Day #3: Cena romántica con final sangriento

Maldecía todo lo maldecible.

Por Dios, ¿tan difícil era un poquito de intimidad? 

—Nufufu, ¿preocupado, alondra?

Le miró con intenciones asesinas. No estaba de humor, ¿no quedaba eso claro o qué?

—Herbívoro melón, déjame.

—Hmm, seguro estás pensando en algo tan... «herbívoro» como tú dices. Andas con eso de arriba para abajo.

Señaló el bolsillo de su pantalón, donde se veía que había algo en su interior.

Alaude sabía lo que era, Daemon lo había adivinado.

—¿Y? ¿Cuándo se lo dirás?

—¿Decir qué a quién?

—Ya sabes... Ah, espera. ¿Todas esas citas tuyas y de tu rubia eran porque tú...?

Alaude se cruzó de brazos y desvió la mirada.

—¿Te recuerdo quién interrumpe siempre?

—Elena me va a matar como se entere. ¡Esas cosas se avisan, alondra del demonio!

—¿La omnívora te matará? —sonrió ante la expectativa—. Ahora mismo se lo voy a decir.

—¡Ni se te ocurra!

—Tarde.

Y tan feliz, se fue a avisar a la rubia de quién interrumpía todas sus citas con Giotto y, por tanto, no había manera de tener intimidad.

Aunque el melón no era el único que irrumpía. Cuando no era él, el herbívoro llorón aparecía de un momento a otro —llorando, obvio, la mayoría de veces por una mala broma del melón— y a Giotto le salía el instinto maternal y lo consolaba.

Si no era él, era el herbívoro explosivo quejándose de que Giotto no había acabado su papeleo junto al de la música intentando calmarlo. Y si no eran ellos, era el herbívoro gritón gritando algo.

Oh, y había veces que era muchísimo peor y se presenciaba el mismísimo carnívoro padre de Giotto.

¿Así cómo demonios puedes tener un poco de intimidad, por Dios?

—Alaude~ —escuchó la voz de su rubio cuando acabó de acusar a Daemon con Elena, y volteó para encontrarlo sonriendo—. ¿A dónde me vas a llevar hoy?

—Hmm, ¿cómo sabes que te voy a llevar a algún sitio?

—Porque últimamente estás en tu plan "novio perfecto" que tanto adoro y sé que complacerás a tu querido novio.

—Hmm, conozco otras maneras de complacerte —le tomó de la cintura y le acercó a él—. Ya sabes, cuando me pides que...

—¡Calla! —se sonrojó violentamente—. ¡Esas son las cosas que tú me haces decir, pervertido!

—Ajá, claro. No recuerdo que te obligase a...

Giotto lo besó con desespero para que se callase, y Alaude le correspondió con cierta diversión.

Sería una noche entretenida... si conseguía un mínimo de intimidad.

»◦✿◦«

Los tratos con la omnívora no eran tan malos como había esperado.

Le prometió que absolutamente nadie intervendría esa vez en su cita a cambio de que hacer que ella fuera la madrina.

No era un precio tan elevado.

—Esto está muy bueno —dijo Giotto, comiéndose (o devorando) el trozo de pastel de chocolate que se había pedido como postre.

—Tú eres amante del dulce. Cualquier cosa que lleve azúcar está bueno para ti.

—¿Y qué le haré si está bueno? —rió.

Alaude sonrió mientras tomaba del café que se había pedido para él.

—¿Y bien? ¿Por qué me estás llevando a tantos sitios últimamente? —preguntó el rubio menor—. Pareciera como si te fueras a declarar, pero ya somos novios así que...

Arqueó una ceja ante su pose pensativa.

—Si piensas tanto, tu cerebro se va a quemar.

—¡Oye! —se molestó.

—En realidad, te he traído para preguntarte una cosa.

—¿Y bien? Te escucho.

Terminó su pastel y puso los codos en la mesa, entrelazando sus manos y apoyando su rostro sobre ellas, sonriente.

—Te quería preguntar si tú... —se levantó, para la sorpresa de Giotto.

Pero nunca llegó a terminar la pregunta, pues un grito se escuchó por todo el lugar.

—¡¡Un muerto!! ¡¡Ayuda!!

Alaude y Giotto acudieron inmediatamente al escucharlo, acercándose al lugar donde un hombre había sido disparado y estaba tendido en el suelo.

—Maldita sea... —bufó Alaude, sabiendo que tendría que ocuparse del caso.

Les enseñó su placa de policía a los presentes y puso orden en el restaurante mientras sacaba el móvil para llamar al equipo policial.

Suponía que eso no entraba en el trato con Elena.

Miró a Giotto, quien le observaba con una sonrisa dulce en su rostro, y suspiró.

Nada, tendría que pedirle matrimonio otro día...

Aunque viendo el panorama, hoy en día era prácticamente imposible hacer una propuesta así en condiciones.

Imposible.

»◦✿◦«

Salut, lectores~.

Aquí está el tercero. No soy nada gore así que más bien es... Cómico. Osea, io.

Este es el tercer día, creo que voy muy adelantada. Muahahaha.

Emm... ¡Eso es todo amigos! 🐰

Okiz. ¿Merezco comentario/voto? ¿Disparo? ¿Tartita?

Au revoir~. Nos leeremos pronto~.

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