El Llanto Del Gordo

   - Mírate - dijo Ramona - ¡Te dije que te mirarás! ¡Observa a ese bastardo del espejo! ¡Míralo! - Oscar estaba sentado en una banca observando cómo quien alguna vez había sido su amor secreto le humillaba frente a un grupo de chicas - Escucha, yo no quería ser grosera ni quería llegar a tener que hacer esto, pero hoy te pasaste... me llevaste al límite de todas las idioteces que puedo aceptar de una persona cómo tú. Estaba ocupada cuando ayer llegaste a decirme esa tontería frente a Rubén - un día anterior Oscar le había regalado una bolsa de chocolates a Ramona y le había dicho lo que sentía. En aquel momento Ramona había sido algo positiva al respecto, pero Oscar le había estado persiguiendo todo el día para saber lo que ella sentía por él - pero no dije nada, ¿Porque? Porque soy una maldita persona amable, ¿Que recibo a cambio? Un maldito gordo que no entiende el mensaje y me persigue al rededor de todo el instituto para resolver una duda a la cuál probablemente ya sabe la respuesta - Ramona observó a Oscar de pies a cabeza. Era un chico obeso, y parecía realmente no importarle bajar todo el sobrepeso que tenía - ¡No quiero tener nada que ver contigo! De sólo verte me das asco, gordo de mierda - Oscar se trató de levantar de la banca, pero Ramona lo empujo y lo obligo a sentarse - ¿Quieres entender porque? ¡¿Lo quieres saber!? - Ramona tomo a Oscar del pecho y luego tomo las mangas de su camiseta para luego empujarlo al suelo. Oscar cayó al suelo con parte de su camisa ahora rota. Ramona lo miró con desagrado y volvió a comportarse agresiva - ¡Ya viste ese cuerpo! ¡¿Acaso crees que una chica cómo yo saldría con alguien con esa panza?! Tus asquerosas y grandes estrías saliendo de tus lonjas y de tu gigante y peluda panza me repugnan, simplemente no entiendo cómo puedes vivir con eso. ¿Acaso no te preocupa tu salud? ¿No te preocupa ese constante jadeó que reproduces al caminar? Pierdes la respiración con tan solo trotar un par de metros, maldito cerdo de mierda - Ramona comenzó a pellizcar los pezones de Oscar y a reír - Mira tus grandes tetas de hombre, parecen las de un cerdo estúpido, ¡Haz ruido de cerdo! - Oscar se notaba asustado - ¡Haz lo que te digo, gorda! - Oscar no sabía que hacer, por lo que Ramona jaloneandolo logro colocarlo en posición de cuatro y luego tomándolo del cuello lo obligo a hacer ruidos de cerdo - ¡Así es! ¡Hazlo más fuerte! - una de las chicas espectadoras se lanzó corriendo hacía la oficina del rector. Ramona estaba excediéndose en ese momento - Gordo imbécil -  Ramona empujo a Oscar de regreso a donde estaba sentado y comenzó a golpearlo en la panza - ¡Mira esa panza de cerdo! ¡Observa cómo se mueve! Maldita consistencia asquerosa. Maldito movimiento de mierda. ¡Ve cómo tus estrias y tu panza se mueven a la par! ¡Escucha cómo suenan tus tetas de hombre cada que das un movimiento! ¡Obeso de mierda! ¡Observa cómo toda esa mierda que comes a comenzado a cobrarse en ti! ¡O..observa cómo tu papada te impide mover el cuello! Observa... cómo tus senos de hombre lucen. Observa cómo tu... go.. gorda panza no te deja ver tu pene. Ve tu... diminuto y... eh... diminuto pene.Observa cómo tus lonjas se notan al lado de tus pantalo.. - Ramona se quedo en silenció observando a Oscar, y tras unos segundos de un bizarro silencio se le acercó y comenzó a besarlo mientras continuaba frotandole la panza. Oscar no sabía que carajo sucedía pero le siguió el juego. Todos los míraban confundidos. Ramona entonces se abalanzó sobre Oscar y comenzó a quitarle el pantalón, para cuando todos comenzarón a dejar el pasillo vacío algo confundidos y asqueados, Oscar ya se encontraba penetrado a Ramona quien continuaba sobandole la panza y besandole en el cuello. 

   El rector caminaba por él pasillo tratando de encontrar el conflicto del cuál le habían contado, y para su sorpresa encontró a Ramona y a Oscar teniendo sexo a la mitad del pasillo de la universidad. Furioso y confundido se acercó a la pareja y los separo, aunque esto ya era inútil porque tanto Ramona cómo Oscar ya se habían venido. Oscar se notaba pálido y confundido, y probablemente era porque todo lo que Ramona le estaba gritando estaba a punto de causarle un infarto, pero ahora por alguna razón estaba extremadamente pálido. Debido a esto el rector tomo a Ramona y la llevó a su oficina, mientras llamo a la autoridades escolares para que estas recogieran a Oscar, quien seguía en el suelo pálido y confundido sin saber que carajo había ocurrido. Ramona fue expulsada del campus una semana después... nada fue lo mismo para Oscar. Descubrió uno de los instintos sexuales más oscuros de su ser...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top