FELIZ NAVIDAD : CAPITULO ESPECIAL✨








⚠️ADVERTENCIA⚠️ :

ESTE ES UN CAPÍTULO CORTO QUE NO ES CANON, QUIERE DECIR QUE NO SIGUE LA HISTORIA ORIGINAL QUE ESTOY ESCRIBIENDO Y NO AFECTARÁ EN ELLA.










24 de Diciembre.







Carina yacía algo nerviosa al estar frente a la puerta principal de la casa de los LaRusso. La mujer suspiró y tocó el timbre. Desde afuera ya se escuchaban algunos murmullos, algunos invitados ya habían llegado.

Habia pasado un año y el problema entre Cobra Kai y Miyagi-Do ya había quedado atrás, al igual que la enemistad entre su primo Johnny y su amigo Daniel. Ahora solo eran dos personas con el amor mutuo hacia el karate.

La rubia estaba más que tranquila y contenta con esto. La paz ya reinaba en el Valle.

De repente, la puerta se abrió dejando ver a Miguel Díaz, quien sonrió al ver a la mujer.

— ¡Sensei Carina, llegó! — Carina sonríe ante el saludo del chico.

— Es un gusto verte, Miguel — la adulta abrazó al muchacho y el correspondió, feliz.

Carina y Miguel habían fortalecido su amistad en el último tiempo. Luego de su accidente, Carina ayudó a Miguel con su recuperación, al igual que Johnny y Daniel. En ese tiempo comenzaron a conocerse y ella ayudó para entrenarlo. Entonces ahí nació una hermosa relación sensei-alumno que aún perduraba.

Miguel hizo pasar a la mujer. La rubia miró todo el lugar : estaba llena de decoraciones, y un gran árbol con luces y adornos yacía en la punta del recinto. Había personas que todavía no podía reconocer desde su posición.

— ¡Carina llegó! — exclamó Sam, y ella fue caminando hacia Carina y Miguel. La adolescente abrazó a su sensei femenina y luego Miguel pasó un brazo alrededor del cuello de la LaRusso. Si. Miguel y Sam estaban juntos de nuevo, como pareja —. Estoy feliz de que vinieras.

— No me lo iba a perder — dice Carina y le extiende las bolsas con algunos regalos — ¿Donde dejó esto?

— Abajo del árbol, ahí están los de los demás — Sam apuntó hacia el gran árbol.

La mujer dejó de molestar a la pareja de adolescentes para dirigirse hasta el árbol, cruzándose con algunas personas. Dejó los regalos allí y se levantó al sentir que alguien le tocaba el hombro.

— Vaya, pero que bien te queda el blanco, linda — le dice Carina a su primo Johnny. Este ríe y se acomoda un poco su traje blanco como la nieve.

— Eso es muy halagador — dice Johnny —. Tu también te ves genial.

— ¡Vaya, Carina! Te ves radiante — Carmen aparece al lado de Johnny y se abraza con Carina.

— Tu te ves deslumbrante, Carmen Díaz — la halaga la rubia.

— Si quieres saber, Daniela está por la cocina— Carina alza una ceja ante lo que dice su primo.

— ¿Acaso sigues insistiendo? — pregunta la mujer Lawrence.

— ¿Cuando se van a dar cuenta que babean uno por el otro? — se queja Johnny, y Carmen se ríe de ello —. Hoy puede haber chances.

— Nunca cambiarás, Johnny — dice Carina entre risas para irse de allí, directamente a la cocina.

Al llegar allí, se encontró con una escena muy bonita. Allí estaba Robby, el cual ayudaba a Daniel a preparar un gran pavo. Los dos con una sonrisa radiante.

— Ese pavo se ve bien.

Al oír esa voz, Daniel y Robby dejaron de hacer lo suyo para ver a Carina. LaRusso sonrió como nunca y se acercó a Carina para abrazarla. Ella también correspondió el abrazo, colocando sus brazos alrededor de su cuello aferrándose a él. Robby hizo una mueca e intentó no reírse, ya que su tía le tiraba amenazas con el rostro.





Toda la noche buena estaba siendo maravillosa. Más tarde, llegaron Demetri y Hawk, quienes ya eran amigos nuevamente (los Hermanos Binarios habían vuelto), junto con Tory, la cual iba acompañada de Moon y Aisha. Carina se encargo de recibirlos a todos, después de todos ya nadie iba a pelear con nadie. Para la sorpresa de la rubia, Tory y Sam se saludaron cordialmente. Ya todo estaba bien.

Daniel, Carina y Johnny se habían encargado de reparar el daño que habían causado. John Kreese estaba preso, y los tres tomaron la tarea de reeducar a sus alumnos, tanto a Cobra Kai como a Miyagi-Do. Nadie había olvidado todo lo que sucedió, fue algo muy doloroso y difícil de superar (la disputa entre Robby y Miguel, la rivalidad entre Sam y Tory, y John Kreese metiendo sus narices en donde no debía), pero ahora todos eran uno solo, y en esta época del año era lo mejor que podía pasar.

Amanda apareció más tarde, y Carina la saludo con gusto, al igual que Daniel. Su ex-esposa había arribado con su nueva pareja, y se la veía muy feliz, y Daniel aceptaba eso. El resto de la noche fue muy tranquilo y ameno, al cumplirse las doce, todos brindaron entre ellos con felicidad. Se escuchaban los villancicos navideños en toda la sala, en la cual se habían dividido en pequeños grupos : Hawk y Demetri en un sillón charlando sobre la continuación de Dr.Who; Sam, Tory, Aisha y Moon se encontraban en la barra tomando algunas bebidas y charlando entre ellas; Miguel y Robby estaban sentados en el patio uno al lado del otro, también hablando de quien sabe que; Amanda y Carmen reían cerca del árbol de Navidad; y Johnny, Daniel y la nueva pareja de Amanda (quien se llamaba Steve) charlaban amenamente tomando cervezas.

Por otro lado, Carina decidió salir al balcón de la casa, para ver el cielo y sentir la poca nieve que caía. Cerró los ojos y sintió como un pequeño copo caía en la punta de su nariz. En ese momento abrió los ojos al sentir algo cubrir su espalda.

— Te vas a resfriar — habló Daniel, cubriendo a Carina con su campera.

La mujer se cubrió con ella y sonrió sin mostrar los dientes a su compañero.

— Gracias.

Los dos se quedaron callados y miraron al frente, admirando el cielo y la luna arriba de ellos.

— Ya vamos a abrir los regalos, vine para avisarte — le dice LaRusso, y ella asiente.

— Genial, hay que ir — le dice animada la mujer. Ella está por adentrarse al lugar para bajar las escaleras, pero Daniel toma su mano para detenerla.

— Espera.

Los dos se quedaron uno frente al otro.

— ¿Que sucede?

— Yo... quería darte — Daniel saca una pequeña caja detrás de el — mi regalo personalmente.

No se notaba a plena vista, pero a Carina le brillaron los ojos al ver la actitud de Daniel. Ella lo mira con ternura.

— Daniel, no era necesario...

— Claro que si — el de cabello azabache le extendió la pequeña caja.

Carina le sonrió y tomó la pequeña caja para luego abrirla. En ella, se encontró con un collar, el cual tenía el dije del Ying y el Yang.

— Daniel.... — exclamó la mujer casi en un susurro.

— ¿Te agrada?

— Es precioso — la mujer saca el collar de la cajita y Daniel instintivamente se coloca detrás de ella.

— Te ayudo — el hombre pasa el collar alrededor del cuello de la rubia y se lo coloca. Al terminar, ella se da vuelta para mirarlo.

— Me encanta — dice ella, agachando la cabeza para mirar el dije.

— Es lo que tú ayudaste a hacer — Carina mira a Daniel cuando este comienza a hablar —. El Ying y el Yang representan dos fuerzas que son opuestas, pero que siempre se encuentran en todas las cosas, en la vida misma. Gracias a ti, Cobra Kai y Miyagi-Do llegaron a una paz mutua, a pesar de ser tan diferentes — Daniel agarra con suavidad los brazos de Carina —. Johnny y yo somos amigos gracias a ti. Tu fuiste la luz en todo esto, no solo para mi, sino para todos nosotros. Por eso eres tan especial.

      Carina estaba por lanzar lágrimas ante tales palabras tan hermosas y profundas.

— Daniel, yo.... no se que decir — fue lo único que Carina pudo decir. Daniel pasó su pulgar sobre la lágrima que caía por la mejilla de su amiga, y ella lo miró con sonrojo en el rostro.

     En ese momento, Daniel miró hacia arriba y rió negando con la cabeza. Carina no entendió el por qué de su diversión, así que también miró hacia arriba. Entonces lo entendió. Un muérdago colgaba en el gran marco del balcón, de forma decorativa. Carina no olvidaba lo que decían si te parabas con alguien bajo el muérdago. Era una regla. Y pensar en ello solo la hizo sentir con mas nervios.

— ¿Eres capaz de romper las reglas, Lawrence? — la pregunta de Daniel hace negar a Carina.

— Es una tradición, así que creo que no hay opción.

        Eso le marcó el semáforo en verde a LaRusso.

      El hombre se acercó a ella con lentitud y ella colocó sus manos en el cuello de él para acercarlo a ella, haciendo que sus labios se tocasen por primera vez. Sus labios parecían un rompecabezas perfecto, los dos encajaban con el otro. Ella se aferró más a Daniel mientras él la tomaba de la cintura, profundizando el beso.

      Al separarse, los dos unieron sus frentes, oyendo la respiración del otro. Daniel acarició la mejilla de ella y dijo :

— Feliz Navidad.
















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    Les deseo una hermosa noche buena y una muy feliz navidad a todos💖💖💖  los quiero mucho!!!


Hasta el próximo capítulo, el cual es uno de los últimos🤭

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