hacer!

Al no recibir respuesta por parte de Error, soltó una risilla juguetona. Ya entendía la razón de su desconfianza.

—Geno me dijo que, al ser “pareja”, debíamos de celebrar este día. No recuerdo la razón, ¿valentino? O algo así. ¡Oh, claro, San Valentín! —Más que una explicación, se extendió a un gran monólogo, donde explicaba un día completamente normal y aburrido para el glitch.—Así que, como nunca lo había celebrado antes, ¡Preferí aprovechar esta oportunidad! Se ve interesante.

—Se escucha patético.

—No seas amargado~ ¡Te traje chocolates de Sugartale! Son muy dulces y sabrosos, quedarás con ganas de más, te lo aseguro. ¡Oh! También traje una barra de Underfell, Geno me la dio para ti.

No respondió, ni agradeció, mas no fue discreto en sacar un poco de la exquisita delicia recién traída, y comérsela desesperadamente, como si alguien se la fuese a arrebatar de las manos.

—¿Y eso? —Volvió a preguntar, un poco más animado que antes al comprobar que no había veneno en la comida que tanto amaba. Sin embargo, la forma del objeto y su textura le dieron una clara idea al estar familiarizado con tal equipo de costura.— ¿Es una...

—¡Marioneta! ¡La he hecho yo!

—Adivino, juntaste hilos antes de hacer la figura y luego sólo improvisaste. —Le dio un par de vueltas al muñequito en sus manos, jugando con sus extremidades e intentando arreglarla con sus falanges.

—¡¿Cómo lo supiste?! ¡¿Eres adivino?! ¡Enséñame a leer la mente!

—No soy adivino. Simplemente, es lo mismo que hiciste el otro día cuando te dije qué no hacer.

—...Oh.

—Bueno, de cierta forma, ya me esperaba esto, viniendo de ti. —Comentó, sonriendo con un toque de egocentrismo, y dejando la marioneta sobre el cráneo del guardián. —Sin tu pincel, no puedes hacer esto, ¿no es así?

—¡Puedo hacer mucho con o sin mi pincel!

—¿Cómo qué?

—¿Enserio quieres saberlo~? —Canturrea, siendo aquella pícara sonrisa la única delatora de la verdad oculta tras sus palabras.

A este paso, Ink terminaría corrompiendo totalmente a Error antes que el fandom.

El guardián soltó exageradas risas, de las cuales, el glitch no captó el motivo, pues no pensaba detenerse a sobre-analizar sus palabras.

—¡Hahahaha! Hah... Olvídalo, no es para ¡bebitos! —Con mucha suerte esquivó el golpe que por poco le deforma el cráneo. Aunque pronto lo dejó pasar, pues recordó uno de los verdaderos motivos por los cuales estaba allí.—¡Pero claro! ¡Ponte esto!

En un rápido movimiento, un vestido (y nuevo, por lo que parece) impactó contra el destructor, quien casi cae al espacio en un intento por esquivarlo.

—¿Un vesti-

—¡Vi a muchos regalarle estas cosas a sus parejas! ¡Así que yo te he traído uno! Todos se veían muy adorables en vestidos, así que te traje uno para ti. ¡Y es celeste! ¡Creo que combinará muy bien con tus-

—¡No me voy a poner esta mierda! ¡No soy mujer, maldita sea!

—¿Y eso cómo lo sabes? —Con una sutil sonrisita, le interrogó. — ¿Cómo estás tan seguro que eres hombre? Hasta donde sé, los esqueletos no tenemos género, perfectamente podrías ser una chica, aunque no lo sabes.

Los siguientes diez golpes fueron como un balde de agua fría por las mañanas. Más vale no olvidar jamás hacer ése tipo de bromas nuevamente.

—No me pondré esa æbømīnaciøn.

—Hum... Qué lío... Y yo que quería verte con vestido... —Se levantó, fingiendo tristeza y decepción, mas pronto volvió a mirar al glitch como si nada, a este no pareció afectarle en lo absoluto su reacción. —Hombre, que serio eres~ con Dream me funciona hacer esto...

—Jódete. No soy Dream, ¡ni siquiera nos parecemos!

—Bueno, bueno, ya qué. No trajé eso entre mis ropas para nada. —Y sin demostrar ni el más mínimo rastro de vergüenza, comenzó a desvestirse, quitándose su gigantesca bufanda y arrojando el pincel al suelo.

—¡¿Y qué crees que haces?! ¡Ponte la ropa, enfermo! —Rápidamente tomó las prendas que lentamente caían junto a él, lanzándolas hacia su propietario desesperadamente. —¡No te me vengas a desnudar aquí!

Su pareja fue muy ágil en esquivar y atrapar todo lo que iba directo a su rostro.—¿Y eso por qué?

—¡Bueno, hay muchos motivos! ¡Primero, estoy aquí, segundo, estamos en un lugar público, tercero, nadie quiere verte desnudo! ¡Oh, y por último, estoy aquí!

Fue imposible reír por sus palabras para Ink, quien continuaba con su labor de quitar todo lo que llevaba puesto. Todo.

Error no sabía qué le molestaba más de la situación, o mejor dicho, qué le incomodaba más: El hecho de que el guardián se estuviese desnudando frente a él, o el que no demostrase ni el más mínimo rastro de decencia, ni siquiera vergüenza, incluso parecía disfrutar del sufrimiento en su rostro.

Con sus manos cubría su vista, le resultaba tan vomitivo ver al contrario sin nada puesto. Ya era horrible verlo con ropa como para tener que soportar una vista aún peor.

—Vamos, no seas exagerado. —Finalmente había logrado quitarse todo de encima, ahora mismo, estaba igual que la primera vez donde recuerda haber hecho aparición.—Ni que fuese algo del otro mundo, no es como si nunca te hubieses visto sin nada puesto.

—Una cosa preciosa soy yo, y otra muy asquerosa eres tú.

—Hombre, no es nada nuevo. Estás exagerando. Es decir, a menos que en realidad seas mujer, y una bien fea, a decir verdad, esto no debería ser nada raro.

Una idea traviesa pasó por su mente, en ese momento. Con malicia, esbozó una gran sonrisa.

—Bueno, ya puedes mirar. Ya me cambié.

Fue capaz de escuchar aquel suspiro aliviado salir del destructor, antes de quitar sus manos del rostro. Fue una pena que Ink estuviese bromeando.

La expresión de Error cambió súbitamente, el terror y la repugnancia se recalcó en su mirar cuando, al dejar libre su vista, lo primero que vio fue el cuerpo del pintor, sin nada cubriéndolo, mientras este le daba un gran abrazo.

—¡Anímate, hombre!

—¡Sū3ltåmę! —El reinicio que comenzó fue completamente esperado, esas carcajadas lo delataban.

Al tenerlo por fin inmóvil y en calma, se animó a analizarlo mejor, siendo incapaz de dejar las risas al percatarse del terror en su rostro. No obstante, lo único que le sorprendió, verdaderamente, fue el ligero rubor azulado, probablemente, debido a tanta cercanía, y al estado actual de Ink.

—...Azul... ¡Te dije que el celeste te vendría bien! —Lo más rápido que pudo, se colocó el vestido, para tomar con rapidez su pincel, con una gran sonrisa.—Pero como no lo quisiste... Te daré uno... ¡Rosa!

Y así fue, un nuevo vestido del color seleccionado apareció dentro de poco, y, sin nada de vergüenza, y aprovechando el reinicio, comenzó a desvestir a su supuesta pareja, dejándolo, al igual que él, momentos antes, sin nada puesto.

Su plan era simple, y sin segundas intenciones, ponerle un vestido y ambos pasarla bien, bromeando sobre eso y más. Al parecer, olvidó que Error no tenía el mismo gusto por ése tipo de vestimentas como él, pero eso ya lo recordaría dentro de poco.

–100% reinicio completo–

Lamentable fue su suerte, para cuando estaba terminando de colocar las nuevas ropas, el glitch comenzaba a reaccionar lentamente, viendo todo muy borroso.

—Oh, Error, creo que querrás dormir un rato más... —Avisó, riendo por lo bajo, mientras acomodaba una cinta de un rosa más oscuro sobre el cráneo contrario, y en pequeños detalles, como la parte de la cadera, o le ponía unos guantes blancos en sus manos.

Fue entonces cuando el glitch logró recordar todo, y ver por su propia cuenta, como el arista sobre él, luchaba por terminar su trabajo antes de ser asesinado.

Repetidos mensajes de errores le invadieron. Sin embargo, antes de poder reiniciar nuevamente, se percató de algo horrible.

Sus ropas habían sido cambiabas por completo, ni siquiera las sentía bajo el vestido, y el verlas sobre la nieve, junto a las del guardián, le dejó en claro una cosa: Ink lo había desnudado y vestido a voluntad propia.

—¡T̴ú̷ ̵e̴s̸t̶á̶s̸ ̵m̶u̶e̶r̸t̷o̴,̸ ̵h̵i̶j̵o̷ ̸d̸e̸ ̵t̷i̴n̷t̸a̵,̵ ̷b̵a̵s̷u̷r̵a̸ ̷a̶s̴q̷u̴e̷r̷o̶s̴a̶!̵

—¡Espera, Geno me dijo que esto era buena idea! ¡Hombre, es San Valentino! ¡No me mates hoy!






✿❀✿❀✿❀
Ése es el catorce de Febrero de mis sueños xDxdXdXdXd

Siendo honestos, la reacción de Error a los vestidos es igual a la mía :v ¿alguien que quiera ser parte de la cadena? ¿No?

Ok. Yo la empiezo, entonces :'v

x1 —nadie le sigue—

Bueno... Primero que nada...

¡Hija, te amo tanto! XDDDDD

-Katte-

jsjsjs, aún sigo viendo esta foto, y me sigo riendo feísimo (?

Y pensar que todo pasó por esto:

Por esto eres mi homúnculo fav (ง ͡° ͜ʖ ͡°)ว♥

Te dedico el capítulo, la historia, te heredo mi cuenta de Wattpad cuando muera, ahHHHhHH TE DEDICO TODO DE (¿

Bueno, para aclarar dudas (mejor dicho, para prevenir largas explicaciones por comentarios que me dan flojera explicar [?)

Este es el Error de Rouge (el cual se hizo muy famoso):

, tiene rubor amarillo.

Ahora, este es el Error de Crayon Queen (la creadora de Error):

Y . Tiene rubor azul.

A opinión personal, me gusta mucho más el rubor canon, y en , lo canon me gusta mucho más. Así que... Si uso ése rubor, es por eso.

y el vÍDEO ES NORMAL. ¿CÓMO SE LES OCURRE QUE ES IF WE WERE SUPER GAYS, PARA NADA.

Para nada.

Oh, y también usaré los tamaños canon. Aunque no el de Ink, me basaré en un cómic donde se ve más alto que Blueberry (cómic de Comyet) y en Error, será su tamaño canon (Prácticamente, del mismo porte que Berry).

. Aquí no mencionaré los tamaños demasiado, porque las opiniones son muy contradictorias, pero si llego a hacer mención de eso, ya saben porqué se pondrá a Error más pequeño que Ink.

Esto lo aclaro porque en este cap iba a hacer una broma a los tamaños, pero como muchos no sabrían que, en esta historia, Error es el enano que realmente es, muchos preguntarían... Y me da weba explicar :v

Pero para que se hagan la idea:

➣Fresh es el más alto, luego Geno, y por último Error es un hombre chiquito y gruñón. —CQ, 2017.

Y Geno, al tener el mismo tamaño que el Sans original ;^)

Háganse la idea de quien está entre los “Sans” más pequeños.

『-Cxnni-』

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